Tony estaba terminando de arreglar su blazer mientras se miraba al espejo de mala manera y, no precisamente por su aspecto, porque, obviamente él siempre se miraba increíble con cualquier cosa puesta, aunque desnudo también era hermoso.

Toda la situación en la que se había visto envuelto junto a su familia, gracias a la brillante idea de su hijo Harley de experimentar con su máquina del tiempo, lo tenían demasiado tenso pero sobretodo la actitud de su marido con la mujer a la que solía llamar tía cuando era un adolescente.

No podía odiarla, no quería hacerlo pero era inevitable al menos no sentirse algo herido por ella al corresponder aquellos acercamientos de Steve y todos sus esfuerzos por estar cerca de ella.

Cuando bajo pudo ver a sus hijos perfectamente arreglados esperando en el salón principal.

Era el cumpleaños de Rebeca, la hija menor de Bruce y Natasha y, aunque quisiera faltar, definitivamente no podía. Steve y él eran sus padrinos y, a decir verdad, la quería tanto como si fuera otro de sus hijos.

Vio a Steve salir de su estudio perfectamente arreglado, con un traje informal como el de él pero en un tono mucho más claro. Tan guapo como siempre.

Por primera vez en los casi cuatro días en los que su padre y Peggy habían aparecido, el rubio lo miro con esos mismos ojos llenos de amor y esa enorme sonrisa a la que no podía resistirse por más enojado que estuviera.

—Te ves precioso cariño—dijo cuándo se acercó a él y le dio un pequeño beso en su frente.

Tony se sintió querido de nuevo. Tener de vuelta esa faceta amorosa y tierna de su marido lo reconfortaba de muchas maneras, quizás solo era su paranoia y ansiedad la que lo arrastraban a crearse escenas tontas en su cabeza.

Pero toda esa seguridad se cayó cuando vio a Peggy reunirse junto a ellos con ese vestido en color guindo que resaltaba perfectamente su blanca piel y desde luego su gran busto.

—Yo, uhmm—estaba un poco nerviosa podía notarse a simple vista— no sé si esto es demasiado, en nuestra época ver vestidos así no es muy común.

—Te ves muy bien Pegs—dijo Howard llegando a su lado para darle un abrazo.

—Concuerdo con Howard, te ves muy bien—Steve le dio una sonrisa y ella pudo relajarse un poco más.

Tony volteo a verlo de inmediato con su rostro lleno de indignación.

—¿Y ese vestido?—pregunto el castaño un poco molesto, solo un poco.

—Le pedía a Tobey y a Andrew que la acompañaran al centro comercial—dijo el rubio.

El genio miro a sus hijos con una mirada que gritaba "traidores" pero se cayó las ganas que tenía de decirlo en voz alta y solo sonrió.

—Te ves divina Peggy—el castaño la alabo.

—Muchas gracias Tony, tú también luces muy bien.

—Por supuesto, yo siempre luzco perfecto—contesto con altivez, haciendo notar su superioridad y ego como siempre que se sentía amenazado por alguien—. Ahora, ¿podemos irnos?

Steve le dio una mirada desaprobatoria, incrédulo de que Tony hubiera contestado de esa forma con aquel tono grosero pero más tarde hablaría con él.

(◦◦◦)

La fiesta estaba transcurriendo con tranquilidad, claro, tal vez para los demás pero para Tony no era para nada así.

Principalmente, el haber llegado había sido todo un escándalo por ver a las dos personas nuevas que acompañaban a su familia.

Howard y Peggy se habían llevado la atención.

Y ahora, su padre estaba coqueteando con cuanta mujer se le atravesaba y, no era nada difícil, todas querían un minuto del tiempo del gran Howard Stark.

Y segundo, que nuevamente había pasado a segundo plano para Steve pues este, a pesar de que estaba a su lado, no había parado de platicar con Peggy, incluso, él la había presentado cuando llegaron con tanto entusiasmo que solo faltaba que le quitara el título de esposo a él para llamar esposa a la castaña y presentarla como tal ante todos.

Y, definitivamente eso era uno de los principales miedos de Tony, que todos se dierann cuenta que Steve hacía mucho mejor pareja cob Margaret y finalmente el rubio también se diera cuenta de eso.

O, ¿se habría dado cuenta ya?

Barnes llegó, casi pegando un grito al ver a la acompañante de su mejor amigo y se les unió a la plática dejando a T'challa a un lado.

El filántropo se levantó de su asiento, haciendo el mayor número de ruido posible para que Steve se diera cuenta que se iba pero el rubio ni siquiera volteo a verlo, sí, Tony sabía perfectamente que estaba enojado por la manera en como había contestado pero si esperaba un discurso de disculpa, no iba a suceder.

Se dirigió a la barra y pidió un vodka, necesitaba despejar su mente inmediatamente y olvidar por un momento todo lo que estaba sucediendo.

—No creo que sea la mejor opción viejo—escuchó la voz de su hijo Andrew mientras se posicionaba a un lado de él.

—Cállate traidor—lo acusó su padre de mala manera.

—Sabes que no fue nuestra culpa, papá nos ordenó que encontráramos un vestido para Peggy—trato de defenderse un poco.

—Y por eso consiguieron ese vestido que la hace ver increíble—pero Tony no era fácil de entender—. Mis propios hijos jugando en mi contra—alzo una ceja—. Mocosos insolentes.

—Tobey me dijo como te sientes—el castaño menor quiso desviar el tema—. Pops te ama, papá—volvió a recalcar las mismas palabras que su hijo mayor.

—Si me ama como dices, sabrías que todo esto me esta lastimando—por fin lo había aceptado, aquello que tanto miedo le daba confesar.

—Sabes que es muy despistado, solo...—suspiro, quería realmente ayudarlo, en realidad a ambos pero definitivamente su padre Steve no se dejaba.

Como en ese momento, que en la pista, junto a las demás parejas, Steve y Peggy bailaban cómodamente.

—¿Qué?—pregunto Tony al ver como su hijo se quedaba en un modo estático.

Sintió una que otra mirada sobre él también y cuando vió hacía la pista, quiso matar a Steve en ese momento por dejarlo tan mal frente a los demás.

—Por favor no hagas nada estupido—pidió Andrew, no quería un escándalo.

Tony le dedicó la sonrisa más pura que pudo darle a su hijo en ese momento, porque podría estar derrumbándose pero sus hijos siempre iban a mantenerlo de pie como un roble.

—Descuida cariño, todo estará bien—dijo mientras tomaba su mano y al mismo tiempo, él trataba de convencerse de sus palabras.

Andrew lo dejo solo porque entendía que su padre era lo que quería y se fue donde Gwen.

Tony pidió otro trago y otro y otro hasta que perdió la cuenta y un poco su conciencia.

—¿Emborracharte tan temprano, Stark?—de nuevo una voz en sus espaldas que quiso reconocer.

Tony volteó de reojo y pudo ver aquella perfecta sonrisa que en sus tiempos de playboy le volvía loco.

Todos sabían su pasado y especialmente el fugaz pero intenso romance que había vivido con el hombre que ahora estaba a su lado, observándolo con esos intensos ojos y casi desnudanlo con la mirada.

El castaño se tensó un poco por el escalofrío de los recuerdos que de pronto golpearon su mente.

Que él volviera en una situación como esta donde se sentía tan vulnerable solo significaba una cosa: Problemas.

*****
Volví.

¿Quien quisiera que fuera ese hombre que llegó?

Quería poner a Strange pero siempre se usa como tercero en discordia, pensé en Johnny Storm pero se lo imaginan como Evans entonces no jajaja.

Denme sugerencias pls.

Xoxo
L🥀.