𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐈𝐗: El camino al infierno
𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐈𝐗: ❛ El camino al infierno ❜
A veces, solo a veces olvida su vida pasada o bueno, la vida que tenía hace relativamente poco. Recuerda la belleza de los atardeceres de Konoha, el viento cálido y el ruido de los aldeanos como si pudiese sentirlo en este momento.
No hay mucho que haya cambiado, a pesar de lo que ha visto y vivido puede decir que Konoha siempre está de pie justo como lo conoció. Es algo admirable para Ino. Aunque las personas no están de acuerdo con el Hokage todos parecen dar lo mejor de sí para vivir una vida tranquila.
Sonríe cuando ve el receso de la academia en la que estudió. Es capaz de verse a sí misma (con una buena técnica de escondite porque para esa edad de diez u once años, Ino ya era una buena sensor) con su cabello medianamente largo y el flequillo en su rostro, recuerda que en esa época ella y Sakura ya eran rivales por Sasuke. Sin embargo, ahora que se ve a sí misma en el receso está con Shikamaru, Chōji, Sakura y Naruto. Extraño.
Recuerda lo mucho que quiere a Sakura y su inestable inseguridad. Recuerda lo irritante que era Shikamaru y su flojera, lo mucho que lo admiraba y ni hablar de la sencillez de Chōji que siempre la hacía irritar pero secretamente le agradaba.
Debes volver a ti, habría dicho su padre cuando la abrazó y supuso que Itachi le había dicho algo. La mejor manera para hacerlo era verse a sí misma como hace tanto no lo hacía: feliz y con una vida tan tranquila que comienza a sentir celos de ella misma. Todo era más sencillo antes, todo requería menos su estado emocional, el pasado es ridículamente cansado.
Blah, parece Shikamaru.
Mira desde lo lejos a Naruto peleando como siempre lo hacía con Sasuke. Sin embargo, su atención se ve dirigida a la manera tan agresiva en la que Naruto jala de Sasuke, entrecierra los ojos para sentir el chakra del Uzumaki ascender de forma repentina. Naruto nunca fue particularmente bueno en el control de chakra.
Observa detenidamente su propia reacción, su versión más joven se queda quieta a comparación de su propio recuerdo, ella había gritado a Naruto y había amenazado a Shikamaru de proteger a Sasuke, ella no dice nada simplemente se queda quieta junto a una Sakura preocupada sin ser estrictamente chillona y escandalosa respecto a Sasuke.
El día no había sido así, Naruto y Sasuke habían discutido, sí. No obstante, la reacción del Uchiha no había sido tan arrebatada o tan violenta, su mirada no destellaba odio solo un poco de molestia por Naruto y el Uzumaki, solo se había sentido ofendido por el Uchiha nada que ver con la intensidad y el coraje con el que actúa.
¿Por qué siente que algo no está bien? En realidad, es una absurda pregunta. Pero no puede sacar de su mente desde que Izumi comienza a tener signos de que algo debe estar pasando. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes o después? ¿Qué sabe su padre sobre eso? ¿Qué tiene que ver Obito con ella?
—Hay algo que no considero —se dice a sí misma.
Obito dijo que la necesitaba y que sin ella aquello no podría ser posible. ¿Qué sería? ¿Por qué ella sería indispensable si es solo una chunin de un clan medianamente poderoso? Ino en realidad no ha hecho mucho, quería que detuviera la Masacre Uchiha o era algo que solo usaba para manipularla.
Obito deseaba que los Uchiha estuviesen vivos, pero eso no sería lógico porque Obito es un antes y un después de los Uchiha. No tiene mucho sentido.
—¿Qué quieres de mí? —murmura concentrada en la escena frente a sus ojos.
Lo había preguntado muchas veces, pero siempre era la misma respuesta dando vueltas, ella lo había creado y querido, había salvado a Itachi y a Shisui por que lo deseaba no por Obito. Sin embargo, él parecía muy agradecido con eso.
Ino respira profundamente e intenta buscar la firma de energía de su padre, está en el hospital justo en la habitación de Izumi. Por lo menos puede decir que ha mejorado sus habilidades como kunoichi sensor, era buena, sí ahora es mucho mejor de lo que solía ser.
Inhala y se concentra nuevamente en la lectura ya conocida. El cuartel ANBU.
Se pregunta si él puede sentirla...
Era hablar las cosas y arreglarlas, no acostarte con él. La irritante voz de Sakura golpea sus oídos y, es entonces, que su cuerpo se tensa y mira a su izquierda para encontrar el inmenso bosque a lado de la Academia. Un extraño recuerdo inunda su mente: Sakura está sentada con su sonrisa divertida, su mirada jade llena de incredulidad, tiene su cabello más largo de sus hombros y su vestimenta civil; está sentada en una cafetería o tal vez una tienda de té que no recuerda, el lugar es amplio y la luz del día ilumina el rostro de Sakura.
—Frentesota...
—¿Esperabas a alguien más? —Shisui toma asiento a su lado en la rama del árbol en el que ha estado espiando a su yo más joven.
Ino se ve extraña y un poco descolocada.
—N-no... —Ino tartamudea y sabe que la voz de Sakura golpeando sus oídos no es algo deba comentar. Ya suficiente tiene con lo que sea que haya pensado el Uchiha—. ¿Qué haces aquí?
Aunque no quiere sonar grosera y la sonrisa de Shisui se asoma por los labios sabe perfectamente que, a él no le afecta y si está ahí es porqué algo debe pasar.
—Pensé que era buena idea ver cómo espías a las personas —Shisui está quitado de la pena— es un hábito que también tiene Itachi. Me sorprenden tanto.
Ino no se deja engañar por el encanto y el sarcasmo que plaga Shisui. El Uchiha se sienta a su lado con tal comodidad que irrita a Ino, es algo que nunca dirá pero Shisui tiene ese algo que Shikamaru suele hacer: nada, tranquilidad e indiferencia.
—No me vengas con sermones.
—No vengo a hablar de Itachi —Shisui responde mucho antes de que Ino pueda reprochar— ustedes son un dolor de cabeza.
—¿Qué significa eso? —Ino arquea la ceja con frustración.
—Significa que tienen mucho que aprender el uno del otro —Shisui dice lo más natural posible— las cosas no siempre son sencillas. Aunque no lo creas estoy preocupado por ti —Shisui sonríe con un sonrojo en las mejillas— hay cosas que no nos dirás y aceptamos esos términos, pero no dudes que podemos ayudarte.
Hay sinceridad en él, Ino puede decirlo con la intención de su chakra y por la extraña mirada que tiene.
—Entonces ¿no crees que sea una traidora?
—Creo que... —Shisui se rasca la cabeza y la torpeza nace— solo tú sabes lo que eres capaz de hacer... No te juzgaré porque encuentres salidas poco viables... —Shisui es terriblemente honesto.
Ino quiere sonreír pero la emoción inicial de tener a Itachi frente a ella con una mirada llena de reproche y un poco (solo un poco) de decepción en tan llamativos ojos, la hace temblar. No quiere admitirlo en voz alta y sería cobarde de su parte no hacerlo, pero la discusión con Itachi realmente la distrae por momentos.
Itachi es alguien que no puede ignorar.
—No es espiar —Ino retoma su atención al par de niños que se jalonea el uno al otro— hay algo que no cuadra.
—¿Aparte del viaje en el tiempo? —Shisui también mira hacia donde Ino observa detenidamente. Entonces, abre sus ojos a la par que ella—. ¿Has pensado en algo?
—¿Por qué Obito lo hizo? —Shisui la mira de reojo con ese semblante de reproche qué a veces olvida pasar desapercibido. A Shisui también suele molestarle el hecho de que Ino se refiera al otro de forma tan natural. No son celos, obvio.
—¿Qué quieres decir?
—¿Cuál es la historia de Obito? —Ino pregunta. Pero su atención está enfocada en el patio de la Academia.
Naruto tira un golpe hacia Sasuke, logra hacerlo retroceder un par de pasos, pero no los suficientes para considerarse una derrota. Sasuke por su parte, lo mira con ese rencor y destello de ira contenida que el Uchiha siempre ha tenido desde aquella fatídica noche.
Para Ino es terriblemente difícil entender algo: tal vez Sasuke siempre ha sido así, tal vez el odio y el deseo de poder es algo inherente de Sasuke o de los Uchiha (tiene el ejemplo de Fugaku y Obito), aquel sentimiento y sus repercusiones siempre deben existir como motor de los miembros del Clan Uchiha. Y finalmente, saber que Itachi nunca ha sido un verdadero y completo responsable de Sasuke como siempre lo pensó.
Sasuke da un rodillazo a Naruto en su estómago. El rubio se retuerce en el piso del patio. Entonces, Ino sabe que aquello nunca pasó, Iruka sensei había intervenido dramáticamente y había regañado a ambos, ahora eso no pasa y en cambio Chōji y Shikamaru intentan detener a Naruto para que una paliza se evitará en ambos.
—Obito y yo crecimos juntos durante los primeros años —Ino puede ver la confusión dentro de los ojos de Shisui, a penas puede nombrarlo, es difícil— sus padres murieron en la guerra, los miembros del Clan nos cuidaron, pero a diferencia de mí él tenía a su abuela... Obito era torpe, ruidoso y un caos —Naruto, piensa Ino— él era bueno con todos y fue alumno de Minato Namikaze, el Cuarto Hokage junto a Kakashi.
En realidad, Shisui no recuerda mucho a Obito, sabe que era especial para él porque conviven la mayor parte del tiempo durante los primeros años de ambos. Obito creció y Shisui ya era un genio. Había sido difícil para él, era un niño, pero después conoció a Itachi a quien considera un hermano. De alguna extraña y retorcida forma Shisui, Obito e Itachi estaban ligados de una forma u otra.
—¡¿De verdad?! —Ino está sorprendida porque es algo que definitivamente no estaba en sus planes—. Obito no es el tipo que pueda verse como alguien torpe o a la sombra de alguien como Kakashi-sensei.
Shisui entrecierra los ojos, de nuevo está la estúpida familiaridad de Ino, como si sintiera algún tipo de empatía por él. No es una buena señal.
—Hubo una misión en la que él supuestamente murió —Shisui quiso terminar el relato— aparentemente no lo hizo... Pero lo único que puedo comprender es que tal vez la muerte de Rin Nohara fue lo que pudo destruir a Obito...
Rin Nohara, el nombre se mantiene fuerte en la mente de Ino. Reconoce el nombre de inmediato, un punto a considerar y la curiosidad de Ino comienza a surgir dentro de sí.
—¿Rin?
—Era la chica por la que Obito podría morir, literalmente —Shisui es un idiota y ríe— todos sabíamos que ella no lo amaba pero él hubiese hecho lo que sea por ella.
—¿Cómo era ella? —Pregunta Ino con una extraña confusión en sus ojos. Hay algo que desea saber con ansias.
—No conviví mucho con ella —Shisui se toma la barbilla confundido y parece recordar algo— un par de veces tal vez. Rin era linda, divertida y un alma noble, me recuerda un poco a Izumi —Shisui expresa con naturalidad e Ino siente un golpe en el estómago removerse— ella era como el sol mismo, iluminaba por donde pasaba.
Y Shisui hace una pequeña referencia a Ino misma, pero ella no está muy concentrada en ello. Entiende a Obito, completamente.
Los niños de la academia comienzan a gritar el típico pelea, pelea, pelea cuando Naruto y Sasuke esquiva un golpe y una patada del otro respectivamente. Ino se mantiene un poco impresionada porque Naruto no era precisamente muy bueno a esa edad. Un impulso para intervenir nace en su interior.
—Solo quisiera saber que desea Obito. —Ino explica con pesar— tal vez es la clave para salir de aquí.
—No te distraigas en lo que sea que él desee —Shisui dice también prestando atención a los niños frente a ellos.
—No es tan sencillo cuando eres la persona en medio. —Ino comenta y entonces, Sasuke en medio de la pelea saca un pequeño kunai de entre su pierna y somete a Naruto en el suelo para colocar el arma en su cuello—. ¿En qué momento...?
—Sasuke siempre fue demasiado hábil —Shisui también mira confundido aquel momento.
—No —Ino niega con la cabeza— es completamente diferente a lo que recuerdo.
—¿Pudiste sentirlo?
Naruto tiene una lectura de su chakra mayor de un momento a otro, sin embargo, no es lo que preocupa a Ino. Es el chakra lo que comienza a llamar su atención, recuerda vagamente esa sensación: es el chakra del Zorro de las Nueve Colas. Presta atención de forma repentina para encontrar a Naruto levantarse del suelo e implantar una patada en el estómago de Sasuke.
—Naruto... —murmura ella.
—Debemos interrumpir esa discusión.
—No... —Shisui la mira incrédulo— eso no pasa... Iruka-sensei...
—Ino. —Llama Shisui con reproche.
Sasuke se mantiene firme y esquiva rápidamente el puño de Naruto. El golpe del Uzumaki da directamente en el rostro de Sakura.
Algunos niños comienzan a murmurar, otros gritan asustados y algunos que no recuerda salen corriendo a gran velocidad. Ino fija su vista a ella misma intentando despertar a la pelirrosa y no sabe cómo mierda lo siente pero lo hace, puede sentir el pánico de sí misma y la preocupación. Shikamaru y Chōji la acompañan para verificar el estado de Sakura.
—¡Eres un monstruo! —Grita alguien con fuerza e Ino es capaz de sentir el corazón de Naruto detenerse por un segundo y sentir el dolor de esas palabras.
Naruto respira de forma estrepitosa, pero nadie parece percatarse del color rojizo en sus ojos y las marcas en sus mejillas mucho más marcadas de lo que suelen ser.
—¡Ino! —Shisui está a punto de intervenir.
—Naruto... —Ino está inmóvil.
Puede verse a sí misma a punto de llorar y arrasar con aquella emoción porque Sakura sigue inconsciente en el suelo del patio, sus amigos al rededor intentando ayudar y ni hablar de la sorpresa y odio que delatan los ojos de Sasuke. Naruto está sumamente enojado y el autocontrol que puede entender en ocasiones comienza a desaparecer.
Naruto sonríe de forma altanera y comienza a avanzar de forma rápida hacia Sasuke. Alza el puño y es entonces que el cuerpo de Ino se mueve sin razón alguna.
La adrenalina que golpea su estómago permite que llegue a gran velocidad frente a Naruto y lo tome de la muñeca. Pero eso no es todo. Justo frente a ella está Itachi junto a dos ANBU a cada lado y las máscaras extrañas en sus rostros.
—Suelta a Naruto.
La orden de Itachi es clara, Ino siente que el estómago le da un vuelco cuando puede verlo fijamente, está a un par de centímetros de su rostro. Frente a ella tan imponente, serio y profesional. Él la mira desde arriba con la expresión tan sublime que Ino no pretende demostrar los nervios al sentirse débil.
—Es un niño —murmura Ino con convicción y el entrecejo marcado.
—Jefe, debemos evacuar la instalación.
Es entonces, cuando Ino nota que no están solos: Shisui se encuentra con dos ninjas pertenecientes a la Policía Militar, el trío está a lado derecho suyo, los tres ANBU contando a Itachi y ella únicamente frente a Naruto sosteniendo su puño.
El chakra rojizo que comenzaba a brillar en el cuerpo del niño, desaparece de forma rápida, Ino mira de reojo a Naruto para encontrar los aniñados y brillantes de Naruto mirándola de forma curiosa.
Naruto ha regresado a ser él.
—Evacuen la zona, Gin—ordena Shisui.
—De acuerdo —el Uchiha hace retroceder a los niños restantes en el patio.
Unos miran intentando comprender, otros ignoran, pero su atención se encuentra en su versión infantil que no deja de mirarla de forma sorprendida, Gin Uchiha carga a Sakura en brazos y revisa su estado.
—Suelta a Naruto —ordena nuevamente Itachi.
—¿Qué hace Raíz aquí? —Cuestiona Rō Uchiha con sorna. Shisui rueda los ojos por qué el muy imbécil odia a Shisui, pero si se trata de tirar mierda a Raíz definitivamente los odia mucho más.
—Los sellos que protegen a Konoha se alarmaron cuando Naruto despertó el chakra del Zorro —responde Itachi sin mirar a Rō, de hecho, sigue mirando a Ino.
—No sabía qué Raíz era la responsable del jinchuriki. Sigues igual que siempre, Itachi.
El desdén de Rō se siente ligeramente familiar para Itachi. Es como si volvieran a los viejos tiempos, el odio hacia Itachi por ser un traidor. Lo ignora olímpicamente.
—No dejaré a Naruto —Ino habla.
No le importa vestir el color morado con el que llegó a aquel tiempo, ni tener sus características Yamanaka a plena luz del día y tampoco le importa mucho que su versión infantil la vea con el semblante sorprendido. Ella extrañamente lo sabe, porque pudo sentir su propia extensión de chakra acercarse y unificarse solo por un segundo.
—No estás en condiciones —Itachi habla con seriedad— Naruto debe ir con nosotros.
—Es un niño —Ino tiene la rabia ahogada en su garganta.
