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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈: Pertenencia









𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈: ❛ Petenencia ❜









La familia no era algo que a él le preocupara desde que había sido pequeño, no era de gran relevancia, se llegó a convencer. Porque él había sido huérfano junto a otro par de Uchiha qué no tuvieron el beneficio de conocer a sus padres debido a la guerra.

Shisui careció de todo lo que la mayoría de las personas tenían en la actualidad: familia, amigos (a pesar de tener a Itachi no era exactamente el tener muchos amigos) y una vida común.

Tal vez, por eso sentía que no pertenecía a ningún lado, tal vez por eso es que no había tenido la capacidad de detener a Lord Fugaku en si momento, porque los Uchiha habían sido todo lo que tenía, ellos lo habían criado junto a otros huérfanos de la guerra, lo habían entrenado y lo habían educado para ser estúpidamente leal a su clan sin cuestionar. Nadie lo culparía por ser leal o ser un joven que quisiera cambiar el mundo.

Quizás por eso odiaba espiar a Itachi cuando todo lo que hizo fue protegerlo, quizás por eso se había arrepentido de hacer lo que le hizo a su mejor amigo, quizás por eso debe hacer algo más.

—No tienes mucho que hacer, ¿verdad? —la voz taciturna de Kakashi lo saca de sus propios pensamientos.

Kakashi Hatake y Shisui Uchiha nunca habían tenido algo así como compañerismo porque simplemente en ellos no existe. Ambos son conocidos de Itachi Uchiha, pero nada más y con Danzō desaparecido no había mucha tela de dónde cortar para reconocerse el uno al otro.

Kakashi tiene aquel libro pervertido que siempre lleva consigo, simula que lo hojea para poder releer una y cien veces lo que sea que parezca importante. Shisui intuye que no le hace mucho caso.

—¿Y tú? —Shisui es descarado por naturaleza, pero Kakashi no se ve muy molesto por la respuesta del Uchiha. Al contrario, parece aburrido y un poco fastidiado.

—No suelo espiar a las personas si no me lo piden —Kakashi dice— la gente suele tomarlo como algo extraño.

Shisui rueda los ojos fastidiado. Él no está espiando a nadie. El simple hecho de que Ino e Inoichi estén en el mismo espacio y él sea lo suficientemente inteligente para ocultarse es otra cosa.

A lo lejos es capaz de ver a Ino de espaldas junto a Inoichi, no es capaz de escuchar lo que dice y de tampoco leer sus labios, pero ella ríe y su padre se ve relajado a como usualmente lo ve siempre duro y serio.

El lugar es alejado y supone Shisui que es para que nadie los siga, es una de las tantas colinas cercanas a Konoha, verde amplio y el viento corre de un lado a otro. Le recuerda tanto al día en el que casi muere —gracias, Ino— era caluroso y tan soleado a como es ahora, un bonito atardecer.

En ese momento pensó... ¿Sería buena opción saltar y no volver?

—Deberías estar con tus seres queridos.

Kakashi es fastidioso y francamente un puto dolor en el trasero, no lo mira y es capaz de seguir pasando la página sin que nada le afecte realmente. Shisui frunce el señor porqué desconoce el papel que hace Kakashi en ese lugar.

—¿No debería de decir lo mismo? —Shisui está extrañamente tranquilo.

Kakashi sonríe con esa sonrisa torpe y llena de confianza, cierra su ojo para darle ese aire más solemne que Shisui no cree en absoluto. Solía ser parte de ANBU, a nadie puede engañar.

—Solo me preocupo por ti, Shisui —Shisui está seguro que esas palabras con un signo de burla o bien hipocresía.

—¿Tú? —Pregunta Shisui—. No me malentiendas, pero tú y yo no somos exactamente compañeros.

No miente y parece ser que Kakashi lo entiende perfectamente. A Shisui simplemente le parece curioso la extraña forma de acercarse, Kakashi era en genio en su generación como lo fue él e Itachi, tienen muchas cosas en común, pero es raro que nunca hubiesen tenido algún tipo de contacto.

—Todos los de Konoha somos colegas —de nuevo la sonrisa.

—Sabes a qué me refiero.

—Oh —fingida sorpresa— hablas de la forma en la que no tuvimos ningún tipo de acercamiento.

Shisui se ve tranquilo y asiente en silencio, con el ceño fruncido y esa extraña aura de desconfianza. Kakashi se ve exactamente igual, casual, relajado y hasta un poco aburrido.

—¿Por qué me seguiste?

Shisui no es estúpido y sabe que la presencia de Kakashi no es precisamente por interés personal, puede reconocer a un espía cuando lo ve, no es del otro mundo y no se siente amenazado.

—No te seguí a ti —Kakashi relajado y quitado de la pena— suelo seguir a Inoichi por instrucciones de Shikaku Nara.

No es sorpresa que Shikaku tenga mucho poder en Konoha, un genio, tiene valores, una persona sensata, claro que no cualquiera se preguntaría el porqué de las cosas sin sentido.

—¿Algo en especial? —Shisui suena casual como si todo ese embrollo no fuese extraño, no lo es en realidad.

Kakashi se encoge de hombros antes de continuar—: Inoichi puede parecer más interesante que Ino a otros ojos.

—Supongo que sabe cierto tipo de cosas de interés de Lord Fugaku —Shisui no pretende que la platica se extienda demasiado.

—El padre de Itachi —Kakashi entrecierra su único ojo a la vista— gente no deseada. Ino ya es un peligro desde que llegó, ella es solo la punta del iceberg.

Shisui asiente dando la razón.

Claro que Ino sería de gran importancia, viaje en el tiempo, conocimiento del futuro y blah, blah, blah; pero eso no respondería el cómo de su llegada algo que siempre había sido motivo de cuestionamiento. Sí, habían pasado cierto tipo de cosas que cuestionaba muy internamente y era víctima de ser sospechosa de cualquier circunstancia, pero eso no quita el hecho de que aquello no se había resuelto aún.

—Lord Fugaku —Shisui entiende— siempre obtiene lo que desea.

Por un momento, Shisui recuerda vagamente las primeras reuniones del Clan Uchiha cuando el golpe de estado era solo una idea. Recuerda el sabor de su lengua cuando hablaban de la lealtad a su familia a quiénes le debían todo.

—Eso me temo —Kakashi cambia de voz a una más seria y profunda.

—¿Es normal? —pregunta Shisui.

—¿Normal?

—La forma en la que las personas están con sus familias cuando todo está a punto de explotar.

Kakashi asiente en silencio y Shisui reconoce el vacío de los ojos del otro hombre. Es la soledad que alberga su alma, la forma en la que si no existiera no tendría mucho de que anhelar, pareciera que Kakashi Hatake tiene una idea de lo que alguna vez pasó por su cabeza.

—Algunos dirían que es una ilusión —explica Kakashi con tranquilidad— otros que es mejor estar con tus seres amados y otros no importa en absoluto porqué todo lo han hecho por ellos.

Shisui se ve reflejado en aquellas palabras.

—¿Tú cuál eres? —Shisui se ve interesado, piensa Kakashi.

Shisui Uchiha no es precisamente muy abierto, a diferencia de lo retraído que puede ser Itachi, Shisui es abierto y extrovertido. Son diferentes y tan similares, son una extraña combinación que se complementan el uno al otro.

A Kakashi aquellos ojos negros y expresivos le recuerdan, no a Itachi, le recuerdan a Obito Uchiha. Hay una extraña similitud en ambos, su rebeldía, su sentido de humor, la manera en la que no están de acuerdo y no pretenden ocultarlo. Shisui Uchiha es casi una copia de Obito. No. No es el extraño y a veces incómodo parecido de todos los Uchiha.

—Un poco de los tres —Kakashi es un poco descuidado—. ¿No tienes con quién pasar estos últimos días?

Shisui se queda pensativo y la respuesta es... No.

No realmente, los niños con los que compartía el ser huérfano, muchos de ellos fallecieron en misiones y los restantes no pueden verlo a los ojos porque saben que de alguna u otra forma él era un espía. No saben la historia, sin embargo, se enteró que mucho de ellos lo odiaban porque prefería cuidar a Konoha antes que a su familia.

Muchos de los Uchiha lo odian.

—El Clan no es una opción —Shisui ríe y rasca su cabeza— la familia de Itachi es de Itachi e Ino... A veces olvido que ella tiene su familia y sus amigos...

Él lo sabe mejor que nadie, todos llegaron a la conclusión de que él sería el dichoso espía cuando desapareció durante un tiempo junto a Ino. Eran rumores, eran suposiciones equivocadas, pero para ellos había sido demasiado real. Un problema.

Eres un maldito traidor dijo Gin Uchiha una compañera de la academia con quien había tenido una relación jodidamente estrecha, Gin había sido una buena compañera. Ahora le mira con desprecio y sin que aquellos ojos oscuros muestren un poco del cariño que se tenían.

Tú no deberías ser líder de la Policía, traidor de mierda, todo por tu maldita Aldea So Uchiha es un dolor de cabeza, el hijo de Jun Uchiha, el más irreverente hijo de perra, aquel tipo que había tenido faltas éticas y morales en el poder de la policía. Lo odia. Lo sabe, puede sentirlo en su mirada cada que Shisui camina por los pasillos del Departamento.

Fue tal vez un error o quizás un movimiento precipitado de Fugaku el colocarlo como líder de la Policía Militar de Konoha. Fugaku es demasiado inteligente para ser un error y eso había enfurecido a los Uchiha.

—No es algo que debería preocuparte —Kakashi es sincero con lo que piensa y siente— los Uchiha son difíciles.

—El odio no me preocupa —no miente— me preocupa que pueda superar sus propias expectativas, que lleguen más lejos.

—Ya lo han hecho —Kakashi responde— si llegan a más o llegan a traicionar a Konoha, será la perdición de nuestra aldea. Me temo que es todo lo que tenemos.

—Somos complicados —Shisui intenta bromear y no sale como lo tenia planeado.

—No tengo mucha experiencia con ustedes los Uchiha —Kakashi cierra el libro, la nueva edición llena de nuevas aventuras eróticas, ha sido suficiente— Obito siempre ha sido algo de lo que me he arrepentido, era un idiota y si siguiera vivo tal vez lo seguiría siendo, pero tenía esperanza y un corazón noble. Obito siempre fue todo lo que yo no fui, un buen amigo y compañero —Shisui asiente y deja que continúe— con Itachi me sucede algo similar, él era demasiado joven cuando lo conocí y era un ninja destacado, cuando el Tercero me dijo sobre todo, no pude evitar sentir compasión por Itachi siendo un niño y arriesgando su familia y vida.

—¿Algo en específico? —Shisui es transparente.

—Obito e Itachi han sido los único dos Uchiha con los que me he relacionado —Kakashi ama hacer pausas dramáticas— y no son los seres que han querido vender esa historia.

—Estoy seguro que muchas cosas cambiarían si algunos pensaran como tú —Shisui está relajado y divertido— tal vez no estaríamos en esta situación.

—La guerra siempre va a existir —Kakashi es aburrido y da un vistazo al regaño de Ino a Inoichi, están haciendo un maldito florero e Inoichi es demasiado exigente— no es algo que se pueda evitar.

Shisui sonríe.

—¿Tú con quién pasaras estos últimos días de tranquilidad?

Los días extrañamente han cambiado un poco, son más fríos, el sol más débil, los días más cortos. El invierno está a la vuelta de la esquina y con ellos la muerte de un ciclo.

Días nostálgicos.

—No es algo que me preocupe —Shisui encarna la ceja— pero Gai se encargará de eso.

Kakashi está a punto de desaparecer cuando Shisui lo interrumpe.

—Entonces... Tú también pasarás estos días con tu familia.

—No tengo familia —Kakashi es sombrío y parece nada importarle.

—Seguro. —Shisui lo mira divertido—. ¿No ibas a espiar a Inoichi Yamanaka?

—No hay mucho que espiar a un hombre que solo sirve para cumplir los caprichos de su hija —Kakashi es simplón, pero sabe que no lo dice en serio.

Kakashi desaparece tras una nube y, es entonces, mira al frente de la copa del árbol en la que se encuentra. El viento es frío y puede escuchar el tranquilizante sonido que produce la ráfaga.

Shisui piensa que, Kakashi es muy parecido a él... ¿Cómo es que no se conocían?

—¡Deberías unirte!

Shisui escucha la voz de Inoichi Yamanaka gritarle. Mira de frente y es capaz de observar al hombre junto a Ino.

Están sentados en el piso y ambos cuidan de unas flores, Shisui no dice mucho y en cambio se acerca poco a poco. Es capaz de ver la forma en la que Inoichi tiene un semblante más suave cuando su hija lo rodea, su tono de voz es un poco más relajado y parece que hay veces en las que se siente más tenso de lo normal.

—Esas flores no van ahí —Ino cruza sus brazos debajo de su pecho y golpea con su pie el piso— sabes perfectamente que los lirios no necesitan complementos.

—Pero mi cosmos —Shisui se pregunta si Inoichi Yamanaka se da cuenta de lo terriblemente ridículo que se con las mejillas sonrojadas y el ceño fruncido— esto es recreación, no necesitamos seguir las reglas.

Las mejillas rosadas de Ino adquieren otro tono más rojizo, Shisui sabe que ella está molesta.

—¡Inaceptable! —Ino niega y se acerca a su padre para tomar entre sus dedos la bonita flor blanca, tan simple y tan sencilla que tiene razón en algo: no necesita ser acompañada.

—Ino, sabes esto lo hacemos como forma de pasar un momento juntos —Inoichi se ve cansado, pero no precisamente por algo en especial— no debes ser tan exigente.

—¡No me salgas con eso! —Ino contrataca—. Fuiste tú el que me especifico la belleza del orden en las flores, los lirios son de aquellas flores que no necesitan tener complementos.

—Esto es recreación —intenta explicarse Inoichi.

Shisui se burla internamente porque el hombre que puede ser despiadado con la mente de sus enemigos parece ser intimidado por su joven hija.

—No estás siguiendo tus propias reglas.

—Ino, cariño —Inoichi se ve divertido y la suavidad de sus ojos azules regresa cuando Ino se ve bastante tranquila quitando las pequeñas lilis que Inoichi colocó.

—No puede ser posible —mumurmura Ino mientras muerde su mejilla y quita poco a poco y con suma delicadeza las pequeñas flores complementarias que colocó su padre, su bonitas, pero hay belleza en la simpleza—. ¡Listo!

Ino chilla emocionada con el tres lirios y con pequeñas flores de complemento gypsophila. Los pequeños botones blancos que acompañan a los lirios los hacen resaltar mucho más y Shisui asiente ante lo que Ino ha compartido. Tiene tanta razón.

—Lamento la interrupción —Shisui es educado— Inoichi, Ino.

—Hola Shisui —Ino le sonríe con sus mejillas sonrojadas y sudor en su frente, ha sido un día bastante ajetreado.

Inoichi no dice mucho y asiente, ya no hay cierta molestia en él y, por el contrario, está bastante tranquilo. Shisui Uchiha ya no es amenaza para su hija, pero ser el amigo de Itachi Uchiha tiene mucho que ver.

—¿Están ocupados?

Shisui no pide permiso y encuentra en el suelo diversos arreglos florales, coloridos y bonitos, unos sencillos con cosmos, otros con flor de cerezos, otros con rosas rojas, otros con orquídeas y crisantemos. Todos en el sueño y perfectamente colocados. Shisui acaricia unos de ellos.

—Son bonitos —admite en voz alta.

—Es mi especialidad —Ino le guiña el ojo— trabajar en la Florería Yamanaka tiene sus ventajas.

—Debe ser un trabajo arduo —Shisui es educado y poco coqueto cuando el padre Ino lo mira fijamente.

—Cuando solo tienes a tres Yamanaka de diez años haciendo pedidos no hay mucho que decir —Ino mira a su padre con reproche. Tener a los tres de los miembros más jóvenes del Clan como única forma de ayuda los domingos no es un gran apoyo— tengo que hacer la mayor parte del trabajo.

Inoichi ríe suavemente y Shisui admira la cercanía de Ino con su padre.

—Entonces es ganancia —dice Shisui.

—La mayor parte del tiempo —Ino coloca el ramo de lirios con cuidado a un lado de las peonias.

—¿Para qué haces los arreglos? —Shisui está confundido y sabe de uno de los negocios del Clan Yamanaka.

—Es una forma de esperar, —explica Inoichi con tranquilidad, mientras amarra con un listón delgado colo blanco cada uno de los arreglos florales de tres a seis flores—, nuestro clan no considera las flores como un negocio solamente, es una forma de educarnos y hacernos crecer como personas. Todos en el Clan Yamanaka tenemos un papel para ellas, unos están en el invernadero, otros las cuidan, otros las cortan a Ino y a mí nos toca la venta.

Shisui asiente y comprende lo que él hombre quiere decir: es un deber de familia como lo es Clan Uchiha con la Policía Militar.

—Es más que un deber —Inoichi responde como si hubiese leído la mente del Uchiha— es una forma de ayudarnos a entender la vida y la muerte.

—¿Y funciona? —Shisui se ve interesado.

—Funciona bien —Ino acaricia unas pequeñas flores que aun siguen en botones— nuestra idea como Clan nos permite vernos a cada uno de los seres como un tipo de flor, y dependiendo de ellas puede ayudarte a tener algún tipo de guía.

—¿Tú eres una cosmos? —Shisui pregunta de forma inocente y las mejillas sonrojadas de Ino le dan la razón.

—Una lespedeza —dice Inoichi mientras toca con un pequeñito golpe en la nariz de Ino para poder verla sonreír abiertamente. Shisui sonríe al verlos.

—¿Dos flores? —Shisui inclina su cabeza confundido.

—A veces encasillar a las personas con una no es suficiente y todos crecemos, morimos y renacemos cuando vivimos —explica Ino con unos hermosos crisantemos rojos como la sangre. Ino sonríe de una forma delicada a como está acostumbrado a verla, imagina porqué— las flores también tienen significados.

—¿Qué significan las flores cosmos y las lespedezas? —Shisui está sentado de cunclillas justo a su lado viendo los casi veinte ramos que existen.

Inoichi está ocupado haciendo los pequeños nudos, no parece estar muy interesado en su plática.

Ino toma ese aire intelectual que heredó de su padre y dice:—La flor cosmos representa el equilibrio, la armonía y la paz en la vida, es una flor que suele crecer en primavera y es un símbolo de alegría en el universo... —Ino sonríe abiertamente, pero lo hace hacia su padre quién asiente satisfactoriamente. Es lo que significa ella para su padre, la alegría y la armonía que ella le dio a su vida— las lespedezas tienen un mismo significado, enfocado más en la paz y armonía, suele utilizarse para ambientar los lugares... Es el símbolo de nuestro Clan...

Shisui asiente y se siente jodidamente romántico —no en el sentido romántico más bien en la exposición de sentimientos. Comprende el significado y la importancia de Ino en la vida de su padre. Es simplemente hermoso.

—¿Qué hay de los crisantemos? —Shisui pregunta quitado de la pena y con una mirada desafiante ante el sonrojo de la chica—. No me vas a decir que no significa nada.

Inoichi alza la ceja con curiosidad y es que, él también lo ha notado.

—¡Shisui! —Ino está sonrojada y con una vena en la frente, ha sido descubierta frente a su propio padre.

—¿Acaso te recuerda a alguien? —el idiota está haciéndolo a propósito.

—Sí, Ino ¿por qué no le explicas? —Inoichi tiene esa mirada desafiante.

Ino rueda los ojos.

—Los crisantemos tienen muchos significados y suelen tener varios colores, cada uno de ellos conserva una connotación diferente... Generalmente, significan alegría y longevidad, es un pequeño deseo a quiénes se regalan —Ino explica y lleva sus dedos hacia la hermosa flor, acaricia un poco y sus mejillas adquieren un tono rojizo— el crisantemos rojo significa amor... Amor pasional, suele regalarse a los amantes cuando quieren hacer una declaración y está asociada al sol —Shisui entiende por dónde va— la energía y a la inteligencia...

Shisui asiente comprendiendo el verdadero significado de las palabras de Ino. Ese trasfondo que sabe que ella siempre ha tenido y es que, Ino admira a Itachi y para amar a una persona debe haber una hermosa capacidad de admiración del uno con el otro.

—Papá, ¿podrías traer los cosmos de debajo de la colina? —Ino mira a su padre con aquella mirada que hace desde los cinco años para convencerlo de dejarla jugar hasta las seis de la tarde. Ino es una manipuladora de lo peor e Inoichi tiene poca voluntad cuando se trata de su hija.

Inoichi entrecierra los ojos y Shisui quiere reír de lo parecidos que son, son como dos gotas de agua, tan expresivos, tan brillantes, tan Yamanaka.

—Bien —Inoichi le da una mirada a Shisui y él sonríe solamente sin mucho problema.

Inoichi se aleja a paso lento.

—Creo que tu papá me adora —Shisui comenta.

—Sí, claro —el sarcasmo es palpable— si pudiera destruiría tu mente.

—Pero lo haría con amor. —Sonrisa confiada—. Entonces... ¿Todo eso significa Itachi para ti?

Ino adquiere el color rojo no solo en sus mejillas, en todo su rostro.

—No pensaste que no me daría cuenta —Shisui expresa y acaricia los crisantemos, los pétalos son suaves y son flores muy sencillas— debes darme más crédito.

—Itachi... Todo eso lo pienso —Ino tiene una mirada llena de confianza porque a ella no le importa expresar lo que siente.

—Tú nos comparas con flores —Shisui se cruza de brazos.

—Es una forma sencilla de admitir las cualidades de otros —Ino le explica.

Shisui agradece en silencio que ella se toma el tiempo para explicar un poco de su clan. En realidad, él no conocía esa parte de los Yamanaka porque nunca había tenido un compañero de aquel clan, sabía como todos acerca de los encargos y la gran florería más no el profundo significado detrás de esa ardua tarea.

—¿Un ejemplo? —Shisui ríe y abraza por los hombros a Ino.

—Sakura era un hermoso botón de cerezo qué floreció, ella siempre ha sido la vitalidad y la fuerza, desde que la conozco ha sido indomable —Ino le guiña el ojo y sonríe encantadoramente— Choji es algo así como un tulipán naranja, suele tener el significado de amistad y lealtad y agrega un poco de felicidad a tu vida. Shikamaru fue más dificil de lo que pensé, no estaba muy segura en un inicio, pero después lo conocí y puedo decir que él es como claveles... Protección, gratitud y un lazo profundo... todos tienen virtudes como las flores.

—Entiendo —Shisui dice con ese estúpido aire a inteligencia que según él transmite (lo hace bien).

—Ten por seguro que todos nos identificamos con una —explica Ino de lo más normal, aquello tiene una gran connotación detrás de sus palabras, todos tienen belleza.

—¿Todos? —Shisui está muy curioso e Ino afirma con una movimiento con la cabeza—. ¿Entonces qué flor podría ser yo?

Shisui se señala con el dedo pulgar y guiña su ojo. Se ve seguro, carismático y con aire de autosuficiencia como si fuese una broma. A él le importa que flor podría ser.

—Ahora que lo dices... —Ino se cruza de brazos pensando y reflexionando— no lo había pensado.

Shisui ríe a carcajadas con un aura llena de pesimismo. Eso definitivamente lo ha tomado por sorpresa, Ino siempre tiene esa vibra coqueta y algo que contestar, pero al parecer ella también se ha quedado en blanco.

—Eso me ofende —Shisui solo es un poco molesto y dramático.

—Es que... —Ino muerde su mejilla interna y apenada responde— no lo tenía en mente... Itachi es muy fácil de leer para mí, pero tú eres... peculiar.

—¿Peculiar? —Shisui siente las mejillas arder porque esta seguro que el sonrojo ha subido por todo su cuerpo.

—No en el mal sentido —Ino es desvergonzada y confiada— solo que no me viene ninguna flor en estos momentos y eso raro, siempre logro darle al clavo con todos...

Ino sigue pensando y Shisui comienza a sentirse incomodo. No hay una respuesta clara o precisa de lo que sea que esté buscando, tal vez un millar de flores, hierbas o simplemente pasto.

No hay en su mente una que sea lo suficientemente descriptiva para con Shisui.

—Es complejo —dice ella con ese aire sabiondo que adquiere cuando habla de flores.

—¿No hay nada aún?

—No me presiones, Shisui —expresa ella con fascinación en su mirada— esto es un arte, lleva su tiempo y espacio.

Shisui quiere entender, pero ella se ve bastante ocupada pensando y eso es una señal extraña para alguien tan extrovertida que siempre dice lo que piensa.

—Tengo que considerarlo más —Ino se encoge de hombros— por el momento diría que eres una flor de fuego.

—¿Una flor de fuego?

—Sí, ya sabes, significa el renacimiento de los guerreros —Ino explica golpeando con su cadera la cadera de él— después del sacrificio y la pureza de su alma, eso sería tú historia en pocas palabras, sacrificarte por el bien común.

Shisui no está muy convencido de sus palabras, pero las mejillas rojizas y aquella sonrisa nerviosa puede demostrar que, en efecto, esas palabras simbolizan lo que es él.

Ino extiende entre sus dedos una bonita flor de fuego, de un rojo vivo y vibrante, es bonita y a comparación de las flores crisantemos qué son más discretas y no tan brillantes. Ahora comprende un poco lo que ella quiere decir.

—Tómala —incita Ino con la ceja alzada y una sonrisa burlona— será la única vez que te daré una flor.

—Eres una romántica, Ino —Shisui exagera.

—Es una flor de imprevisto, debe haber otra —ella dice con un brillo en su expresión— estoy segura el sacrificio no es solo lo que tú eres.

Las mejillas de Shisui vuelven a ese tono tan rojo como las flores de fuego.

—¡Encontré otras!

Inoichi llega no solo con las flores cosmos, llega con más peonias, crisantemos blancos, con tagetas de un hermoso color naranja, y otras que Shisui no logra recordar o reconocer.

—¡Papá! —Ino ríe como una niña pequeña y en su rostro hay un atisbo de tranquilidad.

—Las flores son para compartir, Ino —Inoichi dice y carga las flores como puede, para ser un shinobi serio y profesional es divertido verlo caminar con docenas de flores y caminar de forma atropellada.

—¡Es demasiado! —Ino camina hacia su padre con una facilidad, prece una hadita en el bosque, en su hábitat natural.

Ella ayuda a su padre.

Ino Yamanaka es una niña de papá.

—Creo que debo irme —Shisui comienza a decir, no quiere que sepan que sabe que él sobra en esa auténtica relación padre e hija— gracias por la flor Ino, gracias por el tiempo señor Yamanaka.

Ino sonríe abiertamente y le guiña el ojo como forma de despedida. Inoichi solo asiente, pero es solo una facha, el señor Yamanaka es muy bueno actuando.

Es una buena tarde para Ino e Inoichi Yamanaka.

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Caminar siempre ha sido un pasatiempo, uno de los favoritos que tiene, como lo es entrenar con Itachi, misiones de rescate de mascotas y a veces (no siempre) caminar por la calles de Konoha.

Pretende que no sea de mucha importancia, las calles, las luces, las personas, todas viviendo una vida cómoda y sencilla. Una que nunca ha estado en sus manos desde su nacimiento.

Sus pasos esconden algún tipo de nostalgia que no recuerda haber tenido antes. En un pasado que se siente tan ajeno a su actual posición y como todo pasado comienza a borrarse de su memoria. Una historia embalsamada de dolor y sufrimiento por parte de personas que amaba y respetaba —aun lo hace— pero puede ser complicado la lucha interna que resurge de sus entrañas.

El Santuario Nakano lo abraza con su inmensa oscuridad que alberga, frío, tétrico y con un aura qué desprende cualquier Uchiha. Resentimiento.

Toma asiento en el frío piso de madera, cruza sus piernas y coloca su espalda en el helado suelo. Cierra los ojos. Inhala. Exhala. Inhala. Exhala.

Cuando Shisui abre los ojos no se permite sentir temor o sorpresa cuando ve a la hermosa mujer mirándole fijamente y una sonrisa burlona pintada en sus labios.

—¡Bu!

—No es de mucha ayuda preguntar quién eres —Shisui sigue tan relajado y estudia un poco a la bonita mujer frente a él.

Supone que es la mujer loca que describió Ino. Cabello largo y negro, ojos rojizos y piel blanca como la leche.

—Eres muy inteligente, me encanta —dice ella con una sonrisa y sus mejillas rojizas— pero debo decirte que estoy felizmente casada por la eternidad.

Shisui entrecierra los ojos sin comprender, es la mujer que le dio la llave a Madara, no es de mucha ayuda pensar el porqué no sintió su energía acercarse o bien dentro de su panorama no puede percibir su energía.

—Imagino que su aparición aquí tiene una extraña razón.

—¡Eres exquisitamente inteligente! —ella ríe y da pequeños saltos divertida.

—¿Gracias? —arquea la ceja.

—Tú eres mi favorito —ella lo señala con diversión— Itachi es del tipo duro y sin sentimientos, pero tú eres de los sensibles y agraciados. Ino no sabe escoger del todo, aunque no tiene mucho de dónde, considerando que estás muerto.

—El futuro.

—Yo le llamo el eterno presente —ella dice con la alegría floreciendo en sus ojos— y dado que el nudo de cuasa y efecto sigue su curso, la intervención de Ino, no surtió los efectos que deseaban.

—Sabes del vacío —Shisui ahora está de pie con la posa rígida y el semblante serio.

—El todo y la nada —canturrea Izanami con burla bien disfrazada— el vacío es solo eso. No acabas de descifrar el hilo negro de todo esto.

—¿Tú fuiste la de la piedra? —Shisui no está seguro de lo que ella quiere. Se burla una y otra vez.

—¿La piedra con sus eternos secretos? —Izanami hace una cara de repulsión—. No, ese no es mi trabajo eso es tan vulgar como Kaguya, yo soy mejor que ella.

—Entonces... ¿quién lo hizo?

Izanami está relajada y sin ningún problema aparente. Solo ella y su naturaleza soberbia.

—Tengo mis sospechas —Izanami tararea— puede ser Zetsu, Rikudo, Obito recientemente.

El corazón de Shisui se detiene por una fracción de segundo, entrecierra sus ojos y mejora su respiración para no parecer específicamente preocupado.

—Obito está muerto.

Izanami sonríe con la autosuficiencia que la caracteriza, ha logrado el cometido, no hay nada más divertido que ver a los humanos despejarse de su propio poder.

—Sí, sobre eso... No es verdad.

—¿Por qué siento que esto es deliberado? —Shisui cuestiona y muy dentro de sí hay un pequeños temblor en la respuesta esperada.

—No del todo —comienza ella y camina en círculos a su alrededor— yo aparezco cuando Obito comienza a fastidiarme, cuando las cosas comienzan a salirse de control o pierde el objetivo de su misión. —Shisui se mantiene en silencio—. Obito es tan diferente a Madara, debo de supervisarlo, ver que no haga una estupidez.

—Obito... —murmura Shisui con el corazón en la garganta y una ligera temblorosa en sus manos.

—¿No te lo dijo Ino? Pensé que se contaban todo, —ella se burla—, Ino no lo sabe desde hace mucho si eso te preocupa. El intercambio de Obito a Madara es algo dramático sacado de alguna saga de héroes. He de decir que de haberlo querido pude usar a Madara, pero es un verdadero imbécil y no es que yo le tema a Madara hay que tratarlo mejor, él no se conforma con una chica rubia y parlanchina. A Madara le gusta la grandeza y a mí no me gusta compartirla.

—Dilo ya.

Izumi tiene una risa risueña y llena de alegría.

—A diferencia de Itachi, tú no eres un problema para Obito —ella retoma una pausa exagerada y continua— no te considera alguien a quien deba sacrificar por su propio bien. Puedo decir que no le importas en absoluto.

—Eso no suena muy halagador —Shisui quiere bromear, no funciona muy bien.

—No es personal, Shisui Uchiha —Izanami saborea las palabras— él no considera que seas una amenaza porqué todo aquel que interfiera en lo que desea es un objetivo a matar. Itachi lo es por Ino. Fugaku lo es por Konoha y yo porque puedo ver sus pasos o la mayoría de ellos.

Izanami está un poco frustrada y tal vez un poco herida, aunque eso sea poco probable. Ella tiene grandeza y poder. Algo no tiene sentido para Shisui.

—¿Por eso te acercas a mí? ¿Soy un peón de que te puedes deshacer?

—Te contaré un secreto, —ella murmura como si fuese una niña que acaba de hacer una travesura—, yo puedo verlo casi todo con excepción de algunos movimientos de Obito —Shisui está curioso y su mirada lo delata— él encontró la forma de esconderse de mí y de mi visión junto a Madara. Están esperando el momento perfecto para hacer lo que sea que quieran hacer.

—Las bestias con cola.

Izanami niega con la cabeza. Ella desconoce la historia y lo que pasa.

—Me temo que no, ese solo fue el anzuelo para obtener algún tipo de poder —ella comienza a explicar— Akatsuki como Obito saben que solo es la punta del iceberg. El verdadero problema no son las bestias y puedo asegurarte que, nunca lo serán.

—Hablaste de una misión, ¿qué misión?

Shisui ahora es él shinobi de la Hoja. Aquel joven genio del que todo mundo teme.

—Esto no lo sabe ni siquiera Ino —e Izanami está completamente segura que Obito no tiene importancia en Shisui y por eso confía lo siguiente—: mi plan inicial era evitar el despertar de Diosa Conejo, Kaguya. Y como verás Obito no siguió el plan, me traicionó y ahora busca algo o quiere desarrollar algún plan. No sé cuál es.

—¿No eres tú la que lo ve todo? —Su voz es burlona. Shisui guarda en una parte recóndita a la Diosa Kaguya y lo que sea que eso signifique.

—No funciona así —Izanami de pronto se ve ansiosa— él encontró la forma de esconderse de mí. Obito deja que otras personas tomen decisiones por él, manipulados por lo que desea, pero no solo mentalmente y en lógica de los acontecimientos, también está en un hueco en el espacio o el tiempo en el que no puedo acceder.

—¿A que te refiere como un hueco?

—Hace unas semanas o días, no lo sé —Izanami deja ese vestigio de ansiedad cuando sus ojos lo miran en busca de una respuesta sencilla— Ino desapareció. Físicamente hablando, ella simplemente se esfumó y no apareció hasta bastante tiempo después cuando la encontraron. Obito se la llevó a un lugar que no pude encontrar y lo mismo ha pasado, siempre que Obito desaparece da un golpe más fuerte que el anterior.

—Sabes cuál es nuestro plan.

—Inteligente, pero no es la solución —Izanami rápidamente cambia a un semblante divertido, bipolar— dejar que Ino salga de aquí, no es una solución a tu problema. De hecho, es todo lo contrario porque obligarás a Obito a buscarla.

—Es lo que tenemos, morir en la guerra, es lo único que podemos hacer. El clan Uchiha y el mundo shinobi no está listo para otra conflicto de esa magnitud. —Shisui está plenamente convencido de lo que dice—. Será la destrucción de los unos a los otros.

Izanami está contrariada y supuso que uno de los genios tendría un plan más potente, por lo menos más estable.

—¿Sacrificarte? ¿Ese es tu patético plan?

—Por si no lo has notado, todos los hechos se están llevando unos a los otros, todo se está cumpliendo.

Shisui tiene toda la maldita razón. Cada evento que ha sucedido, vuelve a suceder de otra forma, es consecuencia del nudo de causa y efecto. El nudo comienza a deshacerse y como toda cuerda que jalas de extremo a extremo pronto se romperá o bien, jalar lo suficiente provocará que tiembla en esta. No es algo que Izanami intente realizar.

—Es por eso que debes hacer algo.

—¿Ahora me dirás que es lo que deseas? —Shisui cruza los brazos con desdén.

—Tú tarea en el mundo shinobi no es tan extensa como la de Ino o la de Itachi, o Sasuke... —Izanami camina a su alrededor cual animal cazando a su presa—. Es mucho menor de lo que puedo admitir, todos tenemos un papel en el mundo y en la historia como la conocemos; Ino es la mejor amiga de la amada del salvador del mundo shinobi, es un papel importante, pero no lo suficiente para hacer un cambio —Shisui recuerda las palabras de Ino, ella no pretendía hacer un cambio significativo solo acompañar a aquellos que lo hacían— si Ino fuera un personaje de una novela sería un papel secundario. Itachi ha provocado gran caos en tu historia y él es tan ambiguo como un antiheroe; Sasuke es de suma importancia, es algo así como el antagonista uno de muchos... Pero tú mi querido Shisui, eres menos que eso, eres el mejor amigo del tipo desquiciado que mató a todos menos a su hermanito... Tú papel en esta historia es poco relevante, solo sirves para que Itachi despierte su Mangekyō Sharingan y seas un incentivo en su vida, no obstante, si desapareces esa tarea podría tenerla cualquiera.

Shisui no muestra algun tipo de emoción e Izanami ríe un poco porque por fin tiene el genuino interés del Uchiha.

—No significo casi nada para la historia. —La voz es tranquila y oscura.

—¡Bingo! —Aquella sonrisa escurridiza aparece por sus labios, el brillo en sus ojos regresa, pero para Shisui es capaz de ver que algo la aqueja—. Digamos que, solo sirves para incentivar a Itachi, nada más. Nunca vivirías lo suficiente, nunca tendrás lo que puedes anhelar.

Una vida simple.

—Si no soy importante —pausa e inhala— ¿para qué tomarte la molestia de mostrarte ante mí?

Para Izanami las cosas ya no son un juego en el que pueda divertirse al jugar con el destino de las personas, Obito es un potencial peligro para el tiempo mismo, y técnicamente es su estúpida culpa. Nunca debió confiar en Obito para mostrarle las posibilidades, nunca debió decirle que había un final digno para él y que nunca sería la persona que merecía tenerlo.

—Porqué a pesar de que Obito pueda ver todo y a todos, no es el único que juega un juego diferente ante nosotros —Izanami no pretende mostrarse burlesca o prepotente está seria y sin ningún atisbo de molestia, es extrañamente sincera— hay alguien en el futuro que ha movido un importante paso para que valga la pena el golpe de Obito.

—Alguien ayuda desde el futuro —murmura Shisui comprendiendo que, no solo son ellos— hablas de Itachi.

—Itachi no tiene ni idea —Izanami no miente— él logro comprender un poco de todo esto, no sabe exactamente qué sucede pero no tardará en saberlo, es Itachi de quién hablas.

—Imagino que no puedes verlo.

La hermosa mujer niega con su cabeza y muerde su labio un poco. Está angustiada y ansiosa por lo que sabe. En realidad, temerosa porque si Obito ya lo sabe no tardará mucho en querer matar a Shisui. Sin embargo, de ser así ya lo estaría o buscaría la forma de apresurar las cosas.

Hay algo más o alguien más.

—No logro verlo —admite ella— esta persona sabe como moverse de un tiempo a otro, como si fuese un fantasma atravesando paredes y estás fuesen el tiempo. Esa persona te buscará.

—¿Qué podría querer de mí? —Shisui entrecierra los ojos.

—Esa es la belleza de personas como tú. —Izanami sonríe y se acerca a paso lento, coloca su suave mano encima de la mejilla de Shisui, hay algo en sus ojos que no logra ver bien... ¿empatía?— Obito nunca sospecharía de ti, ni de mí contigo, ni de Ino y tú... Nunca fuiste un problema.

Shisui comienza a idear una lista de posibles personas entre las que está únicamente Itachi. ¿Quién lo querría cerca? ¿Para qué tomarse la molestia?

—¿Cómo sabré quién me busca?

—Porqué aparecerá y será quién hará el cambio en el tiempo, una pequeña clave que nadie pensó que realizaría.

—El tiempo no puede cambiar, el nudo...

—Shisui, las diferencias son lo que nos hace quiénes somos —Izanami sigue acariciando su mejilla con una especie de sonrisa retorcida qué se asoma por sus rojizos labios— el tiempo hace lo mismo. Los hechos se desencadenan, pero la forma es la diferencia la que radica el cambio, la sustancia de... Cosas que existían, cosas que dejaron de existir, personas, circunstancias. El nudo busca eventualmente deshacerse, es su naturaleza como la tuya es respirar, pero Obito olvido que las sustancia moldea el vacío y que sin tiempo no existe el vacío.

Shisui la mira a los ojos.

Y por fin comprende lo que aquella mujer quiere decirle. Obito no ve a Shisui porque no es un problema para él, por eso Izanami está ahí descifrando lo que ella tampoco puede hacer.

Entonces, entiende en medio de la oscuridad y con una deidad de extraño y retorcido sentido del humor que, morirse es el menor de sus problemas.

¿Quién lo diría?

.

☽ ⋆ ❀ ⋆ ☾

.

El aroma a hogar es algo que nunca podría olvidar. El aroma a comida recién hecha, el aroma a limpiador y el fresco olor a madera que tiene la casa de Itachi cada vez que pasa frente a ella. La casa de Itachi es sencilla y mucho más pequeña de lo que los Uchiha pensarían respecto al líder del Clan Uchiha.

Las luces están prendidas, escucha el ruido de voces y pasos sobre la madera, escucha los gritos de Sasuke queriendo exigir algo no está seguro de lo que es, escucha a Mikoto y un pequeño regaño, la risa de Itachi... ¿Qué hace ahí? En primer lugar.

Después, del encuentro con la extraña mujer y de saber que su papel en la historia solo se reduce a que Itachi obtenga su Mangekyō Sharingan. Quizás es el sentimiento de pertenencia lo que lo ha hecho llegar hasta la casa de Itachi. Tal vez, sea si estúpida forma de ignorar los problemas emocionales, porqué él está acostumbrado a no mencionar más de lo que debe respecto a problemas que no sean de la Aldea y el Clan.

Está parado y duda en entrar o no, piensa en tocar la puerta o jalar de ella como si estuviese en la propia... todavía tiene ese pensamiento que comienza generarle ansiedad, es imposible, su estómago arde y se remueve con fuerza en el mal sentido.

Shisui acerca su mano para tocar la puerta deslizable y entonces, se abre.

Es Sasuke con su inigualable mirada oscura, su rostro serio exigiendo el porqué está ahí, la luz amarilla ilumina su propia expresión. Ve al fondo y puede vislumbrar a Itachi sentado en la cocina junto a Mikoto y Fugaku.

—¿Qué haces aquí, Shisui? —Sasuke tan celoso como siempre, su voz ya no es chillona y es un poco más alto de lo que recordaba. Su cabello más rebelde y con su ceño tan fruncido a como lo recuerda de pequeño.

—¡Sasuke! Ya hablamos de eso —Mikoto lo regaña desde la entrada, con una muy bonita sonrisa y su cabello largo le da la bienvenida a Shisui—. Puedes pasar, Shisui. Tiene mucho tiempo que no venías a cenar.

Demasiado, de hecho. Ha pasado bastantes meses desde que había pasado la última vez con calma en la casa de Itachi. No sabe si fue el nuevo gobierno, que su relación con Ino había pasado a otro punto o simplemente no encontraba las agallas para pensar que todo siguiera igual.

Shisui ama a su clan, pero ama mucho más a Konoha. Es lo que significa.

—Pasa —invita Mikoto de nuevo— estamos a punto de cenar.

—Yo sentí tu presencia —Sasuke es presumido por naturaleza, mira a Itachi quien le sonríe con tranquilidad.

—Lo supuse, Sasuke —Shisui acaricia los cabellos del niño y este le mira de mala manera porque Sasuke ya no es tan pequeño como antes, es más testarudo y rebelde, es más el Sasuke qué describió Ino.

—No seas condescendiente.

—Sasuke, ya basta. —Regaña Itachi con esa autoridad que siempre tiene sobre su hermano, como si Sasuke fuese la persona o más bien la única persona que pudiese poner en su lugar al rebelde niño.

Sasuke bufa y toma asiento en la pequeña mesa que hay en la cocina. Shisui hace lo mismo y el aroma de la deliciosa comida llega hasta su nariz. Eso es lo que significa el hogar, lo mucho que, puede significar para las personas.

—¿Qué haces aquí?

—Sasuke no seas irrespetuoso.

—No es problema, Mikoto —Shisui sonríe y Sasuke se siente más irritado, puede ser la pubertad, su egocentrismo, los celos o una combinación de todo— vine a platicar y a ver como está Itachi.

Mikoto toma asiento a lado de Itachi y sonríe ampliamente antes de colocar su cabello detrás de su oreja. Itachi también sonríe y Shisui se siente extremadamente cómodo. La madre de Itachi siempre lo trató como si fuese su propio hijo, como si todos los días en los que llegaban de entrenar Shisui no fuese el amigo de Itachi. Era algo que nunca había tenido con los otros miembros de su clan, eran amistosos y cuidaban de él pero tal vez le hacía falta algo así como el amor fraternal de una madre y un padre. De una familia.

—Eso suena excelente —Mikoto es dulce y es todo lo contrario a Fugaku— Itachi ha estado ocupado tampoco me cuenta mucho.

—Itachi es importante y debe tener cosas que hacer —excusas Sasuke sin mirar a Shisui y tomar de su té. Malcriado.

—¡Sasuke! —Regaña la mujer y una mirada severa aplaca aunque sea unos momentos a la pequeña bestia que tiene por hijo menor—. Pero cuéntame, cómo ha ido todo, ser jefe de la policía es difícil, cómo ha sido cuidar de una cosmos...

Shisui mira a Itachi quién encoge sus hombros y sigue tomando de su delicioso té verde. Mikoto sonríe todavía y agrega un poco de miel al suyo. Reconoce esa sonrisa, es de complicidad de la forma en la que una madre sabe que alguno de sus hijos hizo una travesura.

—¡Qué patético! —Sasuke dice con ese tono frío y severo—. Sé que se trata de Ino Yamanaka. Esa niña es una molestia.

Mikoto ríe y sabe que subestimar a su hijo menor no es lo mejor que puede hacer. Sasuke nunca será tonto y subestimarlo es solo alimentar su aparente rivalidad con Itachi. Itachi no se ve consternado con eso.

Porqué el papel de Mikoto es el de acompañar a Fugaku. Shisui conoce la historia: Mikoto era una shinobi con mucho talento en el taijutsu y el ninjutsu, era muy parecida a Izumi, era clasificada no como una genio como su marido y sus hijos, más bien como una mujer con convicciones y fortalezas; Mikoto era considerada una kunoichi excepcional con dones y cualidades propias de una Uchiha... Luchó en guerras desde joven, misiones de todo tipo y excelentes resultados, pero no siempre ser el mejor es el camino o deseo de todos, Mikoto pronto obtuvo una relación con Fugaku, no era un matrimonio arreglado, tal vez siempre habían estado hecho el uno para el otro, sin embargo, había decidido dejar la vida de kunoichi y ser madre de tiempo completo porque eso era lo que más deseaba, una vida tranquila.

Reconoce que Mikoto hace un buen trabajo.

—Sasuke, deja de expresarte así. —Es Utachi quien regaña y por la extraña mirada de Mikoto, Shisui evita reírse.

—El trabajo es bien pagado y un reto —Shisui es sincero, confía en la madre de su mejor amigo— muchos miembros del Clan no creen que esté apto para ser calificado, de hecho la subersión es algo común, aunque todos tenemos el mismo objetivo. Cuidar de Konoha... Cuidar de Ino es simple, pero suele meterse en problemas —porque Obito está obsesionado y... ¿olvidé decir que Obito está vivo? No es la mejor respuesta, piensa.

—¿De verdad? ¿Has hablado con Fugaku? Esos jovencitos deben respetarte —Mikoto lo mira con preocupación, entiende la postura de muchos de los miembros que siguen enojados, pero obtuvieron lo que quisieron— eres su jefe y a pesar de todo, nosotros confiamos en ti.

—Gracias —Shisui enrojece porque es un lindo cumplido considerando las circunstancias. No hay algún tipo de remordimiento u odio de parte de la bonita mujer.

—¿Cómo van las cosas con Ino?

—¡Insoportable! —desagrado.

—Sasuke —regaño.

—Ella se intenta adaptar y a veces lo hace, pero a nadie le gusta estar lejos de su casa tanto tiempo. —Shisui mira a Itachi y ambos se sostienen la mirada demasiado tiempo, la complicidad aparece y hay algo que debe contar. Obito Uchiha—. Cuidar no es una palabra que se aplique, ella hace sus propias reglas y sus normas a como le plazca, es algo que tiene en común con Sasuke.

El nombrado rueda los ojos, pero Shisui solo lo hace por molestar y habla en general de la maravillosa generación que son ellos gracias a Naruto.

—Cuando ella dijo quién era y Fugaku me contó todo me pareció extraño —Mikoto dice la verdad, todavía sigue impresionada, pero comprende todo— las generaciones de ahora son difíciles y ellos no siguen nuestras reglas, no son soldados, son personas que ven más de lo que nosotros vimos. —Mikoto acaricia el cabello de Sasuke y su mejilla, el niño se sonroja y evita mirar a su madre porque ya es un niño grande—. Supongo que es lo que toda madre quiere que sus hijos hagan, seguir su camino y compartirlo con alguien durante este... Me alegro que ustedes estén juntos...

—No estamos juntos —Shisui mira a Itachi y este a él, mierda, su expresión es casi indescifrable— Estuvimos... Somos amigos... No hay nada... Lo aseguro...

En realidad, dice su mente mentirosa, no existió una ruptura como tal, habían compartido momentos y una que otra cosa más íntima, pero ninguno había terminado con el otro. Los sentimientos son complejos, no son una cosa que se borre de la noche a la mañana, sin embargo, Shisui comprendía su papel en la historia, nada demasiado llamativo, nada que lo debiera involucrar en cosas que no fuesen el Clan Uchiha.

Shisui está bien con eso.

—Oh, lo siento —Mikoto se levanta de su asiento y se dirige a la estufa para mover el arroz blanco— ella me gustaba para ti, es bondadosa y muy bonita... ¿cierto, Itachi?

Shisui quiere reír porque Itachi es tan expresivo como una maldita piedra, pero con Mikoto y Sasuke, es como si toda esa apariencia fuese tan estúpidamente arrancada para una más humana. Además, Mikoto le guiña un ojo y mierda, la madres ya saben las cosas justo antes de que pase.

—Sí...

—Es algo que se debe considerar —Mikoto ríe y se encoge de hombros como lo hace Itachi, de tal palo, tal astilla— las personas por las que daríamos la vida, las que amamos y las que protegemos, deben ser bondadosos y un alma pura... Son el tipo de cosas que queremos los padres para nuestros hijos, que estén con aquellos que los ayuden a ser mejores personas, que saquen lo mejor de ustedes...

—¡Mamá! —Sasuke rueda los ojos porque es demasiado cursi.

—Lo mismo pienso de ti, jovencito —Shisui mira la forma en la que Mikoto abraza a Sasuke y aprieta su mejilla con cariño, es ridículo, pero Shisui nunca había sentido eso porque no había tenido la oportunidad— deberás de estar con una mujer que te ame y te ayude a ser mejor persona. Mi bebé merece algo bueno.

—Mikoto su bebé es un rebelde.

—Shisui —murmura Sasuke con frustración mientras su madre besa sus redondas y rojizas mejillas.

Shisui observa a Itachi y él solo sonríe sin mucho problema, es lo que siempre pasa cuando Itachi está con Sasuke y con su familia (como solía hacerlo) más relajado, más tranquilo y sobre todo menos Itachi. Lo que sea que signifique.

—Es el trabajo de la familia, Sasuke —Shisui ríe y acaricia los cabellos del niño.

—Es un gran consejo, Shisui.

Fugaku aparece por la puerta y cierra esta de una forma poco ruidosa, da unos pasos y saluda a su esposa, acaricia los cabellos de Sasuke y da un asentamiento con la cabeza a Itachi.

—Las familias cuidamos a nuestros hijos porque deseamos lo mejor para ellos —Fugaku toma asiento frente a Shisui y a lado de Itachi, toma un sorbo del té que Mikoto sirve para todos y continua— muchas veces, ustedes, los hijos no ven lo que nosotros hacemos o no lo logran comprender, es parte de la naturaleza. Pero puedo decir desde mi punto de vista, que nunca lo hacemos por destruirlos, no en todos los casos, tal vez erramos en el cómo más no en la intención.

Mikoto asiente dando la razón a su esposo. Itachi mira a su madre y ella le regala una sonrisa que le permita ser más.

—Debe ser difícil...

—Las decisiones difíciles requieren más que voluntad —responde Fugaku con los brazos cruzados, ya recuerda de donde sacó lo expresivo Itachi— es parte de la vida enseñarles de lo que trata ser más.

—¿Eso es para todos? —Sasuke pregunta con ánimo.

—No todos lo comprenden o lo pueden llevar a cabo.

—Sasuke, ¿puedes venir conmigo para regar las flores de fuego? —Mikoto interrumpe la conversación.

Sasuke rueda los ojos como siempre, sin embargo, con una sonrisa pequeña en su rostro camina por dónde su madre le indica.

Shisui todavía mira por donde desapareció el niño junto a su madre. Las flores de fuego, recuerda, las flores que de alguna u otra forma le recuerdan o bueno, Ino recuerda a él. Sonríe. Un hermoso significado.

—Me alegra que estés aquí, Shisui —Fugaku dice con tranquilidad— hace bastante tiempo que no compartíamos un momento.

—Gracias, Lord.

—Es grato tenerte de nuevo en esta casa, sueles vivir con la hija de Inoichi y no te he visto mucho por aquí —Shisui quiere reír porque Fugaku especificó que estuviese cuidando de ella u qué mierda— me alegro que nuestras diferencias no hayan sido una razón por la que te alejaras.

—En absoluto no fue así, señor —Shisui da un vistazo a Itachi. Es algo así como ¿una disculpa?—. El Clan Uchiha siempre ha sido un orgullo para mí, velar por él bien de mi clan y familia, hay diferencias pero no todo es negativo.

—Es bueno escuchar eso —Fugaku se relaja y toma de la pequeña taza en su mano— ya no hay elementos como tú. He cometido errores. Me ha costado un poco sobre llevar esto, ambos —mira a Itachi— han hecho un buen trabajo.

La sinceridad en los ojos de Fugaku Uchiha es palpable, él realmente cree eso, puede ver el orgullo en los orbes oscuros y predominantes del hombre. Fugaku ha tenido mucho tiempo para pensar y comprende ciertas cosas, unas de las que no estaba seguro que podría entender y otras que nunca pensó.

—Gracias, padre.

—Es un honor, señor.

—Las cosas no han sido fáciles y lo tengo claro —Fugaku inicia y se toma un pequeño respiro para continuar— les puse las cosas difíciles porqué pensé que eso sería lo correcto, me he equivocado. Creí que Obito sería la única opción viable...

—Así que ya lo sabe —interrumpe Shisui e Itachi los mira a ambos.

¡Blah! Por supuesto, Itachi tiene claro que el dichoso enmascarado no sería Madara, sería un Uchiha. Pero definitivamente, lo toma por sorpresa el nombre de Obito. Aunque, bueno tiene sentido. De hecho, hasta el nombre lo tiene Tobi-Obito.

—No fue cuidadoso.

—¿Sucede algo, Itachi? —Shisui pregunta a su amigo.

—Saber quién es implica tener una ventaja que él claramente quiere que tengamos. ¿Para qué?

—Porqué quiere que todo esto termine aquí —dice Fugaku y cruza sus brazos con parsimonia— no piensa dejar algún cabo suelto, empezando por aquella chica, quiere obtener su objetivo.

—¿Cuál es? —Itachi puede imaginar qué es.

Lo cierto es, que Fugaku narra la historia, la historia completa desde la aparición de Obito, hasta su último encuentro. Para Shisui es claro que Obito no solo está desquiciado, también tiene signos mentales inestables, si sale de entre las sombras para cometer sus objetivos quiere decir que no le importa mucho sus movimientos y sus consecuencias. Obito Uchiha quiere terminar con lo que sea que crea que va a suceder.

—... sus planes siempre fueron claros para él... hacernos el eslabón más fuerte del mundo shinobi... ser el clan más fuerte... solo utilizarlos...

Shisui como Itachi escuchan atentos, el principal objetivo es el poder, pero... ¿Cuál poder? Tiene el poder de Konoha, a dos Jinchuriki entre sus filas, porqué Gaara sigue en una sala de Interrogación a cargo de Inoichi Yamanaka, inhumano. Tiene a un gran arsenal de shinobis excepcionales, qué otro poder tener, las bestias no son necesarias. ¿La guerra? Obito ya ha demostrado ser apto para ella.

Hay algo que no consideran, algo que debe salir a relucir para conocer el panorama completo de Obito.

—Me temo que Obito es un peligro para el Clan.

—Y Konoha.

—Y el mundo shinobi, señor.

Shisui es capaz de percibir que, Fugaku Uchiha tiene aquella aura preocupada y potencialmente peligrosa de cuando necesitaban dar ese golpe de estado que tantos problemas les han dado. Es esa misma expresión, seriedad y disgusto por la aldea porque a pesar de ser el Hokage, puede sentir la rabia de los aldeanos, el desdén, el odio y la repulsión. Para un Uchiha aquello no es más que un motor para construir con rapidez su futuro.

Es darle el gusto al difunto Tobirama Senju.

—El mundo ya conoce a los Uchiha —hay orgullo en la voz del hombre.

—Seguiremos con la guerra —indica Itachi con el semblante serio y Shisui siente la extraña intensidad entre el padre y el hijo.

—Es lo único que tenemos —Fugaku se vuelve más serio— durante toda nuestra historia nos temieron y nos quisieron aniquilar. Esta guerra es de todo o nada.

—Volvimos dónde empezamos.

—Algún día lo entenderás, Itachi —Fugaku mira a su hijo— algún día entenderás lo que somos capaces de hacer por nuestro futuro y las generaciones que vendrán. Algún día comprenderás que todos tenemos un límite y nadie se exenta de él.

Itachi está rígido en su asiento y para Shisui es un reflejo de aquel muchacho rebelde que solía ser justo antes de la Masacre Uchiha, tan hermético y con un atisbo de oscuridad en sus ojos.

Itachi es Itachi, irremediablemente.

Itachi se levanta de golpe de su asiento y Shisui hace lo propio cuando la tensión en el ambiente crece.

—Una última cosa —Fugaku mira a ambos sin ninguna emoción aparente— ahora no solo estamos contra Konoha, estaremos contra el mundo shinobi y tal vez contra Obito. Esto es un ultimátum. Deben escoger un bando.

Ambos se miran y...

No es igual a cuando empezaron.

Es mucho peor.

Itachi cierra la puerta deslizable e inhala de forma profunda. Shisui no quiere interrumpir el momento, Itachi está asimilando las palabras de Fugaku. Shisui como Itachi, nunca pensaron qué Fugaku daría su brazo a torcer, pero el negar la ayuda de su propia aldea, es un paso que no creyeron que Fugaku daría.

—Estamos en el mismo lugar.

Shisui evita decir algo, Itachi se ve acongojado.

—Justo en el mismo lugar.

—Ahora sí estamos entre la espada y la pared —Shisui dice y no pretende ser gracioso, para ser sincero, aquellas dos opciones queman y golpean porque sigue amando a su clan, pero la aldea y... todo es tan confuso como la primera vez. Ya no hablan de dos partes, si no de tres o cuatro.

—Debemos de tomar la decisión correcta.

—No podremos matar al Clan y tú ojo no es opción —Itachi tiene esa voz profunda y llena de coraje que recuerda tener hace un tiempo, en un límite que Shisui desconocía qué tenía.

—Podemos intentarlo —Shisui no quiere ser condescendiente, el genjutsu perfecto, aplicado a Fugaku, Shikaku Nara, líderes del mundo shinobi e intentar detener a Obito— no tenemos otra opción, Danzō desapareció con mi ojo, pero sigo teniendo uno.

—Eso sería actuar de forma precipitada —Itachi niega— ya hemos pasado por esto, una vez.

—Puede ser la opción fácil...

—Pero Obito —a Itachi se le dificulta decir el nombre, porque es casi irreal que el bastardo ese sea uno de los shinobis más nobles que conoció—podría dar otro salto en el tiempo y regresar mucho antes, el tiempo se fragmentaría... Debemos mantenerlo aquí, que termine su plan aquí.

—Está la opción que no lo haga, que lo que busque sea solo una parte más —Shisui mira a su amigo a través de la luz de la calle del Distrito Uchiha— no podemos preverlo, nosotros tenemos cierta capacidad.

—Mantenerlo aquí es la opción.

—Lo haremos bien o lo que sea que eso signifique —Shisui coloca su mano en el hombro de Itachi, reconfortandolo aunque sea un poco, Itachi vuelve a ser Itachi. Oscuro. Serio. Aislado.

—No tenemos tiempo.

Shisui reconforta a su mejor amigo, eso es cierto, ya no hay mucho tiempo para pensar en algo y es actuar como siempre lo han hecho: la mejor opción del momento.

—Va a pasar lo que tenga que pasar, Obito no puede controlarlo todo —Shisui está convencido que Izanami tiene razón, hay otra persona que puede cambiarlo o por lo menos un poco de ayuda— estaré aquí y tú harás lo que mejor sabes hacer. Estaré aquí.

Shisui sonríe a Itachi e Itachi abre sus ojos por la sorpresa. Le recuerda a sus primera misiones juntos, la admiración que Itachi emanaba en aquellos aniñados y grandes ojos, o cuando hablaba de algún tipo de consejo en el entrenamiento o cuando contaba sus anécdotas de su vida. Itachi siempre lo admiró de una u otra forma.

Y Shisui siempre estuvo ahí para él, incluso en un futuro en el que él ya no existía a través de su ojo y lo perturbador que puede leerse.

—¿Eso qué es? —Itachi señala una caja blanca en la entrada de su casa. Sé acerca y la toma entre sus dedos sin dejar el ceño fruncido qué parece no querer relajar—. Dice tu nombre. Es la letra de Ino.

Itachi lo mira fijamente y entonces, ofrece la nota.

"¡Ya lo pensé! No eres una flor de fuego¹.
Los lirios blancos simbolizan la pureza y la inocencia, pero también tienen un significado de muerte, no lo tomes a mal;)
Los lirios significan el renacer y la resurrección.
Tú lo hiciste, renaciste y serás capaz de hacerlo siempre que lo desees.

¡Felicidades Shisui Uchiha, eres un hermoso lirio blanco!

Te ama, Ino :)

Pd: Podías ser una flor de fuego, pero el fuego no es muy característico tuyo. Lo tuyo va más allá del fuego, como caer de un acantilado y sobrevivir."

Shisui ríe a carcajadas y la mirada ensombrecida de Itachi lo hace reír aun más. Itachi está confundido y sin comprender porque el hermoso ramo de lirios blancos en una caja hacen reír a Shisui.

Definitivamente, Ino como Itachi no siempre pueden tener razón. Pero Izanami puede equivocarse.

La extraña mujer se equivoca, porque Itachi puede no necesitarlo, Ino tampoco y que tal vez su vida haya sido un poco solitaria en aquel mundo tan extenso y lleno de problemas. Sin embargo, puede decir que, aunque aquella mujer diga lo que diga y probablemente tenga razón.

Tal vez, su único papel en la historia sea ser solo el mejor amigo de Itachi, no importa porqué para él es suficiente. Y él pertenece a Itachi y eso es mucho más que cambiar al mundo en gran escala.

El pertenecer a alguien es de las pocas cosas que puede decir que ha logrado en su corta existencia. Siempre ha perteneció a su mejor amigo e Itachi a él.

Siempre pensó que, él debía ser parte del Clan Uchiha porque le habían dado todo, apoyo y todo lo que conllevaba su crianza. Creyó que el pertenecer es regresar un poco de lo que te han dado, pero ahora es diferente. Entiende como pertenecer el construirse a sí mismo y ser acompañado en el camino, al dar apoyo cuando más lo necesitas y sobre todo, admirar la simpleza del otro.

Ino pertenece a sus padres, sus amigos y (actualmente) a Itachi. Por su parte, Itachi pertenece a su madre, a su padre (aunque no estén de acuerdo), a su hermano menor (de quien esta seguro que su corazón siempre tendrá) y solo por el ahora a Ino.

Y Shisui, bueno, Shisui solo pertenece a Itachi, con eso es suficiente para él y más recientemente a cierta rubia.

Dos personas.

Pocas.

No tiene ningún problema con eso.

Está satisfecho con ello. Siempre lo estará.

.

☽ ⋆ ❀ ⋆ ☾

.

¹: Flor de Fuego, son también llamadas como nochebuena, las bonitas flores rojas que crecen en México y son usualmente usadas para la festividad Navidad.

Espero les haya gustado el capítulo.

Me centré en Shisui porque lo tenía un poco abandonado y nada mejor que Shisui Uchiha siendo un buen amigo y teniendo conocimiento gracias a Izanami.
Ella ha dado información acerca del futuro de Shisui y un poco de qué vendrá en la segunda parte mejor explicada.

Fugaku es un hombre que puede tener sus arrepentimientos, pero él sigue su objetivo. Aunque sabe que Obito sí es un peligro, no importa porqué para él au único objetivo es proteger a los suyos.
Claro que, Shisui ama a su clan y está agradecido con él, sin embargo, tiene una dualidad respecto a lo correcto y su lealtad. Quise explorar un poco ese sentimiento y sobre todo: el papel de Shisui en la historia, algo sencillo y cruel.

En fin, espero les haya gustado.

Cuéntenme qué les pareció.

Gracias por leerme.

Nos leemos.

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