Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

Delfos Yoongi.


Yoongi sabía que no debió hacer eso, lo sabía. Pero eso no evitó la risa que escapó de sus labios.

Sus órdenes habían sido muy claras. No usar magia si no era absolutamente necesario. Pero esto podría clasificarse como absolutamente necesario.

El fortachón había estado acosando y molestando al papá de Jimin, así que había bastado con tan sólo un chasquido de sus dedos para enviar al pequeño perrito a espantar al hombre.

Y vaya que lo había logrado, pensó, riendo.

Hace mucho tiempo que no se había divertido así, y quizás ésta misión era lo que necesitaba para volver a hacerlo.

Observó a escondidas a Taehyung, el papá de Jimin, mientras se alejaba. Aún podía recordar las carcajadas que Taehyung había soltado, el brillo en sus ojos castaños había sido mágico. La tristeza había desparecido por unos minutos, y observarlo reír había sido fascinante.

Sacudió la cabeza, y regresó a su nuevo hogar. Era increíble lo que un toque de magia podía conseguir, miró la casa y sonrió. Con un poco de persuasión y un chasquido de sus dedos, había logrado conseguir alquilar la casa al lado de la de Taehyung.

Quería estar cerca a ellos para poder cumplir mejor con su misión. Pero primero tenía que averiguar que tipo de hombre sería el indicado para Taehyung.

Entró a su nueva casa, y miró alrededor. El mundo de los humanos era algo extraño, pero tenía que acostumbrarse. Sólo tenía que estar aquí hasta navidad, y luego volvería a su rutina.

Suspiró cansado al llegar a la cocina, llevaba un día en este mundo, y a pesar de que tenía que ocultar lo que era, se sentía mejor aquí que en el polo norte. Aún no entendía porqué Santa lo había elegido a él para esto. Ni siquiera sabía que era lo que los hombres buscaban en otros. ¿Cómo iba a saber quién era el adecuado para Taehyung?

Se preparó una taza de chocolate caliente, y admiró la vista a través de la ventana. El clima estaba cambiando y pronto empezaría a nevar. Bebió un tragó y gimió. Amaba el chocolate, siempre lo llenaba de paz cuando estaba agitado.

El rostro de Taehyung se había empeñado en no abandonar su mente, y eso lo desconcertaba. No debía pensar más en ese hombre de lo que su misión mandaba. Pero aun así, la sonrisa titilando en esos ojos castaños era inolvidable.

Ya habían pasado dos días, y Yoongi aún no había avanzado mucho en la misión. Echó una mirada hacia su izquierda, mirando cómo Taehyung conversaba animadamente con un hombre mientras hacía sus compras.

Tenía que averiguar quién era ese tipo antes de permitir que Taehyung lo tomara en serio. Pero observándolo bien, el tipo no parecía confiable.

Tomó una camisa de seda negra, mientras seguía observando furtivamente. Había sido toda una odisea seguir a Taehyung y Jimin a través de la muchedumbre en el Centro Comercial, pero lo había logrado. Miró la camisa, y notó que le gustaba, y quizás mientras los seguía, él también podía hacer compras.

Volvió su mirada hacia Taehyung, y lo vio reír con diversión. Un extraño malestar llenó su pecho. ¿Por qué demonios estaba riendo? El tipo no se veía muy divertido, y aun así, Taehyung estaba riendo. Eso lo fastidiaba, y no entendía por qué.

—¿Te gusta mi papá? —preguntó una voz a su lado.

Yoongi se sobresaltó, dejando caer la camisa al suelo. Miró hacia su costado y se topó con unos ojos castaños llenos de calidez y curiosidad. Jimin.

—¿Qué? —preguntó mientras recogía la camisa.

Jimin se cruzó de brazos, y giró su cabeza a un lado, como si lo estuviera evaluando. Lo vio asentir y sonreírle.

—Pregunté si te gusta mi papá.

—Yo… —murmuró mirando otra vez hacia Taehyung y ese hombre.

—Es Bogum, trabaja con papá y no es su novio.

Yoongi giró su mirada otra vez al niño de ocho años. —¿Por qué me lo dices?

—Porque sé que te gusta mi papá —murmuró convencido—. Lo has estado observando desde que entramos a la tienda.

¡Oh santos renos! Estaba en problemas. No había sido muy hábil siguiendo a Taehyung.

—Bueno, aun así. No creo que debas decirle eso a un extraño.

Jimin asintió. —Lo sé —giró su mirada a su padre, y luego la volvió hacia Yoongi—. Soy Jimin —dijo mientras levantaba su mano.

Yoongi sonrío y tomó la mano de Jimin en saludo. —Soy Yoongi. Me da gusto conocerte.

La sonrisa de Jimin brilló, y Yoongi se sorprendió. Ambos tenían una radiante sonrisa, aunque Taehyung no la mostraba muy a menudo.

—Aún no me has respondido la pregunta.

—¿Qué pregunta?

—¿Te gusta mi papá?

Yoongi sintió a su rostro ruborizarse, y no entendía por qué. Sólo debía responder la pregunta.

—Sí —murmuró en voz baja antes de que se diera cuenta de lo que había dicho.

La sonrisa de Jimin se ensanchó más, y sus ojos brillaran contentos.

—¿Jiminie?

Ambos giraron a ver a Taehyung acercándose a ellos, el tipo con quien hablaba ya no estaba por ningún lado. Yoongi miró esos hermosos ojos castaños, y su corazón se detuvo por unos segundos. No pudo moverse ni respirar. Sólo se quedó quieto allí, contemplando la belleza de Taehyung que no había notado antes.

