PARA HARRY POTTER el sentimiento de repulsión era mas fuerte que cualquier rastro de tristeza.

Estaba devastado, su corazon dolía con amargura sin poder procesar la perdida de a quien consideraba la persona mas importante de su vida: Geneviève Loughty, una Gryffindor insignificante a los ojos de los demás estudiantes de hogwarst. Una muerte como cualquier otra en épocas de guerra.

La chica no era valiente, mucho menos alguien de renombre, solo alguien que no encajaba con el estereotipo de Gryffindor y que tampoco parecia tener grandes cualidades como para juntarse con el trío de oro. Era brillante, sí, pero no lo demasiado para ganarle a Hermione Granger. Era buena en el quidditch pero no tanto como Ronald Wesley.

Una chica como cualquiera, no encajaba a lado del famoso niño que vivió. No era nadie sin el.

La realidad era diferente, para Harry  una vida sin Evie no servia de nada.

Evie era su mundo, desde el día en que se conocieron en el vagon del tren a hogwarst. El niño de lentes quedo encantado con ella, no solo su belleza era atrayente, su personalidad apacible y llena de dulzura también lo cautivaron por completo.

Su sonrisa resplandeciente provocaban en el un conmoción en su corazon incapaz de calmar, lo hacia sentir como en casa.

Fue asi como Harry y Geneviève desarrollaron un vínculo inquebrantable a lo largo de sus años en Hogwarts, el de madre e hijo. Porque para el niño que vivió Geneviève Loughty era su madre.

Aun siendo torpe y débil, como se escuchaban por los pasillos del castillo, Geneviève haría todo por Harry Potter, aunque se destruyera en medio del camino, ella protegería a Harry con todo su ser, porque lo amaba mas que nadie.

Harry lo confirmo cuando la joven Loughty dio su vida por el, una vez mas Harry potter habia sido salvado por amor.

──lo sentimos mucho Harry, sabemos que ella era importante para ti ── Mentira, era una menrira. Todos eran unos mentirosos. Ninguno lo sentía, el lo sabia, mientras se mostraban con una cara de falsa tristeza nisiquiera sabían el nombre de la chica a la que solo el parecía despedir. Nisiquiera Ron y Hermione parecían estar tristes.

── ¿Quien era? ── Escucho un susurro a la lejanía.

── la amiga de harry potter ──

Repugnante, todos eran Repugnantes.

Pero aun asi el sacrifio de sus seres queridos y amigos no debia ser en vano. Lo haría por ellos, por Geneviève.

── No, no te equivocabas ── Su voz salio más rasposa de lo que hubiera querido.

Los ojos sangrientos de lord voldemort  se detuvieron en su tensa figura, rodeado de las risas y gritos de sus seguidores. Harry solo pudo apretar los dientes sin dejar de mirarlo con fijeza.

Habia ido al bosque tal y como el mago tenebroso habia pedido, aceptando aquel momento como el final de su vida.

── Harry potter...── Susurro, cuanto odiaba esa voz llena de prepotencia ── El niño que vivio ── Sonrió y con un movimiento de la barita de sauco una luz verde se extendió entre ellos.

Y así Harry potter recibió a la muerte como una vieja amiga, sin saber los planes que esta tenia para el.

── ¿Deseas vivir Harry Potter? ──

── No, si puedes cumplirme un deseo. Haz que ella vuelva. 

── Ironico, ella pidió lo mismo. Muy bien, te lo consedere.──