Capítulo 31|Chismes.
Ser un príncipe en el imperio otomano significaba dos cosas, morir y vivir, morir a manos de tu hermano mayor, y vivir por la victoria de su madre.
Pero para Zeki la guerra por el trono no era de su interés, el no amaba luchar con la espada o leer libro sobre guerra e historia.
El amaba otro tipo de cosas, cosas prohibidas para un principe.
—Hermano Zeki ¿amas mucho ese anillo? -la dulce voz de Aytaç llamo su atención —Te lo regalo.
Una hermosa piedra que combinaba bien con su blanca piel, Aytaç se lo quito de las manos y tomo el dedo de Zeki para colocar el anillo.
—Te queda bien hermano - Zeki negó varias veces.
—Es de mujer.
—Tienes manos de mujer - comentó Levent, Zeki alzó una ceja.
—Cállate Levent, ve a hacer tus deberes.
—Ya los termine -el menor le saco la lengua, los gemelos soltaron una pequeña risa.
—El hermano puede hacer lo que quiera, incluso llevar ese lindo anillo - Kaan soltó de repente —El trono no será nuestro de todos modos, que luche el hermano Iskender por el.
Mahşa que leía sin prestarles atención bajo el libro y les observo.
Kaan tenía un punto a su favor con aquello, pero no se podían confiar y menos dejarle todo el trabajo a Iskender.
—Yo no quiero el trono tampoco -Onur siguió bostezando en su lugar —Quiero tener un enorme palacio con miles de libros para leer.
—Y yo quiero inventar cosas - Kaan sonrió, ambos gemelos eran desinteresados.
—Yo quiero irme a navegar lejos, pero si no puedo quiero ser un guerrero - comentó Umut, su pequeña voz hizo reír a todos, Raziye rodo los ojos.
Desde aquel incidente con Hafsa prefería ignorar a todos y pasarla con su madre en sus aposentos.
—Da igual que quieran, deben estudiar para tener conocimientos útiles - Mahşa sonrió —Ahora a estudiar - todos se quejaron.
Hafsa observo a las criadas leerle con aburrimiento, mientras su madre se la pasaba en el harén presumiendo ella se la pasaba en sus aposentos escuchando a aquellas mujeres hablar y hablar.
—Les ordenó que hagan silencio -las criadas se detuvieron —Traigan dulces.
—No podemos sultana - Hafsa las miro mal.
—¡Es una orden! - la criada observo a la jefa de criadas pidiendo indicaciones.
—No se puede sultana.
—Papá no me diría que no -la empujo —¡Estas despedida! -la criada mayor soltó un suspiro y le ordenó a la otra ir por los dulces.
Definitivamente Hafsa sultan era tan mimada como un perro leal a su dueño.
Nükhet alejo bruscamente a Emin y rodó los ojos con molestia, desde que estaba cursando este último embarazo soportaba menos a aquel criado.
Se había cuidado lo suficiente como para saber que aquel bebé si era de Süleyman, pero debía de seguir siendo cuidadosa.
—Estoy cansada Emin, lárgate.
—No sultana - este tomó su mano, Nükhet bufo con molestia y le alejo. —Yo la amo y usted me ama.
—Solo amo a mis hijos, un hombre puede cambiar de amor fácilmente, así que ahórrate tus palabras.
—Yo no soy ese anciano infiel - Nükhet lo miro —Ese hombre un día la matará y yo no... le seré fiel, cuidare de usted, la amaré.
—No tienes ni riquezas, ni poder, ¿Que me va a ofrecer un eunuco como tu? ¿Amor? Yo no creo en eso.
—Se va a arrepentir si sigue menos preciandome - el agha le dio la espalda, Nükhet tomó la varilla de hierro que utilizaban para atizar el fuego y sonrió.
—De lo único que me arrepiento es de haberme acostado con una poca cosa como tu - Nükhet golpeó la cabeza de Emin varias veces con aquella varilla, Emin cayó al suelo en un charco de sangre. —Adalet, Nürhan.
—Sí sultana ¡Sultana! - Nükhet miró mal a Nürhan.
—Cállate y arroja a Emin al haren, que nadie las vea, desaganse de la sangre u de esta ropa, ¡rápido!
Mahşa le sonrió a Rustem mientras este le ordenaba a los criados acomodar la silla de montar, la rubia se había puesto un hermoso vestido azul que hacía juego con sus ojos.
A los ojos de Rüstem, aquella niña era el pecado en vida.
—¿Me ayuda a subir paşa? - Rüstem la tomó de las caderas y la ayudó a subir, Mahşa sonrió hacia el y le ordenó tomar las cuerdas del caballo.
Ya sabía montar, Rüstem lo sabía, pero era una excusa para que ambos estuvieran solos en el bosque de topkapi.
—Cuándo su majestad se entere se enfadara - Mahşa sonrió.
—Solo quería perfeccionar la técnica, probar con otra montura... - Rüstem aparto la mirada de Mahşa y trago duro. —¿Esta vista no es excelente?
Mahşa bajo un poco las mangas del vestido y miró al Bey, este al alzar la vista vio los hombros desnudos de Mahşa y la pequeña montaña que se formaban en sus pechos.
—Lo es...
Süleyman sintió placentero el sentir las manos de Firuze masajear sus hombros con delicadeza, estar con ella era tan relajante que llegaba a olvidar sus problemas.
—Majestad.... vi a la pequeña Reyhan, es idéntica a Nükhet y a su eunuco... - Süleyman abrió sus ojos con molestia.
—¿Tú también?
—Es la verdad, realmente creo que Reyhan no es su hija - Süleyman soltó un suspiro, Sumbul ingreso rápidamente y se reverencio.
—Su Majestad, encontramos el cadaver de Emin agha, junto a él varias joyas que se le habían perdido a las criadas.
Firuze quiso reír, Nükhet se le había adelantado.
—Retírate - Sumbul salió —¿Ahora dejarás eso en paz?
—Cuándo ella crezca verá que lo que le digo es cierto.
—Nükhet tuvo un parto difícil y tu tienes la osadía de decir algo que te puede llevar a la muerte.
Firuze sonrió de lado y le beso.
Rüstem se reverencio al ver a Nükhet ingresar, la sultana le tendió una bolsa llena de papeles bañados en sangre, una sonrisa salió de sus labios.
—¿Por donde empiezo?
—Llevare a Kadar con Raziye, tu lleva eso con Hatice, que nadie te vea y que nadie sepa, en la octava mañana coloca un cuerpo de mujer en medio de su entrada, que sufra.
—A sus ordenes sultana.
Nueva portada por su servidora.
Drama y más drama, Firuze sigue siendo un problema ¿Llegara el día en el que deje de molestar?
Mis redes.
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