Hafsa sonrió feliz ante tal noticia, su salud cada día iba empeorando, pero aquella noticia había hecho que su cuerpo se sintiera bien.

—Allah nos de un príncipe fuerte, fuerte como su madre y hermoso como su madre - Nükhet sonrió.

—Pero he decidido ocultarlo... - la valide la miro —Es por su bien, no deseo que le hagan daño.

—Tienes razón, pero debes de tener más cuidado que antes - Nükhet asintió — Son dos contra ti.

—No se preocupe, se que hacer - Hafsa asintió y le tendió unos dulces.

Un mes había pasado desde que sabía que estaba embarazada, en ese lapso de tiempo las cosas en topkapi había empeorado, la valide había caído enferma y tenía sospechas de la causante de aquello, por lo cual junto aliados durante varios días.

—Nurhan -la mayor se acercó a ella — Lleva esta carta, si alguien te intercepta y trata de quitartela tragatela -la mayor asintió y salió, Nükhet se acomodo su velo y salió de sus aposentos, iría a visitar a Süleyman, al ingresar este la recibió, se miraba triste.

—¿Qué te trae por aquí? - Nükhet se acerco a besar su mejilla.

—Esta triste  -Süleyman solto un suspiro, Nükhet acarició su mano con lentitud  —¿Quiere contarme?

—Mi madre...

—Allah sabe lo que está haciendo - le miro  — Si es su orden llevarse a la valide así será y si no, la tendremos por muchos años más.

—Veo que te convertiste en su confidente.

—Usted sabe como llegue a su cama - Süleyman la miro  —Ellas querían acabar con Hürrem, pero yo no quiero formar parte de ese juego, solo quiero a Süleyman  - aquellas palabras bastaron para tenerlo en sus manos, Süleyman beso su frente con una corta sonrisa y la llevó a la cama.

Mahidevran pedía ver a Nükhet pero esta siempre estaba ocupada, o con Süleyman o dando vueltas en los aposentos de la valide, se sentía harta de la joven y deseaba saber de una vez que pasaba.

—Traela ahora mismo Fidan, es una orden dile  -la criada asintió y salió rápidamente de ahí  —¿Qué se cree que es? Es una simple favorita, yo soy la madre del heredero.

—No se preocupe sultana, dele una lección y aprenderá.

—Más que una lección me deshare de ella, Hürrem aún no la ataca y eso me preocupa.

—Seguro cree que solo es el juego de su majestad, cuando se aburra el sultán la hará a un lado.

—Pues no se tiene que aburrir, tiene que tenerla a su lado y hacer que Hürrem se equivoque ¿¡Por qué no está haciendo nada!? - Fatma no pudo responder por que la puerta fue tocada, segundos después ingreso la joven, Mahidevran la miro con pura furia mientras que Nükhet se miraba pacífica.

—¿Me mando a llamar sultana? - Mahidevran dejo de apretar sus puños y le dio una bofetada.

—¡Te di una orden y tu aun sigues dando vueltas tranquila! ¿¡En donde esta la ruina de Hürrem!? ¿¡En donde!? - Nükhet sobo su mejilla y tomo aire antes de hablar.

—Al parecer a la sultana no le importa lo que yo haga, no me ha atacado, no es mi culpa.

—Tienes la atención del sultán ¿Cómo es posible que esa serpiente no te haga nada?

—¿Por qué a mí? Usted fue la que me trajo, se vengara de usted no de mi, tal vez a mi me desaparezca nada más  - Mahidevran la miro mal.

—¿Te estás revelando? - Nükhet nego.

—Solo devolvere el golpe que me acaba de dar sultana, la respetaba hasta ahora, pero se todo lo malo que hizo, desde darme tés abortivos, desde enviar una criada a vigilarme hasta golpearme justo ahora, con razón Hürrem no tiene piedad con usted, tira la piedra y esconde la mano, mire que envenenar a una mujer embarazada es un delito grave, me sorprende que el sultán no la haya matado en ese momento - nego, Mahidevran le soltó otro golpe, Nükhet no iba a regresarle aquel golpe en ese momento, no iba gritarle ni nada, simplemente sonrió.

—Solo recuerde mis palabras, somos tres, y una vencerá nada más, acaba de ganarse otra enemiga más - haciendo una pequeña reverencia salió sin decir más.

Mahidevran tiro la mesa enfrente de ella y soltó un grito ensordecedor, se suponía que Nükhet sería la ruina de Hürrem, pero en cambio se convirtió en una pequeña Hürrem.

Nükhet siguió dándole de comer a la valide, esta simplemente tragaba con dificultad.

—Sultana, vaya a descansar en paz... no puede seguir sufriendo así, lo que hizo Hürrem para acabar con Mahidevran fue tonto - nego  —Fingir que querían matarla fue estúpido, así que vaya a descansar, yo me haré cargo de ambas.

La valide cerró sus ojos varias veces y soltó una lagrima, Nükhet limpio sus labios y realizó una pequeña reverencia para luego salir.

Ayşe Hafsa, la primera valide con el título legal murió un 19 de marzo de 1534.

Ese día topkapi se cubrió de tristeza, dos meses de luto y rezos se llevaron acabo, Süleyman se sumergió en su tristeza por lo cual Nükhet acompaño su luto durante varias días.

El funeral se dio tiempo después, Hatice sultan lloraba sin parar, Beyhan sultan miraba con tristeza pasar el ataud y las consortes sentían pena, tristeza y otra simplemente estaban en blanco.

—Süleyman  - Nükhet corrió hacía el y lo abrazo, Süleyman se aferró a ella y soltó algunas lágrimas —Desahoguese lo que quiera, es bueno soltar todo - entono un pequeño cántico que hizo calmar a Süleyman, su dulce voz le dio paz y descubrió un nuevo tipo de amor.

Hürrem también le visito, consoló a Süleyman y estuvo a su lado durante varios días.

El vientre de Nükhet crecía poco a poco y ocultarlo no era más una opción, pero entre la tristeza de la muerte de la valide y sus funerales temía ser una carga más.

—Deberías de ponerte este vestido, es holgado y te servirá mucho.

—Tengo casi cuatro meses Nurhan - la mayor asintió.

—Por eso usa este, ellas no lo notaran aun... ¿Por qué esa cara de angustia?

—Tengo miedo - no era del todo mentira, estar embarazada nuevamente le hacía sentir triste, recordaba a su pequeño hijo. — Mahidevran es cruel, me temo que le haga daño a mi bebé.

—No te preocupes, tus comidas y bebidas serán probadas siempre, nadie te hará daño.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo....

Sin la valide el caos aumentará ¿Qué creen que pase?

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