La muerte de Mustafa fue como un balde de agua fría para sus seres más cercanos y para quienes querían verlo en el trono.

Fatma sultan se encamino hacia los aposentos de Nükhet y comenzó a gritar un sin fin de insultos para ella y para Hürrem, Bayaceto había reprendido severamente a su madre y había deseado que Iskender muriera de la misma manera.

—Madre - Mahşa se acercó a ella —¿Todo esta bien?

—Lo esta, una tormenta se avecina, pero al menos se que he vengado la muerte de mi hijo Ümut.

—Era algo que debía hacerse - Nükhet asintió. —De todos modos eran culpables, que su amor por él no ciegue a nadie.

—Déjame sola, voy a prepararme para la visita de Mahidevran - Mahşa se reverencio y salió.

Días después en el palacio se llevó acabo un funeral algo pobre para el que alguna vez fue el heredero, Fatma sultan soltaba su veneno cada que la veía y a Nükhet le gustaba aquello.

—Es una víbora que viste colores brillantes cuando nuestro şehzade se ha ido - las presentes la miraron.

Las criadas no estaban de acuerdo con Fatma sultan, pero tampoco podían desobedecer la.

—La sultana Mahidevran ha llegado - Nükhet sonrió de lado y asintió.

—Que empiece el show - Nükhet salió de sus aposentos y camino hacia el harén, todas estaban reunidas ahí fingiendo tristeza por alguien a quienes ellos mismos llevaron a la muerte. —Mahidevran.

—¿No tienes vergüenza? - Fatma sultan se acercó.

—¿Vergüenza? ¿Debería de llorar? ¿Pedir perdón? Mahidevran ¿que hiciste tu? Ümut era inocente pero te confabulaste con Fatma Hatun para salvar a Mustafa luego de que le quitara el ojo a mi hijo, siembras lo que cosechas.

—¿¡Qué culpa tenía Mustafa!? ¡Debiste matarme a mi!

—¿Qué culpa tenía Ümut? ¿Qué te hizo a ti? Me resigne por la pérdida del ojo de Iskender, no me quedo de otra, fue un accidente ¿pero Ümut que? Sultana Fatma, usted llora por Mustafa ¿pero Ümut que les hizo? Debería de ser justa o simplemente irse de este palacio que no tiene nada que hacer.

—Lo de Ümut no esta confirmado - Fatma sultan nuevamente estuvo del lado de Mahidevran.

—No me importa si usted me cree o no, usted pago por los pecados de matar a Ümut y a Mehmet, allah es justo y nadie se va sin pagar. - Nükhet se dio la vuelta y salió.

Mahidevran se tiro al suelo y soltó un grito ensordecedor, Nükhet había logrado su cometido.

—No se como haces para no desmoronarte, debe de ser difícil para ti.

—Lo es Hürrem, Mustafa no era del todo inocente, pero igual pagó por pecados que no eran suyos, me reconforta saber que se hizo justicia, tal vez no de la forma que quería pero se hizo justicia.

—Yo te tengo un regalo, ayudaste a vengar a Mehmet, así que debo de devolver algo del favor.

—Sabes que no es necesario.

—Encontré a la criada que asistía a Fatma, se la entregué a Rustem para que le saque información, puedes tomar más justicia por tus manos.

—Lo haré, gracias. - Hürrem sonrió.

Süleyman regreso un tiempo después al palacio, su rostro había envejecido más y su tristeza podía notarse.

—Ha sido un tiempo difícil - Nükhet tomó su mano —Debo decirte algo importante.

—Dime querida - Nükhet admiro el paisaje que le brindaba el balcón y sonrió.

—Ümut fue asesinado por Mahidevran y la favorita de Mustafa, Fatma hatun... ellas querían tapar el escándalo del ojo de Iskender con una muerte, mi Ümut pagó ese precio.

—¿Es real?

—Viste lo de Mehmet  - Nükhet miro a Nürhan y esta salió. —Ümut era el gemelo de Raziye, ha crecido sola sin su otra mitad ¿que justicia le darás a mi hijo? - Nürhan ingreso con Aybige hatun, la criada personal de Fatma.

—¿Ella es?

—Habla mujer. - Nükhet se sento en el diván y la miro.

—Soy Aybige hatun, servía a Fatma, ella nos ordenó tirar al príncipe Ümut al lago, lo asfixiciamos hasta la muerte... ella dijo que el príncipe seria la tapadera del accidente del príncipe Iskender  - Süleyman parecía más molesto que antes —La sultana Mahidevran estuvo de acuerdo con el plan, ella nos autorizo ahogarlo hasta la muerte.

—¿Tienes pruebas?

—Yo huí luego de que mataran a mi compañera que también servía a la sultana, gracias a eso perdí mi mano - Süleyman tocó su cabeza, la criada sacó un broche de entre sus ropas y se lo tendió a Nükhet.

—Este broche era de Ümut  -se lo arrebató de las manos, tenía una ajuego con Raziye, cuando lo busque jamás apareció - Nükhet abrazo el broche y soltó algunas lágrimas —Mi hijo.

—Ejecuten a esta mujer, hagan que las sultanas lo vean desde la torre, denle la muerte más cruel - Süleyman estaba rojo de la rabia, la mujer ni si quiera pidió piedad, sabía que su pecado era grande.

—¿Qué castigo recibirá Mahidevran? Perder a Mustafa fue solo el inicio.

—Decide tú, te doy total libertad para decidir. - Nükhet asintió. —Pero no la mates.

—No lo haré, lo que se hace en vida, se paga en vida, pero debo decirte algo también. - Süleyman suspiro más malas noticias —Todos los hijos de Iskender que fallecieron fueron su obra también. - Süleyman asintió —Tomaré medidas con ella.

La muerte de la criada no fue mediante el decapitamiento, Rüstem ordenó que atasen sus extremidades a cuatro caballos y se les ordeno estirarla hasta que estas se desprendieran de su cuerpo.

Mahidevran quien miraba todo sin inmutarse lo supo, su castigo había llegado pero ella siempre estuvo en lo correcto por lo que siempre se declaró inocente.

Nükhet se posicionó en medio en lo alto del haren, mientras Nürhan se abría paso en el medio del patio, todas las criadas estaban con la cabeza gacha para recibir las noticias.

—Escuchen con atención, desde hoy y hasta el día de su muerte, Mahidevran Gülbahar sultan pierde su título de sultana y es degradada a Mahidevran Hatun, pierde títulos y propiedades, su estatus de madre de un príncipe será borrado, pierde joyas de la corona, criadas y dinero, puede vivir en el palacio de edirne, pero jamás obtendrá dinero imperial.

Mahidevran quien miraba todo con asombro se desplomó en el suelo, la favorita de Mustafa se había suicidado luego de perder a su hijo y su única nieta había sido alejada de ella.

—Casen a Nergişah con algún bey adinerado lejos de la capital, se le prohibe algún contacto con Mahidevran, ni dinero, ni cartas -Nükhet repitió aquello último para Sumbul agha.

Nükhet se había convertido para todas una figura imponente, no le temía a nada, ni a nadie.

Se prendió uwu.

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