03- Cazador de demonios.
Con la llegada del invierno su trabajo fue reducido un poco, pasaba más tiempo en la casa de los kamado, ayudando a Kie con las tareas de la casa, alivianando un poco las responsabilidades de Nezuko, la joven debía ayudar a cuidar a sus hermanos más pequeños.
Escucho un poco el alboroto afuera de la casa, los pequeños querían acompañar a tanjiro al pueblo, pero había mucha nieve y no podían llevar la carreta por si se llegaban a cansar durante el camino.
Kotori salió un momento para despedir a tanjiro.
— Opino lo mismo que tú madre... Las nevadas son más fuertes cada día y te podrías lastimar.
Suspiro.
— Pero no puedo quitarte el empeño de cuidar a tu familia a toda costa.
Tanjiro se ruborizó un poco.
— Se hacerca año nuevo, quiero que haya mucha comida para todos.
Kotori asintió... Llevo sus manos a su propio cuello y se quitó su amuleto de glicinia.
— Toma... para que te proteja durante el camino.
Ya no había tanto sol como antes, los demonios podrían merodear durante el día.
— Pensé que era muy importante para ti.
Por supuesto que era muy importante para ella, se lo había regalado su querido hermano mayor... Pero no podía evitar cuidar de Tanjiro.
— Lo es, pero quiero que regreses sano y salvo.
Kie los miro enternecida, Kotori tenía un gran corazón, ambos jóvenes habían formado una buena amistad.
La joven coloco la cuerda del amuleto alrededor del cuello de Tanjiro.
— ¡Te lo agradezco mucho Kotori!.
La familia despidió a Tanjiro y regresaron a sus labores.
La joven de cabello blanco estaba reparando el haori de nubes, este tenía grandes aberturas a los lados de la espalda y pensó que la costura se había dañado por estar guardado durante mucho tiempo.
Cuando termino se lo puso, era bastante cálido, hecho para las altas temperaturas.
— Kotori, que bonita te ves... Quisiera tener un haori así.
Nezuko estaba maravillada con el bordado tan elaborado.
— Tal vez podríamos hacerte uno.
Respondió al joven animada, sabía que Nezuko había estado remendando su ropa por bastante tiempo, solo para que la familia no gastará el dinero o los ahorros.
Cuando cayó la noche se preocupo... Tanjiro no aparecía aún, ya todos habían cenado y estaban acomodando se para dormir... Kotori solo esperaba que su amigo estuviera seguro, tal vez alguna persona amable le había ofrecido refugio, o eso quería pensar.
Solo pudo acostarse en su futón angustiada.
Cuando pasaron las horas no pudo dormir ni siquiera un segundo, y su angustia aumentó cuando sintió algo maligno cerca... Un aura pesada que causo un nudo en su estómago.
Y cuando escucho el primer grito supo que algo andaba muy mal...
En tiempo récord saco la lanza de debajo de una tabla floja del suelo... Estaba segura de que no había entrado un ladrón a la casa o algún animal buscando protegerse del frío...Era algo mucho más peligroso que eso.
Cuando salió de su habitación y fue a la fuente de los gritos se quedó sin aliento.
La habitación tenía las paredes llenas de sangre... Los niños de la familia estaban en el suelo sobre un charco carmesí... Y el responsable estaba parado en medio de la habitación, sujetando a Kie por el cuello mientras está agonizaba.
— patético...
La voz del demonio daba escalofríos... Pero Kotori no podía dejar que lastimaran a la familia kamado.
— ¡Déjala en paz maldito!.
Sujetando bien la lanza intento atacarlo, pero el hombre sujetó la hoja como su fuera papel.
Ahí pudo mirarlo mejor, piel palida , cabello negro y corto, y ojos ciruela con la pupila de un gato... Los ojos de un depredador.
— ¿Un cazador?.
Miro a Kotori de arriba a abajo, y luego bufo en burla.
— No... Solo otro sucio humano.
Y con eso, él alzo su mano dándole un golpe directo en el rostro, lastimando a Kotori y dejandola inconsciente.
La joven no pudo detener la masacre esa noche. Nadie podía detener al rey de los demonios y menos una civil.
Muzan la dejo viva, viva para convertirse en un demonio al igual que Nezuko... Pero no contaba con el linaje al que pertenecía Kotori.
Duarte esa noche se despertó, viva pero desorientada, con la piel hirviendo, el rostro lastimado y sus ojos ardían por la fiebre... Su cuerpo luchaba contra la transformación demoníaca.
Aún con la mente confusa se levantó, sus extremidades dolían, en especial la espalda, seguramente se había lastimado con la caída provocada por el golpe.
Y aún en la oscuridad de la noche camino fuera de la casa.
— A-ayuda...d-debo b-buscar...
Balbuceo... La lanza se había separado por la mitad, y fue perfecta para apoyarse en ella, usando las dos piezas como bastones para caminar por la nieve.
Su cuerpo se estremeció contra el frío, los copos de nieve se derretían al tener contacto con su piel ardiendo.
Ella ni siquiera sabía a dónde iba.
Sus ojos llorosos no podían ver el camino, y menos en la oscuridad de la noche... Soltó un grito cuando ya no sintió el suelo bajo sus pies helados y húmedos.
Rodó montaña a bajo, gimió adolorida, tanteo a su alrededor intentando encontrar las cuchillas... Pero el clima mermaba sus fuerzas, y termino desfalleciendo denuevo.
Cuando llegó el día Tanjiro se encontró con la tragedia en su hogar, toda su familia estaba muerta, no había rastro de Kotori por el lugar y no tuvo tiempo para procesarlo, Nezuko aún estaba viva y debía actuar rápido para salvarla.
Pero el joven lo menos que espero fue que su hermana había sido convertida en un demonio. Ambos fueron interceptados por un cazador cuando Nezuko intento atacarlo.
Giyu Tomioka le perdonó la vida a Nezuko cuando está intento proteger a su hermano... Nunca en su vida había visto algo parecido...
Antes de irse le dio la indicación de ir a la montaña sagiri, donde habitaba su maestro para que Tanjiro se convirtiera en cazador de demonios y así intentar buscar una cura para su hermanita.
Cuando Giyu estaba alejándose de la zona se percató de un brillo en la nieve... al acercarse se percató del arma enterrada en la nieve, levantó la pieza y a unos metros había otra igual, pudo notar que la hoja estaba hecha del mismo material de su espada nichirin.
Miro a su alrededor, seguramente había un cazador cerca que había perdido su arma.
Camino por el lugar buscando alguna señal...hasta que vio una mano asomándose bajo la nieve, dejó la lanza partida a la mitad a un lado y fue a desenterrar a la persona bajo la nieve.
Era una joven, y ella aún respiraba. Tenía el cabello blanco, el rostro lastimado y lleno de sangre, un sudor frío cubría su piel hirviendo.
Había tenido mucha suerte de ser encontrada, sino pudo haber muerto.
Al levantarla en brazos se dio cuenta que no llevaba el uniforme de cazadores de demonios.
Sea lo que sea que estuviera haciendo con esa arma afuera de su casa debía dejarlo para después.
Giyu empezó a correr en busca de la casa de glicinias más cercana siendo guiado por su viejo cuervo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro