Capítulo 59 |Fatma
Nükhet observo el balcón con aire de paz, sus hijos estaban en el consejo junto a Süleyman y sus hijas habían ido al jardín a pasar el rato, sus momentos tranquilos eran pocos.
—Sultana, Mahidevran ha llegado - Nükhet rodo los ojos.
—Nürhan ¿Tenías que venir a arruinar mi paz? - la mayor sonrió —Vamos, Fatma hatun pagará hoy lo que me hizo hace años.
—Todo esta listo.
Ambas salieron hacia el harem, ahí todas las criadas se formaron al verla llegar.
—Llévalas a su clase Afife, que quede vacío el harem -la mayor acato la orden y vacío por completo el harem.
Mahidevran y Fatma se habían burlado de ella al asesinar a su hijo, ahora ella tomaría en sus manos lo que se le fue arrebatado.
—¡Atención! Mahidevran sultan y Fatma sultan - ambas mujeres ingresaron con un séquito enorme de criadas, Mahidevran iba con una sonrisa encantadora mientras que Fatma miraba por encima de sus hombros.
—¿En donde están todos? -Fatma hablo.
—La haseki esta aquí -hablo Nürhan —Reverenciense ante ella - Mahidevran la miro mal y se reverencio de mala gana, Fatma la imitó.
—Están en sus clases, no había nadie importante aquien recibir.
—La sultana Mahidevran es madre del heredero - Fatma soltó mordaz, Nükhet sonrió.
—¿Sultana? ¿Heredero? En este harem cualquier príncipe es igual al otro, y Mehmet que en paz descanse era el heredero y favorito de Süleyman.
—Mustafa...
—En fin, bienvenidas - Nükhet la interrumpió -espero disfruten su estadía porque les aseguro que yo la disfrutare - la menor se dio la vuelta y salió —Me da mareo cada que las veo, venenosas.
—Vamos al jardín Sultana, sus hijas están ahí. - Nükhet asintió y salió.
Kelebek observo a la joven y sonrió gustosa, era hermosa, ojos claros y piel pálida, cabello tan negro como la noche y unos bonitos labios.
—¿Cual es tu nombre?
—Cecilia Venier Baffo, yo no debería de estar aquí...
—Sin embargo lo estas, perteneces a este harem y desde hoy me perteneces - la joven alzó la vista — Gizem es tu nuevo nombre.
—No quiero cambiarlo.
—¿Te pregunte? No, ya te dije que me perteneces, desde hoy tu me servirás solo a mi ¿Entiendes?
—Sí sultana... - Kelebek sonrió.
—La obediencia te llevará lejos, pero si eres así de agresiva me gusta más, aquí todas son aburridas - la joven asintió —Ven y cuéntame de ti, déjame saber tus más oscuros secretos querida.
La joven se acercó y se sentó en el cojín, Kelebek tomó una Uva y la llevó a su boca, Gizem observo como la sultana la devoraba lenta y sensualmente, algo en ella se calentó.
Nurbanu ingreso a los aposentos de Iskender y se dejo caer al divá, ambos pasaban sus días hablabando uno del otro, se divertían con las ocurrencias del otro y se agradaban más de lo que querían.
—Deberías de venir conmigo a mi provincia... digo, ya que mi madre no puede, tal vez tu pongas orden en mi vida - Nurbanu sonrió.
—¿Ah si? - sonrió más y se acercó su cara a la de él —Entonces aceptaré su propuesta de ir a su provincia, quiero los aposentos más grandes y toda su atención.
—Te daré mi vida si así lo quieres - ambos rieron.
Nükhet y Hürrem se encontraron en los aposentos de la primera, la última hermana de Süleyman llegaba aquel día, ambas debían de recibirla junto al padisha.
—Ella es un encanto - comentó Süleyman, Nükhet rodo los ojos sin ser vista y asintió.
Todas sus hermanas eran un "encanto" a sus ojos ellas eran unos ángeles, pero todas se comportaban como diablos.
—Su Majestad - una mujer que aparentemente compartía edad con Hürrem, ingreso, su sonrisa era radiante y su aura parecía ser alegre, aquello solo le causó escalofríos a Nükhet.
—Fatma querida - Süleyman beso su frente.
—¿Ellas son Hürrem y Nükhet? - Süleyman asintió —Que encantadoras son.
—Sultana Fatma - Hürrem se reverencio, Nükhet simplemente sonrió, Fatma alzó una ceja al verla.
—Bienvenida.
—¿No te reverencias? - Nükhet miró a Süleyman.
—Es mi esposa Fatma, hemos preparado tus aposentos, la señorita Afife te llevará - Fatma sonrió nuevamente
—Espera, quiero presentarte a alguien - Süleyman miro a sus consortes —Que entre.
De las puertas ingreso una joven de unos diecisiete años, su rostro era similar al de Hatice.
Nükhet sintió un deja vu al verla.
—Su Majestad.
—¿Quién es? - Hürrem la miró.
—Es Huricihan, la hija de Hatice - Nükhet miró de reojo a Hürrem y asintió.
Problemas se avecinaban.
Nükhet se dejo caer al diván y cerró sus ojos con fuerza, Fatma sultan había llegado con todo para molestarlas, Huricihan estaba viviendo con Beyhan sultan muy lejos de donde vivía Fatma, evidentemente quiso utilizar a la joven para molestar y causar estragos.
—¿Nurbanu esta con Iskender?
—Nunca se separan - Nür hablo —Creo que se gustan.
—Eso esta bien, me gusta que se atraigan, seria mejor si Nurbanu tuviera la malicia de su padre, solo así Iskender tendrá ese trono.
—Usted misma la educó, Nurbanu es muy inteligente, su sucesora.
—Entonces no debo de preocuparme por Huricihan, solo por Fatma sultan.
—Por cierto, Nürhan esta haciendo su pedido - Nükhet sonrió.
—Entonces vamos a divertirnos hoy, hagamos una fiesta.
Huricihan paseo por el harem analizando todo a su alrededor, quería ver con sus propios ojos el hogar de su madre.
Había jurado vengarse y lo haría satisfactoriamente.
—¡Atención! Su alteza el príncipe Bayaceto - Huricihan pasó por su lado y se reverencio, pudo notar como aquel joven le echaba una mirada de más.
—Tonto - siguió su camino —Los hijos de esa víbora son algo impensable.
—¡Atención! Su alteza Iskender - Huricihan rodo los ojos y siguió caminando pero se detuvo al sentir un aura de poder, al alzar la vista pudo ver a un hombre alto y fuerte, cabello rubio casi blanco y un ojo parchado.
Definitivamente aquel hombre era todo un deleite, fornido, varonil, deseable.
Huricihan se abofeteo internamente al pensar en el hijo de aquella asesina de esa forma, por más guapo que fuera era el hijo de la asesina de su madre y por lo tanto su enemigo.
—Es un no definitivamente, jamás me enamorare del hijo de una asesina.
Capítulo 59 listo.
Se vienen nuevas enemigas.
Huricihan ¿Bayaceto o Iskender?
Mis redes.
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