Capítulo 55 |Mehmet
Con el funeral de Hatice, Süleyman se lamento no haber sacado información sobre el paradero de Hürrem, Şah culpaba a Mihrimah y a Nükhet, pero Süleyman le había dado las pruebas de que Hatice se había suicidado y esta había aplacado su irá.
—¿Seguirá preocupada? - Nürhan se sentó en uno de los cojines, Nükhet soltó un suspiro cansada.
—Debo encontrarla, tengo un mal presentimiento.
—Ahora que la sultana murió Estaremos tranquilas.
—No es tan fácil - Mihrimah hablo desde las puertas — la sultana Şah sigue aquí, será un desperdicio haber matado a una si la víbora mayor sigue aquí.
—Su Majestad planea quedarse aquí un tiempo, luego regresara a su expedición - Nükhet soltó un suspiro —Esperemos hasta que el se vaya.
—Bien, hay que esperar, me aseguraré de que todo este bien aquí.
—No, Estas embarazada, ve a tu palacio con tu esposo, Cihangir se quedará con Raziye - Sonrió — Lo cuidare bien lo prometo.
—Se que lo hará - Mihrimah asintió, lo sabía muy bien, incluso su madre que era tan cuidadosa confiaba en aquella mujer de rostro de ángel.
Süleyman bajo su pluma y solto un suspiro lastimero, Nükhet se reía internamente al verlo así, la había ignorado por años y ahora la anhelaba tan tontamente, era injusto y malo con ella pero ahora se culpaba de su desaparición.
Si aquel era el amor prefería no experimentarlo jamás.
Pero lamentablemente se encontraba enamorada de alguien imposible.
—Su Majestad, ha pasado un año - murmuró Nükhet —Debe de regresar a su expedición, prometo que haré mi mejor esfuerzo para ayudar en su búsqueda.
—¿Y si no aparece?
—Su Majestad, si estuviera muerta ya lo sabríamos, ella no hubiera dudado en restregarlo en su cara - Süleyman tomó su mano.
—Me iré, tu y Rüstem quedarán a cargo, ahora es el gran visir - Nükhet asintió —Cuida de mis hijos y de ti.
—No se preocupe por eso, yo me haré cargo - Süleyman la beso, ella sonrió de lado.
A como habían acordado Süleyman y Nükhet, este primero partió nuevamente ha su expedición dejando así el palacio acargo de Nükhet.
—Se fue - Nükhet salto hacia la cama.
—¡Sultana se hará daño! - Nükhet la ignoró.
—Déjame jugar, no tuve niñez - Nürhan negó, aveces la saca de sus casillas su comportamiento, pero la comprendía, era una adulta que no había vivido su niñez.
—La sultana planea venir a vivirse al palacio - Nükhet dejo de rodar en la cama y la miro mal.
—Bueno, trae a Mihrimah y a Mahşa, es hora de tirar a la rata mayor.
—Más joven lo comprendería ¿pero ahora?
—Es una crisis de edad.
—Aún así es joven ¿Qué crisis de edad? - Nükhet alzó los hombros y solto una pequeña risa, Nürhan negó y salió.
—Solo así no me permito caer en la locura Nürhan, solo así...
Şah sonrió al ver la carta, Mihrimah pretendía informar de todo a su majestad y ella estaba dispuesta a impedirlo,
—Sigue robando su mensajería, nada debe de escaparse de tu vista, todo lo quiero, Mihrimah no debe de informar a su majestad de lo que le haremos a Nükhet.
—¿Hacerle?
—Se fue Hürrem, se ira Nükhet - Şah sonrió.
Nükhet siguió comiendo su postre con tranquilidad, le había enviado la última carga a Mihrimah y su plan estaba por culminar, no matarla era su más grande acto de bondad, por que realmente quería matarla sin piedad.
—¿Qué decía la carta?
—Decía que tenía un romance con un guardia - Nürhan se escandalizó —La sultana querrá tenerla y querrá ella misma ir a decirle.
—Realmente es inteligente - Nükhet asintió.
—Eso pasa cuando te dañan tanto - Nürhan asintió —Es como tu, te dañaron y escogiste un buen lugar al que pertenecer.
—Solo soy leal a quien me tendió la mano.
—Yo quería matarte Nürhan -la castaña le miró —Pero resultaste buena, cuando quieras irte puedes hacerlo, vivirás bien - Nürhan negó.
—Me quedaré siempre. - Nükhet agradecía aquello.
Şah se encaminó a la hasoda, ahí Nükhet se encontraba con su amante, encontrarla en el acto y con muchos ojos viéndola seria su ruina.
—¿Con aquí es donde engañas a mi hermano? - Nükhet bajo el tazón con el que le daba de comer Cihangir y sonrió —¿Qué...?
—¿Engañar? - Cihangir comento inocentemente.
—No te preocupes mi niño, Nürhan llevalo a descansar - el pequeño tomo la mano de Nürhan y salió —¿Engañar?
—La carta decía que te encontrarías con tu amante.
—¿Carta? - Şah se la tendió, Nükhet sonrió.
—¿Por qué sonríes?
—Sultana - Mihrimah ingreso —Escuche mi orden.
—Tú no puedes ordenarme.
—En jerarquía Mihrimah es más importante que tu - Nükhet se acerco —Escuchen todos atentamente, Sumbul reparte la voz.
—Se irá del palacio y jamás volverá.
—No puede hacer eso - Murhan intervino.
—Puedo hacer lo que quiera, tu te iras también, ambos se irán del palacio, de la capital y jamás volverán, es eso o hablar sobre esta calumnia de hoy - Nükhet quemo la carta, Şah bufo y salió.
—Dos fuera - Mihrimah sonrió.
—¡Sultanas! - era Afife hatun, esta lucia preocupada.
—¿Qué sucede? - Nükhet se acerco rápidamente —¿Es sobre Süleyman? ¿encontraron a Hürrem?
—Llegó una carta de Manisa, su alteza ha caído gravemente - Nükhet abrió sus ojos con sorpresa, su corazón latió enormemente y su cabeza quedó en blanco.
El viaje a manisa fue rápido, corto y desesperante.
Nükhet le rezaba a todos los dioses por el bien de su amado y Mihrimah temía lo peor.
—Llegamos - Nükhet bajo primero y sin dudarlo corrió hacía el interior.
Las criadas en el harén lucían sombrías, al adentrarse a los pasillos que daban a sus aposentos diviso a una mujer ligeramente embarazada, estaba lloraba sin parar.
Al llegar pudo ver la puerta, en el interior los médicos corrían de un lado a otro pero las puertas fueron cerradas.
—Déjenme entrar - Mihrimah trato de pasar a Sumbul, Nükhet solo se quedó quieta.
No podía perderlo, no quería, su corazón no quería.
—¡Déjenme entrar! - las puertas se abrieron.
Un médico cubría el rostro de Mehmet, el mundo de Nükhet se derrumbo por completo.
—Mehmet... - no quería, no podía perderlo.
Había encontrado el amor a pesar de este ser uno prohibido para ella.
—¡Mehmet! - su llanto fue incontrolable, su corazón no podía procesar lo que estaba viviendo, su mente le dijo que Mehmet estaba del otro lado de la puerta esperándola con una enorme sonrisa. —¡No!
Su respiración se entrecorto, le faltaba el aire, su vida se había roto en un segundo.
—No puede ser - había caído de rodillas y rogaba al cielo que aquello fuera un cruel sueño. —¡No! - se rasguño los brazos esperando despertar de aquella pesadilla, sus uñas rasgaron su piel esperando a que la voz de Mehmet la detuviera.
Pero lamentablemente aquel amor que nunca se dijo murió rápidamente sin decirse un te amo.
Nükhet seguía sin creer en lo que estaba sucediendo en aquel momento.
La primera etapa era la negación, su estado de shock le hizo creer que era un mal sueño, sus brazos com rasguños fueron la prueba viviente de aquel suceso.
Cuando el golpe de realidad llegó salió corriendo del palacio, sus pies no se detuvieron hasta que estuvo en el profundo del bosque.
Ahí lloro, grito y maldijo a los cielos por lo que habían hecho.
Cuando se dio cuenta que realmente Mehmet jamás regresaría su vida se rompió por completo.
Su dulce sonrisa, su dulce tacto, su hermoso rostro y su corazón amable.
Mehmet era la persona que realmente amaría en esta y otras vidas, pero la vida se lo había quitado de forma cruel.
—¿¡Hasta cuando seré feliz!? ¿¡Hasta cuando!? - sus gritos eran desgarradores, había perdido tanto, sus hijos, sus amigas y ahora a la persona que amaba —¡Quiero ser feliz! ¡Déjame serlo! ¡Odio esto!
Se quería aferrar a aquella triste idea de que era un sueño, pero a la hora de estar llorando y gritando su corazón dejo de responder y su mente quedó en blanco.
—¡Odio esto! - Mehmet era su amado, su ser más preciado y de un día para otro lo había perdido, había perdido su única oportunidad de amar y de ser amada de verdad. —¡No es verdad! ¡No! - se golpeó el pecho tratando de calmar su respiración, se sentía sofocada —Mehmet...
Su cuerpo reacciono violentamente a su corazón acelerado y se dejo llevar por la inconsciencia, una en donde podía ver a Mehmet en sueños.
Mehmet su amor imposible.
Amor, dolor, perdida y su amor eterno.
"Se dice que Mehmet fue tan cercano a Nükhet sultan, que el día de su muerte, Nükhet lloro durante varias horas sin parar, guardo luto durante un año y que cada aniversario visitaba la tumba del difunto príncipe en donde le contaba su día a dia"
"otros dicen que Nükhet y Mehmet tenían una amistad más allá de un simple afecto con sus hermanos, dicen que se amaban en secreto pero aquello son solo rumores"
No lo siento la verdad jajaja, nunca planeé que fueran felices juntos.
Recuerden darle like a mi video de tikto.
Mis redes.
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