Nükhet observo un punto fijo sin prestarle atención a las mujeres a su alrededor, debía de decirle a Süleyman sobre su embarazo y debía de descubrir a la favorita, ya habían pasado años y temía seguir perdiendo su favor.

—Sultana - Nükhet alzó la vista —¿Está bien? Nürhan lleva tiempo hablando le y no le presta atención.

—Uh si - murmuró pasando sus manos por su cabeza, le dolía, se sentía abrumada.

Desde que había llegado al palacio había dado a luz a los hijos del sultán sin detenerse, había atravesado la muerte una y otra vez y justo ahora parecía que a Süleyman no le importaba como se encontraba.

—¿Es sobre esa mujer? El martes lo verá....eso escuche  - Nükhet miró a Nürhan, la joven sultana sonrió, una idea cruzo por su mente.

—Averigua más Nurhan, Adalet ve por la médica que traje del antiguo palacio y Nür busca un hermoso vestido blanco, rápido.

Las tres hicieron una reverencia y salieron, Nükhet se dejo caer en su cama y sonrió, si descubría a esa mujer sólo debía de dejar que Hürrem la quitará de su camino.

Mahşa recibió a Zeki con una sonrisa, su hermano menor la miro nerviosamente y se sentó a su lado, Mahşa lo sabía perfectamente, conocía a su hermano muy bien y estaba dispuesta a apoyarlo.

—Todas salgan -las criadas realizaron una reverencia y salieron —¿Confías en mi?

Zeki la miro fijamente y asintió.

—Eres mi hermana mayor, confío en ti y solo en ti...

Mahşa sonrió, tenía el amor y apoyo de su madre y su padre le daba el poder que merecía, ella apoyaba a cada uno de sus hermanos y tenía presente sus gustos y disgustos, los amaba a todos y a cada uno, claro está que esos eran los hijos de su madre, sus demás hermanos no los tomaba en cuenta nunca, respetaba a Mihrimah y a Mehmet y le tenía un poco de aprecio a Selim, Bayaceto era un asunto aparte y Cihangir vivía encerrado, Mustafa no era de sua grado.

Pero con Zeki era diferente, su hermano menor era callado y timido, lo veía dudar casi siempre y era reservado.

—Tú hermana esta dispuesta a escuchar y ayudarte, siempre seré tu confidente.

Zeki dudo, amaba a su hermana mayor pero confiar aquel secreto a ella era una carga, no quería verla en problemas.

—No soy lo que piensas, deja de pensar en eso y de tratarme así, tratame a como lo haces con Iskender... - Mahşa acaricio su mejilla, lo sabía perfectamente.

—Siempre que quieras ven aquí, te escucharé y te ayudaré, yo seré tu amiga - Zeki miro el suelo y suspiro, no quería darle tal carga, no —Ven cuando te sientas listo y te ayudare a pasar esta dura prueba.

Zeki se dejo abrazar y suspiro, era un príncipe, un guerrero debía de fojarse en él, un futuro sultán, un monarca que  no dudaba al matar, ese debía de ser él, un hombre hecho derecho, no una delicada flor.

Zeki al nacer se susurraron palabras dignas de un gobernante, serás fuerte y justo, serás feroz y amable, eso decía su padre cuando lo cargo por primera vez, eso quería creer el.

Süleyman recibió a Firuze aquella noche de martes, odiaba tener que ocultar a su favorita pero a pedido de Hatice y de la misma Firuze debía de hacerlo así.

Nükhet se acerco a las puertas vistiendo un hermoso vestido blanco casi transparente, los guardias miraron al techo y respondieron que Süleyman no le recibiría hoy, Nükhet fingió tristeza y se fue lentamente.

En su camino un grito salió de sus labios y pronto había sangre en su delicado camisón.

Süleyman fue avisado del ataque y dejando a Firuze lista salió a ver a su amada.

Al ingresar la encontró en la cama bañada en lágrimas, señas de cuerdas en su cuello había, sangre bajando por su cabeza y el pecho, se sintió sumamente molesto.

—Mi joya - Nükhet sollozo y se abrazo a él cuando este estuvo cerca—¿Qué sucedió?

—Queria verlo hoy, pero no me dejaron entrar y cuando regresaba alguien me atacó - sus lágrimas caían sin parar una tras otra, el corazón de Süleyman se estrujo.

—¿Viste quien fue? - Nükhet trato de calmarse. —Mi amor...

—Dijo que venía de parte de la sultana Hatice  - otro sollozo salió de sus labios—Casi le hacen daño a nuestro hijo.

Süleyman miró a la médica la cual se acercó rápidamente.

—Por suerte el golpe en la cabeza no fue fuerte y no lograron asfixiarla lo suficiente pero el shock la dejó en este estado... y por suerte el bebé se salvo.

—¿Está embarazada? - Nükhet bajo la cabeza y rodó los ojos, ¿acaso era idiota?

—Sí majestad, de pocas semanas, debe de descansar para reponerse del susto. - Süleyman asintio y lea ordenó salir.

—Explícate bien, estas acusando a una sultana de sangre  -Nükhet sollozo.

—Usted mejor que nadie sabe lo que sucede entre su hermana y yo, me odia y a mis hijos -su voz sonó entre cortada, Süleyman no pudo negar lo, veía como Hatice amaba incondicionalmente a Mustafa y quería mucho a Hafsa, pero con los hijos de Nükhet era diferente, era fría y en ocasiones odiosa. —Escuché pasos, iba sola porque creí que habían aghas en todos lados, pero estaba solo, así que cuando escuché pasos creí que eran ellos o Afife, pero no, alguien puso una cuerda en mi cuello y comenzó a ahorcar me, cuando luche con mis fuerzas la persona me decía que la sultana la enviaba, luego me golpeó en la cabeza y no se que más paso...

—Voy a encontrar al culpable  - Nükhet lo abrazo, Süleyman iba a irse pero al verla en aquel estado se acomodo a su lado y la abrazo.

—No nos deje... odio estar lejos suyo - Süleyman beso su frente y asintió —Este bebé debe de acercarnos más...

Süleyman la miro, por algún motivo todo lo que quería era ir tras Firuze, pero una parte de él quería estar al lado de su hermosa Joya.

Poco a poco la tormenta viene.

¿Vieron a Zeki y a Mahşa? Los mejores hermanos.

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