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Capítulo 8 (+18)

Jimin fue a ver a YeonWoo por última vez. Se inclinó para darle un beso, y YeonWoo se movió un poco y estiró ligeramente.

-¿Papi?

Jimin sintió un nudo en la garganta; solo lo llamaba así cuando estaba muy cansada o se había hecho daño. Se sentó en el borde de la cama y le acarició la mejilla.

-Sí, cariño, soy yo.

Entonces bostezó y le tomó la mano a su padre.

-Hoy lo hemos pasado muy bien.

-Sí, es cierto -dijo Jimin sonriendo.

-Me gusta mucho Yoon.

-¿De verdad?

Ella asintió. -Y a ti también.

Jimin vaciló. Su hija nunca había hecho de casamentera, de modo que aquella afirmación en particular lo pilló por sorpresa.

-Me parece agradable -dijo finalmente.

-A mí mas que eso. Es el más divertido del mundo.

-Sinvergüenza -Jimin le hizo cosquillas-. ¿Más divertido que yo?

-Es el segundo más divertido -YeonWoo bostezó otra vez-. Voy a quedarme con él.

Lo había dicho medio adormilada, en voz baja, pero aun así la oyó.

-¿Woo? ¿Qué quieres decir con eso?

-Quiero que sea mío -le anunció su hija, medio adormilada-. Podría ser tu esposo y mi papi.

Jimin se quedó mirando a su hija. De no haber estado sentado en la cama, se habría caído al suelo. YeonWoo ya había cerrado los ojos y tenía la cabeza apoyada sobre la palma de la mano.

Entonces sonrió complacida y dijo:

-Y podría tener un hermano -abrió un ojo-. Quiero un hermano, papá.

-Cariño...

-Un hermano como Bin.

¡Santo cielo!

-Yo los voy a ayudar a cambiarle los pañales.

-Sé que lo harías, cariño, pero el tener un hermano lleva mucho tiempo.

Cerró de nuevo los ojos.

-A Jungkook también le gusta Yoon.

Jimin se quedó helado. -¿Tú crees?

-Tal vez él quiera un hermano -frunció el ceño-. Esto, un hijo.

Jimin había intentado hablar con Jungkook sobre su interés hacia YoonGi, pero no había tenido oportunidad. Cuando los amigos de YoonGi se habían largado, Jungkook se había ido también.

Se quedó allí, pensando en lo que ChulSoon le había dicho. YoonGi no salía con nadie, y muy raramente había mostrado verdadero interés por alguien. Su reacción hacia él, dicho por aquellos que lo conocían, había sido extrema. Siu lo había avisado de que YoonGi era un hombre poco común, que veía el mundo de una manera poco habitual. ¡Como si le hubiera hecho falta ese aviso! Ya se había dado cuenta él desde el principio. Haru había añadido que era un chico divertido, pero que odiaba perder. En cualquier cosa. Si lo deseaba, sería difícil disuadirlo de esa idea. Y todos habían coincidido en que quería a Jimin.

Sonrió. El comportamiento de YoonGi era resuelto, pero también alentador. Y una vez que se había dado cuenta de que la reacción era igual de única para ambos, su resistencia había desaparecido.

Jimin permaneció en silencio, pensando en lo que se había enterado ese día, y también en lo que sentía su hija, hasta que la oyó roncar ligeramente.

Le dio un beso en la frente y se puso de pie. Por la ventana abierta de su dormitorio entraba una brisa suave. Jimin fue a la ventana y miró. Como había prometido, YoonGi estaba en la hamaca, esperándolo. Al verlo, se le pusieron los músculos tensos y una oleada de calor lo recorrió de arriba abajo. Tenía muchas cosas que considerar. Pero de momento, tenía que hacerlo suyo.

Dejó a su hija en la habitación y cerró la puerta con suavidad. Se quitó los zapatos para no hacer ruido mientras cruzaba la casa hacia la puerta trasera.

