La organización de una fiesta para Hürrem se llevó acabo días después, Nükhet pasó esos días contándole sobre todo lo que había pasado en el palacio esos años, se podía notar su tristeza al escuchar como Mehmet había partido.

—Ahora estas aquí, regresaste y debes de vengar su muerte.

—¿Tienes dudas?

—Muchas - Hürrem asintió.

—Sultanas - Nürhan ingreso algo apurada —La joven intento lastimarse sultana.

—Lleva a la medica, iré luego.

—¿Qué joven?

—Envié a alguien con el... - Hürrem suspiro —Deberías ir a cambiarte, debo irme - Nükhet se puso de pié y salió —¿Qué hizo?

—Corto sus muñecas - Nükhet suspiro  —Pero llegue a tiempo.

—Supongo que no cualquiera cede ante sus captores  - Nürhan asintió —Que reciba la ayuda necesaria y no la dejes sola.

—Ya nos encargamos de eso, pero tenemos otro problema.

—¿Cual?

—Esa joven, Cecilia, ha estado portandose muy mal - Nükhet se detuvo.

—Llévala con Kelebek, ella sabrá que hacer.

—Bien, El Şehzade Iskender vendrá hoy.

—Dile a Nurbanu que se encargue de recibirlo, estoy ocupada - Nürhan compartió una rápida mirada con Nür y asintió.

Una fiesta tranquila y animada, una platica entre amigas y las rivalidades fuera del harén, parecía todo ir perfecto, pero en el fondo sabían que el infierno estaba por desatarse.

—Ire a descansar, no me siento bien.

—¿Qué tienes? - Nükhet se miro preocupada.

—Solo es cansancio, me iré - Hürrem se dio la vuelta y salio.

—Sumbul - Nükhet le detuvo —Asegúrate de tenerte a la medica cerca, revisa su salud.

—Sí sultana - Sumbul salió rápidamente.

Nurbanu vistió sus mejores ropas y maquillo su rostro lo mejor posible, con una pequeña tiara, joyas y con una deliciosa esencia salió de sus aposentos, recibir a Iskender era algo que siempre quiso hacer, desde que se había ido había pasado mucho tiempo lejos.

—Şehzade - Nurbanu se reverencio, Iskender bajo del corcel y se acercó.

—¿Hatice?

—La haseki me nombro nuevamente, soy Nurbanu alteza - Iskender sonrió.

—Mujer radiante, va contigo - Nurbanu sonrió y tomo el brazo que Iskender le tendió y caminaron hacia el interior del palacio.

Aylin hatun observo sus muñecas con atención, estaba perfectamente vendadas.

—Verlas por todo el día no hará que vuelvan a cortarse  - Nükhet la observaba desde la puerta —Se como te sientes, servir a alguien que podría ser tu padre o tu abuelo es horrible, asqueroso, pero ¿tenemos opción?

—Usted puede ayudarme... es poderosa.

—Puedo serlo, pero aún que quiera no puedo meterme con las mujeres de Süleyman, debo enviar a una quiera o no, eres la más hermosa, debías de ir tu.

—No quiero, fue doloroso... toco donde no debía.

—Puedo evitar que vayas una vez,  pero una segunda no, si el te pide debes ir, ya eres una favorita.

—Pero mi señora.

—Nada, cuida tu cuerpo, ya no solo te pertenece a ti - Nükhet acaricio levemente su mejilla y salió.

Hürrem había sido encontrada inconsciente en el balcón de sus aposentos, aquello había asustado a Nükhet y a Süleyman, y las noticias sobre su salud eran desalentadoras para la mayor.

—Ya no podre darle hijos - Nükhet tomó su mano y sonrió.

—Pero estas bien, no es nada más grave, tu bien importa más que dar otro hijo, tienes muchos nietos, no te preocupes.

—¿Y tu? Iskender no tiene hijos.

—Su primer hijo murió, su favorita se ha esforzado pero es difícil - Nükhet solto un suspiro, Hürrem la miro —Pero ese no es el asunto, hablamos de ti.

—Lo comprendo, lo sé, criar a otro hijo es difícil a esta edad.

—Por cierto, te tengo una sorpresa, que entre - Nür salió al recibir la orden.

—¿Qué es?

—No es algo, es una persona - una hermosa joven ingreso, Hürrem la miro atentamente hasta que algo hizo clip en su cabeza.

—Sultanas.

—¿Hümaşah? - Nükhet asintió  —Mi nieta.

—Es un honor conocerla abuela - Hürrem sonrió y se acercó a abrazarla.

—Eres igual a mi Mehmet  - Hürrem acaricio sus mejillas —Mi nieta.

—Madre Nükhet me contó muchas cosas de ti, tenía tantas ganas de conocerte. - Hürrem miro a Nükhet dudosa—Desde que perdí a mi madre ella me crío  - eso había respondido a sus dudas —El abuelo dejó que me quedara con ella y crecí junto a Neelam.

—Gracias Nükhet, criaste a una hermosa jovencita  - Nükhet sonrió un poco —Tenemos mucho de que hablar querida.

—Yo me retiro, mi hijo a llegado y debo de recibirlo, espero se pongan al día  - Nükhet les dio una sonrisa y salió.

El reencuentro familiar que Nükhet siempre estuvo esperando y que finalmente llegó a la vida de Hümaşah.

Nükhet ceno aquella noche con sus hijos e hijas, sus momentos junto a ellos era lo que más amaba, el palacio se sentía solitario desde que sus hijos se habían ido.

—Extrañaba la comida del palacio  - Iskender hablo con la boca llena —Sobre todo ver a mi madre.

—Traga antes de hablar  - Onür le miró mal —Se educado.

—En familia no lo es pero cuando vio a Nurbanu se comporto como todo un caballero. -Kelebek se burlo de el, Iskender miro mal a sus hermanos y negó.

—Ya no discutan, su padre ha dicho que Manisa tendrá un gobernador pronto - Nükhet se torno sería —No quiero discusiones entre ustedes, saben quien es el primogénito y que pasará en el futuro, quiero que se lleven bien, hagan juntos todo y por favor no piensen en matarse, como madre esa ley me es horrible.

—No te preocupes madre - Kaan tomó su mano —Cómo hermanos sabemos que los lazos de sangre son importantes.

—Y sabemos que el más adecuado para el trono es Iskender - Levent sonrió  —Con la ley del fratricidio veremos que hacer, por ahora solo debemos de preocuparnos por ellos.

—Por el - corrigió Iskender —Mustafa es el mayor enemigo para todos.

—No hay que hablar de eso ya - Mahşa tomó la palabra —Nos reunimos luego de un año, hay que divertirnos en familia, olvidemos que existen los demás.

Cecilia ingreso a los aposentos de Kelebek, en el diván le esperaba una hermosa mujer, más alta que las demás y de porte elegante, por algún motivo sintió calor al verla.

Hürrem y Hümaşah se conocieron finalmente, reencuentro entre Nurbanu y Iskender ¿que se vendrá ahora?

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