10- El hermano cascarrabias.
— ¿Ya tienes que irte?...
A diferencia de Genya, Kotori no tenía que descansar tanto.
— Si, ya eh descansado lo suficiente.
Ya se había puesto su uniforme, esperaba pacientemente a que la ancianita le diera su yukata improvisada.
— Ahora como eres un cazador de demonios como yo podremos estar en contacto.
El chico se sonrojo un poco, seguía siendo un poco extraño para el interactuar de una forma tan pacífica con una chica, usualmente lo evitaban y como no, tenía cara de gruñó todo el día los siete días de la semana.
— Si, estaré al pendiente...
Le hubiera gustado partir con ella, pero no, había salido herido y debía esperar a que sus heridas terminarán de sanar.
Kotori se animó cuando la ancianita volvió con su yukata, lo único que evitaba que la piel de su busto estuviera expuesta eran las vendas que utilizaba para apretarlo.
Genya estuvo todo el rato mirando una roca, fingiendo no haber visto nada...
— Un momento, está no es mi yukata...
Observó la prenda, ya la había visto antes, era una prenda occidental, un suéter grisáceo casi negro.
— Su yukata estaba bastante maltratada... Pensé que le podría gustar esta opción... ¿lo importante para usted es cubrirse no?
Kotori asintió, la tela era suave a su tacto.
— Muchas gracias señora... En seguida vuelvo Genya.
Se levantó y fue a la habitación que le habían asignado donde termino de cambiarse, se puso el suéter bajo el uniforme, la parte superior del uniforme la dejo medio abierta y luego se puso su arnés.
Genya se quedó admirando a Kotori cuando ella volvió al jardín, el busto se le marcaba por las correas, y se notaba la piel de sus piernas por las aberturas en sus pantalones, desvío la mirada avergonzado por estar viendo demás...
— Supongo que ya es hora...
Se levantó de su asiento y siguió a Kotori hasta la salida, ella termino de recoger sus cosas.
Sostuvo su lanza por debajo de su brazo y miro a Genya con una sonrisa radiante.
— Te enviaré una carta lo más pronto posible.
El chico se paralizó cuando la joven Ángel lo atrapó en un abrazo, se sentía tan cálida y olía maravilloso, tenía una leve fragancia a galletas recién horneadas, no sabía cómo eso era posible pero era lo que percibía.
— S-si...
Tartamudeo nervioso cuando ella lo soltó.
La ancianita hizo chispas para la buena suerte detrás de Kotori, luego ella corrió para tomar impulso y alzar vuelo.
— ¡Shu guiame a mi siguiente misión!
Ella acomodó su máscara sobre su rostro.
El cuervo grazno obedeciendo, le gustaba su cazadora, ella era rápida y eficaz y no se quejaba del arduo trabajo aunque eso ya era una desventaja, tenía que insistirle para que no fuera tan descuidada con ella misma.
Mientras volaba empezó a hacerse de noche, por lo que pudo volar más cerca del suelo.
Su aleteo era muy silencioso, como el de una lechuza. Urokodaki le había explicado que las alas de algunos angeles se asemejaban a las de ciertas aves, las alas de Sora se parecían a las de un cuervo solo que sin el color negro.
— ¡Estamos cerca!.
Estaban en una ubicación montañosa, Shu se quedó volando en círculos alrededor cuando llegaron. Kotori descendió, había un templo, y parecía abandonado. Ella oculto sus alas para no ser tan evidente.
— Bueno... Supongo que es un buen lugar para hacer una guarida... Perfecto para un demonio.
Bufó, no le gustaba pelear en lugares tan estrechos pero no podía hacer nada al respecto.
Se adentro en la edificación. Las paredes estaban mohosas y desconchadas, habían raíces creciendo en el suelo y mucha tierra por todas partes. Incluso parecía que algunos animales habían hecho sus nidos ahí.
— Que horror...
Estaba todo muy oscuro, tenía suerte de poder ver mejor en la oscuridad.
