Nükhet salió de sus aposentos al escuchar los gritos, Hürrem observaba en silencio como Hatice le gritaba al rostro, con una pequeña sonrisa bajo al harén para escuchar sus gritos.

—Al fin apareces - Hatice se giro hacia ella, sus gritos no tardaron en comenzar, podía sentir su aliento caliente y su saliva pasar por su rostro.

—No es nuestra culpa ¿Sabes lo que hizo? - Nükhet se acerco —Se proclamaba sultán, que domaba a Süleyman y que el le debía de pedir permiso, el solo busco su muerte, ni Hürrem, ni yo hicimos algo, el solo se puso la soga al cuello  - Hatice se abalanzó sobre ella, Şah y Gülfem trataron de detenerla.

Süleyman se sentía afligido, había sido engañado vilmente y su tristeza traspasaba su rostro, las puertas fueron tomadas y de ellas apareció Gülfem, esta le consoló y lo acompaño por toda la noche.

—Su Majestad ¿por qué?

—No quiero hablar de él, es la peor traición de todas, solo ayúdame a olvidar Gülfem.

Iskender observo a su sobrina con una pequeña sonrisa, su rubio cabello le recordaba a una nube, sus ojos azules eran iguales a los de su madre y su risa era música para el, quería tener una hija igual a ella.

—¿Qué pasó con Esmehan?

—Fue dura conmigo.

—Yo creo que el monstruo es otra, no se le dice eso a nadie - Iskender alzó los hombros.

—Se que llegara alguien para mi, alguien que me quiera de verdad  - Mahşa sonrió.

—Me gusta que pienses así, madre estaba preocupada.

—Estoy bien dile, ya nada podrá afectarme - Mahşa sonrió, estaba feliz de su pensamiento, pero ella jamás dejaría ese asunto en paz.

Süleyman se reunió con Hürrem aquel día, había dado una orden y se debía de cumplir al pié de la letra.

—Yo lo permito, pronto será la boda de Mihrimah y debemos de empezar a celebrar.

—Bien, haré la fiesta esta noche, y el otro mes se hará la boda - Süleyman asintió.

La noche siguiente a la muerte de Ibrahim una fiesta se llevo acabo en el harén, todas las criadas bailaban y reían sin parar, la comida era servida una tras otra y la bebida no faltaba.

—Veo que su majestad hará que la sultana Hatice termine de odiarnos - Hürrem soltó una pequeña risa.

—Así es, supongo que así dejará ver que Ibrahim murió en desgracia.

—Pronto habrá una boda, envíe por las mejores telas fuera del imperio - Nükhet miró a Mihrimah —Toma la que quieras.

— Gracias sultana - Nükhet sonrió, el ambiente feliz pasó a uno tenso en segundos, Hatice había ingresado al harén con mirada feroz.

—¿Qué crees que estás haciendo? Estamos de luto y tu estas haciendo una fiesta Hürrem.

—No tiene por qué gritar sultana, es solo una celebración.

—Estas siendo insolente.

—Sultana, esta siendo grosera, es solo una fiesta en mi honor, mi boda será pronto, mi madre tiene todo el derecho de hacer una fiesta cuando quiera.

—¿Qué acabas de decir?

—Mihrimah regresa a tus aposentos  - Hürrem la miro con una pequeña sonrisa.

—Mi esposo el gran visir de este imperio acaba de fallecer ¡Merece respeto!

—Murió como un traidor - Hatice le propinó una bofetada a Hürrem, Mihrimah salió rápida de ahí y choco con el pecho de su padre, una lagrima salió de ojo causando enfado en su padre.

—¿Qué sucede?

—La sultana está humillando a mi madre - Süleyman miró de reojo a Şah y no dudo en entrar para calmar a Hatice.

—Yo le di permiso - Hatice abrió su boca —Es una fiesta en honor a mi hija, debemosbde celebrar, no hay motivo para guardar luto, así que sigan con la fiesta.

Hatice siguió enfadada a Süleyman y la fiesta siguió con normalidad.

En un mes a como se había ordenado, la boda de Mihrimah y Malkoçoğlu se llevaría acabo, de Manisa llego Mehmet y de Amasya llego Mustafa, una fiesta enorme se celebraba a pesar de que Hatice lloraba a su esposo.

—Su alteza Mehmet ha llegado - Nükhet bajo su libro y la miro —Ahora está dando una vuelta por el jardín.

—Quisiera tomar aire fresco - Adalet soltó una pequeña risa y se acercó a ella —¿Vino solo?

—Sí, dicen que aún no tiene favoritas - Nükhet se sintió aliviada —Pero la sultana ha escogido criadas para el, puede que pronto tenga una.

—Bien - Adalet le coloco el abrigo y la acompaño a las afueras.

Su caminata en el jardín se baso en ver para todos lados para encontrar a Mehmet y lo encontró cerca del lago.

—Alteza - Mehmet se dio la vuelta y sonrió.

—Sultana, es bueno verla - ella sonrió —¿Ha estado bien?

—Muy bien - se acercó a el —Es una gran celebración ¿le gustaría escoger mi regalo para su hermana?

—¿Qué le dará?

—Rüstem trajo algunos corceles para que escogiera - Mehmet asintió —¿Vamos?

—Claro - Nükhet lo guió hacía el establo, era un lugar solitario y oscuro, Nükhet pensó en aquella noche en donde había soñado con el.

—Debo escoger el mejor pero no me decido - Mehmet se acercó a observarlos y Nükhet se coloco detrás de él, Mehmet se giro y la tiro al suelo cayendo encima de ella, sus respiraciones chocaban y sus cuerpos hacían fricción.

—Lo siento  - Mehmet se levantó de inmediato, el sonrojo de Nükhet no pudo ser ocultado y con miradas nerviosas vieron a todos lados.

—Escogere ese, debo ir con Neelam - Nükhet se apresuró a salir de ahí.

La boda se llevó acabo por lo grande, la más contenta era Mihrimah, sus ojos brillaban y su sonrisa resplandecía, el harén entero estaba feliz celebrando aquel matrimonio.

—Allah te bendiga Mihrimah  - Nükhet le sonrió, sin ayuda jamás se hubiera casado con Malkoçoğlu, sin su madre tampoco, ambas habían impulsado todo para su felicidad.

—Escuche que el esposo de Şah será el gran visir - Nükhet le susurro a Hürrem —Debemos de impedir eso.

—Déjalo ser por ahora, déjalas creer que van ganando, una ya perdió, en el futuro perderá la otra.

—Hatice no vino, no se sentía bien - Şah mencionó, Hürrem sonrió son darle importancia.

—Que se mejore o si no se irá con su esposo - Nükhet soltó, Hürrem evito reír y Şah simplemente se dio la vuelta y salió.

Reencuentro dulce reencuentro.

Final del maraton, nos leemos en unos días.

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