Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30 |Madre sustituta.


Luego de un parto complicado, Nükhet sultan se encerró durante dos semanas en sus aposentos sufriendo un terrible dolor en todo su cuerpo y alma.

Sus enemigos se regocijaban en alegría al saber que el varón que había dado a luz estaba muerto.

Mientras que sus seres más amados sufrían junto con ella.

Mahşa y Zeki lograron quitar a las criadas de las puerta para poder ingresar junto a sus demás hermanos, querían estar al lado de su madre y querían consolarla.

—Madre - Iskender alzó las sábanas y se metió debajo de ellas para abrazar el cuerpo delgado de la mujer —Estamos aquí para ti.

—Salgan por favor - Aytaç rodeo la cama y subió al lado contrario de Iskender y imitio su acción.

—Sabemos que este es un momento complicado, pero queremos estar a tu lado - Zeki tomó su mano.

—Queremos apoyarte - Mahşa beso su frente —Ella te necesita.

Desde su pérdida la pequeña a quien Süleyman no se atrevía a ver, estaba sin nombre y sin alguien que la arropara por las noches.

Eso fue hasta que Hürrem vio como la joven quien siempre bromeaba con ella estaba en cama triste, tomó a la bebé en sus brazos y la lleno de calidez a espera de su madre enferma.

—Madre yo te daré fuerza  - Raziye se acercó y la abrazo — no estés triste.

—Mis niños - Nükhet esbozo una pequeña sonrisa, sus hijos eran lo único que ella amaba y por lo cual seguía soportando a Süleyman y a sus enemigos.

—Altezas -la voz de Hürrem en la puerta hizo que todos se levantaran y realizarán una reverencia hacía ella. —Nükhet.

—Hürrem  -la pelirroja ingreso con la bebé en brazos, se coloco al lado de Aytaç y le tendió a la pequeña a su madre —Mi niña...

La pequeña era físicamente idéntica a Nükhet, rubia, de ojos azules y de piel pálida, para su suerte no se parecía al criado.

—Es inquieta como tu - Nükhet sonrió y se acomodo para darle de su pecho— Pero parece ser la favorita de allah.

—Deberías de nombrarla tú...



Hürrem tomó a la pequeña en brazos y la acuno a como solo ella sabía hacerlo, luego del difícil parto de tres días de Nükhet, Süleyman se negaba a ver a la niña ya que temía odiarla si su amada moría.

Hürrem pensó que aquello era una tontería y se llevó consigo a la bebé.

La cuidado y se aseguro de que su salud fuera la mejor, para cuando su madre se mejorará pudiera verla en buen estado.

Tal vez para algunos su rivalidad debería de ser evidente pero comprendía a Nükhet, una niña de quince años robada a su familia y vendida para ser una concubina, ella teniendo quince y el más de treinta, lo comprendía bien.

Cuando Nükhet propuso el nombrar la encantada acepto.

—Su nombre será Reyhan  - Nükhet sonrió —La favorita de Allah, Reyhan.

Hürrem y Nükhet tenían una rivalidad amistosa por el momento, por ahora ambas querían acabar con sus enemigos y eventualmente iniciarían la lucha entre ambas.

























Süleyman tocó sus cienes con tranquilidad, los dolores de cabeza seguían día a día y le molestaba aquel hecho. Desde que su amada Joya había dado a luz a su hijo muerto se había negado a ver el rostro de su hija recién nacida, no sentía nada por la bebé pero sabía que el dolor de su madre era fuerte.

—La sultana ya acepto ver a sus hijos - Ibrahim hablo desde la puerta —¿Ira?

—Luego  - Ibrahim sonrió para sus adentros.

—Es natural negarse a ver a un hijo del cual se duda su paternidad - Süleyman se giro con rapidez hacia el.

—Ten cuidado con lo que dices, Nükhet es mi mujer, si vuelves a soltar algo como eso te arrancaré la lengua.

—Solo lo dije por decir... todos dicen que la sultana pasa mucho tiempo con su eunuco  - Süleyman miró mal a su gran visir.

—Nükhet pasa más tiempo con Hürrem que conmigo ¿Dirás que con ella también? - Ibrahim guardo silencio  —Mejor preocúpate por los asuntos de estado y deja en paz a mi mujer, si su nombre vuelve a salir de tu boca te arrancaré los labios con todo y lengua.

Ibrahim asintió y salió, a la salida Firuze le esperaba con una sonrisa, no se llevaba bien con el visir pero aquella platica que había escuchado le sería de ayuda.

—Vamos Hafsa, ve a saludar a tu padre -la menor soltó la mano de su madre e ingreso con rapidez a los aposentos de su padre.

A pesar de lo que Hatice y Firuze le habían hecho a Nükhet, esta última había salido absuelta de todo y seguía gozando del favor de Süleyman.



































Un año después.

Nükhet se sentó en el diván y observo a Süleyman trabajar en una nueva joya a la cual ella no presto mucha atención.

Desde que había sufrido aquella perdida Süleyman solo la llamo una única vez a sus aposentos y para su desgracias un nuevo embarazo se asomaba.

Así que tenía que volver a insistir en su amor y debía de llevarlo de regreso a ella sin importar que.

—¿Para que me llamo? Solo le presta atención a ese collar y no a mi - Nükhet suspiro —Sí no le importo nada no debería de llamarme, mis hijos me esperan.

—Te volviste odiosa.

—Usted dejo de amarme, ¿por qué tendría que ser amable? - Süleyman bajo sus instrumentos y la miro fijamente.

Nükhet alzó la barbilla y le sostuvo la mirada con fiereza, Süleyman se levantó de su escritorio y se acercó a ella con rapidez, Nükhet no flaqueo ni un segundo y menos cuando Süleyman le sostuvo la barbilla con fuerza.

—¿Quién te hace creer eso?

—Usted, todo es Firuze, Firuze mi amor, mi sultana, mi esposa - ella lo aparto  —todas esas promesas que me hizo eran falsas, los gobernantes suelen mentir mucho.

—No digas eso.

—¿No? ¿Le ha visto el rostro a Reyhan alguna vez? Parece más hija de Hürrem que de usted - Süleyman suspiro.

El gobernante no se podía mentir así mismo, amaba más a Hafsa que a aquella pequeña niña, era idéntica a su amada pero se negaba a darle amor.

No entendía el por qué pero comprendía el enojo de su amada.

—Sí no me ama deje de llamarme a sus aposentos, me estresa que me ignore y menos cuando estoy embarazada, me enfurece.

—En cada embarazo te pones peor - Nükhet alzó una ceja, la vena en su frente se hizo notar y sus puños se cerraron con fuerza.

Cada embarazo era un infierno para ella, cada día que pasaba se lamentaba el haber tenido tantos hijos y mucho más el que estos fueran varones, su miedo avanzaba al ver como estos crecían día con día.

—Süleyman  - El mayor suspiro —Me cae mal.

El mayor abrió su boca ofendido y negó varias veces.

El vientre de Nükhet aún no crecía por lo cual podía disfrutar con ella más tiempo.

El padişah tomó a la menor entre sus brazos y la llevó hasta la cama, Nükhet no perdía su belleza a pesar de haber dado a luz a tantos hijos, su cuerpo seguía siendo tan tentador para Süleyman como cuando lo tuvo entre sus brazos la primera vez.













































Mahşa se dirigió dirigió establo con cierta elegancia característica de ella, una pequeña sonrisa adornaba su rostro y un hermoso vestido blanco reposaba en su cuerpo, al llegar se encontró con los caballos que Rüstem había enviado como regalo a las sultanas desde su provincia.

Al ser gobernador había ganado más y más poder, ahora era visir y había llegado a la capital para formar parte del consejo.

—¿Cuál le gusta? -la voz de Rüstem la asustos, la joven sonrió un poco y señaló el más grande —Ese era para su majestad pero ahora es suyo.

—Veo que el paşa tiene buen gusto con respecto a los caballos - Rüstem sonrió un poco.

A pesar de que Mahşa era una adolescente aún tenía una belleza deslumbrante, similar a su madre tenía un cuerpo que hacía a todos seguirla a donde sea que fuera.

—Y usted también  - Mahşa asintió.

—Mi madre me envió - Rüstem sonrió.

—Veo que la sultana me engaño todo este tiempo - Mahşa sonrió nuevamente y asintió —La tengo en mis manos ¿Cómo procedo?

—Traela al palacio junto a otras niñas, ella se encargará de todo.

Rüstem sonrió, había buscado a Kadar durante un año entero para finalmente dar con que la menor estaba en el palacio de lágrimas junto a las concubinas olvidadas.

Había caído en la trampa de Nükhet y le gustaría la futura alianza de ambos, pero primero debía de ganar poder y lugar en el consejo para hacer lo que ella le pidiera.

—Paşa - Rüstem dejó de pensar —Ella quiere que ponga estas notas en la casa de Ibrahim paşa - Mahşa le tendió las notas y rozo sus manos con las de él, Rüstem sonrió y miró el rostro coqueto de la menor.

—Bien ¿Algo más?

Mahşa se acercó ligeramente a él y sonrió coqueta.

—Enseñeme a montar paşa - Rüstem trago saliva fuertemente y asintió.









































































Dicen que Nükhet vio al diablo en el monte y lo macheteo jajaja siempre torea a Süleyman con sus ocurrencias.

Último embarazo ahora si jajaj.

Mis redes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro