— Terminamos... Les eh enseñado todo lo que se...

Tanjiro y Kotori se vieron desconcertados, llevaban ya un año en la montaña entrenando y ahora Urokodaki les decía eso.

— El resto depende de ti Tanjiro, tienes que demostrar que eres capaz de avanzar al siguiente nivel... Sígueme.

Kotori siguió a los dos varones por curiosidad... La nieve caía pacíficamente a su alrededor.

Urokodaki los llevo a un pequeño claro dónde había una gran roca circular con una cuerda increíblemente gruesa a su alrededor.

— Si logras cortar esta roca en dos te autorizare para que entres a la selección final.

Kotori observó sorprendida. A diferencia de Tanjiro no estuvo entrenando todo ese tiempo para convertirse en cazadora, sino para aprender a defenderse de los demonios.

Aún recordaba cuando Kyojuro fue a la selección final, se había ido por una semana completa y regreso victorioso, padre había estado furioso cuando su hermano se fue.

— Espere...¡Señor Urokodaki!.

Se sobresalto por el llamado de Tanjiro, su maestro se alejaba del lugar.

Kotori fue detrás de él, ambos regresando a la casa.

— Maestro...

Llamo, estaba segura que la miraba de reojo.

— ¿Podría ir yo también a la selección final?.

Urokodaki se detuvo abruptamente.

— Se que debería esconderme de los demonios...¡Pero Tanjiro y Nezuko son mis amigos!... Son los primeros amigos que eh tenido en toda mi vida y no quisiera dejarlos.

Desde pequeña fue muy sobreprotegida, no salía de casa, solo convivía con sus hermanos.

— Quiero ayudarlos...

Miro a su maestro de forma suplicante, lo escucho suspirar.

— Entonces también deberás cortar tu roca.

Kotori aleteo triunfante.

Al siguiente día Urokodaki ya había preparado una roca para Kotori.

Al principio pensó en intentar cortarla de forma simple, pero al no lograrlo decidió repasar su entrenamiento, Tanjiro tuvo la misma idea

Ella tuvo la maravillosa idea de empezar a cortar rocas más pequeñas dándose cuenta de que si era posible cortar la gran roca.

Fortaleció lo más que pudo su cuerpo y técnica de respiración hasta que finalmente llegó el día.

— Respiración Celestial...

Kotori tenso su estómago y dividió la lanza en dos sujetando cada mango con con fuerza, sus manos estaban con vendas cubriendo sus heridas a carne viva.

— Segunda postura...

Ella miro la roca con decisión y respiro con fuerza llenando sus pulmones con mucho oxígeno.

— Eclipse total...

Con un fuerte aleteo se impulso hacía adelante, blandiendo las dos cuchillas y en una milésima de segundo realizó un corte en X.

Observó la roca y cuando pensó que no había hecho nada la roca emitió un sonido y se desmoronó en cuatro pedazos.

— Bueno... El maestro dijo que había que cortarla a la mitad... Pero lo importante era cortarla, ¿no?.

Movió uno de los pedazos con su pie, parecía que había cortado una naranja por la forma.

— Veo que tú no necesitas ayuda.

Kotori se sobresalto al escuchar la voz familiar... Le dió un tic en el ojo y se volteo.

— Tu...

Gruñó al ver al joven de cabello melocotón.

— No pude presentarme antes... Mi nombre es Sabito.

Kotori empezó a acercarse lentamente... Cómo si estuviera acechando a una presa...

— El otro chico si a necesitado ayuda, pero veo que tú pudiste manejarlo está vez...¿Un momento... Que haces?.

Kotori había vuelto a unir su lanza y la sujetaba como una jabalina.

— ¡Me las vas a pagar!.

Sabito esquivo el ataque para empezar a ser perseguido por la joven con ganas de vengarse.

Cuando obtuvo su revancha lo dejo en paz... Quería descansar un rato.

— Para ser pequeña tienes mucha ira...

Ella bufó, a pesar de intentar atacarlo él continuo acosandola.

— Que te importa.

Estaba concentrada curando la piel de sus manos, había notado que sanaba más de lo normal, pero igual volvían a herirse por uno usar protección.

— Quisiera disculparme... Empezamos con el pie equivocado... No fue mi intención lastimarte pero era necesario.

Lo miro de reojo, él se había quitado la máscara, su rostro se veía sincero.

— Está bien... Te perdono... Pero si vuelves a empujarme juro que para la próxima si te mato.

Lo escucho reírse.

— Como tú digas.

Kotori le recordaba a un gato, la había visto a lo lejos con Tanjiro, ella se comportaba de forma muy cariñosa con él, le curaba las heridas y remendaba su ropa cuando rompía la tela por accidente.

Mientras que a Sabito le había agarrado molestia rápidamente.

Tenía que admitir que le daba algo de envidia... Tanjiro tenía mucha suerte de estar vivo junto a la pequeña ángel...

Cuando Tanjiro corto su roca supo que el día finalmente había llegado.

Urokodaki no tenía la intención de enviarlos a ambos a la selección final, no quería que otro niño muriera, pero los jóvenes habían superado sus expectativas.

En la noche hizo un gran estofado como celebración, Kotori aprovecho la oportunidad para comer mucho.

Luego de comer se dedicó a cortar el cabello de Tanjiro, al parecer confiaba más en ella para hacer la tarea.

Mientras estaba concentrada cortando los mechones, Urokodaki y Tanjiro conversaban respecto a los demonios.

Entre más humanos coma un demonio más fuertes se vuelven, o eso le había dicho Kyojuro una vez.

Se detuvo cuando algo llamo su atención, su maestro había sacado de su armario un par de máscaras de zorro.

— ¿Esto que es?

Pregunto Tanjiro.

— Son máscaras protectoras, las encante para que nadie les haga daño y los resguarde de todo mal.

Kotori tomo la suya, el zorro tenía ojos azules como los suyos, estos estaban delineados alrededor con pintura negra, tenía nubes doradas pintadas y  pequeños colmillos.

— Es hermosa... ¡Muchas gracias maestro!.

Estaba muy agradecida por el gesto tan amable.

Luego se fueron a dormir lo que restaba de noche, sería su última noche pacífica libre de preocupaciones.

A la mañana siguiente Kotori se puso su mejor chihaya, una que no estaba tan maltratada por el entrenamiento, y se hizo una coleta.

— Niña... Ven acá...

Fue llamada por Urokodaki, cuando salió de la habitación donde se estaba vistiendo se topo a su maestro sujetando un Haori rojo con nubes doradas.

— ¿Maestro?.

El hizo un ademán.

— date la vuelta...

Kotori obedeció, Urokodaki le ayudo a ponerse la prenda.

— lo mandé a fabricar, así podrás conservar el de tu madre en buen estado, está fabricado con los mismos materiales para mantenerte caliente en el cielo, y tiene aberturas grandes para que puedas sacar tus alas.

Sintió sus alas escondidas bajo el haori.

— Es muy considerado...

Acaricio la tela con sus manos.

— ¿Usted conocía mucho a mi madre no es así?.

Vió como asintió lentamente.

— Ella me tendió la mano muchas veces, nunca había conocido a alguien tan amable... Supongo que eso era parte de su naturaleza.

Sujeto a la joven por los hombros.

— Vuelve con vida Kotori.

Sora lo arrastraría al infierno si algo le pasaba a la pequeña ángel

Ambos jóvenes salieron de la casa cuando estuvieron listos.

— No se preocupen por Nezuko, voy a cuidar de ella.

Kotori ajusto la lanza bajo su brazo, de eso estaba segura.

Ella y Tanjiro empezaron a correr hacia la selección final, hasta que el se detuvo por un segundo.

— Saludeme a Sabito y a Makomo.

Y ambos reanudaron su carrera.

— Tanjiro... Imposible... Cómo sabes el nombre de los muertos.

Murmuró Urokodaki para si mismo.

Kotori miro a Tanjiro.

— ¿Sabito también te fastidio?

Escucho al chico reír nerviosamente.

— Bueno... Era algo despiadado pero gracias a su entrenamiento podré ir a la selección final... ¿Espera el también te entreno?

Kotori rodó los ojos.

— algo así...

Después de un largo rato de carrera habían llegado a una montaña llena de árboles con flores de glicinias.

— pensé que ya estábamos fuera de temporada.

Murmuró observando maravillada, entonces tuvo una idea, empezó a tomar algunos puñados de flores y las metió en su espalda bajo su haori

— ¿Kotori que haces?

Tanjiro la observó sin comprender.

— A los demonios no les gustan las glicinias, si mis alas tienen su escencia encima talvez no sean tan provocativas para los demonios.

Era una idea bastante astuta.

Luego siguieron caminando hasta que encontraron el lugar donde aguardaban todos los aspirantes.

Mientras analizaba el lugar llegaron un par de niñas sujetando unas lámparas.

— Gracias por venir a la selección final de esta noche... Se los agradecemos

Hablaron al unisono, se veía bastante tétrico, en especial por el gran parecido que compartían.

— Aquí en el monte fujikasane hay varios demonios vivos que fueron capturados por cazadores de demonios... Los mantuvieron con vida para este evento

Hablo la niña de cabello blanco.

— media montaña está cubierta con flores de glicinia, florecen todo el año y los demonios las odian, eso evita que escapen.

Hablo la niña de cabello negro, o bueno, para Kotori parecía una niña.

— pero las glicinias terminan aquí, así que los demonios abundan por esta zona... Y están muy hambrientos.

—  Para superar la selección final deben sobrevivir siete días sin la protección de las glicinias.

Ambas se inclinaron.

— Ahora... que comience la selección.

Dijeron al unísono una vez más.

Tanjiro y Kotori se vieron con decisión para empezar a caminar al interior de la montaña.

Cuando ambos entraron a la montaña fueron recibidos rápidamente por los demonios, lo que provocó que Kotori y Tanjiro se separaran.

Mientras intentaba buscarlo la joven enfrentaba a los demonios que se cruzaban con destreza y elegancia, había liberado sus alas para más comodidad, los pétalos de glicinias quedaron atrapados entre sus plumas.

— ¡Huelo carne fresca!...

Un demonio frenético corrió hacia ella y fácilmente lo esquivo alzando vuelo.

— ¡Un momento!...

Confundido alzó la mirada y observó a la joven cayendo en picada hacia él.

— Respiración celestial...primera postura...

Balanceo su lanza y con un golpe fuerte encajo una de las cuchillas en el cuello del demonio cortando su cabeza de forma limpia.

— ¡Amanecer!...

El demonio empezó a desintegrarse, la cabeza de este la observaba impresionado...

Kotori solo suspiró y continuó su camino.

Empezó a volar, planeando de forma silenciosa y tomando por sorpresa a varios demonios, como una lechuza cazando ratones por la noche.

Parecía que en realidad los demonios estaban encerrados con ella.

Cambio de dirección cuando escucho un alboroto cercano, ya había sacado de apuros a varios aspirantes.

Voló un poco más alto y divisó a un chico batallando con varios demonios, tomo su lanza y  la sostuvo como una jabalina...

— Respiración celestial...

Respiró profundo realizando la respiración de concentración total.

— ¡Tercera postura... Granizo!

La lanza atacó como un rayo, fuerte y preciso, está impacto contra el cuello de uno de los demonios atravesando lo totalmente, la cabeza rodo por el piso al caer.

— ¡Maldición!.

No había visto venir el ataque.

El chico que era atacado aprovecho la confusión del momento para cortar el cuello de otro demonio con bastante dificultad.

Luego se acercó a la lanza clavada en el suelo, antes de que pudiera siquiera tocarla Kotori aterrizó para tomarla.

El chico retrocedió sorprendió, lo había asustado por un momento.

Kotori lo observó, el chico tenía la cabeza rapada a los lados dejando una cresta rebelde encima.

— ¿Estas bien?... Tienes sangre.

Genya no creía lo que veía... ¿Acaso era un demonio?... No, imposible.

— S-si...

El rostro de la chica era hermoso a pesar de la delgada cicatriz que cruzaba por su cara, justo como la suya.

— T-tu...tu...

Señaló las alas, Kotori se rió un poco y se sonrojo.

— Tranquilo, no soy un demonio, si fuera así no te hubiera ayudado...

Ella observó a su alrededor cuando sintió a más demonios acercándose.

— Vamos, te daré un aventon , el amanecer está cerca...

— ...¿Espera que?.

El chico grito cuando Kotori se puso a sus espaldas, ella paso la lanza por debajo de su pecho para sujetarlo contra ella y alzar vuelo.

El corazón de Genya iba a mil por hora al estar tan lejos del suelo y a merced de alguien.

Kotori se detuvo en un árbol alto con ramas gruesas.

Genya se sentó en la rama pegándose al tronco del árbol.

— ¿C-como es posible?.

Pregunto calmando un respiración.

— Soy un ángel... Un demonio atacó mi casa y luego sucedió mi metamorfosis.

Kotori se rió un poco por su vaga explicación, pero esa era la única que había.

— Ah...

No sabía que decir, miro a la chica y luego las alas, se veían simplemente magníficas y muy suaves... No sabía que podía existir un ser tan hermoso...

— ¿Puedo... puedo tocarlas?

Kotori extendió su ala suavemente hacia el chico.

— Por supuesto...

Genya tocó suavemente las plumas, si eran muy suaves... Por un momento sonrío, aunque se asustó cuando una pluma se desprendió.

— ¡Perdón!.

Dijo nervioso, la joven negó.

— no te preocupes, se caen todo el tiempo... Oye... Aún no se tú nombre... Yo soy Kotori.

El chico miro la pluma en su mano.

— Soy Genya... Genya Shinazugawa...

Kotori sonrío... ¡Ahora tenía otro amigo más!.

┉┅━━━━━━┅┉

∷°•∷°•∷°•∷°•∷°•°•°.

.│ ││ │ │ │ │

.│ ││ │ │ │ ❃.°

.│ ││ │ │ │

.│ ││ │ │ ❁•.

.│ ││ │ ✿°•

.│ ││ ❀•°.

.│ │°•

.│ ●•°

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

¡Kotori ya pasó a la selección final!

Pobrecito Sabito :(

Al igual que Kotori, su madre Sora encantaba a todos los que conocía, por lo cual los pilares de esa época sentían algo por ella y entre ese grupo estaba Urokodaki, él también había mandado a hacer el haori de Sora como muestra de afecto para que ella no pasará frío en el cielo.

La lanza de para la respiración celestial se puede separar y cambiar el sentido de las cuchillas, eso se refiere a que el filo de una cuchilla puede estar mirando hacia arriba y la otra hacia abajo o ambos filos pueden mirar en la misma dirección.