Mientras caminaba, empezó a desabotonarse la camisa dejando que la brisa mitigara el calor de su piel. Lo que planeaba, lo que ambos planeaban, le pareció travieso y provocativo, y tan erótico que ya estaba excitado antes incluso de tocarlo.

Estaba de espaldas a él, abrazándose.

-Yoon -le dijo cuando llegó por fin a su lado. Se giró con tanta rapidez, que casi perdió el equilibrio.

-¡No te escuché llegar! -y añadió rápidamente-: Tenía miedo de que cambiaras de opinión.

Su sinceridad lo sacudió. YoonGi exponía su corazón sin reservas, y su confianza le pesó como una losa. Era una responsabilidad que no deseaba.

-Tuve que acostar a Woo.

YoonGi miró hacia su casa. -¿Estará bien allí sola?

-Woo duerme como un oso hibernando. Pero si se levantara, me buscaría en la bañera de hidro-masaje. Si así fuera, veríamos la luz del patio.

YoonGi asintió. -Muy bien.

-¿Estás nervioso?

-Un poco -movió los pies y se acercó un poco más a él-. Nunca he tenido una cita sexual en mi vida.

Jimin sonrió. -Yo tampoco.

-¿No?

-No traigo a nadie a casa por Woo. Esta es su casa y yo jamás haría eso. Mi horario de trabajo es ya bastante anormal y, cuando tengo un rato para estar con ella, no me gusta perderlo con nadie. No de esa manera.

-¿Entonces no has salido mucho desde que murió tu esposa?

-Más últimamente que antes -había estado buscando esposa, de modo que eso había sido necesario-. Aunque eso no signifique mucho.

-Sé que no te has quedado soltero.

Se echó a reír ante su incredulidad.

-¿Qué tienes Yoon, que me haces reír en los momentos más extraños?

YoonGi frunció el ceño.

-No ha sido mi intención divertirte. ¿Y qué tiene de extraño este momento?

Jimin le rozó la mejilla, le deslizó los dedos por la garganta y por el hombro desnudo. Llevaba una especie de camiseta oversize sin mangas, y tenía la piel caliente y suave.

-Es extraño, porque estoy tan excitado que apenas puedo respirar.

-Jimin -dijo mientras lo abrazaba-. ¿Cómo... cómo vamos a llevar todo esto? No solo no he tenido ninguna cita, sino que nunca he hecho el amor en una hamaca -levantó la cabeza, y su aliento le acarició la mejilla-. ¿Y tú?

-No, pero no importa -lo besó de nuevo, primero en la sien y después en la nariz-. ¿Estás totalmente seguro de esto, Yoon?

Vaciló un momento, lo suficiente para asustarlo. -Muy seguro.

-Gracias a Dios -lo besó de nuevo saboreando su excitación, su urgencia, casi iguales a las suyas. Tenía unos labios tiernos y carnosos apesar de lo pequeños que eran, que se separaron para dejarse besar. Y besar a YoonGi era... bueno, era desde luego emocionante. Pero era más que eso. Mientras lo besaba, sintió su cabeza dando vueltas y unos calambres en los muslos. Le deslizó una mano por su delicioso trasero y lo estrechó con fuerza contra su cuerpo; cuando YoonGi empezó a restregar erección contra erección, empezó a gemir sin poderlo remediar. Al momento ambos estaban ya jadeando.

YoonGi le retiró la camiseta de los hombros, y él terminó de quitársela y la tiró al suelo. YoonGi gimió de aprobación cuando le extendió ambas manos sobre el pecho y lo acarició mientras lo provocaba con sus manos y con los movimientos de su cuerpo. Jimin lo hizo retroceder hasta el árbol; cuando llegaron al tronco, inmovilizó a YoonGi con sus caderas y se apretó contra él. Comenzó a tocarle el trasero con entusiasmo mientras se besaban, lamían y exploraban ardientemente. Jimin adivinó la rigidez de sus pezones y sintió la sacudida de su cuerpo cuando subió sus manos y empezó a tocárselos. Pero no era suficiente.

Se alejó solo lo necesario para sacar la camiseta con la ayuda de Yoon. Bajó la luz de la luna, su pecho desnudo parecía de mármol y los pezones oscuros y apetitosos. Jimin se estremeció de deseo e inclinó la cabeza para succionarle un pezón con ardor.

-¡Jimin!

-Calla...

Se lo lamió y atrapó entre los labios. Los sensuales sonidos que provocó en YoonGi, gemidos de avidez, de verdadera satisfacción, desataron su deseo. Cuando le levantó la bermuda y metió ambas manos dentro, se dio cuenta de que no llevaba nada debajo.

-Caramba...

Jimin se vio en unos ojos que lo miraban llenos de sorpresa, mientras le acariciaba el trasero de piel sedosa. Cerró los ojos a la vez que lo exploraba, mientras se regodeaba con las sensaciones que le producían sus caricias y la sensualidad del momento.

-Caramba, Yoon -repitió.

-Yo.. -murmuró en tono jadeante-. Pensé que la ropa interior solo sería un obstáculo, y yo... no sabía si...

Jimin se puso de rodillas y le bajo la bermuda hasta los tobillos. Asustado, YoonGi intentó apartarse, pero Jimin lo sostuvo contra el árbol.

-¿Pero qué estás haciendo? -dijo en tono frenético mientras lo empujaba por los hombros.

-Está todo oscuro -Jimin lo miró y vio que estaba confundido- ¿Nadie te ha besado aquí?

YoonGi le pegó en el hombro.

-Jimin -susurró y, para sorpresa de Jimin, miró a su alrededor. Él no pudo evitar echarse a reír.

-Es un poco tarde para preocuparse de los mirones, ¿no te parece?

YoonGi seguía agarrándolo por los hombros, para que no se acercara a él. -¡No podemos hacer eso aquí fuera!

-¿Podemos hacer el amor pero no practicar el sexo oral?

YoonGi soltó una exclamación entrecortada, visiblemente escandalizado por sus palabras mientras paseaba la mirada por el patio desierto. A Jimin le encantó. Por una vez, llevaba él las riendas y no pensaba soltarlas. Sobre todo porque ansiaba saborearlo, oírlo gemir cuando alcanzara el orgasmo.

-Te va a gustar, Yoon -lo provocó-. Y a mí también.

-No sé...

Le agarró las caderas con fuerza mientras maldecía las inoportunas nubes que oscurecían la luz de la luna. Quería verlo por entero, no solo a medias. Y sobre todo, deseaba ver cada suave y sonrosado centímetro de su sexo, la hendidura de su ombligo. Gimió. Lo que ya veía le pareció espectacular. Tenía los muslos pálidos, de piel tersa, y en ese momento apretados el uno contra el otro mientras se los acariciaba.

No veía bien el color del vello que se rizaba sobre su entrepierna, pero supuso que sería del mismo color que sus cejas. Deslizó los dedos entre su vello, rozando con sus yemas el llamativo pene y lo oyó gemir de placer. Se inclinó y pegó la mejilla a su vientre mientras lo tocaba.

Su vientre... Bueno, siempre le habían gustado los vientres. Para Jimin era la personificación de la belleza natural: suaves, lisos y levemente redondeados. YoonGi tenía un vientre extremadamente sensual, a pesar de estar levemente marcado, aún se podía apreciar y sentir la perfección.

Sintió su estremecimiento, se volvió, lo besó y le lamió el ombligo, mientras no dejaba de juguetear con su hombría que le rozaba en ratos la barbilla. Solo lo estaba rozando, pero eso lo excitaba tanto que pensó que iba a explotar allí mismo.

-Jimin, no sé si me gusta esto...

-Te gustará -le aseguró en tono ronco.

Deslizó los dedos más abajo, acariciando los testículos ajenos en su camino a su entrada, y poco a poco fue metiéndoselos entre los muslos apretados. Sus nalgas le presionaban la mano, y Jimin lo empujó un poco hacia delante.

Siguió tocándolo un poco más. YoonGi tenía sus zonas más íntimas hinchadas, calientes y duras. Empezó a tocarlo suavemente, deslizándole el dedo de delante atrás hasta que YoonGi se puso aún más duro, soltando el líquido de su hombría. Llegado ese punto, Jimin le introdujo un dedo hasta el fondo. YoonGi apretó las rodillas y emitió un gemido cargado de placer.

-Esto... no es lo que yo esperaba -susurró.

-Abre las piernas, Yoon.

Min echó la cabeza hacia atrás. -Me excita mucho... que me digas eso -lo miró-. Muchísimo.

Jimin lo miró.

-¿Ábrete, Yoon?

YoonGi suspiró largamente y entonces separó las piernas. Jimin estuvo a punto de perder el control cuando vio que lo hacía solo para él.

-¿Qué vas a hacer? -preguntó, tan excitado como lo estaba él.

-Esto -le dijo mientras deslizó el dedo un poco más, para al momento sacarlo; sus músculos lo apretaron con fuerza, y Jimin le introdujo un segundo dedo-. Estás muy apretado, Yoon.

Min alzó los brazos y se agarró al árbol como pudo; entonces abrió las piernas un poco más.

-¿Esperabas otra cosa de un chico gay como yo?

-Nunca sé qué esperar de ti -Jimin aspiró el aroma de su piel. El aroma femenino siempre fue su debilidad, pero por alguna razón el aroma masculino de Yoon lo ponía al límite-. Hueles de maravilla.

YoonGi protestó un poco cuando él retiró los dedos, y empezó a acariciarlo de nuevo hasta que le extendió aquella leche caliente sobre su hombría. YoonGi gimió mientras se estremecía de pies a cabeza. Él continuó acariciándolo, por todas partes, provocándolo cada vez más, empujándolo al límite.

YoonGi adelantó las caderas; todo su cuerpo estaba en tensión, y Jimin percibió el olor a excitación, fresco y penetrante. Había pasado tanto tiempo. Demasiado tiempo. Se inclinó hacia delante, lo abrió un poco más con los dedos y le acercó la boca para empezar a saborear ese rosado pene con avidez y satisfacción. El contacto fue tan sorprendente, tan intenso, que intentó apartarse, pero él lo sujetó contra el árbol mientras saciaba su sed.

YoonGi se dio por vencido y abrió aún más las piernas, dándole mejor acceso a su entrada y hombría. Jimin no desaprovechó la oportunidad y se afanó en lamerle y chuparle la carne dulce y caliente, al tiempo que intentaba prepararlo para su próxima intromisión. YoonGi lo agarró del cabello y le apretó la cara contra su cuerpo. A Jimin el corazón le latía con fuerza en el pecho, y el miembro se le apretaba contra la cremallera de los pantalones vaqueros. No pudiendo esperar ni un segundo más, se puso de pie y le dio la vuelta.

-Agárrate al árbol.

Sin aliento, YoonGi lo miró por encima del hombro.

-¿Qué...?

Jimin se abrió la cremallera y se puso el condón en pocos segundos. Se acercó a Yoon, le deslizó los dedos para abrirlo un poco y lo mordisqueó en el hombro mientras lo tomaba sin tregua.

YoonGi colocó las palmas extendidas sobre el tronco del árbol gimiendo al mismo tiempo que él. Jimin empezó a acariciarlo por todas partes. Le manoseó los pezones, le apretó las caderas, le acarició el vientre y continuó más abajo, jugueteando con su hombría hasta que YoonGi gritó, se relajó y él pudo penetrarlo hasta el fondo.

-Oh, sí.. -gimió Jimin, porque finalmente estaba donde quería estar desde casi el primer momento que lo había visto-. Echa para atrás las caderas, Yoon. Apriétate contra mí, cariño. Eso es, eso es.

Lo agarró de las caderas y lo ayudó. Cuando YoonGi consiguió igualar el mismo ritmo frenético, él volvió a acariciarlo su entrepierna con una mano, mientras que con la otra le tocaba un pezón.

Tenía la espalda empapada en sudor, a pesar de que no era aquella una noche calurosa. Cerró los ojos con fuerza y se concentró para no perder aún el control. Deseaba que YoonGi volviera a alcanzar el climax con él. Entonces le pegó la cara al hombro mientras todos los músculos de su cuerpo temblaban de la tensión; de repente YoonGi se quedó inmóvil.

-Sí, Yoon -la urgió sabiendo que no duraría mucho.

Agachó la cabeza entre los brazos rígidos que lo sostenían contra el árbol y emitió un grito ronco y sensual que fue lo que finalmente lo hizo perder el control. Se estremeció al tiempo que alcanzaba el climax, mientras le clavaba el miembro con fuerza, mientras YoonGi bamboleaba las caderas sinuosamente al compás de él y gemía descontroladamente.

Un hombre pequeño era mucho mejor, mucho mejor que cualquier chica con la que pudiera haber estado. Incluso sus pocas experiencias con hombres no habían sido así.

Se derrumbó sobre YoonGi, lo cual lo obligó a hacer lo mismo contra el árbol. Momentos después, Yoon se volvió un poco.

-¿Jimin?

-Mmm.

Jimin no quería moverse de allí. Nunca.

-Este árbol no es demasiado cómodo -dijo YoonGi- ¿Y si nos vamos a la hamaca?

Las piernas le temblaban aún, y el corazón no había retomado su ritmo normal. Además, le zumbaban un poco los oídos.

-Sí, claro. No pasa nada.

Empeñado en no derrumbarse, se puso derecho muy lentamente. Se quitó el condón y lo tiró en la hierba, de donde pensó retirarlo después, y entonces se subió los pantalones otra vez. Todo eso le costó más esfuerzo del que podía hacer, y a punto estuvo de caerse al suelo. Miró la hamaca, que no estaba demasiado lejos, teniendo en cuenta que ellos estaban apoyados contra uno de los árboles que la sujetaba. Le echó el brazo a Yoon y cayeron sobre la lona. YoonGi se echó a reír cuando la hamaca empezó a balancearse con fuerza de lado a lado, y se acurrucó hasta que estuvo casi encima de él.

-Me ha gustado mucho lo queme has hecho -le dijo en la voz más ronca y masculina que le había oído.

Jimin cerró los ojos y sonrió.

-Te lo dije.

-¿A ti te gusta?

Abrió un ojo y vio que YoonGi parecía dudoso.

-Mi única queja es que de nuevo me empujaste a perder el control.

-¡No es cierto!

-Quería pasar más tiempo saboreándote -sonrió-. Me gusta tu sabor -YoonGi frotó la cara contra su pecho y Jimin, como se sentía tan completo, tan saciado, se sinceró-. Al menos esta noche podré dormir bien.

-¿Quieres decir que últimamente no has dormido bien?

Le plantó ambas manos en el trasero y lo abrazó. -No. He estado tan inquieto como un adolescente en celo.

Eso lo hizo reír, pero rápidamente se puso serio.

-Mis padres vienen mmañana

Jimin bostezó.

-Sí, es cierto.

YoonGi lo miró con timidez mientras jugueteaba con su pecho.

-Esperaba poder repetir esto.

Jimin se dio cuenta de lo que decía y se quedó quieto. ¡Maldición, una sola noche no era suficiente para saciarse de Yoon! Había estado demasiado excitado y había terminado muy rápido. No se había deleitado con él, no lo había explorado como había planeado, como pensaba hacer en cuanto tuvieran ocasión. Una semana, tal vez dos, le quitarían de encima el nerviosismo. Pero no una sola noche.

-¿Debo asumir por tu expresión ceñuda que quieres hacerlo otra vvez

Jimin levantó la cabeza lo suficiente para darse un festín dándole un beso mojado, lento y devorador. Cuando se apartó de él, los dos estaban jadeando otra vez.

-Sí -dijo-. Debes asumirlo.

YoonGi apoyó la cabeza en su hombro. Tenía una pierna doblada sobre el cuerpo de Jimin y la otra estirada hasta el extremo de la hamaca. Él tenía una pierna junto a la de Yoon y el otro pie apoyado en el suelo para balancearlos.

-¿Tus padres son muy protectores?

Yoon resopló -No.

No le gustó la rapidez con que YoonGi le había respondido. Los padres debían ser protectores, especialmente cuando tienen un hijo que vivía solo.

-Tengo planes para mañana y el martes, pero el miércoles por la noche llegaré a casa sobre las ocho. Hacia las nueve y media, Woo puede estar dormida -dijo mientras ideaba un sinfín de posibilidades eróticas-. ¿Podrías venir a verme, digamos, para utilizar la bañera de hidromasaje, y que ellos no vengan detrás de ti a ver lo que haces?

Aunque YoonGi no se movió, los latidos de su corazón la delataron.

-Digamos mejor a las diez. Mis padres estarán ya en la cama a esa hora.

-Estaré pendiente, porque ya será de noche.

Con la postura de YoonGi, Jimin empezó a acariciarlo de nuevo entre las nalgas, donde inmediatamente sintió calor.

-¿Has hecho el amor en una bañera de hidromasaje alguna vez?

-No -lo miró con una mezcla de excitación y sospecha-. ¿Y tú?

Jimin pensó que tal vez estuviera algo celoso y, cosa rara, le gustó.

-No -le dijo-. Pero tampoco lo he hecho contra un árbol, ni en una hamaca.

Le acarició los labios tiernos, aún hinchados, aún mojados de hacer el amor, y entonces le deslizó un dedo dentro. Él jadeó.

-Yo tampoco.

Como estaba prácticamente a horcajadas sobre él, Jimin dio impulso para que la hamaca se moviera, YoonGi se agarró a sus hombros para no caerse. Jimin le miró el pecho desnudo y eso fue suficiente para ponerse en tensión de nuevo.

-Tengo otro condón en el bolsillo.

-Qué hombre tan preparado.

Jimin se echó a reír, pero cuando YoonGi se abrazó a él y empezaron a besarse de nuevo, solo pudo pensar en hacerle el amor. El miércoles parecía muy lejos, así que tendría que hacer que aquello durara.

-¿Yoon?

-¿Mmm? -continuó besándole la boca, la mejilla.

-Súbete un poco.

YoonGi se quedó mirándolo. -¿Por qué?

-Porque quiero besarte los pezones. Y después el abdomen y el vientre; tienes un vientre adorable para ser hombre, por cierto. Y después, tal vez quiera mordisquearte un poco ese trasero tuyo tan apetitoso.

YoonGi tragó saliva con dificultad.

-¿Vas a... hacerme eso otra vez?

Él asintió despacio.

-Desde luego. Cuenta con ello.

YoonGi se quedó inmóvil un momento, aguantó la respiración y entonces lo atacó con excitación apenas contenida. Para Jimin, resultaba muy extraño sentir risa y deseo al mismo tiempo. Extraño, pero también adictivo.

Eran más de las doce de la noche cuando finalmente arrastró su cuerpo gastado y satisfecho hasta su casa. Y como sospechaba, nada más meterse en la cama se quedó dormido con una sonrisa estúpida en los labios.






























🐾Tuve un bloqueo con este cap ya que es puro delicioso xD Pero hoy me llegó el comentario de una chica en el primer libro y dije "debo actualizar" xD

🐾El siguiente cap está chistoso xD

🐾Kat

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