Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6

Steve no había tenido ninguna mala intención para con su esposo, la mayoría de los problemas entre ellos solían ser por mal entendidos que ninguno de los dos solían decirlos hasta que finalmente por alguna tercera persona salía a relucir.

Luego de la respuesta de Tony hacia Peggy, el rubio se molestó un poco porque, por supuesto que sabía cómo era el genio, sin embargo, sintió que aquel comentario justo con su tono sarcástico había sido un poco grosero para su invitada.

Peggy no había hecho nada para que Tony se comportara de esa manera.

Cuando se sentaron en la mesa, Peggy y él se embarcaron en otra conversación de su época. Quería conocer cada detalle de lo que él se había perdido luego de su supuesta muerte y, a pesar de que en los últimos días la castaña y él habían hablado mucho, casi siempre salía un nuevo tema de conversación de la nada lo cual hacía que hablaran por horas y horas.

La química entre ambos era increíble, siempre lo había sido, tanto como amigos o como ese algo más que jamás pudo suceder. Era una lástima que su historia terminara en la manera que lo hizo pero no se arrepentía de cómo habían sucedido las cosas.

Después llegó Bucky y su conversación se había intensificado un poco más. Hasta que su esposo Tchalla había llegado por él para presentarle a algunas personas dejándolos nuevamente solos.

Escucho una canción, algo lenta, quizás del ritmo de su época y recordó su promesa de aquel baile que jamás pudo cumplir y ahora podría hacerlo.

Volteo hacia el asiento de su marido, quien ya no se encontraba ahí y suspiro un tanto frustrado.

Sabía que Tony estaba actuando un poco raro desde que Howard y Peggy habían llegado pero no le tomo importancia. Ese comportamiento lo asocio con la presencia de su padre, tal vez volverlo a ver después de todo ese tiempo resultaba incómodo para él y no lo culpaba.

—¿Pasa algo?—pregunto Peggy un tanto preocupada por el rostro tenso del rubio.

Inmediatamente el volteo y le sonrió ligeramente. La castaña solo estaba de visita. Alguien pasajero de su pasado que no quería abrumar por los problemas que su marido y él siempre solían tener.

—Todo bien—contesto—. Pero... aun no olvido esa promesa que te hice aquella vez así que... ¿desea bailar conmigo señorita Carter?

La mujer le sonrió mostrando su perfecta dentadura y asintió, feliz. Steve siempre había sido un caballero.

—Sería un honor Capitán—respondió tomando la mano del mayor y siendo escoltada hacia la pista de baile frente a la mirada de todos que la hacían sentir incomoda.

—¿No te molesta esto?—cuestiono la mujer al rubio.

—¿El qué? ¿Las miradas?

—La atención—dijo ella.

—Sabes que todos me miraban por quien era antes de convertirme en el Capitán América y después por ser el Capitán América—rio—. He estado acostumbrado a las miradas de desprecio y de admiración—suspiro—. Después me case con Tony, un hombre que adora ser el centro de atención—sonrió porque a pesar de que a él le gustaba reservarse su vida, había aprendido a vivir la vida abierta y un tanto liberal del castaño pero sobretodo de cómo él había pasado hacer el centro de atención del multimillonario—. Aprendes a lidiar con ello tarde o temprano—se encogió de hombros.

Peggy le sonrió por la tranquilidad que Steve transmitió y ambos se perdieron en el compás de la melodía moviéndose al ritmo de esta.

(◦◦◦)

Tony quiso ignorar al hombre detrás de él pero Johnny Storm no podía pasar desapercibido fácilmente y mucho menos cuando los dos estaban juntos después de tanto tiempo.

El hermano menor de Susan Storm, esposa de uno de sus mejores colegas en el ámbito científico junto a Bruce, que obviamente iba a estar en esa fiesta, al menos lo decía por Richard pero nunca pensó encontrarse con Johnny ahí porque él...  bueno él era tan impredecible. Los últimos cinco años lo único que sabía de él es que había estado recorriendo el país de un lado a otro sin establecerse en algún lugar.

El rubio fue su novio, por un tiempo relativamente corto, al menos unos ¿3 meses? Sí, quizás solo fue algo fugaz pero su relación dio demasiado de que hablar.

Principalmente, cuando salieron él tenía 30 y Johnny 20, diez años de diferencia que para los medios pareció ser un escándalo. Sobre todo para Steve porque, en ese tiempo, eran simplemente compañeros de equipo que se llevaban pésimo.

Rogers siempre alegaba que estaba corrompiendo al adolescente con sus técnicas de playboy pero, lo que no sabía es que con la corta edad de Storm, era quien lo terminaba corrompiendo a él.

Como esa vez en las que ambos habían sido arrestados gracias a que su cita termino en una sesión de sexo público en Central Park. La noticia había roto las redes sociales y Steve había ido por él a la estación de policía esa noche. La mirada desaprobatoria y decepcionada del capitán sobre él jamás podría olvidarla, pero al menos había valido la pena porque el sexo con Storm había sido muy bueno.

Río ante el pensamiento.

—Quizás quise volver un poco a mis viejos hábitos—contesto mientras se encogió de hombros.

—¿Y yo estoy dentro de esos viejos hábitos?—pregunto con aquel tono coqueto que lo caracterizaba— No me importaría ser padrastro por esta noche cariño—le guiño el ojo mientras se mordía el labio.

—Tú nunca cambiaras Johnny—rio negando.

Y ahora también recordaba porque la relación con Storm jamás pudo funcionar.

El rubio solía coquetear con todo mundo, hombres mujeres para al final de la noche terminar follando con algún desconocido y dejarlo al día siguiente. Esa era la naturaleza de Storm y jamás quiso cuestionarlo, a su edad él hacía lo mismo.

Ni siquiera había sabido como él y el menor habían salido por tres largos meses, bueno, quizás sí, el sexo era demasiado bueno. Demasiado. Pero todo lo bueno llega a su fin, Jonathan no quería ataduras y él tampoco podía soportar que su pareja coqueteara con todo mundo frente a sus narices y simplemente dejaron su relación en buenos términos.

—Y por lo que veo tu tampoco Stark—dijo—. Estás más bueno que nunca.

El genio rio mientras pedía otro trago.

—Gracias, me lo dicen mucho de hecho.

—Por supuesto, puedo imaginarlo—el rubio se acercó un poco más a él, aspirar ese aroma varonil le trajeron algunos recuerdos un tanto impuros—. Me alegro que tu esposo no esté cerca—soltó ese comentario con doble intención porque, claro que lo había visto en la pista con aquella mujer castaña.

Además, si se había acercado  a Tony era precisamente por ese motivo, porque Steve no estaba cerca de él. Sus encuentros anteriores, habían sido muy pocos realmente y limitándose solo a un simple saludo.

El capitán siempre se encargaba de mantener al multimillonario fuera de su alcance y bueno, lo entendía, ¿quién no se iba a resistir a él? Incluso antes de obtener sus poderes, él ya era ardiente y todos caía ante sus encantos, no culpaba al soldado al sentirse inseguro por él.

Pero ahora que estaba teniendo la oportunidad de subida de estar cerca del castaño, iba a aprovechar por tener un poco de su tiempo al menos.

Tony desvió su mirada al centro de la pista y pudo observar como Peggy se sonrojaba en los brazos de su marido. Su corazón se estrujo un poco. ¿Acaso Steve tendría el descaro de decirle algo lindo a esa mujer ahí frente a todos? No, su marido no era así, él no era como Johnny.

Luego vio como la castaña reía y veía a Steve de una forma para nada normal.

—No hablemos de mi esposo ahora—el tono de fastidio en su voz fue notable, realmente no quería pensar en Steve porque su enojo iba en aumento y no sabía que podría suceder si seguía así.

—Me parece perfecto bebé—una sonrisa resplandeciente se plasmó en su rostro—. Deberíamos tu y yo divertirnos un poco mientras él lo hace, ¿no lo crees?—estiro su mano para alcanzar la del mayor y acariciarla con delicadeza.

Tony miro la mano de Storm sobre la suya y arqueo una ceja.

Es decir, la propuesta de Johnny era atractiva, sino estuviera casado por supuesto, pero lo estaba y aunque estuviera furioso con su marido jamás podría engañarlo.

—Primero, no soy tu bebé, segundo, estoy casado, ¿no ves mi anillo de bodas?—alzo su mano izquierda para que el rubio pudiera ver la brillante argolla.

—No me molestaría ser tu amante dulzura.

Sí, Storm era todo un caso y Tony no pudo contra él, nunca podía.

(◦◦◦)

Steve había olvidado cuantas canciones había bailado con Peggy esa noche pero si sabía cuan cansado y sediento se sentía.

El necesitaba un trago porque se sentía tan sofocado, esperaba que hubiera un poco de ese licor asgardiano que Thor solía traer para las fiestas y su acompañante le había pedido una botella de agua.

El ex soldado camino hacia la barra y ordeno su pedido.

Mientras esperaba busco en su celular algún mensaje de Tony pero no encontró ninguno. Con su mirada trato de encontrarlo por la fiesta pero tampoco lo miro. Además, el jardín donde esta se llevaba a cabo era muy amplio y su marido conocía a la mayoría de las personas por ahí, seguramente estaría hablando con alguno de sus amigos científicos sobre algún proyecto.

—Gracias—sonrió cuando el mesero puso los tragos sobre la barra.

Apenas camino dos pasos fuera de ella, a su lado izquierdo, en una banca un poco alejados de la última mesa pudo ver perfectamente a Tony junto al mocoso insolente de Johnny Storm.

Ambos reían de algo que desde donde estaba no podía escuchar pero conociendo a Storm no podía ser absolutamente nada bueno.

Sabía el pasado entre ambos, también conocía perfectamente que ese rubio, a pesar de que Tony tenía una familia con él, en más de una ocasión le había enviado flores o mensajes con propuestas indecorosas, incluso una vez lo había hecho frente a él.

Sintió un hormigueo recorrer su cuerpo y podía jurar como la vena de su frente se resaltaba por lo molesto que se encontraba.

—Punk—la mano de Bucky se posó sobre su hombro y vio hacia donde Steve miraba—. Oh—fue lo único que se atrevió a decir.

Sabía la rivalidad entre su mejor amigo y aquel mocoso.

Y también sabía que Steve no podía controlarse cuando Johnny Storm estaba cerca de Tony.

*****
No se que tan bueno o malo salió este capítulo, al final ya ni lo revisé porque tengo mucho sueño pero quería publicarlo, espero que le guste.

Y bueno fínalmente me decidí por Storm porque me encanto esa actitud pícara de él.

A mi en lo personal no me gusta usarlo porque muchas se lo imaginan como Evans y Evans también como el Cap mmm para mí no, pero bueno me deje influenciar por ustedes bbs.

Btw, gracias a todas por ayudarme a elegir a alguien.

Xoxo,
L🥀.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro