ლDieciocho
– Vamos Yoon, Vamos – la alegría que desbordaba Jimin era contagiosa.
Había pasado dos a tres días máximo desde que hablo con la señora Lee, al día siguiente la mayor ya le tenía una respuesta la cual le lleno de alegría.
Había hablado con su hijo sobre la propuesta de la sorpresa el hijo de la señora Lee fue muy amable porque le permitió y le apartó una cabaña hermosa sin costó alguno. Como un regalo por la bienvenida del bebé que está por nacer.
– ¿Y se puede saber el porqué tanta prisa? – Yoongi quien viste con una playera azul y unos jeans rasgados termina de meter la maleta en el maletero.
– Ya te dije es una reunión de uno de los hijos de la señora Lee porque tiene una noticia importante que decir – termina de decir el pelirosa adentrándose al auto.
– Y porque llevamos una maleta – cuestiona Yoongi también entrando al auto.
– Ya! deja de preguntar tanto y conduce – Ríe por la maldición que acaba de decir Yoong. – Vamos Gigi, vamos – se acomoda en el asiento y se abrocha el cinturón de seguridad.
Esta impaciente por llegar al lugar, todo lo planeo en estos dos días hablo con su jefe para pedirle tres días máximo de descanso, aproximadamente el viaje es de dos horas y media, será agotador pero valdrá la pena.
La cabaña es hermosa está toda hecha de madera y ladrillos con una amplia entrada y no digamos de adentro es como vivir en una mansión, en las fotos que le enseñó SeoHam el hijo de la señora Lee quedó completamente fascinado por la hermosa vista y el gran espacio que hay.
Y no digamos de la decoración la cual se encargó el mismo SeoHam de hacerla con las ideas que él le proporciono.
– Puedes descansar si quieres, el viaje será largo – le presta atención a la voz que escucha a su lado.
Admira el perfil de Yoongi, esos labios delgados los cuales le gusta probar, su nariz de botón la cual besa en las mañanas y esos ojos rasgados los cuales lo miran con admiración y amor.
– Gigi – lo llama.
– Minnie – contesta con dulzura.
– Te amo – dice acercando sus labios a la mejilla del pelinegro para dejar un beso en ella.
En estos momentos están entrando al lugar, sus ojitos color miel brillan debido a la emoción, está fascinado con el lugar la cabaña es hermosa viéndola en persona y no en fotos. Su boca está abierta con lo hermosa que se ve de noche todo muy brillante y cálido.
El auto se estaciona frente a la cabañas el primero en salir es Yoongi seguido por Jimin, quien sonríe tiernamente, avanza
hacia la puerta abriéndola con la llave que les entregaron al entrar, al pasar se despoja de sus zapatos y los deja en una esquina de la puerta dejándola abierta para que Yoongi entré.
– Esto es hermoso – susurra dando una vuelta en su lugar sus ojos no saben que ver de primero, la sala está amueblada con sillones de color blanco una alfombra café y una mesa de cristal pequeña enmedio hay una chimenea de gas y una gran televisión.
La cocina está al otro extremo de la sala corre de puntillas como un niño pequeño encontrándose con una grande y brillante cocina. Hay escalera que dan para el segundo piso donde se encuentran las tres habitaciones y el pasillo que conecta con otra cabaña, la cabaña donde se hará la sorpresa.
Se sobresalta por los fornidos brazos que lo alzan.
– Su alteza me permite llevalo a sus aposentos – suelta una carcajada al escuchar el tono tan formal que ocupo Yoongi.
– Sería un gusto y un honor caballero – sigue la corriente, enredando sus brazos en el cuello de Yoongi.
Suben las escaleras cruzando del lado derecho donde se encuentra la habitación principal, Yoongi abre las dos puerta con agilidad para no bajarlo se adentra a la habitación que consiste en una cama mucho más grande que la que tiene en su departamento, una puerta queda al clóset y otra que está en la esquina de la habitación que supone es el baño, frente a la cama hay un sillón y de lado de esta una mesita de noche.
Su cuerpo es delicadamente puesto en la suave y acolchonada cama su piel se eriza por lo fría que están las sábanas de seda, sus ojos están puestos fijamente en los contrarios, los cuales lo miran con un brillo lleno de dulzura. Con ayuda de sus manos atrae el rostro de Yoongi al suyo enredando sus manos en el cuello para dejar que sus dedos dejen masajes en la oscura cabellera, abre sus piernas dándome el acceso para que se acomode y queden mucho más cerca.
Sus respiraciones se mezclan, sus labios están a escasos centímetros de tocarse, sus narices se tocan una a la otra y sus ojos no se despegan del contrario.
– Quiero tomarte ahora mismo – es Yoongi quien habla posando sus manos en sus muslos dejando leves apretones.
Se relame los labios exigiendo con la mirada más toques en su cuerpo.
Como si comprendiera Yoongi posa sus venosas manos en los glúteos del menor dando un fuerte apretón el cual hace que Jimin tiré su cabeza hacia atrás junto con un corto gemido, el cual deleitó.
– Nadie te detiene – contesta con un tono de voz llena de excitación y quien no lo estaría si tienes arriba tuyo al hombre que te hace mojar las bragas con solo una mirada.
No sabe en qué momento pero su pantalón es retirado de su cuerpo dejando a la vista su lencería negra de encaje, Yoongi gruñe al momento de ver como esa hermosa prenda de ropa delinea el cuerpo de su amado.
Jimin al ver como Yoongi delinea con su mirada su cuerpo desliza una de sus piernas subiéndola por toda la pierna derecha de Yoongi hasta tocar con la punta de los dedos de su pie la dura erección.
Yoongi maldice por lo bajo sonriendo con "inocencia" se coloca nuevamente en medio de las piernas del menor dejando que sus manos jueguen con el elástico de la lencería.
– Ya lo tenías planeado – susurra en el oído de Jimin quien. Se estremece por lo ronca que salió la voz de Yoongi.
– Besame Yoongi, por favor – ruega con la respiración agitada y la voz llena de deseo.
Y esas palabras fueron las que bastaron para que el pelinegro tomará sus labios en un beso hambriento de deseo, lujuria y excitación, sus labios era devorados por los del contrario, su lengua peleaba por el control y su cuerpo se arqueaba por las manos intrusas las cuales se encontraban toqueteando su entrada.
El primer gemido alto sale de sus maltratados labios al sentir el primer dedo entrar.
– Está noche quiero que grites mi nombre una y otra vez – es la sentencia que pone Yoongi.
La cabaña
La lencería de Jimin
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