Llegó a lo que parecía ser la habitación donde antes se rezaba, el altar estaba totalmente destruido y había sangre vieja salpicando todo.
— Mmm.
Sus plumas de erizaron al sentir una presencia pesada y demoníaca, un poco más grande que los últimos demonios a los que había enfrentado.
Se oculto detrás de la estatua destruida, se asomo levemente y ahí en la entrada estaba el demonio que recién había regresado... Y al parecer de una cacería reciente.
El demonio aún con forma humanoide se chupaba las garras de los dedos donde habían residuos de carne y sangre humana. Tenía la piel aceitunada, la esclerotica de los ojos era totalmente roja con los iris amarillos. El cabello estaba atado en una coleta alta. No parecía tener extremidades de más y tenía una vestimenta tradicional japonesa, su kimono masculino color blanco estaba manchado con sangre fresca.
A pesar de su apariencia "común" podía sentir su aura pesada indicando que había comido una gran cantidad de humanos.
Este se dejó de lamer cuando percibió un aroma delicioso.
— ¿Huelo un marechi?...
Susurro el demonio para si mismo, había un aroma embriagador en el aire, tal vez algún humano torpe había terminado perdido en su guarida.
— Dónde estás...
Canturreo para si mismo, la escencia apuntaba hacia el altar. Camino hacia éste lentamente, acechando de forma juguetona.
Kotori se dió cuenta del juego y rápidamente se movió hacia otro lugar.
— ¡Te encontré!...
El demonio se mostró desconcertado cuando no encontró a nadie en el supuesto escondite.
Kotori miro la espalda del demonio, se había trepado la pared.
Tomo fuertemente su lanza entre sus manos y salto hacía este...
— ¡Ah!.
Grito sorprendida cuando largos y gruesos mechones de cabello atraparon su cuerpo.
Esa pelea iba a durar un buen rato...
Sanemi siguió a su cuervo a una velocidad impresionante, había un demonio causando problemas y habían dado con la ubicación de su guarida, nada que no pudiera manejar el pilar del viento.
Lo que no sabía es que otro cuervo había escuchado por accidente la misión y este se había terminado confundiendo.
Al llegar al tembló abandonado de extraño al escuchar una conmoción dentro de este.
Desenvaino su katana y al momento de hacerlo la puerta voló en pedazos, esquivo las astillas y pedazos de madera, al hacerlo un cuerpo robusto fue lanzado hacia afuera...
— ¡maldita paloma!...¡Cuando termine contigo me voy a comer esas malditas alas lentamente mientras aún respiras!...
El demonio había sido arrojado por una fuerte patada, Kotori estaba algo fuiriosa, el demonio había logrado lastimar su cuerpo con los mechones de cabello, tenía algunas cortadas en su cuerpo.
— ¡No lo creo!...
Ella gruñó mostrando sus colmillos, las uñas en sus manos habían crecido como garras gruesas y afiladas.
Había alcanzado a cortar dos brazos al demonio con su segunda postura, y le había costado un poco ya que su carne era más dura.
— ¡Respiración Celestial!... ¡Cuarta postura!...
Corrió hacía el demonio cortando los mechones de cabello que iban disparados hacia ella, balanceando su lanza a una alta velocidad...
— ¡Noche caótica!...
Cuando estuvo lo suficientemente cerca su cuerpo roto sobre su eje, y con el impulso encajo el filo de su lanza en el cuello del demonio.
Pudo escuchar la carné y el hueso crujir al momento de cortarle el cuello, la sangre salpicó en varias direcciones
La cabeza rodo fuera del cuerpo.
Kotori finalmente jadeo aliviada después de enfrentar a ese demonio.
Lo escucho balbucear y lloriquear incoherencias.
— Fuiste un contrincante fuerte... Lo admito...
Observó como se desintegraba, por lo que no noto cuándo cierto cazador se acercó a ella listo para decapitarla.
— ¡Cuidado!...
La voz alarmada de Shu interrumpió su descanso, el ave se estrelló contra su cara haciéndola caer de la impresión.
— ¡Está prohibido lastimar a los demás miembros de la organización sin ninguna razón valida!...¡ Pilar del viento eso estuvo muy fuera de lugar! ¡Craw!...
Kotori se sentó en el suelo terroso con Shu posado en su cabeza aleteando y gritando muy molesto.
— ¡¿Miembro?!... ¡Esa cosa también es un demonio!.
Le importaba un carajo si ella también había asesinado a un demonio.
Kotori se confundió por un momento...
— ah...las alas...por supuesto...
Susurro, recogió sus alas contra su espalda y se levantó sacudiendo la suciedad de su uniforme.
— ¡La señorita Kotori es un miembro de la cofradía!...¡Ella no es un vil demonio, cuide sus palabras o lo voy a reportar!
Escucho al su cuervo y el pilar discutir.
Kotori observó al muchacho, tenía muchas cicatrices y el cabello blanco como ella, y no tenía cejas...
— Tranquilo Shu... Supongo que no todos los miembros están informados sobre mi condición.
Acarició suavemente las plumas de su cuervo para intentar calmarlo.
— ¿Entonces si no eres un demonio que carajos eres?...
Él le apuntó al pecho con la katana de color verde.
Kotori se movió un poco nerviosa.
— Un ángel...
Murmuró alejándose de la katana.
Lo escucho burlarse.
— ¿Que te parece gracioso?... ¡Si no le crees pregúntale al mismísimo patrón para que veas que si es cierto!... Vamonos señorita Kotori, no pierda el tiempo con ese irrespetuoso...
Shu tiro de un mechón de su cabello para intentar llevarsela a otro sitio.
Kotori llevo sus manos a su máscara y suavemente la movió hacia la parte de atrás de su cabeza dejando su rostro expuesto.
A Sanemi se le fue por un momento la sangre del cuerpo... Esos ojos amables y el rostro... Le recordaba a Kanae... Cerro los ojos por un momento y gruñó guardando su katana.
— Supongo que el uniforme y el arma es prueba suficiente de que eres una cazadora... A parte del cuervo molesto.
Kotori sonrío y adoptó una postura más relajada ahora que no era amenazada.
— Perdón por eso, Shu es muy protector...
Lo escucho chasquear la lengua.
— ¿Podría saber su nombre al menos señor?... Usted ya a escuchado el mío y sabe sobre mi condición...
Intento ser lo más amable posible.
Sanemi entrecerró los ojos y la observó. Ella tenía un aura demasiado amable, empezaba a sentirse raro, como si estuviera cómodo con ella... Le daba náuseas...
— Sanemi Shinazugawa...
Respondió y se dió la vuelta para irse.
— Oh... Eres el hermano de Genya...
Vió como él giraba la cabeza de golpe en su dirección.
— ¿Que dijiste?...
Kotori miro su expresión furiosa.
— Creo que mejor no debí decir eso...
Susurro para si misma y su cuervo.
┉┅━━━━━━┅┉
∷°•∷°•∷°•∷°•∷°•°•°.
.│ ││ │ │ │ │
.│ ││ │ │ │ ❃.°
.│ ││ │ │ │
.│ ││ │ │ ❁•.
.│ ││ │ ✿°•
.│ ││ ❀•°.
.│ │°•
.│ ●•°
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
Sanemi es todo un Tsundere, a diferencia de los demás él no cae tan fácil ante nuestra pequeña angel.
Shu se confundió con las misiones y termino tomando la que le tocaba a Sanemi.
No todos en la organización saben sobre la condición de Kotori, esto para mantenerla segura, nunca se sabe cuando alguien puede llegar a cometer traición (cofcofkaigakucofcof).
A esto me refería con que las piezas de la lanza podían rotar para cambiar al dirección a la que apunta el filo de las hojas. (Perdón por el dibujo pedorro, cuando tenga tiempo haré el dibujo de la lanza un poco más decente)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro