Estar en el interior del menor, era simplemente magnifico. Entrar y salir, era un acto que realizaba con fuerza y dedicación.

Sintiéndose gustoso de por fin poder hacer eso que tanto le gustaba, mientras analizaba cada expresión que tenía el menor.

Sus gemidos sonoros que iban mezclándose con el sonido chocante de sus pieles.

La sensación de placer que tenía al ser recibido por las paredes internas del pelinegro, quién parecía succionarlo a lo más profundo, aferrándose a su polla. Y el delitoso dolor de su espalda, que estaba siendo arañada por su pareja.

Los movimientos eran constantes, sin ningún punto de descanso, hábiles y superiores.

Yoon-Gu había olvidado lo bien que se sentía tener al mayor dentro suyo, como con su miembro podía chocar y golpear absolutamente todos los lugares correctos, sentía que todo su cuerpo temblaba en respuesta a dicho acto tan lujurioso. Incluso había perdido la noción del tiempo, simplemente entregándose al placer que sentía.

Las caricias que le proporcionaba el pelirrosa, eran supremas. Su tacto despiadado en el fondo, contrastaba con la suavidad de sus besos y la delicadeza de sus manos.

—- ¿Estás bien? —- preguntaba Heesung, siempre dispuesto a buscar la confirmación de su pareja, nunca le obligaría a hacer algo que no quisiera. Su seguridad, era su prioridad.

—- Ah ~Si —- susurro Yoon-Gu, en medio de un jadeo cansado. Era valiente y resistente, no podía detenerse por unas cuantas embestidas —- Sigue ~

Heesung sonrió, siguiendo con su ardua labor, acelerando la velocidad porque sabía que estaba cerca a su clímax, debía darlo todo y llenar al menor de su semilla, oh... Definitivamente haría eso.

Sus manos veloces, tomaron los brazos del menor y lo llevaron encima de su cabeza, para poder ingresar más dentro suyo, hasta el fondo y sin piedad.

Sus labios, se acercaron a la boca del pelinegro, pidiéndole el ingreso para recorrer toda la cavidad bucal de este, usando su lengua curiosa que se movía en el interior de su boca, haciendo competencia con el menor, en un vaivén de competencia, ninguno quería perder la batalla del beso.

—- Estoy cerca —- gruño Heesung a su oído, las sensaciones que tenía al tomarlo se estaban desbordando, realmente no podía soportar mucho más.

Yoon-Gu no respondió, sentía su orgasmo tan pronto, que no le daba tiempo para emitir ninguna palabra. Había cerrado sus ojos en búsqueda de tener más fuertes las sensaciones que el actor le brindaba, mientras más sensible a su tacto era, más placer podía tener.

Y le emocionaba especialmente cuando su interior era llenado por un liquido caliente, espeso y blanco, que abrigaba su cuerpo y lo mantenía jadeante. Liquido que por cierto, había hecho que tuviera dos vidas en su interior, pero en ese momento, poco le importa ese hecho. 

Heesung gruño momentáneamente, expulsando toda su esencia en el menor, sintiendo como todo su semen ingresaba con velocidad y en abundancia, incluso desbordando por el exterior.

Ambos dieron un suspiro placentero que marcaba el fin de sus orgasmos. Heesung se recostó al lado del menor, para evitar presionarlo demasiado podría darle un merecido descanso y luego continuarían, pues aún tenían mucho, muchísimo por hacer.

Estar en abstinencia un mes entero, había sido como una lenta tortura. Y realmente merecía su recompensa.

Yoon-Gu, aún mantenía los ojos cerrados, sintiendo como su entrada seguía palpitando por su reciente intromisión. No podía verse, pero sabía que dicha zona se encontraba rojiza, incluso maltratada.

Pronto, sincronizó su respiración con el mayor, sintiendo una brisa fría recorrer su cuerpo. Si quería continuar, debía ser rápido porque su cuerpo empezaba a pedirle dormir.

Heesung, notando la tranquilidad del menor, decidió que quizás podrían simplemente detenerse. Así que, se recostó de lado, empezando a proporcionar suaves caricias al cuerpo del menor.

Primero, fue recorriendo por su cuello, notando una visible marca que le había hecho. Y lentamente bajando con sus manos al pecho del pelinegro, que extrañamente se veía más duro.

Yoon-Gu, reía ante tal contacto, sintiendo algunas cosquillas en su cuerpo. Sabía que el mayor no lo tocaba en búsqueda de iniciar nuevamente una ronda salvaje de sexo, parecía simplemente querer acariciarlo.

Todo iba bien, Heesung se detuvo en una zona especifica, en el vientre del menor. Y con atención, posicionó su mirada fija, incluyendo sus dos manos.

Esa zona, estaba abultada, era completamente tierno. Y una sensación de alegria llenó al pelirrosa, ya estaban por la mitad del camino y todo había pasado demasiado rápido, creía que pronto podría conocer a sus bebés.

Siguió tocando dicha zona con sus dedos, especialmente la parte que más abultaba estaba. Nunca había pensado en tener una familia, quería pasar sus dias libre como el viento mientras follaba con todas las personas posibles, especialmente si tenían química sexual y eran divertidos.

Pero en ese mismo instante, acariciando el vientre de Yoon-Gu y sabiendo que gracias a él sería padre, se sentía muchísimo más que afortunado. Y agradecido especialmente con su pareja. No pudo evitar esbozar una sonrisa, completamente enamorado.

—- No me toques ahí —- pidió Yoon-Gu —- No me gusta —- dichas palabras confundieron un poco a Heesung, ¿era realmente algo incómodo? Nunca pensó que al menor le molestaría unas suaves caricias como esa, sin querer, se preocupó por si estuviera sintiéndose incomodo por algo.

—- ¿Te duele? —-preguntó el pelirrosa, sintiéndose un poco culpable, quizás había sido muy fuerte cuando debía tomarlo con más calma. No quería maltratar el cuerpo del menor, simplemente se había emocionado.

Ante esas palabras, Yoon-Gu negó, ni siquiera sabía porqué había mencionado algo así, su cuerpo simplemente había reaccionado de esa manera. No quería tener ninguna inseguridad en su mente. Pero, se sentía incómodo al ser tocado en el abdomen, que esté un poco abultado lo hacía sentir extraño.

En ninguna situación de su vida podría creer que su vientre crecería de esa manera tan "poco natural"

Aunque creía que a Heesung poco le importaba algo así, incluso parecía emocionado ante la idea de ver su abdomen crecer. Él no se sentía seguro para mostrar libremente su vientre o ser acariciado de esa manera. 

—- No me duele, solo es extraño —- respondió finalmente, mientras desviaba la mirada —- No lo hagas, me siento incomodo.

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Continuará...

¡Volví! Especialmente emocionada por los últimos capitulos de jinx, papita y Heesung parecen tan complices juntos jajaja.

Me da pena Dan :( Y, me hubiera gustado que Jaekyung demore más en encontrarlo, aunque también siento que es lo mejor.... Aaa