Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

Chen Jun, que se había convertido en un gran amigo, los apoyó en su decisión de irse por un tiempo fuera de Chongqing donde los recuerdos amargos y la oposición del hermano de Xiao Zhan y el padre de Yibo los perseguía constantemente. Así que se ofreció a ayudarles a encontrar un nuevo hogar temporal; alejarse de todo y de todos les vendría bien, menos mal que Xiao Zhan contaba con una cantidad considerable en su cuenta bancaria, pues sin trabajo las posibilidades de sobrevivir sin ese dinero eran escazas. 

Yibo y Xiao Zhan sabían que aún enfrentarían desafíos, pero estaban listos para enfrentarlos juntos, como un matrimonio unido y fuerte.

—Estoy emocionado —dijo Yibo, mientras empacaban sus maletas esa misma tarde. La luna de miel no representaba ningún problema por el momento, puesto que el Alfa quería darle su espacio a su esposo, ni siquiera se conocían tanto y ya se habían casado así que debían tomarse las cosas más desaceleradas.

—Estoy listo para dejar atrás todo esto y empezar de nuevo contigo.

Xiao Zhan sonrió y lo abrazó.

—Yo también —lo apoyó, todavía enfundado en su traje de novio, todo lo contrario a Yibo que se había cambiado por algo menos llamativo y estorboso—. Estoy más que emocionado para empezar nuestra nueva vida juntos.

El joven matrimonio Xiao se despidió de sus padres; y pese a que Yibo le insistió a su madre de ir con ellos, está se opuso, escandalizada por su solicitud, perturbar su nueva vida matrimonial era lo menos que haría, así que se negó y regresó a su hogar, con su marido que la aceptó a regañadientes. Se despidieron de su ciudad natal y se embarcaron en una nueva aventura, llena de esperanza y posibilidades.

Trás un largo viaje en tren, llegaron a la nueva ciudad y se sorprendieron por su belleza y tranquilidad. El distrito de Shanghái era un lugar completamente diferente a su ciudad natal, donde la oposición y la discriminación eran una constante, y eso que ni siquiera era la capital de China.

¿Quién iba a imaginar que Shanghái, una de las ciudades más grandes e importantes de China, sería la menos prejuiciosa? Exactamente, nadie.

—Me encanta esto —dijo Yibo, mientras caminaban por el centro de la ciudad en pleno atardecer—. Es tan pacífico y acogedor.

—Sí —respondió Xiao Zhan, impresionado de ver a parejas, naturalmente incompatibles, ser felices sin la estigmatización de la sociedad—. Es perfecto para nosotros. Podemos empezar de cero y dejar atrás todo el dolor y la tristeza.

Yibo sonrió con el corazón en vilo, caminando junto a él casi con la cara refugiada en su firme pecho; se preguntaba si esa noche harían el amor, todavía no se sentía listo pero no se lo decía a su esposo por vergüenza.

—Estoy de acuerdo. Esto es una nueva oportunidad para nosotros. Podemos ser felices aquí.

Los miedos de Yibo quedaron pulverizados cuando al anochecer, en una habitación de hotel, Xiao Zhan le dió su espacio y no lo tocó más que para abrazarlo toda la noche. Poco a poco comenzaron a construir su nueva vida en la ciudad. Encontraron un pequeño apartamento y empezaron a trabajar en diferentes lugares. Yibo, además de trabajar en una tienda de perfumería como vendedor por medio tiempo, se inscribió en una universidad local y comenzó a estudiar de nuevo, mientras que Xiao Zhan hizo una entrevista en la misma Universidad y fue aceptado rápidamente.

A cinco meses de casados, la vida les sonreía lentamente, desde el primer día en Shanghái hicieron amigos y se integraron en la comunidad rápidamente.  La gente era amable y acogedora, y no les importaba que fueran de diferentes jerarquías.

—Esto es increíble —opinó Yibo, mientras salían con sus nuevos amigos al cine—. Nunca pensé que podríamos ser felices de esta manera.

Xiao Zhan sonrió de medio lado y lo abrazó con cariño.

—Te lo dije —le susurró al oído, estrechándolo con su cuerpo y poniéndolo nervioso de repente. Quizás, ya iba siendo hora de pasar más allá de simples besos y abrazos—. Podemos ser felices si nos lo permitimos.

La película se reproducía y los espectadores no perdían detalle de lo que pasaba; todo lo contrario a ellos que se susurraban, se hacían arrumacos y besaban castamente entre risillas llenas de travesuras.

Todo iba bien para Yibo y Xiao Zhan. Estaban felices en su nueva vida, rodeados de amigos y sin la oposición de la sociedad. Pero un día, Yibo comenzó a sentir algo que nunca había sentido antes: celos.

Xiao Zhan recientemente había empezado a darle tutorías a un joven llamado Yang Yi, un Omega dulce y muy hermoso, Yibo no podía evitar sentir que Xiao Zhan le estaba prestando demasiada atención.

—¿Quién es este Yang Yi? —preguntó Yibo esa misma noche, tratando de sonar indiferente. La jornada laboral había estado más pesada que de costumbre y eso lo tenía aún más irritado, o quizás, solo era su lobo dominándolo, harto de tener que tomar supresores cuando era un Gamma casado.

—Es un chico que pidió mi ayuda, no le está yendo bien en inglés, sabes, eso me hace recordar a ti —le contó Xiao Zhan, rodeando su cintura desde atrás y enterrando la nariz en su cuello—. Son solo asesorías, tranquilo.

Yibo asintió, pero no podía evitar sentir una sensación de inseguridad. Empezó a preguntarse si Xiao Zhan estaba interesado en ese Omega, si estaba perdiendo interés en él.

—Xiao Zhan, ¿puedo hablar contigo? —preguntó Yibo, tratando de sonar calmado, apagando la estufa e instándolo a soltarlo.

El Alfa lo hizo con cierto desconcierto.

—Claro, ¿qué pasa?

Yibo tomó una respiración profunda y enterró las uñas en la isla de la cocina, bajo la mirada inquisitiva de su esposo.

—Me siento celoso —admitió—. Celoso de Yang Yi. Creo que te gusta y, a decir verdad, siento que no estoy siendo el mejor esposo, nosotros ni siquiera lo hemos echo.

Xiao Zhan se sorprendió por sus palabras y lo tomó de las manos, negando con la cabeza.

—Yibo, no hay nada entre Yang Yi y yo —le aclaró, odiando su despiste, ¿por qué no notó lo perturbado que últimamente lucía Yibo?—. Te lo prometo. Mi corazón pertenece solo a ti.

Yibo se sintió ligeramente aliviado, pero la sensación de celos no desapareció por completo. Sabía que tenía que aprender a confiar en Xiao Zhan, pero no era fácil, su naturaleza era posesiva y desconfiada.

Xiao Zhan se acercó a Yibo y lo abrazó, plantando un suave beso en la cima de su cabeza.

—Xiao Yibo, te amo. No hay nadie más para mí. Yang Yi es solo un alumno con bajo rendimiento, no hay nada entre nosotros.

Yibo se sintió un poco mejor, pero hizo un puchero mientras frotaba su mejilla contra su pecho

—¿Por qué pasas tanto tiempo con él? Ni siquiera conmigo lo hacías, ¿es por qué es un Omega?

Xiao Zhan suspiró hondo y liberó una cantidad justa de su aroma, tratando de transmitirle seguridad. Si permitía que la desconfianza se adentrara en su hogar, su matrimonio no lo resistiría mucho tiempo.

—Su jerarquía no tiene absolutamente nada que ver, Yibo, no te hagas telarañas en la cabeza por favor. La razón por la que pasó más tiempo con él se debe a que no solamente lo ayudo a mejorar su inglés, si no la mayoría de las materias. Yang Yi no es una mala persona, Yibo, es huérfano y también tiene un trabajo de medio tiempo pero, es por las noches. Te prometo que no hay nada más entre él y yo. Puedes confiar en mí.

Yibo asintió, tratando de creerle. Pero la sensación de celos todavía estaba ahí, acechando en el fondo de su mente, sin embargo, no se lo hizo saber a su esposo y solo se limitó a sonreírle como si nada pasara y servirle la cena entre miradas cargadas de tensión y deseo contenido.

Quizás, en su próximo celo, él finalmente se entregaría en cuerpo y alma a Xiao Zhan, su Alfa y esposo.

Yibo no se quedó tranquilo y decidió seguir a Xiao Zhan y ver qué estaba haciendo con Yang Yi, valiéndole un bledo si faltaba al trabajo. Las clases habían finalizado hace unos minutos y no perdió tiempo para lograr su cometido, solo para no ser descubierto antes de tiempo se tomó un inhibidor de olor. Se escondió detrás de la ventana y observó cómo Xiao Zhan y Yang Yi estudiaban en la biblioteca.

Pero lo que vio no fue lo que esperaba. Xiao Zhan y Yang Yi estaban trabajando duro, pero no había nada romántico entre ellos. Yibo se sintió avergonzado de haber dudado de Xiao Zhan.

—Lo siento —se disculpó Yibo cuando Xiao Zhan llegó a casa, sorprendiendo a éste al verlo allí cuando debería estar en el trabajo—. No debí haber dudado de ti. Te amo y confío en tí.

Dentro suyo, Xiao Zhan estaba molesto por su desconfianza, lo había visto espiándolo en la biblioteca pero se relajó y lo abrazó de vuelta, Yibo estaba llorando.

—Te amo también —profesó, tratando de limpiar sus lágrimas pero fue esquivado—. Y no hay nada que temer. Estamos juntos para siempre.

—Sí, para siempre —secundó Yibo, saliendo de su escondite y besándolo en los labios con fervoroso deseo.

Pero Xiao Zhan no se dejó arrastrar por su propia lujuria, sabía que Yibo aún no estaba listo y se obligó a controlarse, lo tomó de los hombros con fuerza y lo miró a los ojos.

—Vamos a ir a un viaje de fin de semana —le reveló, dejando sin habla momentáneamente a Yibo, quizás era egoísta de su parte; éste tenía un trabajo y no estaba pensándolo bien pero, ambos se merecían un descanso y estrechar lazos luego de permanecer cada uno ensimismado en su propia rutina diaria—. Solo nosotros dos. ¿Te gustaría?

Yibo se emocionó demasiado y chilló de alegría, su aroma tornándose dulzón y su lobo moviendo la cola cuál cachorro en su mente.

—Me encantaría. ¿Dónde vamos?

Xiao Zhan sonrió misteriosamente y le palmó la cabeza, inclinándose para susurrarle al oído.

—Es una sorpresa, pero te prometo que te gustará.

Ya estamos casi al final de la historia, en el siguiente capítulo finalmente se entregarán a la pasión, es el capítulo más largo de esta corta historia.

Yessie

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro