Nükhet reposo su cuerpo en el diván, Nür masajeaba sus hombros mientras que Adalet daba leves masajes en sus pantorrillas, con poco días para dar a luz y el tiempo que paso encerrada habían debilitado su cuerpo profundamente.

Su cabeza daba vuelta una y mil veces al asunto de Hafsa, no había sido planeado pero Hatice y Firuze usaron eso a su favor, obviamente Süleyman volvería a caer ante Firuze por lo cual debía de vengarse ella misma, pero primero acabaría con la alegría de Hatice.

—Madre - Mahşa se acercó y se reverencio —Quiero hablar contigo. - Nükhet le hizo una seña a sus criadas de que salieran, una vez solas Mahşa tomó asiento enfrente de ella.

—Dime mi cielo - Nükhet estiro su mano y su hija la tomó —Fuiste valiente y fuerte, no tuvimos tiempo de hablarlo, pero estoy agradecida, pídeme lo que quieras.

Mahşa beso la mano de su madre y sonrió.

—Rüstem Bey me ayudo mucho realmente, es alguien inteligente  - comentó, Nükhet asintió, le agradecería luego —He pensado en que hacer para ayudar a Iskender en su camino al trono.

—¿Por qué tan de repente? - Nükhet no pensaba casar a sus hijas por poder, pero si ellas mismas se ofrecían aceptaría gustosa.

—Encontré a esa persona que nos ayudará  - Nükhet alzó una ceja con curiosidad —Por el momento podemos dedicarnos a probar su lealtad y cuando sea el momento me casaré con el.

—Entonces ¿Quién es?

—Rüstem Bey  - Nükhet soltó una leve risa y la miro —¿El por qué? El ya sabía quién era y a qué iba, siempre tiene ojos en este palacio, busca apoyar a alguien que le de poder y yo soy ese alguien, quiero que Rüstem sea mi esposo, lo quiero para mi.

—Mi caprichosa hija sabe lo que quiere - Nükhet sonrió —Bien, Nürhan  - la hatun ingreso —concreta un encuentro con Rüstem Bey, que nadie sepa de esto.

Mahşa sonrió y abrazo brevemente a su madre.

Rüstem se reverencio y se acercó al biombo que los separaba con curiosidad.

—Me hablaron maravillas de ti.

—Me alaga sultana.

—Pero para confiar en ti debo de ponerte a prueba.

—Quiero tomar su mano y la del príncipe Iskender, haré lo que sea.

—Trae ante mi a la hija de Ibrahim paşa - Rüstem asintió —Haz eso y te daré todo lo que tengo planeado.

—No la defraudare. - el bey se reverencio y salió.

—Pero si usted la tiene... - Nürhan la miro preocupada.

—Y la escondí con el diablo, si encuentra su ubicación es capaz de serme leal y hacer mis trabajos sucios.

Los dolores de parto fueron algo que Nükhet había sentido desde que era muy joven, había dado a luz tantos hijos que poco a poco se había acostumbrado, aquella vez no fue la excepción.

En la cúspide del día el primer dolor llego, tres horas bastaron para dar a luz a una hermosa niña, pero su dolor no termino ahí.

Un segundo bebé venía en camino, tan doloroso que sus gritos fueron escuchados hasta las afueras del harén.

—Sultana, el bebé está cruzado.

La médica y sus ayudantes se miraron nerviosas, si el bebé no salía Nükhet moriría junto a él.

Nükhet se sometió a cada método que le sugirieron pero el infante se negó a salir.

Una hora, dos horas, un día, Nükhet se quejaba del dolor y cada respiro que daba era doloroso y tedioso.

—¿¡Por qué no hay noticias de Nükhet!? - Süleyman vocifera molesto, todos estaban a las afueras esperando noticias, un día había pasado desde que su primer bebé nació, pero su consorte seguía en aquellos aposentos luchando por dar a luz.

—Debe de calmarse, ellas hacen lo que pueden - Hürrem le tranquilizo.

—Seguro morirá, un bebé que no nace luego de un día de parto es muerte segura  - Firuze hablo, Hürrem la miro mal

—Guarda silencio esclava, es mi madre de la que hablas y es un bebé de esta dinastia el que está luchando por salir - Firuze rodó los ojos ante lo dicho por Iskender, las puertas fueron abiertas y la médica salió con una expresión cansada.

—¿Qué esta pasando? ¿Por qué no escucho el llanto? ¿Por qué tardaron tanto? - Süleyman atacó con preguntas a más mujer.

—El bebé está cruzado, hicimos de todo para que se acomodara pero no resultó, el bebé está muerte y si ella no logra sacarlo morirá también  - Süleyman palidecio.

—Debe de haber una forma - Hürrem se acercó —¿La hay? No quiero que muera tan pronto  - Süleyman la miro extraño.

—Sí la hay pero no garantiza que ella viva.

—¡Ella debe de vivir! - grito Süleyman.

—Ella se negó a hacerlo, todo queda en su voluntad de vivir.

—Entraré - susurro Mahşa empujando a todos.

Nükhet se puso de pié y se apoyo en la pared para pujar, intento múltiples formar de acomodarse pero no logro sacarlo.

El dolor era tanto que ni si quiera desmayarse le servía, sus lágrimas salían sin parar, su único pensamiento era con sus hijos, no quería morir y dejarlos solos.

Debía de vivir para ponerlos a salvo, pero justo ahora estaba a nada de morir.

La noche llegó y luego el día, dos días en trabajo de parto, dos días dolorosos y angustiantes.

Todos en el palacio estaban preocupados, curiosos y otros ansiosos esperando a la muerte de Nükhet.

Mahşa ingreso al tercer día y coloco su mano en el hombro de su madre.

—Estoy aquí madre  - Nükhet negó — Sí, Nürhan, Nür y Adalet están preocupadas, incluso Hürrem esta haciendo plegarias por tu bien.

—¡Vete! - Nükhet se doblo enfrente de una silla y se quedó nuevamente, Mahşa acaricio su espalda.

—No madre, no te dejaré sola, puja y respira una y otra vez.

—¡No puedo! ¡Duele! ¡Duele mucho! - Nükhet se doblo nuevamente y sollozo, Mahşa quiso llorar al verla así pero negó y la obligó a agacharse más.

Un alarido que dejó helado a más de uno salió de la garganta de Nükhet, de entre sus piernas se resbaló el feto de aquel bebé fruto del pecado.

Nükhet lo sostuvo entre sus manos y sollozo, atrajo el pequeño e inerte cuerpo hacia ella y se dejo caer al suelo, estaba cubierta en sangre, sudor y lágrimas.

Mahşa abrazo a su madre y la arrullo levemente, su madre era fuerte ante ella pero sabía cuánto había sufrido y por eso la admiraba.

—Mi bebé  - su susurro salio tan doloroso que no evito gemir de dolor, se puso de pié con lentitud y se acercó a la cama en donde deposito al bebé en la manta que utilizaría para envolverlo y lo arropó. —Mamá está aquí.

Envolvió al bebé de pies acabeza y solto varias lagrimas más.

Mahşa salió y se encontró con la mirada desesperada de sus hermanos.

—Padre - Süleyman quien iba llegando se acercó al verla cubierta en sangre.

—¿Qué sucedio? ¿Nükhet esta bien? - Mahşa suspiro.

—Logró expulsar al bebé, necesita tiempo a solas, Nürhan prepara agua y paños, deben de limpiarla y limpiar los aposentos - Iskender tomó la mano de su hermana y la acerco a él para abrazarla — No la molesten por ahora.

Publique un video en tiktok sobre este capítulo, vayan a darle amor.

Llore escribiendo esto

Mis redes.