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Capítulo 11| Bosque


Ni Hürrem, ni Mahidevran se esperaban que otra joven ocupará el lugar que a ellas les pertenecía, Gülfem lo vivió con Mahidevran, Mahidevran con Hürrem y ahora Hürrem lo vivía con Nükhet, había dado a luz a varios hijos en poco tiempo, tres años para ser exactos, tres años desde que la valide había fallecido y de que Mahidevran tomará el Harén, Hürrem estaba callada respecto a todo pero en el fondo sabían que algo grande se vendría.

Nükhet dio noticias solo seis meses después de haber dado a luz a su pequeña Mahşah, Zeki se había llamado, un hermoso príncipe que había heredado los cabellos negros de su padre, todos miraban con miedo a Nükhet, tres hijos en tres años cosas que solo Hürrem pudo hacer.

—¿Ella será peor? - Hatice suspiro viendo a Mahidevran, Mahidevran solto todo el aire que retenía y miro a la sultana.

—Ahora que soy directora del harén hare que sufra.

—Eso espero Mahidevran, entre más hijos tenga peor será tu destino  - Mahidevran asintió cansada.






























En solo meses Nükhet había logrado lo mismo que Hürrem, había ascendido rápidamente a favorita y había dado a luz, era la única que era llamada a los aposentos de Süleyman.

—El príncipe Iskender aprenderá a leer pronto ¿Se irá del lado de mamá? - el pequeño sonrió juguton mientras Nurhan le cambiaba —¿Se irá?

—No lo digas  - murmuró Nükhet —Siempre estará al lado de mamá  - el pequeño estiro los brazos hacía Nükhet la cual le regreso al pequeño Zeki a la nana, a Iskender le encantaba sonreirle a las criadas de Nükhet, estas encantadas le hacían cumplidos, Mahşah era diferente, callada y tímida, pero con carácter fuerte a tan corta edad y el pequeño Zeki que llevaba seis meses ya amaba ver las joyas de su madre.

—Sultana - Nür hatun ingreso rápidamente, sus ojos estaban llorosos y estaba temblando.

—¿Qué pasa Nür? ¿Sucedió algo con Süleyman?

—No sultana, pero nos echarán, la sultana Mahidevran enviará a todas las criadas al antiguo palacio... Nurhan y Leyla hatun irán también, todas sus criadas... - Nükhet solto un suspiro cansado y se puso de pié.

—Cuiden a los niños - tomó su velo y salió, sabía que aquello sucedería, intentarían quitarles a las criadas que con esfuerzo había logrado reclutar.









—Mahidevran  -la nombrada se detuvo y sonrió. —¿Crees que puedes hacerme esto?

—Puedo eso y más, soy la que dirige el harén  - Nükhet la miro mal —Así que ve organizando a tus criadas y llévalas amablemente hasta la salida.

—Veremos quien se va primero  - Nükhet se dio la vuelta y salió, no dejaría que Mahidevran obtuviera su victoria.























Süleyman miraba sus papeles con atención, no deseaba ser molestado en aquel momento pero la repentina apareció de Nükhet lo desconcentro.

—¿Y tus modales?  - pero el regaño quedó en el aire, las lágrimas en las mejillas de Nükhet lo asustaron. —¿Qué tienes mi amada joya?

—Mahidevran me quiere quitar a mis criadas... son mis amigas - un pequeño sollozo salió de sus labios, Süleyman la abrazo y beso su frente.

—Te buscaré nuevas.

—No quiero, ellas cuidan muy bien de nuestros hijos, incluso serían capaz de dar sus vidas por ellos, no quiero otras Süleyman. - al mayor no le gustaba ver a mujeres llorar pero con Nükhet era diferente, le partía el alma y a la vez le causaba ternura ver sus mejillas mojadas.

—Bien, conserva a las criadas que quieras, les subiré el sueldo si así lo deseas - Nükhet lo abrazo con felicidad y lo beso —Siempre debes de ser feliz.

—A su lado siempre  - Süleyman sonrió y acarició su mejilla.






























Mahidevran miro furiosa a Fidan, no podía creer que las criadas que tenía seleccionadas para Nükhet fueran echadas sin más, debía de poner a una espía en sus filas pero ahora le era imposible.

—Yo tengo un plan - Fatma se acercó, pronto se iría junto al príncipe pero si aún le era de ayuda a la sultana, haría todo lo que fuera por verla feliz.

—Dime, justo ahora necesito de todo - Fatma sonrió.






















Otro mes paso y las cosas en el harén cada vez eran difíciles, las criadas no habían recibido su pago por la campaña que llevaba acabo el gran visir y Mahidevran gastaba y gastaba sin parar, incluso había pedido prestado a una mujer judía cosa que estaba prohibida.

—Nükhet  - Nurhan se acercó a ella —La señora Rachel esta aquí, La sultana Mahidevran pidió verla nuevamente  - la sonrisa de Nükhet fue evidente.

—Bien, busca una forma de que Gülfem se entere - Nurhan salió tan rápido como recibió la orden.







Nükhet recibió una carta de una criada que servia en los aposentos del sultán, su vista recorrío cada letra con una corta sonrisa, le molestaba tener que salir a buscarlo pero debía de hacerlo si quería tenerlo en sus manos.

—¿Saldrá sultana? - Nür hatun se acerco a ella.


—Si, trae mi abrigo y un velo - la hatun salió por unos minutos y luego regreso —Cuida de mis hijos.


—Con mi vida - la joven criada le arreglo el cabello y coloco el velo, acomodó el abrigo y le rocío algo de perfume. —Lista.


—Vigila todo Nür -la hatun asintió y la vio salir.





El camino hacía el antiguo palacio era puro silencio, se le hacía extraño que Süleyman la llamara hasta ahí pero tampoco replicaria.


—¿Por qué se detuvo el carruaje? - el cochero no contesto —¡Habla!  -el sonido de una espada le asustó, sin si quiera fijarse de quien se trataba busco la pequeña compuerta para escapar.


Ahora entendía el porqué se le hacía extraño que Süleyman la llamara al palacio de lágrimas, ni si quiera Süleyman la llevaría a tal lugar. Cuando logró encontrar la compuerta salió sin mirar atrás, se arrastró hasta quedar fuera del carruaje y sin ver atrás corrió hacía el bosque.

—¡Ahí va la zorra! - Nükhet rodo los ojos y corrió sin detenerse, se sentía sumamente cansada y estaba a nada de vomitar.


—Malditase  -su cuerpo se sintió pesado, el correr le era difícil.




















Süleyman fue avisado de que Nükhet salió, fue hasta sus aposentos para preguntar a donde pero solo encontró la carta que el supuestamente había enviado.

—¡Busquen a mi sultana ahora mismo! - los guardias se formaron en grupos y salieron en su búsqueda —Mi amada joya.











































3/? Solo una de ustedes adivino cuantos hijos son, van tres faltan...?


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