A pesar de que Yibo había insistido en presentarle a Xiao Zhan a sus padres, empezaba a sudar del miedo y los nervios, ¿cómo iban a tomarlo?

—Xiao Zhan, mi designación es Gamma —dijo Yibo mientras iban en el auto de éste—. ¿Qué pasará con mi familia y conocidos? ¿Me aceptarán a mí y a nuestra relación?

Xiao Zhan se preocupó. Sabía que la comunidad de Gamas era conservadora, tanto como los mismos Alfa y podían no aceptar su relación, pero ya no había marcha atrás.

—Tranquilo, Yibo. Todo estará bien —lo reconfortó, acercándose un instante para besar su frente.

Cuando llegaron, la madre de Yibo, una Gamma, idéntica a él, con el mismo cabello negro y los ojos oscuros los recibió con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

—Yibo, ¿qué es esto? —le cuestionó al verlo llegar a casa, de la mano de un Alfa y oliendo a él—. ¿Un Alfa y un Gamma juntos?

Yibo se aferró a la mano de Xiao Zhan, necesitaba sentir que no era un loco y que no estaba solo. Su pensamiento era otro y debían respetarlo.

—Madre, Xiao Zhan es mi novio desde hace poco tiempo. Lo amo y él me ama. Queremos estar juntos.

Wang Mei, la madre de Yibo se quedó en silencio por un momento, luego miró a Xiao Zhan.

—¿Y tú, Xiao Zhan? ¿Por qué quieres estar con mi hijo? —lo miró desafiante.

Xiao Zhan se inclinó respetuosamente.

—Señora Wang, amo a Yibo con todo mi corazón. Quiero cuidarlo y protegerlo. No me importa su designación, solo me importa él .

Ella sonrió dulcemente al oír sus sinceras palabras.

—Entiendo. Entonces, los apoyo. Pero deben ser cuidadosos, no todos aceptarán su relación —les advirtió.

Yibo se sintió aliviado y la abrazó con gratitud.

—Gracias, madre —dijo.

La burbuja de felicidad fue rota por el padre de Yibo; un Delta alto y fornido de ojos claros y cabello ligeramente canoso, salía de su habitación, consternado.

—¿Qué es esto que escucho? —inquirió, haciendo que se separaran y se volvieran a mirarlo con terror—. ¿Un Alfa y un Gamma juntos? ¡Eso es imposible!

—Cariño, es nuestro hijo, debemos apoyarlo —su esposa se acercó a él y liberó sus feromonas en un intento de calmar su furia.

No funcionó.

Wang Kai la hizo a un lado y enfrentó a su hijo, mostrando su decepción por él.

—Yibo, ¿¡cómo pudiste hacer esto!? —le reclamó, haciéndolo temblar, era su padre al final de cuentas y le dolía su rechazo—. Un Gamma no puede estar con un Alfa. ¡Es una vergüenza para la sociedad y la madre Luna! .

Yibo se armó de agallas y se defendió, nunca le había levantado la voz a su padre, pero siempre existía una primera ocasión.

—Padre, amo a Xiao Zhan. No me importa su jerarquía. ¡Quiero estar con él! —gritó sintiendo repelus por el intento de dominarlo con sus feromonas ácidas aún si sabía que no iba a funcionar.

Siendo un Gamma la voz de mando, las órdenes y las feromonas de dominancia de los Alfas y Deltas no le afectaban en lo mínimo, todo lo contrario sucedía con los Betas y Omegas.

Pero Wang Kai no quería escuchar las incoherencias de su hijo.

—No te permitiré que te degrades con un Alfa —argumentó tenaz—. Te prohibo verlo de nuevo.

Xiao Zhan, quién se había mantenido al margen, sintió un golpe directo al orgullo al escuchar las palabras del padre de Yibo, tan llenas de prejuicios. ¿Quién sabría que él estuviese en una situación así cuando antes de relacionarse con Yibo, su opinión era exactamente la misma que la de su suegro?

—¿Cómo puede prohibirle verme? —lo confrontó Xiao Zhan, tratando de mantener la compostura, pero sus feromonas ácidas lo delataban—. Yibo es mayor de edad. Puede tomar sus propias decisiones.

Wang Kai se volvió hacia Xiao Zhan y lo escaneó con repulsión.

—Tú no eres bienvenido aquí —dijo—. Vete y no vuelvas.

Yibo se sintió atrapado entre su amor por Xiao Zhan y su respeto por su padre. ¿Qué debía hacer a continuación? Sabía que no podía cambiar la mente de su padre, pero tampoco podía renunciar a su amor por Xiao Zhan.

Xiao Zhan, viendo la tristeza en los ojos de Yibo, se acercó a él y lo abrazó.

—No te preocupes, Yibo —lo consoló—. Estoy aquí para ti. No te dejaré.

Yibo se sintió reconfortado por el abrazo de Xiao Zhan. Sabía que tenía que tomar una decisión difícil. ¿Debería escuchar a su padre y renunciar a su amor por Xiao Zhan, o debería seguir su corazón y luchar por su relación?

Mientras Yibo pensaba, Xiao Zhan se dio cuenta de que había algo más en juego. La relación entre un Alfa y un Gamma no solo era un asunto personal, sino que también tenía implicaciones para la comunidad.

—Yibo —llamó su atención Xiao Zhan—, creo que debemos hablar con el líder de la comunidad de Gamas. Tal vez puedan ayudarnos a encontrar una solución .

Yibo asintió.

—Sí, es una buena idea. Vamos a hablar con ellos.

Luego de abandonar la casa de los Wang, Yibo y Xiao Zhan se dirigieron a la oficina del líder estatal de la comunidad de Gamas. ¿Qué les diría el líder? ¿Los apoyaría o los rechazaría?

Trás un viaje agotador y silencioso, al fin llegaron. El líder de la comunidad de Gamas los recibió con una mirada seria.

—Yibo, Xiao Zhan, sé por qué están aquí. La relación entre un Alfa y un Gamma es un tema delicado.

Yibo se inclinó respetuosamente.

—Sí, líder. Queremos pedir su apoyo. Nos amamos y queremos estar juntos.

El líder suspiró con resignación, estos casos no eran muy comunes, pero de que sucedía, sucedían.

—Entiendo. Pero debemos considerar las tradiciones y las leyes de nuestra comunidad. Un Gamma no puede estar con un Alfa. Es una aberración —soltó con un tinte de asco en su voz.

Xiao Zhan no podía creer lo que escuchaba, ¿así iba a ser siempre? Se rehusaba.

—¿Una aberración? ¡Eso es discriminación! ¡No podemos elegir a quién amamos! —defendió con una mueca de ira contenida.

El líder levantó la mano al verlo tan desesperado.

—Xiao Zhan, entiendo su punto de vista. Pero debemos encontrar una solución que no viole nuestras tradiciones. ¿Qué tal si...?

De repente, se escuchó un ruido en la puerta. Era Wang Mei, que había seguido a los jóvenes hasta la oficina del líder aún bajo la oposición de su esposo.

—Disculpen, líder —hizo una respetuosa reverencia hacia el anciano Gamma—. Pero creo que tengo una solución. ¿Qué tal si Yibo y Xiao Zhan se casan en secreto? De esa manera, pueden estar juntos sin violar las tradiciones.

El líder se sorprendió por aquella idea completamente descabellada pero, aceptable.

—¿Un matrimonio en secreto? Eso es una idea interesante. ¿Qué dicen ustedes, Yibo y Xiao Zhan?

Ellos se miraron entre sí, emocionados. Sí un papel determinaba su futuro juntos entonces lo harían.

—Sí, líder —aceptó Yibo—. Estamos dispuestos a casarnos en secreto.

El líder asintió en acuerdo.

—Muy bien. Pero debemos ser cuidadosos. Si alguien descubre el matrimonio, podrían castigarlos severamente, a mi incluído.

La madre de Yibo sonrió emocionada.

—No se preocupe, líder. Me encargaré de que todo salga bien —le prometió antes de volverse a inclinar haciendo él y salir del templo juntos a la pareja.

Las puertas se cerraron con un ruido estruendoso que los hizo preocuparse, ¿realmente todo iba a solucionarse?

La boda había sido decidida; en dos semanas, Xiao Zhan haría de Wang Yibo, un Gamma, su pareja legítima y única. Ambos sabían que se estaban precipitando, dejándose llevar por la corriente, pero si no daban ese paso, su relación no sería reconocida ni respetada por los demás.

El matrimonio representaba un vínculo sagrado, y los vínculos se respetaban como la joya más preciada de todas. No obstante, antes de unir sus vidas para siempre, Xiao Zhan tenía que presentarle a sus padres; la ley lo dictaba con desmedido rigor con el afán de crear matrimonios bendecidos por la familia, sin embargo, si esta no veía con buenos ojos al nuevo integrante bastaba una objeción para que la pareja se disolviera, los casos que se oponían y vivían su amor aún en contra de sus padres casi no existían, y el estigma de la marginación los perseguía por siempre.

Pero Xiao Zhan haría las cosas de forma adecuada. Ese mismo día, por la tarde, llevó a Yibo a conocer a sus padres, al encontrarse finalmente allí, respiró profundamente antes de abrir la puerta de la casa en la que creció y vivió por más de veinticinco años, hasta que se independizó.

Yibo lo seguía de cerca, notando la tensión en el cuerpo de su pareja.

—¿Estás seguro de qué es una buena idea? —preguntó Wang Yibo en voz baja.

—Debemos hacerlo —respondió Xiao Zhan—. Mi familia debe aceptarte como mi pareja, sin embargo, debemos ocultarles lo de la boda en dado caso que se opongan.

Al entrar, una Omega elegante de mediana edad los recibió con curiosidad y escepticismo.

—Así que tú eres Wang Yibo, el Gamma que ha cautivado a mi sobrino —dijo con una sonrisa forzada.

Wang Yibo se inclinó ligeramente, mostrando respeto a la tía de su novio.

—El placer es mío —sonrió con cierta timidez—. Es un honor conocerla.

Justo en ese instante, una figura autoritaria se acercó a ellos. Era el padre de Xiao Zhan, el patriarca de la familia; un Alfa severo de mirada penetrante, idéntico a su primogénito. Cruzó los brazos en señal de objeción.

—Zhan, ¿qué es esto que veo? —le pidió una explicación, con una mirada de desaprobación.

Xiao Zhan se puso frente a su padre, con la cabeza alta.

—Padre, Yibo es mi pareja. Y voy a luchar por nuestra relación.

Xiao Li frunció el ceño.

—Un Gamma no puede ser tu pareja, Xiao Zhan. ¡Es una aberración! —expresó con un gesto siniestro.

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Ya nos dimos cuenta que Xiao Li Huan no es el único que se opone a su felicidad, el padre de Yibo se ha unido y, ¿también el señor Xiao? 🥺

☪Yessie.