Porqué aparentemente, si Naruto se sale de sí mismo, hay una maldita regla que dice que debe ser llevado al mismo lugar que Gaara. De alguna forma, encarcelados, privados de la libertad que tienen por derecho humano. Gaara es inestable emocionalmente, es volátil con Shukaku, pero Naruto es diferente, su espíritu puede sobrepasar el poder del Kyubi.
—¿Raíz con dos jinchuriki? Me suena un poco presuntuoso, Itachi.
—Rō —llama Shisui irritado— ayuda a Gin a evacuar la academia. Necesito una evacuación de cien metros a la redonda.
—Sí, jefe —Rō desaparece no sin antes mirar de forma altanera a Itachi.
—No te puedes llevar a Naruto, Itachi —Shisui intercede. ANBU es un organismo tan independiente como la Policía Militar. No es una orden o consejo, es una jodida idea para que las cosas no se compliquen más— tu padre no lo permitiría.
—Es el protocolo. —Protocolo que aparentemente en algún momento implementó Danzō.
—¡A la mierda el protocolo! —Ino aprieta el puño y suelta a Naruto qué no entiende exactamente que sucede, sin embargo, la vergüenza y la torpeza qué lo caracteriza se ve reflejado en sus bonitos ojos azules—. Es un niño y será el mejor de nosotros. No lo hagas de esta forma Itachi.
—Son órdenes —Itachi expresa sin emoción alguna— deberías de conocerlas.
Ino respira profundamente para no caer en las palabras de Itachi.
—Dilo de una buena vez —Ino lo mira a los ojos y esconde a Naruto detrás de su propio cuerpo— y deja de usar a Naruto como una moneda de cambio.
—Yo solo sigo órdenes, Ino —Itachi no pretende retroceder ni un paso.
—¿Ino? —pregunta Naruto con ese tono de voz irritante y toda furia es aniquiladora cuando el niño tiene el semblante tan torpe que reconoce.
Ino se sorprende y tiembla bajo la mirada de Itachi. Lo hizo a propósito. Está a punto de responder, pero una energía conocida recorre su mente.
Debes venir, Izumi despertó.
Ino suelta la mano de Naruto y da un vistazo a Shisui y a Itachi, pero su verdadera atención de encuentra en su versión infantil que está apunto de desaparecer del patio principal y la mira fijamente a los ojos, aunque no es eso lo que puede ver si no que al parecer ella también escuchó las órdenes de Inoichi Yamanaka.
—Haz lo que quieras —Ino murmura con la mayor frialdad que puede sentir— pero tocar a Naruto nunca será la opción.
Entonces, Ino desaparece dejando a un Itachi y a Shisui serios, a los miembros de Raíz sin palabras, a los Uchiha con trabajo extra y a un pequeño Naruto con una sonrisa bonita porque alguien más que Iruka-sensei se preocupa por él.
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Llega tan rápido como puede, las personas al rededor de Ino no se percatan de su existencia y pareciera que al aparecer en el hospital con un color tan llamativo es la mera idea de algo normal. Supone que tiene que ver con Inoichi y su gran forma de entrar a la mente de las personas.
Abre la puerta y lo primero que puede ver es a su padre regresando después de entrar a la mente de Izumi Uchiha. Inoichi se ve consternado, cansado y con una extraña mirada perdida en algún punto de la habitación.
—¿Papá? —Pregunta Ino y mira a Shikaku confundida. El padre de Shikamaru sonríe y con un asentimiento de cabeza da entender que no hay nada de qué preocuparse.
Da un paso al frente para tocar el hombro de su progenitor. Eso no sucede porqué un llamado la hace estremecer.
—¿I-ino?
Reconoce la voz de inmediato: es Izumi Uchiha. Entonces, la mira con su cabello largo y enredado, su mirada cansada y opaca y, ni hablar de lo pálida que se encuentra, como si fuese un cadáver que volvió a la vida por arte de magia. Su voz es un pequeño susurro, pero lo suficientemente grave para saber que ella también envejeció.
—Izumi... —Ino sabe que no se oye muy convencida—. ¿Cómo te sientes?
Intenta no golpearse la cara por tan estúpida pregunta.
—Cansada y... —Izumi no es Izumi. Es más silenciosa y recuerda de ella, su singular alegría así como el brillo en sus ojos que extrañamente ha desaparecido. Ella oculta algo, pero no es el momento para saberlo.
—No debes esforzarte —Fugaku Uchiha está en la puerta con los brazos cruzados. Izumi se ve confundida cuando el hombre se acerca a paso lento— descansarás lo suficiente.
—Lord Fugaku —dice Izumi y como puede hace una reverencia.
Ino se mantiene en silencio al igual que su padre y Shikaku. Fugaku es de armas tomar. Y no debe saber qué hace Inoichi, Shikaku e Ino en aquella habitación.
—Es un gusto tenerte aquí, Izumi —Fugaku se acerca a la chica y toma su hombro como forma de apoyo— nos alegramos qué estés con vida.
—La misión... Fue un fracaso... Yo...
—No hay qué decir —Fugaku mira a Ino y a Inoichi con el rostro sereno— tendrás mucho tiempo para mencionar algo. Estarás en revisión y después podrás salir.
—S-sí... —Izumi mira sus propias manos con torpeza y después a el líder de la aldea—. ¿Cómo está Itachi?
Ino baja la mirada con el asqueroso sabor en sus labios y en la lengua recorriendo su estómago. El nombre de Itachi en los labios de Izumi, la hacen sentir enferma y con disgusto; maldice internamente a Obito porqué el muy hijo de puta se lo advirtió.
—Él está bien, le diré que venga en un rato —Fugaku explica con sinceridad sin dejar de mirar a Ino.
Es francamente detestable.
—¿Shisui?
—Él está bien —se adelanta Inoichi cuando la gran tensión comienza a incomodar a Ino. Ella no lo dice pero lo agradece—. Soy Inoichi Yamanaka, el encargado de hacerte estudios.
—Será revisada por Ibiki, Inoichi —Fugaku se adelanta rápidamente ante la mirada incrédula de todos— te encargarás de Naruto. Estuvo a punto de salirse de control en la academia.
—¿Algún herido?
—Vamos, —Fugaku invita—, debemos ponernos en contacto con Jiraiya para un sello. Inoichi. Shikaku. Ino, te quedas a cargo hasta que Shisui pueda escoltarla.
—Sí, señor.
Inoichi sale con cara de pocos amigos, Shikaku ríe por lo bajo y Fugaku no está muy inmiscuido en la circunstancia porque tener a dos Jinchuriki con problemas de la ira y otro tan emocional como lo ridículo que puede sonar parece no ser suficiente castigo para él.
—Es un gusto verte, Ino.
Ino se sorprende cuando sigue mirando la puerta sin dejar de pensar en Naruto. Una parte de ella aun se siente jodidamente culpable, porque en el pasado (ahora presente y quizás futuro) ella solía tratarlo mal no lo dice en voz alta y sinceramente, siente vergüenza de eso, no puede imaginar lo que vive Naruto con esos tratos y... no poder ser consciente del porqué de todo. Shikamaru tenía razón porqué nadie es culpable de ser cómo es, demasiado problemático. No quiere admitirlo, pero tal vez ella debió ser más comprensible con él.
En el futuro, o bueno, su futuro son amigos y todos ellos lo son sin excepción (solo Sasuke). No es algo que pueda negar. Simplemente aprendió como el resto a ser amigos del rubio ruidoso.
—¿Ino?
—Lo siento, Izumi —no lo siente— estaba pensando. Un gusto verte también.
Izumi la mira con sus grandes y ya no aniñados ojos qué recuerda, sus facciones se ven más maduras y duras, sus ojos destellan un tipo de opacidad qué es incapaz de describir. Ino se remueve incómoda.
—¿Sucede algo?
—Es solo que tienes una marca morada en tu cuello —dice Izumi con gran confusión.
Los colores suben hasta el rostro de Ino, claro, su última borrachera junto a Shisui y a Itachi había sido hacía un par de días, el día que... bueno, ella e Itachi habían sido demasiado cercanos.
Se lleva las manos a su cuello y entonces, verifica que en efecto, una parte de su cuello duele y mierda, mierda, mierda su padre, Fugaku, Inoichi, es decir los adultos cercanos lo han visto. Lleva días así y no era que no quisiera curarlo con un poco de ninjutsu, es solo que, después de que Itachi (su bendito Itachi) regresó al tiempo intacto (como lo había llamado) y con las burlas constantes de Shisui, la pelea con Itachi y un patético intento de curarse lo olvidó.
Aunque prefiere no recordarlo. Sin embargo, esa misma noche frente al espejo se había mirado durante minutos, eran mordidas con moretones frescos, dolía si se movía demasiado y parecían querer resaltar por su blanca piel.
—¿Quién sabría como es Itachi? —Shisui es un maldito bastardo poco bromista.
Ino se había sonrojado y había golpeado a Shisui por ser un idiota entrometido, pero era lo cierto, las mordidas se entendían desde su cuello hasta una parte en su espalda y comienzo de su pecho.
Pero Itachi parecía no sentirse demasiado expuesto o por lo menos que las burlas de Shisui fuesen un problema. Se había acercado a ella y en el reflejo del espejo del pequeño baño podía ver la sonrisa de Itachi. Era una sonrisa diferente, era pequeña y tranquila con un atisbo de timidez qué tenía muy bien escondido detrás del cuello largo.
A Ino no le incomodó y, por el contrario, activó la palma mística e iba a colocar la mano sobre su cuello cuando Itachi la detuvo.
—Déjalo así —dijo él con tal parsimonia que hizo temblar sus piernas— quiero verte.
Ino como si estuviera hipnotizada desactivo su arte curativa y miró fijamente a Itachi a través del espejo. Entonces, Itachi sonrió cuando notó que ella le había hecho caso y sin dudarlo entrelazo sus dedos perfectamente.
Aún puede sentir su tacto cálido, las callosidades de su mano y la forma que él respiró sobre su cuello cuando pretendió acercarse demasiado y esconder su cabeza en el cuello de ella.
—¿Ino?
—Cosas sin importancia —Ino ríe con un tic en el ojo, porqué es demasiado buena persona para negarlo— mejor dime ¿Cómo te sientes? ¿Recuerdas algo? ¿Lo último que hiciste?
Izumi se remueve incómoda en la camilla, la mirada se encuentra perdida en el suelo y lo que sea que esté sintiendo es demasiado transparente para que Ino lo sepa. Tal vez es la única Uchiha que realmente está en contacto con sus emociones.
—Fui a la misión y fui atacada —Izumi mira a los ojos a Ino, no miente, pero hay algo dentro de su expresión que le causa mucha curiosidad a Ino— no recuerdo quién fue, no fui capaz de verlo, solo sé que fue cerca de Amekagure. Después...
—¿Después? —Ino recuerda las palabras de Obito, la posibilidad de que Itachi fuese quién le hiciera eso, de ser así... ¿Por qué?
—Estaba en un sueño —la emoción, el chakra de Izumi y su lenguaje corporal denota algún tipo de melancolía combinada con nostalgia— era un sueño hermoso.
—¿Qué clase de sueño? —Ino no quiere demostrar su innata emoción sobre el tema.
—Era... todos éramos felices —dentro de la connotación yo era feliz, Ino se remueve un poco incómoda, porqué decir que ella supo exactamente lo qué Izumi soñaba no suele ser algún tipo de privacidad, además la Uchiha no lo sabría— no existía esto.
Pero Ino no sabe qué quiere decir eso.
—¿Era un genjutsu? —Ino pregunta más por interrogatorio que por otra cosa, la percepción de Izumi puede ser meramente estudio de su percepción no de los hechos.
—No —Izumi niega rotundamente— era tan real que, duele un poco recordarlo.
Ino se queda pasmada y la razón es, puede sentir plenamente la tristeza que comienza a sentir Izumi. Es abrumadora o probablemente culpa a su genética del Clan Yamanaka, es profunda y casi abrasadora, Izumi siente un terrible dolor qué no es capaz de disuadir o por lo menos ocultar. A ella verdaderamente le duele recordarlo o en el peor de los casos haber despertado.
Ino niega con su cabeza y tiene que dejar que lo que sea que le esté pasando por la mente.
—¿Por qué duele? —Ino no quiere ser tan imprudente.
—Por qué... —Izumi muerde su labio y sus ojos se ahogan en un terrible dolor reflejado en las lágrimas que amenazan con salir— mejor háblame de ti... no quiero saber nada... lo lamento.
—Izumi... —Ino susurra y quiere acercarse a la chica. Sin embargo, Izumi mira hacia la ventana.
La mirada perdida y vacía, Izumi solo es la sombra de lo que es, su cuerpo está ahí pero su presencia se encuentra ausente lejos de la realidad, de lo que sea que haya vivido en su mente en sus más recónditos deseos y anhelos.
Ino se siente estremecer al reconocer aquella emoción.
—Hablemos de otra cosa, Ino —Izumi dice con su voz ahogada y acaricia su propia mano en busca de un consuelo— dime, ¿Shisui y tú ya son novios?
Izumi quiere mentir pero es terriblemente mala en ello.
—No, quiero decir, somos amigos —Ino sonríe porqué no es mentira, pero los grandes ojos de Izumi se muestran heridos como si sus palabras se quemaran en el interior de la Uchiha— solo eso.
—Pensé que tú y él serían... —Izumi apenas y susurra— quisiera salir a tomar un poco de aire...
—Claro... —Ino asiente y sabe que no se ha liberado de ella.
Decide acompañarla.
Cuando se encuentran ambas en la azotea del hospital en el que en unos hipotéticos años pelean Naruto y Sasuke. Ino no puede evitar preguntarse un sin fin de cosas, el regreso de Izumi ha puesto todo en perspectiva.
¿Obito fue el causante de que Izumi despertara de un coma qué casi la aniquila? Espera que haya sido él y no el poder de cierta mujer (Izanami). Es como una broma de mal gusto, el regreso de Izumi es eso. No en el mal sentido, Izumi le brindó amistad y ayuda cuando lo requería, pero la Uchiha no es consciente de lo que sucede ahora.
Ino no le desea mal, pero Izumi al menos tenía control en su propio sueño. Ahora parece un cuerpo sin alma.
Izumi está sentada en la orilla del techo del hospital, con los pies colgados y su largo cabello castaño volando por el viento.
Ino tiene un mal presentimiento.
—¡Hey, Izumi!
Ino se percata de la presencia de Shisui y de Itachi. Shisui como siempre tan ruidoso saluda a la chica desde la lejanía e Itachi, bueno, él se mantiene quieto y mira a la chica en completa armonía y algo de alegría. Si no fue él ¿entonces quién?
—¡Shisui! —Izumi sonríe un poco y se sonroja cuando ve a Itachi—. Itachi...
Puede entenderla de verdad, Itachi se ve tan maduro como cuando su versión (¿futura? Lo que sea, no importa) de Akatsuki tuvo lugar para un supuesto atraco y secuestro a Naruto. Es una extraña versión de él, menos retorcida de lo que Sakura alguna vez le contó o los informes que tenía la División de Interrogación.
—Fue un poco laborioso encontrarte —Shisui sonríe y se acerca a Izumi, da un vistazo a Ino. Ino asiente.
—Ino me ayudó a tomar un poco de aire —Izumi dice con naturalidad y entonces su atención se posa sobre Ino e Itachi.
A Ino no le importa que Izumi la mire fijamente, la sensación del mal presentimiento sigue instaurada en su pecho, hay algo alarmante en el supuesto regreso de Izumi qué no puede entender del todo. Hay algo extraño y turbio que no logra comprender.
—¿De verdad? —Shisui actúa como el sorprendido—. ¿Por qué no vienes y platicamos con Ino e Itachi?
Izumi asiente sin muchas ganas y toma la mano de Shisui, la ofrece sin mucho problema y como si fuese una muñeca de trapo él jala de su cuerpo, estaba demasiado cerca de la orilla del edificio.
—Puedes sentirlo —Itachi murmura cuando Shisui e Izumi caminan hacia ellos con paso lento.
—No sé qué me inquieta —Ino dice sin mucho problema, no mira a Itachi, su atención se centra en Izumi.
Sus pasos son lentos y torpes y supone que tiene que ver que lleva dos inviernos sin caminar, sigue teniendo la fuerza que los reportes describen, ella es extremadamente buena en el combate cuerpo a cuerpo, a pesar de haber estado en ese estado postrada en una cama se ve fuerte. La resistencia de los Uchiha.
—Sabes que no es sorpresa que ella esté despierta.
—No es eso, —Ino comenta y mira por primera vez a Itachi, desvía la mirada un poco incómoda—, ella no está bien.
—Fue un sueño profundo.
—Fue algo más —Ino muerde su labio intentando buscar las palabras correctas sin sonar demasiado extravagante— mira sus manos —aclara y continúa— su cuerpo sigue reaccionando a algo que no está pasando.
Itachi así lo hace y nota lo mismo que Ino: Izumi parece acariciar su propio vientre, no de una manera en la que lo hace las personas como cuando ríes demasiado o el dolor por comer mucho o incluso cuando la gente es herida; es la forma en la que lo haría una mujer embarazada.
Ino se estremece cuando Itachi la mira profundamente esperando que ella siga conversando. Itachi no lo dice pero le sorprende la suspicacia con la que Ino se desenvuelve.
—Ella está aquí.
—Pero no su alma —Ino se cruza de brazos y se recarga en la pared en la que se encuentra la puerta de acceso a la azotea— su mente, chakra y cuerpo están aquí. Su alma probablemente no regresó. —Es una forma de decirlo.
Itachi parece entender lo que quiere decir.
—Es sumamente peligroso.
—Ella está muerta —Ino por fin lo mira un par de segundos— en vida.
Itachi está a punto de responder cuando llega Izumi y Shisui. El Uchiha la acompaña de una forma extraña a los ojos de la chica, demasiado paranoico para su gusto, aunque su atención se centra en la extraña tensión que hay entre Ino e Itachi.
—Me alegro que estés bien, Izumi.
—G-gracias I-itachi... —Izumi tiene las mejillas rosadas y su mirada se pierde en la inmensidad del suelo.
Ino mira el cielo al medio día y entonces, siente la mirada y sonrisa burlona de Shisui sobre ella. Idiota.
—Te escoltaré para ir con Ibiki Morino a tu revisión —Shisui siempre tan amable, Ino entrecierra los ojos porqué hay un poco de ansiedad en sus palabras— será sencillo o prefieres quedarte unos minutos.
—Prefiero estar un rato aquí —Izumi sonríe, pero no a Shisui o a Ino si no a Itachi.
Ino respira profundamente.
—Nos quedaremos contigo en ese caso.
—¿Seguros? ¿Ino? —Izumi le pregunta con timidez por qué Ino a ojos de la chica se ve... diferente, tal vez un poco más intimidante.
—Debo irme... tengo varias cosas...
Ino busca una explicación no estúpida para salir de ahí, no quiere decirlo y menos con la penetrante mirada de Itachi sobre su persona, pero comienza a sentirse intrigada del regreso de Izumi y el cómo Obito Uchiha está involucrado. Porqué Obito ama hacerla enojar, es un pasatiempo aparte de sentirse un dios.
No lo dirá pero necesita a Obito.
—No irás a ningún lado —Itachi la toma de la mano, no de la muñeca o brazo como suele hacerlo Shisui e incluso sus amigos cuando quieren detenerla. Lo hace de la mano e Izumi los mira sin parpadear— tenemos que hablar.
Ino busca algún tipo de ayuda en Shisui y de igual forma, piensa lo mismo, una pequeña conversación pendiente.
—Bien. —Ino e Itachi mantienen sus manos unidas aún—. ¿Necesitas algo? —La sonrisa falsa y revoloteo en sus entrañas la hacen sentir un poco vulnerable.
Ino no siempre ha sido amable y en realidad, aquello solo sale a relucir cuando las cosas no son exactamente lo qué desea. Itachi suelta su mano en un movimiento delicado, y al parecer el vacío que ambos sienten reluce en sus rostros.
—Esto es nuevo para mí —dice Izumi cuando Shisui la pone al tanto de toda la situación (casi todo, omitiendo el hecho de que Itachi e Ino casi se acuestan y que probablemente Ino los traiciona, ese es otro tema, no olvidemos que Shisui no suele ser tan entrometido)— nunca imaginé que tu padre sería el Hokage, Itachi.
—Convicciones bien elaboradas —es lo único que dice Itachi.
Ino no dice mucho y a comparación de la persona que suele ser, ahora no menciona algo, se abstiene de dar alguna opinión o reforzar las terribles bromas de Shisui. Está mayormente concentrada en el chakra de Izumi.
Es inestable, asciende y desciende, pero no está segura si es por la reciente emoción de tristeza que encuentra cuando Itachi parece ignorarla un poco, no lo suficiente para considerarse alguien rudo, más bien que Izumi no tiene mucho qué decir y sus manos buscan algún tipo de consuelo cuando se acerca de más a Itachi.
—¿Entonces tu padre ha sido un gran apoyo no es cierto, Ino? —Izumi le pregunta con sus grandes ojos expresivos buscando la respuesta.
—Claro, mi padre puede ser cualquier cosa, pero siempre intenta protegerme —Ino es orgullosa y petulante— por supuesto, podría ser más de ayuda pero tiene esa cosa que hace que me desquicie.
Se refiere a su sobreprotección.
—Solo te protege, Ino —Izumi dice calmada y con una pequeña risa— yo también quisiera proteger a mis hijos... digo, es normal, supongo.
Tanto Shisui como Itachi e Ino se miran los unos a los otros.
—¿Por qué lo dices, Izumi? —Shisui cuestiona amablemente.
—Yo... —los colores la hacen enrojecer y sus manos aprietan la ropa holgada qué viste, un par de pantalones y camiseta—... durante mi coma... tenía una familia... me casé, tuve hijos... era una vida que soñé toda mi vida... —Izumi mira de reojo a Itachi y sus mejillas arden— cuando desperté... aún no puedo creer que solo fue un sueño...
Ino siente las náuseas golpear en su estómago. Para Izumi aquello era tan real como lo que vive ahora, reconoce la sensación, el sueño de Izumi era todo lo que ella siempre ha querido: paz, familia, amigos y a Itachi.
Mira a Itachi, él solo mira la inmensidad del cielo sobre ellos, escucha paciente a Izumi. Su relato es sobre su vida en su sueño, era relativamente simple, obviamente no dice ciertos detalles como que Itachi es su esposo y que, Ino tuvo un gran impacto en ellos. Ino no sabe si es consciente de ello.
¿Se siente mal? No realmente. Simplemente hay detalles que no tienen sentido y otros que Izumi no pretende compartir.
—Por ejemplo desde aquí se ve el rostro de Lord Fugaku —Shisui menciona y ayuda a Izumi a levantarse— si vamos de este lado podemos verlo. Mira.
Ino entrecierra los ojos cuando Shisui casi arrastra a Izumi hacia una de las orillas del edificio. Porque es un lugar muy bonito y mira el rostro de Lord Fugaku se ve bien, personalmente se ve mejor el del Cuarto Hokage ¿no crees?
Traidor, un traidor muy inteligente. Ino suspira y solo observa a Shisui enseñarle a Izumi los nuevos edificios que existen o lo que sea que se invente el Uchiha.
—Te parece sospechoso tanto como a nosotros.
—Izumi no debió despertar —dice Ino, pero no deja entre ver demasiado, porque tendría que explicar lo que haya sucedido y muchas otras cosas de Obito—. Su mente está algo deteriorada.
—¿Sigues creyendo que fui yo?
—Creo que tuvo que ser alguien con un genjutsu poderoso —Ino se encoge de hombros— eres el único que me vino a la mente.
—Suelen subestimar a las personas —Itachi no se mueve de su asiente y solo la mira de reojo— está Shisui, mi padre, Obito... ¿Por qué precisamente yo?
—¿Crees que te traiciono?
Itachi sonríe, muy perspicaz de parte de Ino.
—No estoy seguro si lo haces —Itachi se ve confiado y serio— de ser así, lo entiendo, no hay algún conflicto con que busques respuestas a preguntas que no tenemos.
Ino abre los ojos y sus mejillas se enrojecen.
—¿No estás molesto?
—No lo estoy —es sincero— nuestra prioridad nunca ha sido derrotar a lo que sea que Obito quiera o detenerlo, es salva guardar la integridad del mayor número de personas.
—¿No debería ser esa la razón?
—No —Itachi la mira sin parpadear y se acomoda un poco en el suelo de aquella azotea— por eso mismo es que no es una molestia. Tú tarea va más allá de salir o no de aquí. Obito parece saberlo. Tu tiempo aquí pareciera ilimitado, pero no es el caso. Lo que quiero decir es, —Itachi respira e Ino siente el estómago revolotear—, debemos cuidar lo que quede de este tiempo. ¿Tienes una idea de qué sucederá si regresas?
Las mejillas de Ino arden y enrojecen. No, no tiene ni la menor idea.
—No lo he pensado...
—El tiempo es volátil —Itachi sigue mirándola con aquella familiaridad que enaltece a ambos— el flujo del tiempo puede empujar todo hacia adelante o hacia atrás. Cuando regreses puedes regresar en el momento exacto en el que desapareciste o volver a esta línea creada. No sabemos con exactitud.
¡Naruto! ¡Deja de ser tan fastidioso!
¡Pero Sakura es hoy, es hoy!
Que fastidio y problemático. Chōji deja de comer como desquiciado, todos nos están viendo.
¿Podrían comportarse?
Neji no seas amargado.
No soy amargado, Tenten.
¡Vive la juventud, Neji!
—¿Ino? —Itachi la saca de su ensoñación o más bien conversación que resuena en su cabeza con fuerza. Puede sentir lo irritada que está cuando Neji los trata como si fuesen niños y lo ridículo que es Rock Lee y Naruto.
—S-sí, ¿qué estás diciendo? ¿Solo hay dos opciones en este caso?
—No lo sabríamos. —Itachi niega con la cabeza—. Si regresas en el momento exacto que desapareciste, esto que hemos vivido no existirá Shisui estará muerto junto al Clan Uchiha y yo seguiré siendo un ninja renegado.
—Pero sin la intromisión de Hinata y tú estarías casi muerto... —Ino muerde su labio inferior en busca de una respuesta—. ¿Es todo lo que hay?
—Todo —Itachi no pretende mentir.
—¿Y si regreso en este futuro?
—Las cosas podrían ser más volátiles de lo que ya son —Itachi mira a Ino con preocupación bien disfrazada— podríamos morir en los años que deben faltar para tu regreso, o peor aún, nada de esto existir —Itachi observa la belleza de la Aldea a sus pies— es un riesgo que debemos correr.
—¿Cómo saberlo?
—Ese es el punto —Itachi no está tranquilo con la respuesta— no podríamos saberlo hasta que suceda. El golpe final se dará en el momento en el que regreses.
Tiene todo el sentido del mundo, decide, la naturaleza del flujo en el tiempo es casi caótica a como Ino puede interpretarla, en el momento exacto podría saberlo, no antes no después. Es quizás como aquel mito del gato en la caja con veneno¹, ella no lo sabría hasta su regreso. Y con ello, proteger lo que verdaderamente importa que es la gente de Konoha.
—Podrías estar en un bucle —Itachi menciona con fuerza— si regresas y todo o nada cambia, entonces estarás atrapada en un bucle una y otra vez. Bucle que no sabremos dónde inicia y dónde acaba.
—Estoy atrapada —Ino golpea su cabeza con la pared.
Aparentemente, las cosas no son tan sencillas como ella pensó. Ni siquiera está segura cómo sigue funcionando el viaje en el tiempo, Itachi en su futuro, Hinata, Shisui y la mierda que ha hecho Obito sin razón aparente.
—Si es un bucle...
—Esto ha pasado una infinidad de veces.
—¿Cómo saberlo?
—No lo sabrías —Itachi dice quitado de la pena— ninguno lo sabría es algo que sucede una y otra vez. Tal vez al intentar detenerlo lo provocamos.
—Eso es paradójico.
—¿Lo es?
—¿A qué te refieres?
Itachi vuelve a fijar su mirada en Izumi y en Shisui. Ella tiene una linda sonrisa gracias a Shisui. Es el encanto natural de su amigo, Izumi es solo una víctima más de todo eso.
—¿Este es el destino? —Itachi pregunta e Ino recuerda una de las primeras conversaciones que tuvieron cuando se conocieron—. Si detuvimos la Masacre ¿Cómo es que todo está peor que si no lo hubiésemos hecho?
—Nadie es responsable de la decisión de otros. —Ino siente la pena de Itachi recorrer su cuerpo e instaurase en su pecho, de alguna forma que no logra comprender, hay un círculo invisible que comienza a trazarse de nuevo.
—Me pregunto si... ¿Debe ser una y otra vez? Escoger uno de los dos.
—No debe ser así —Ino no está convencida de lo que dice— debe haber una posibilidad, tal vez que Danzō muera antes de todo el caos.
—¿Y si no es así? Habría alguien que odiaría al Clan Uchiha.
No puede contra la lógica de Itachi. Al parecer siempre han odiado a los Uchiha, cada Clan o familia de la Aldea tiene una idea errónea del pasado o rencores heredados, pero siempre hay alguien que buscará su beneficio con tramas tan sucias como lo hizo Danzō. Ahora no está el anciano decrépito pero las cosas siguen tan malas como antes, incluso peor.
Ino no tiene algo que decir.
—Quiero creer que podemos hacer algo todavía.
—Tú todavía puedes.
—Itachi...
Ino se acerca a paso lento hacia Itachi para poder abrazarlo por la espalda y esconder su cabeza en ella. Itachi ya no se tensa y, al contrario, entrelaza los dedos en un ágil movimiento como si su vida dependiera de ello. Sus largos dedos toman los suyos con fuerza, hace unos delicados círculos en su mano y juega con ella mientras mira la aldea.
—Estarás bien —dice Itachi tan simple— queda poco tiempo.
Ino no quiere decirlo, pero eso comienza a desgarrar en pequeñas partes su corazón. No está lista para dejarlo ir. Si Obito obtiene lo que quiere ella no tendrá más remedio que ir con él.
—Tengo miedo.
—¿De qué?
—De todo —susurra contra la espalda de Itachi, pero él ríe— no te burles.
—Solo confía en ti.
Itachi la mira de reojo cuando voltea su cabeza para verla, en sus ojos puede encontrar la convicción de sus palabras. El destello de sus ojos oscuros la hacen sentir como una niña pequeña. Itachi sigue acariciando su mano. Podrían estar así una eternidad.
—¡Hey! Es momento de irnos tórtolos. —Shisui aparece con una sonrisa más forzada que genuina. A su lado se encuentra Izumi—. Escoltaré a Izumi hasta la oficina de tu padre y podremos ir a cenar algo rico.
—Ibiki. —Regaña Ino aun abrazada de Itachi.
—Lo que sea. —Shisui es tan espontáneo que hace reír solo un poco a Izumi.
Izumi mira a Ino y después a Shisui, aun existe una complicidad entre ellos, discuten por qué deja de molestar, Uchiha y Departamento o División de Interrogación da lo mismo le harán un lavado de cerebro, ¿cierto, Itachi? O no metas a Itachi en esto, Shisui. Es demasiado estruendo para aquellos que puedan escuchar su escándalo en algún lugar. No obstante, su atención se ve interrumpida cuando mira a Itachi, se ve tan diferente a como lo recuerda; es más grande en edad y en estatura, su rostro se vislumbrar más maduro y su cabello mucho más largo de lo que ella puede recordar, pero su atención se centra cuando Itachi sonríe abiertamente ante la discusión de Ino y Shisui, como si estuviese más que acostumbrado, como si esa fuese su vida y ella es solo un eco de otra.
Izumi puede ver aquel brillo en los ojos de Itachi y cuando Shisui abraza a Itachi por los hombros y por encima de jala de Ino, ellos se sonríen, puede decir que, por fin Itachi Uchiha ha encontrado su pequeño lugar en el mundo.
Duele.
—¿Qué les parece cenar ramen?
—Shisui comimos eso la semana pasada.
—Perdón, señorita tengo una dieta de solo agua.
—Idiota.
Y la risa de Shisui es tan contagiosa que Itachi intercede por unos momentos. Izumi se siente feliz por Itachi, pero eso no quite que el recién despertar no lo vea como algo que ha dejado un atisbo de dolor en ella.
—¿Quieres venir, Izumi? —Shisui tan educado pregunta—. Puedo hablar con Lord Fugaku y mañana por la mañana tener tu revisión.
Ino se remueve incómoda y asiente en silencio. A veces extraña tener una rival como Sakura, alguien con quién gritar, maldecir o jalar del cabello.
—Y-yo... estoy bien...
Ino sabe que miente, está demasiado pálida.
—Shisui. —llama Ino cuando el cuerpo de Izumi casi cae en brazos del Uchiha—. Izumi, no te duermas.
La chica sigue consciente, pero con un rostro decaído y los labios agrietados, está tan pálida como una hoja de papel.
—Necesita comer.
Y cuando Ino está a punto de tocar la frente de Izumi... el pitido en sus oídos. El mareo. El sabor ácido en su lengua.
Inhala y exhala.
El sonido tan profundo golpea sus oídos de nuevo, las luces del lugar la confunden, el hablar de las personas, el olor a sake y comida. Abre los ojos y se encuentra en una silla cómoda en una mesa redonda. No obstante, puede sentir el suelo frío que está debajo de ella, puede sentir el viento de la azotea y los rayos del sol calarle.
—¿Y bien? —Sakura está a su lado con su ropa de civil y su cabello un tanto largo.
Está consciente, pero está adormilada. Es Shisui.
—¿Acerca de qué? —Ino gira su rostro para encontrarse con Sakura y por una fracción menor a un parpadeo encuentra a Izumi a su lado, a pesar de estar débil puede ver la preocupación en sus bonitos ojos oscuros.
—¿Por qué más? Sobre Shikamaru —Sakura tiene una sonrisa divertida y la ceja alzada porque un buen chisme es un buen chisme—. Dijiste qué hiciste una estupidez, acostarte con él no creo que lo haya sido.
—Nunca dije acostarme, frente, dije pasar la noche.
Está reviviendo un recuerdo. Escucha a Shisui en su cabeza, pero puede sentir nuevamente la cercanía de este y las manos de Itachi sostener su peso.
—¡Para lo que sea! Shikamaru y tú deben resolver esto, no esperes a que sea demasiado tarde.
—¿Tú dirías algo así? —Ino le reprocha a su mejor amiga. Sakura niega con la cabeza y la hace sonreír un poco.
Ino mira a su alrededor y a sí misma, su traje morado con redes, su cabello largo en una coleta, no ha cambiado en ese momento. Vislumbra en la mesa a Tenten, Lee y al compungido de Neji hablando a lado de Sakura.
Ahora lo recuerda, fue el mismo día del cumpleaños de Shikamaru porque el Festival de Otoño iba a comenzar y con ello sus tradiciones. Recuerda la fiesta en el karaoke que como había prometido Naruto había corrido por la cuenta de ellos, sin embargo, había sido ese mismo día. Recuerda perfectamente, los aromas, la música, la manera que Sakura tararea una canción que acaba de salir, la forma en la que Tenten ríe porque Neji ha llamado ridículo a Lee. Recuerda a Chōji preguntando por la comida y ni hablar de Shikamaru peleando con Naruto por qué una canción que solo dice BANG, BANG, BANG no es una canción.
Todos visten sus ropas shinobi por qué su pequeña celebración no les había dejado cambiar aunque sea de ropa a excepción de Sakura qué terminaba un servicio en el hospital.
—¿De qué hablan? —Pregunta Tenten una vez que Lee ha ido por el micrófono y no pretende soltarlo. Neji se mantiene más ocupado ayudando a Chōji a traer el alimento a la mesa.
¿Ino? Es Izumi.
Cuando mira a Tenten puede recibir la señal de ver a Itachi mirándola fijamente.
—Ino se acostó con Shikamaru.
—¡No me acosté con él, estúpida frente!
—¿A quién le llamas frente, puerquita?
—¿Eso es cierto, Ino? ¿No va en contra de sus reglas? —Tenten pregunta con asombro y es que no conoce mucho los clanes de sus amigos, pero supone un riesgo. No se equivoca.
—Va en contra de las reglas, solo debemos arreglar esto... Shikamaru y yo, debemos arreglarlo por el bien del equipo.
—No creo que sea lo correcto —Sakura tiene ese brillo de lealtad y entusiasmo— hablen con sus padres y puede haber algo que hacer.
—Ambos somos los hijos de los líderes, es más complejo, no hay otro heredero y el más cercano está en ANBU —Ino posa su cabeza en su mano como forma de resignación.
Su mirada se posa en Naruto y por un segundo puede ver a Shisui frente a ella, siente su tacto y está verificando qué su temperatura esté bien. Su atención se fija en Naruto, quién emocionado porque ha ganado la pelea contra Shikamaru y BANG, BANG, BANG es una buena canción a comparación de decir Dy-na-na-na, na-na, na-na, ayy y llamar Dynamite a una canción.
—¿Qué me dices de Naruto?
—No sé de qué hablas —Sakura dice mirando a otro lado bebiendo de su bebida.
—Hablo de que sé perfectamente lo que escondes —Ino se acerca al cuerpo de Sakura y jala de su camiseta roja. No obstante, puede sentir el aroma de Shisui demasiado cerca de ella—. ¿Acaso me has dejado a Sasuke para mí?
—¡En tus sueños Ino puerca!
—No le vería nada de malo a Naruto —interrumpe Tenten con ese semblante tan tranquilo y la sonrisa en sus labios—. Es muy lindo lo que pretende hacer.
Siente demasiado movimiento a su alrededor, pero su grupo de amigos se mantiene en su lugar esperando a Naruto lo que sea que quiera hacer.
—Esta canción es para Sakura, de verás—Naruto toma el micrófono y entonces comienza una ligera melodía que recuerda vagamente de hace algunos años.
—¡Bajen a ese idiota de ahí! —Sakura está muerta de vergüenza. E Ino estalla en carcajadas porque a pesar de querer verse irritada o avergonzada el rubor en su rostro no le da mucha credibilidad.
—Naruto es lindo, debes admitirlo Sakura —Naruto canta— pero no el mejor cantante.
Escucha reír a sus amigos que han llegado. Chōji toma asiento y comienza a comer, Neji quiere reír de lo ridículo que es Naruto con su interpretación, Tenten corea un poco y Shikamaru apenas toma asiento.
—Ese idiota solo quería cantar de esa agrupación —Shikamaru puede verse irritado pero la verdad es que disfruta mucho de aquellas salidas.
—Vamos, Shikamaru no seas amargado —Ino le guiña el ojo y se acerca a su lado, él está sentado justo entre Tenten e Ino.
—La resaca de mañana será un maldito problema.
—Todo es un problema para ti.
—No todo —dice él con una sonrisa ladina y entonces, comienza a sentir sus mejillas arder con fuerza. Shikamaru debajo de la mesa toma sus dedos e ignora por completo los alaridos de Naruto diciendo: I'm so sorry but I love you al ritmo de Lies².
Ino es capaz de sentirlos con claridad, pero pronto reconoce el tacto: Itachi.
Espera, no la despiertes, puede hacerle daño regaña Itachi a Shisui.
—¡Ay no! ¡Bajen a Lee de ahí! ¡Neji te dije que cuidarás que Lee no tomara demasiado!
—No soy niñera, Tenten.
Ino mira a lado de Shikamaru y encuentra a Tenten levantándose de la mesa para ir por Rock Lee quién acaba de subir al escenario junto a Naruto.
—Tus dos pretendientes frentesota, en tu duelo de amor.
—Por lo menos tengo pretendientes.
—Quisieras frentona —Ino sonríe de forma irritante para hacer enojar a Sakura, pero no funciona porque la chica ni siquiera la mira sino que observa detenidamente a Naruto.
Hay algo ahí, puede intuir.
—Esta canción es para mi hermosa flor, Sakura. —Lee arrastra un poco las palabras y Sakura solo quiere reír o meterse debajo de una roca—. Te amo, Sakura.
Ino ríe porque son tan idiotas y la canción es tan malditamente pegajosa que nunca esperó que Naruto cantará Dy-na-na-na, na-na, na-na, ayy junto a un Rock Lee enamorado de la vida. Sakura aplaude al ritmo del música, Tenten hace los pequeños coros y Shikamaru como Neji son demasiado herméticos para demostrar que es un buen día. Y Chōji bueno, es buffet todo lo que puedas comer.
Ino se recuesta en el brazo y cuello de Shikamaru, inhala un poco, pero el aroma a cigarro nunca llega, si no el aroma a roble que desprende Itachi.
—¡Vamos Naruto! ¡Demuestra que cantas mejor! —Sakura se levanta de su asiento y jala de la mano de Ino—. ¡Vamos!
Ino ríe y escucha.
—¡Si no puedes contra el enemigo únete a él!
—No voy a dejar que Sakura haga el ridículo sola —Ino menciona y deja la mano de Shikamaru en la mesa para guiñarle el ojo— no me extrañes mucho.
—Hmp, problemática. —Shikamaru la mira y sonríe de lado mientras sus mejillas se tornan rojizas.
¡¿Qué mierda estás haciendo?! Es Shisui alarmado, pero no le importa en absoluto porqué Sakura le hace una señal para que se acerque a ella, Tenten también la invita y Naruto solo canta a todo pulmón como Rock Lee baila al ritmo de Dynamite.
Ino ríe y no puede pensar en otra cosa que no sea en ese momento.
Ino... Es Izumi de nuevo, ahora preocupada.
Ino, no saltes. Shisui se oye preocupado y sabe que se acerca paso rápido porque puede sentir su chakra tan cerca de ella que la hace estremecer. Su chakra es extrañamente cálido.
Ino... ¡Dispersión!
Ino vuelve a la realidad en un parpadeo.
Mira hacia abajo con la respiración agitada y se ve a sí misma a punto de caer al vacío justo en la orilla del edificio. Está a punto de dar el paso y, sin embargo, Itachi la sostiene por la cintura y le sostiene el rostro buscando algo que no entiende.
Ino siente el estómago removerse y sin más salta del lugar para dirigirse hacia atrás de los tinacos del lugar y poder regresar el almuerzo de esa mañana. El sabor amargo de la bilis recorre su garganta y boca.
Una vez que se encuentra mejor y decide sacar alguna pastilla de menta de su porta kunai, gracias.
—¿Qué carajos fue eso? —Shisui pregunta sin entender qué sucedió.
—No lo sé... —Ino niega e intenta aclarar su mente.
Un día antes de la misión, recuerda.
—Ino estabas a punto de caer por la borda del edificio. No estabas consciente. —Shisui está muy preocupado—. Decías cosas sobre Shikamaru, tu amiga Sakura e incluso Naruto.
—Estaba soñando —concluye Ino— cuando toque a Izumi yo me fui automáticamente al día anterior del qué desaparecí.
—Dijiste que había sido una misión.
—Pues aparentemente no fue así —Ino está descolocada y aun siente el sabor de la bilis en su lengua a pesar del dulce en su boca.
—Estabas sonámbula —Itachi explica con calma.
—Era un karaoke.
—¿Eso es todo? Casi caes por el edificio.
—Era una fiesta ¿bien? —Ino lo fulmina con la mirada— era tan real.
—¿Tan real como para morir? —las miradas de los tres pasan a Izumi.
Los presentes están mudos. Izumi no puede hablar y muerde su labio hasta sangrar, se mantiene quieta abrazándose a sí misma buscando algún tipo de calor o consuelo.
Izumi sonríe para no preocupar a Itachi, Shisui y a Ino. Una sonrisa triste, una que no puede ocultar el terrible dolor qué comienza a sentir cuando se da cuenta que Itachi ya no siente algo por ella. Nunca lo hizo de una forma tan explícita y amorosa, se preocupaba por ella y de cierto modo tenía un pequeño enamoramiento y gran cariño hacia Izumi. Pero ya no está, no más.
Itachi parece no darse cuenta de lo mucho que ha cambiado, de la sonrisa ligera que tiene y de lo tranquilo que se ve cuando Ino revolotea a su alrededor. Izumi siente su corazón detenerse cuando Ino sonríe a ambos Uchiha y pretende tranquilizarlo, pero Itachi es demasiado inteligente para dejarse engañar. Shisui intenta regañar o lo que sea que él crea que es mejor.
E irremediablemente siente celos de Ino, nunca fue muy cercana a Shisui, pero siempre había sido un buen elemento y amigo, ni hablar de Itachi. Claramente, las cosas no son como antes y quema tanto que el aire puede escasear a su alrededor.
Le duele amar a Itachi y que él no la ame de vuelta.
—Debo ir con mi padre —Ino dice con los brazos cruzados para que Shisui e Itachi hagan más preguntas— estaré bien.
—Eres pésima mentirosa. —Shisui se burla abiertamente.
—Como sea —Ino se encoge de hombros— cuiden a Izumi.
Ino todavía siente la sensación de haber cantado en aquel karaoke. La música golpeando sus oídos, el aroma a cigarrillo de Shikamaru y el horrible sabor de la bilis viajando por su tracto digestivo de vuelta.
—No te dejaremos ir así como así.
—Shisui, ya soy una niña grande.
—¿Le dirías que no a Itachi?
Las mejillas de Ino enrojecen y los movimientos en sus hombros se proclaman a sí mismos como el único movimiento que pueda hacer.
En la pequeña discusión de Ino y Shisui, con participación especial de Itachi, ninguno es capaz de ver a Izumi.
Su mirada está centrada en la orilla del edificio, su mirada recorre a la perfección el horizonte y la extraña sensación de frío que la cobijan, no importa que sea lo que pase a su alrededor, su mente memoriza los pasos que dio Ino hacia el vacío, fueron veinte desde dónde se encuentran; nadie se percata del dolor que comienza a surgir en los bonitos ojos oscuros, en el brillo que desaparece cuando Itachi e Ino dirigen sus cuerpos hacia el otro sin que lo noten como si se buscaran de una forma una y otra vez, y Shisui bueno, Shisui es como es abraza a Itachi e Ino por los hombros y se ve más complacido de lo que puede decir.
Shisui está feliz, como ella debería de estarlo por qué Itachi por fin ha encontrado a alguien que lo ame... ¿No es así?
Izumi lleva su mano hacia su vientre dónde es incapaz de sentir lo abultado que estaba justo antes de despertar. Da un último vistazo a la orilla del edificio.
Una pregunta ronda por su cabeza.
¿Y si despertar es un sueño?
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☽ ⋆ ❀ ⋆ ☾
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—¿Se puede saber qué haces con Naruto?
Inoichi reza a todos los dioses para que no sientan la necesidad de golpear al hijo de Hiruzen Sarutobi. No es que deba tomarlo personalmente, pero los últimos días han sido más cansados de lo que puede recordar alguna vez en su vida. Tener a Naruto Uzumaki y a Gaara del Desierto bajo el mismo techo no es su actividad favorita y menos, si Fugaku Uchiha quiere tener a dos jinchuriki para su propio beneficio.
—¿No deberías estar ocupado? —Inoichi toca la frente de Naruto para acceder a su mente, lo cierto es que, no encuentra indicios de que haya sido manipulado por algún tipo de genjutsu o un símil—. Esto es extraño.
Asuma lo mira un poco confundido.
—¿Él está bien?
—Lo está —Inoichi se adelanta un poco, tener a Asuma detrás de él es algo molesto. Suficiente tiene con Kakashi Hatake queriendo saber el estado del niño— aunque hay algo que no debería de ser.
—¿Qué tan raro?
—Es sobre el sello. —Inoichi menciona.
Los recuerdos de Naruto están jodidamente hechos un desastre y un tanto fragmentados, sin secuencia, como si la presencia de un externo hubiese hecho trizas una parte de la mente del Uzumaki. Puede ver la secuencia de las últimas peleas de Naruto contra Sasuke, había sido todo menos amistosas como muchos habrían dicho. No obstante, no era extraño aquellas peleas sin sentido, si no que, sin dudarlo Naruto era consciente de la terrible ira que es capaz de sentir contra Sasuke. Solo con su presencia.
—Pensé que el sello estaba intacto.
—Lo está —Inoichi centra su atención en un punto oscuro dentro de la mente de Naruto— es solo que, lo que sea que altere a Naruto no es un maldito genjutsu, es ira, ira contenida.
—¿Debería llamar al maestro Jiraiya?
—Será lo más prudente. Necesitaremos toda la ayuda posible, Naruto tiene ataques de ira internos, pero son detenidos al estar inconsciente, no podemos mantenerlo sedado solo porque tenemos dos niños inestables.
Asuma asiente y comprende un poco de lo que habla Inoichi. Cuando él regresó después de una extenuante misión de años en la que su padre lo había mandado después del caos que crearon los Uchiha, poco pensó que las cosas cambiarían de aquella forma, que su padre moriría a manos del Kazekage y que su sucesor sería Fugaku Uchiha.
—¿Por qué crees que lo hizo? —Inoichi lo mira intrigado—. Mi padre, ¿por qué crees que me mandó lejos cuando los Uchiha tomaron el mando?
—Intentó protegerte como pudo —Inoichi entiende aquellas palabras, porqué haría lo que fuera por Ino— a su manera de hacerlo. Supongo que después de la muerte de Shun quiso tener la esperanza en ti y en Konohamaru.
Shun era el padre de Konohamaru, un ninja perteneciente a ANBU, poco habían conocido de él porqué desde muy joven se volvió en un ninja excepcional a comparación del rebelde Asuma, que aunque no lo dijera abiertamente, siempre había tenido un extraño resentimiento contra su padre.
—Casi me expulso de mi aldea.
—Cuando eres padre a veces hacemos daño a nuestros hijos, pero nosotros pensamos que es lo correcto —Inoichi se mantiene quieto.
Naruto sueña con su vida de ensueño: come ramen con personas sin rostro que fungen como sus padres, tiene el respeto de todos en especial de Sakura y Sasuke. Inoichi siente un poco de pena porqué él nunca ha hecho nada por proteger al Uzumaki. Quizás Fugaku tiene razón y ninguno es diferente a lo que odian.
—Espero no ser así —Asuma sonríe y rasca su cabeza con singular alegría.
—Serás un padre excelente —Inoichi mira a Naruto unos segundos y siente su corazón romperse— harás lo mismo que todos, ayudarás, regañaras, harás lo que esté en tus manos y eso incluye el que cuando tenga dieciséis años y quiera salir con el tipo más detestable que exista, lo aceptarás porqué es lo que hacemos, respetar y ayudarlos a crecer.
—¿Tu hija es así? Espero que el nuevo trío Ino-Shika-Cho no sea un dolor en el trasero.
—No, —Inoichi tiene esa cínica sonrisa en el rostro—, te lo aseguro, no lo será.
Que mentiroso eres, Inoichi Yamanaka.
Recuerda que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones.
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¹: Hace referencia al gato de Schrödinger. Posteriormente se explicará con más detalle.
²: Lies canción del grupo coreano BIGBANG. Con referencia a su canción BANG BANG BANG y referencia a Dynamite de BTS.
Espero les haya gustado el capítulo, por fin llegaremos al festival de invierno.
Sí, son canciones de k pop y siempre es un buen momento incluir un poco de la amistad del grupo.
Cuéntenme qué les pareció e regreso de Izumi y lo que le sucedió a Ino. No comentaré mucho porqué se viene la recta final.
Gracias por leerme.
Nos leemos.
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