—Hola papá, éste es mi amigo Yoongi —dijo Jimin, tomando su mano.

Yoongi salió de su estupor y miró al niño. ¿Sería su magia la que hacía que el niño confiara en él? Volvió a mirar a Taehyung, y paseó su mirada de arriba abajo, admirando al papá de Jimin.

Taehyung lucía un brillo saludable en su piel, la palidez que vio hace unos días se estaba atenuando poco a poco. Lucía menos triste, como si estuviera dejando el pasado atrás.

Volvió a mirarlo de pies a cabeza, guardando cada detalle en su memoria. Sentía la boca seca cuando su mirada quedó trabada en esos labios cereza.

¿Qué era esto que estaba sintiendo?¿ Y por qué no se había dado cuenta antes de lo atractivo que era Taehyung?

Se lamió los labios sin estar consciente de ello, y sin darse cuenta de la mirada hambrienta que Taehyung le daba a su boca.

Taehyung sonrió al ver otra vez esos ojos azules color cielo. Era el chico del parque. Había creído que sus recuerdos sobre el chico eran exagerados, pero al verlo allí de pie junto a su hijo, se dio cuenta que sus recuerdos no le hacían justicia al chico frente a él.

Era el hombre más sexy y caliente que haya visto alguna vez. Ojos gatunos azul cielo cubiertos por largas pestañas, piel blanca, labios rojos y sensuales, cabello oscuro, y con un cuerpo en muy buena forma. Se tragó el gemido que quiso escapar de sus labios.

—Hola papá, este es mi amigo Yoongi.

Salió de la ensoñación en que estaba al escuchar la voz de su hijo, y se acercó a ellos.

—Hola —murmuró, deteniéndose junto a su hijo— Soy Jeon Taehyung.

—Hola Taehyung, soy Delfos Yoongi. Es un placer conocerte —susurró en voz ronca mientras tomaba su mano en saludo.

La corriente de electricidad cuando sus pieles entraron en contacto los sobresaltó a los dos, haciendo que se soltaran rápidamente.

Yoongi le dió una sexy sonrisa provocando que su corazón latiera rápidamente y sin control. ¿Qué demonios le sucedía? Jamás nadie le había provocado una reacción así, ni siquiera Jungkook.

La tristeza que siempre sentía cuando pensaba en Jungkook volvió a él con fuerza, borrando la sonrisa que tenía en su rostro. No se sentía bien pensar en otro hombre cuando aún sufría por Jungkook. Sentía que le estaba engañando.

Paseó la mirada por Yoongi y su hijo, y observó sorprendido que Jimin lo sostenía de su mano. Nunca antes su hijo había confiado fácilmente en alguna persona extraña. Pero ahí estaba, sonriéndole junto a Yoongi como si fueran grandes amigos desde hace mucho tiempo.

Fijó su mirada en Yoongi, y a pesar del recuerdo de Jungkook, su traicionero corazón aún no había disminuido su loco latir, y se volvió un latir desenfrenado cuando su vista quedó atrapada en esa húmeda lengua que bañaba los provocativos labios de Yoongi.

Se sintió endurecer, y gimió sin que pudiera contenerlo. Las pupilas dilatadas en esos ojos azul cielo volvieron a atrapar su mirada, y se quedó sin respiración. Algo extraño estaba sucediéndole, y lo asustaba. Parecía que la tensión sexual crujía en el ambiente, poniéndole la piel de gallina y causándole deliciosos escalofríos de placer.

—Papá, ¿puede Yoongi acompañarnos en las compras? —Taehyung volvió a sobresaltarse, había olvidado que su hijo estaba presente.

—Jimin, Yoongi debe estar ocupado. Quizás otro día pueda acompañarnos —logró decir a pesar del nudo de frustración alojado en su garganta.

Jimin frunció el ceño y giró su mirada hacia Yoongi. —¿Estás ocupado? Quisiera que nos acompañaras a mi papá y a mí en las compras. Será divertido, y luego podemos ir por chocolate caliente y malvaviscos —terminó de decir con una sonrisa luminosa.

Taehyung ya sabía la respuesta. Nadie podía resistir esa sonrisa, y su hijo lo sabía.

—Bueno… —murmuró Yoongi mirándolo. Taehuyng suspiró, y asintió. Logrando una sonrisa de Yoongi —, está bien. Déjenme pagar por esta camisa y podemos continuar con las compras.

—¡Sí! —gritó Jimin, saltando hacia Yoongi y consiguiendo un abrazo.

Taehyung tuvo un pequeño arranque de celos. No estaba bien sentir celos de su hijo, pero no pudo evitarlo.

Terminaron siendo arrastrados por Jimin, quien iba entre ellos tomándolos de la mano y llevándolos de tienda en tienda. Taehyung quedó fascinado con la paciencia de Yoongi. A pesar del parloteo de Jimin, Yoongi lo escuchaba y bromeaba con el pequeño como si lo conociera de toda la vida.

Ver a su hijo interactuar con Yoongi, hacía que su corazón se apretara en su pecho por tantas emociones pululando en su interior. El tiempo que pasaron en el Centro Comercial se sintió como una tarde en familia, y a pesar del recuerdo de Jungkook siempre volviendo a él en los momentos menos esperados, Taehyung pasó una tarde increíble junto a su hijo y Yoongi.

Sin darse cuenta, su corazón estaba empezando a sanar.










































•Kat🐾

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro