𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐈: Invasión
𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐈: Invasión
Traga con dificultad su saliva y sabe perfectamente que el dolor no va a ceder, lleva horas corriendo entre los bosques, el camino en ciertas zonas es más difícil de transitar, pero no puede detenerse.
—Itachi... —es lo último que ha pensado Ino en su viaje, la calidez de su pecho incrementa y sabe que el Uchiha tiene mayor terreno del qué puede recordar.
Lo recuerda como el adulto que va a convertirse y que comienza a ser, un hombre atractivo. Desea con fuerza poder evitar lo que sea que Obito quiere, lo que él desea destruir o por lo menos regresar a casa.
Porque es lo que es, ese tiempo no es su hogar, a pesar de contar con su padre y con Shisui e Itachi. No puede evitar pensar que, la naturaleza del tiempo va a regresar de una forma u otra.
—¿Qué es lo que quieres? —pregunta al aire.
—Siempre estás dónde no deberías —la voz profunda de la mujer la hace estremecer.
No se ha dado cuenta que tan lejos se encuentra de Konoha y que tan cerca está de la Aldea Oculta entre la Lluvia. Ino en verdad no tiene ni idea de cuanto tiempo ha estado viajando o si Konan tiene una particular forma de espiarla.
—Konan.
—Ino —la mujer la mira de arriba a abajo con su imponente seriedad, no hay alguna señal de tener emoción en su rostro— parece que las cosas en tu aldea han estado un poco difíciles.
Ino abre los ojos en par y endurece su ceño ante las palabras de la mujer, una terrible ira comienza a surgir de entre sus entrañas, quiere evitar gritar y por ende muerde su labio hasta hacerlo sangrar.
—¡¿Lo sabías?! —Grita Ino, a cambio de otros reproches no se siente, triste o frustrada, el mundo shinobi le ha mostrado su cara—. ¡Sabías que él nos tendió una trampa!
Konan la ignora sin quitar su vista de ella, hay una extraña aura de confusión en la mujer que Ino no logra distinguir.
—¿Estás con él? —pregunta Ino molesta , Konan puede encontrar molestia y sobre todo, decepción.
—No —niega Konan— pero sus intereses pueden ser similares a los nuestros.
—¿Nuestros? —Ino ríe con sarcasmo plasmado en su tono de voz—. No sé si no te has dado cuenta pero Akatsuki no existe, tus elementos están muertos y Obito está a un paso adelante de todos nosotros.
—Así que él te ha mostrado quién es —Konan por primera vez desde que la conoce muestra sorpresa, genuina sorpresa— él confía más en ti que en cualquiera de nosotros.
Ino desvía su vista de la mujer y se concentra mejor en la red de chakra de la otra. Está entre sorprendida y confundida, lo que la hace susceptible a hacer preguntas que pueden llevar a Ino a la respuesta.
—¿Cuál era el plan original de Akatsuki? —Cuestiona Ino con seriedad impregnada en su voz, no pretende engañar con segundas intenciones y si Konan se ha acercado es porque quiere dar una orden.
—Tu misión era que Fugaku Uchiha confiara en ti —Konan dice evadiendo el tema.
—Y lo hice, obtuve su confianza, trabaje para un propósito que no era de él si no de Obito Uchiha y tú en cambio no pretendes responder —Ino no quiere decirlo pero la molestia comienza a rebasarla, pero es lo suficientemente inteligente para no mostrarlo— dime cuál era su plan.
Konan no pretende responder e Ino sabe que, por más que le duela, la miembro de Akatsuki jugaba su propio juego. Utilizándola como Obito, como Fugaku.
—Entiendo... —Susurra Ino mientras hace un par de sellos colocando su mano en posición de Jutsu Trasferencia de Mente— tendré que hacerlo a mi manera.
—Eso no funcionará, eres muy inferior, no estás a mi nivel —Konan no se burla, pero está segura que eso quiere ser una ofensa— lo sabes bien.
—Tal vez —acepta Ino— pero ¿Sabes por qué Obito confió en mí? Porqué puedo encontrar la respuesta a la pregunta incorrecta.
—No presumas, Ino —Konan no se mueve y espera paciente— tú mente no se compara a la mía.
—Tal vez a la tuya no —Ino enfoca sus manos y su mirada en un punto fijo y, es entonces, que expresa con simpleza—: pero sí a la de él... ¡Jutsu Transferencia de Mente!
Uno.
Dos.
Y no llega el tres cuando el chakra y mente de Ino se traslada a un espacio que Konan tampoco pensó que iría. A su espalda en un hueco entre los grandes y húmedos árboles se encuentra el cuerpo de Yahiko observando todo.
Entonces sabe que, Ino no quería hablar con ella y alardear de la preferencia del enmascarado hacia Ino, todo lo contrario, quería usarla para atraer a Nagato o a sus cuerpos para interceder en la mente y el conocimiento del plan Ojo de Luna.
Y el frío golpea su cuerpo, el agua en sus pies está helada, el vacío la abraza y la falta de luz sabe que poco a poco puede carcomerla la oscuridad. Reconoce el lugar, la inmensidad en el horizonte, el color negro a su alrededor y sin un fin extrañamente no la asusta y por el contrario reconoce la oscuridad acompañándola.
—¿Te sientes cómoda?
Frente a ella a un par de metros, se encuentra un hombre bastante delgado, cabello rojizo y unos ojos extraños jamás visto y conocidos para ella. Si se acerca puede sentir el tiriteo del hombre, está postrado en una extraña maquina y con los brazos extendidos en algo que no sabe qué es.
Repentinamente el chakra del hombre puede sentirse pesado, nauseabundo y fuerte.
—¿Quién eres tú? —Ino está visiblemente confundida, se metió al cuerpo del hombre con cabello anaranjado y ahora hay otra persona completamente diferente, es como si hubiese dos personas o esa persona en el cuerpo del otro.
—Tu jutsu fue más complejo y rápido de lo que pensé —habla él otro con una voz profunda y oscura— engañar a Konan fue algo que no me esperaba especialmente de ti.
—¿Nos conocemos? —Vuelve a preguntar Ino ahora más interesada en las palabras del contrario.
—Lo hicimos una vez —explica él e Ino se acerca a pasos seguro hasta donde se encuentra el hombre, ahora es más visible, su piel es tan gris y los huesos son marcados a través de su piel, sus ojos color morado y sus extrañas líneas, él está claramente enfermo— no con este cuerpo, pero lo hicimos, fuiste demasiado ingenua en confiar en Konan eso me llamó la atención.
Ino comprende rápido es el hombre en la guarida de Akatsuki, el chakra es denso pero sin duda es el mismo que el del cuerpo qué conoció.
—Posees su cuerpo —deduce Ino— ¿Cómo es posible?
—No estás aquí para preguntas sin sentido —Nagato la mira fijamente sin parpadear espera a que ella hable pero no lo hace— tú viniste con él, con Madara.
Ino oculta su sorpresa, Akatsuki tampoco sabe que es Obito Uchiha y no Madara Uchiha. Significa que en su presente eso es verdad, nadie sabe quién es verdaderamente el enmascarado. Ella es la única.
—Él me trajo —corrige Ino— al pasado, no entiendo con qué fin, pero tengo entendido que tampoco es de mi tiempo, él pertenece a un futuro más adelante del que yo provengo.
Ino puede ver que la información ha confundido al hombre, se ve extraño y con algunas palabras que no pretende externar.
—Entonces él nos mintió a ambos —habla Nagato— solo para poder existir en este tiempo.
—¿Existir?
Nagato tiene una mirada bastante profunda y hace calar los huesos de Ino, de alguna forma él sabe que está pensando como si pudiera leerla de una manera tan extraña que la hace estremecer.
—Él es la versión actual —explica Nagato como su fuese la información más simple del mundo— él es de este tiempo. Su chakra es el mismo desde hace tiempo¹.
—E-eso no es posible... —Ino tartamudea porque eso no es posible, él es mayor alrededor de sus treinta años— él me mostró mi futuro, el momento en el que ambos nos conocimos, además su cuerpo y su físico es de un hombre... él no es tan joven... su chakra no desprende esa vacilación qué existe conmigo...
—¿Qué quieres decir? —Lejos de preguntar es una orden a la información.
—Al viajar en el tiempo mi chakra vacila, sube y baja en niveles, puede ser porque el chakra existe bajo ciertas leyes naturales que se han roto —explica Ino intentando recordar qué la vacilación de Obito es por sus emociones, al contrario, de Itachi que su chakra al viajar es más visible para ninjas sensores— eso explicaría porqué lo carece... Quizás el flujo del tiempo no afecta su cuerpo tampoco...
Nagato sonríe como puede y lejos de ser una sonrisa que permite tranquilidad, es un tanto tétrica, su cuerpo tiembla debajo de aquel rostro.
—Ella te buscó —al fin dice él Uzumaki— te dijo que Madara la traicionó y por eso llegó a ti.
—¿A la mujer loca? La conocí —Ino está quitada de la pena, sabe que Izanami es mucho más poderosa que cualquiera ahí pero si Obito la hizo enojar eso quiere decir que no es tan omnipotente como se cataloga a sí misma— no fue de mucha ayuda. Aunque, veo que también la conoces.
—¿Vienes a pedir ayuda? —la curiosidad está disfrazada de altanería—. Ella quiere detenerlo.
Algo en el tono de voz de Nagato se oye inquietante como si fuese una invitación a un retorcido plan.
—Vengo a saber cuál es el plan original de Madara —finalmente explica Ino, si algo ha aprendido en esos momentos es que la información siempre es dada en pequeños pasos, pero las bestias con cola no son el plan original, está segura que nunca lo fueron. Nagato la observa para que continúe. Está muy intrigado—. Madara —el tono de Ino es ácido y sarcástico— no es precisamente muy astuto, de haber querido habría conseguido a todas las bestias con cola, tiene el conocimiento de todas ellas, debilidades, el poder de conocer el futuro es tomar el pasado... Madara busca algo y no son las bestias, quizás nunca lo fueron...
Nagato se encuentra asombrado, claro que había pensado en esa posibilidad, pero esperaba que Madara siguiera con el plan, en realidad, seguían con él y resultaba que la caza de las bestias estaba tardando un poco más con solo los cuerpos de Pain y Konan.
Madara debilitó su poder militar y eso era evidente. En realidad, solo tienen dos bestias.
—Nos traicionó —aclara Nagato—pero obtuvimos mejores ofertas de otros individuos, siempre creyeron que las bestias era el control del mundo shinobi, pero solo era una ilusión para lo que deseamos —Ino presta atención al hombre— él deseaba crear un mundo de paz para ejecutar el Plan Ojo de Luna, todas las guerras y los conflictos terminarían porque seríamos uno solo, en este mundo podrido que extiende su maldad. La verdad es, todos han estado tan confundidos con una idea insertada y falsa que provocan más guerras. Nosotros solo deseamos la paz...
Ino espera a que él chakra del hombre no se perciba una mentira o falsedad de algún hecho.
—Quiere decir que ustedes siguen con su propio plan... —susurra Ino, nada comienza a tener sentido— si ustedes no eran su enemigo y no busca a las bestias ¿Qué puede desear tanto para que haga todo esto?
—Ese no es nuestro problema —Nagato responde— cuando termine Madara será nuestro turno, el caos que provocará será nuestro inicio.
Así es como Izanami lo quería esa fue la promesa que ella había hecho a Nagato. Una manera de detener a Madara —Obito— era destapar su juego para ponerlo a dormir como al resto.
Una ventaja que tomaría Nagato sobre todos.
—Ustedes son... —Ino aprieta sus puños y mandíbula para evitar un insulto, no les importa el mundo, solo su ideología— detestables...
—No vengas a mi mente a ofenderme, Ino Yamanaka —Nagato habla fuerte y asusta a Ino en el proceso— te recuerdo que estás viva por mí, te di una salida y nunca la tomaste. Si esto ocurrió es porqué no hiciste nada o te tomaste el tiempo de averiguarlo, no me culpes de tus malas decisiones.
—¿Qué salida? —Ino ignora el casi insulto que le ha dicho Nagato.
—Encuentra a Madara, no permitas que su realidad te consuma —Nagato la mira intensamente, pero no percibe el cuerpo de Yahiko detrás de ella— cuando eso pase debes ser observadora, debes recordar todo tu camino y entenderás de dónde vienes y a dónde vas...
—Ella te dijo cómo detenerlo, ¿verdad?
—No —Nagato es tajante— él puede verlo todo en este tiempo, pero todos tenemos nuestras limitantes y por experiencia, no puede haber dos cuerpos habitando la misma realidad.
Ino siente la mano de Yahiko tomarla del hombro, la inmensidad de la oscuridad comienza a abrazarla, está vez no es igual a la dimensión de Obito. No existe algún tipo de temor o miedo irracional dentro de la oscuridad que la hace sentir tan abrumada, al contrario, siente una extraña pasión inundando todo su cuerpo.
—Recuerda, el camino...
En un repentino segundo, comienza a caer dentro de la inmensa oscuridad, una fuerza abrumadora la arrastra debajo de sus pies para encontrar la helada agua que la abraza, es bastante fría pero la sensación de temblor nunca llega. Un grito fallido quiere surgir de su garganta pero es callado por el agua que comienza a entrar por su boca, aunque el agua no logra ahogarla, el bastante densa para no permitirle respirar.
La oscuridad la arrastra cada vez más abajo.
El oxígeno se escapa de sus pulmones.
El frío comienza a sentirse más cálido.
Y su último pensamiento es lo que la ha hecho sentir en paz y vibrante. Lo que puede hacerla luchar por algo más que su aldea, sus amigos y su familia, la inspiración que la hizo valorar lo anterior.
Itachi...
—¡Itachi! —Chilla. Siente su garganta raspada, su respiración agitada y las gotas de sudor recorrer de su frente a su cuello.
No está lo suficientemente aclarada su vista, intenta moverse pero su cuerpo duele, no sabe la razón exacta pero el dolor en su pecho comienza a surgir cada vez más, su cuerpo está tenso.
Intenta moverse pero una fuerza en su brazo lo evita, mueve su pie y siente el frío del piso debajo de sus pues desnudos, el frío traspasar el ligero pedazo de tela que la cubre. No obstante, su atención se ve revuelta cuando intenta ponerse de pie y siente caer, espera el golpe en sus rodillas o en su brazo.
En cambio, el golpe nunca llega y la calidez de un abrazo comienza a arroparla, el aroma a hierba combinado con cigarro llega a sus fosas nasales deleitándose en el proceso, los latidos fuertes el bom bom bom golpea sus oídos, las fuertes manos adhiriéndose poco a poco a su figura. La suavidad de las manos ajenas tomando con delicadeza su cintura y ni hablar de la familiaridad de su lectura de energía.
—Shika... —murmura, pero no sabe por qué está terriblemente cansada, los párpados le pesan e Ino se aferra cada vez más al cuerpo de Shikamaru debajo de ella.
—Problemática. —Ino sonríe por la felicidad que comienza surgir dentro de ella. ¡Olvidaba cuánto lo ha extrañado! Solo puede dejarse caer para ser abrazada por su compañero, sentir su calidez y su delicioso aroma que la reconforta—. Llamen a Sakura. —Ordena a no sabe quién pero puede escuchar el movimiento demasiado lejos.
—Shika, estoy cansada —explica Ino quiere abrazarlo, quiere sentirlo cerca pero su cuerpo está demasiado débil, sus músculos duelen y su garganta está seca— necesito irme...
—Está bien —Shikamaru acaricia sus cabellos sueltos qué caen por su espalda y su rostro, el tacto logra tranquilizarla, se aferra aún más al joven que evita moverse para no lastimarla— no necesitas irte, problemática.
—Lo necesito...
Shikamaru ríe, pero es aquella risa ligera y torpe que suele tener cuando algo es gracioso y no quiere ser especialmente ruidoso.
—Cuando estés bien —Shikamaru tiene ese tono aburrido que disfraza la alegría que siente, Shikamaru a veces suele olvidar lo terriblemente buena sensor que es Ino— acabas de despertar debes entrar a revisión.
Ino niega con la cabeza.
—Deje a Itachi —Ino está exaltada, intenta con todas sus fuerzas levantarse y salir, porque su mente únicamente piensa en él, en Itachi Uchiha— deje a Shisui y me necesita...
—Ino... —no puede ver a Shikamaru pero puede sentir como su cuerpo se tensa sin dejar de acariciar su cabello— ¿de qué hablas? ¿Itachi Uchiha te hizo esto?
—No... —Ino susurra, está más cansada aun, su cabeza da vueltas y duele— debo avisarle... Konan trabaja para ella...
—¿Akatsuki? —Shikamaru toma su rostro con tal delicadeza e Ino piensa que es porqué es incapaz de moverse, sus manos son mucho más suaves qué las de Itachi, son cálidas y acunan su rostro para mirarla. Reconoce a su amigo, preocupado, ansioso y sobre todo: siente el cariño con el que la mira, algo dentro de ella se remueve y un sentimiento sumergido, emerge con fuerza—. Ino responde.
—Te ves bien Shika, no recuerdo que usaras barba —Ino ríe un poco divertida y con su atención en el rostro del Nara— Itachi necesita saberlo.
La curiosidad se ve reflejada en el rostro de Shikamaru, hay algo dentro en el reflejo de sus ojos qué la hace sentir no solo segura si no con una certeza que hacía mucho no sentía.
Entonces, Ino lo sabe.
Shikamaru la levanta suavemente y la abraza, el movimiento no es brusco pero si es capaz de provocar dolor en sus brazos. Él la toma por la cintura y la nuca para abrazarla con fuerza, Shikamaru esconde su cabeza entre el cuello y el hombro de Ino, respira con fuerza y suspira con mayor fuerza, Ino siente como Shikamaru comienza a relajarse.
—Problemática —susurra él en su cuello.
—Me haces cosquillas —a penas dice Ino.
—No lo vuelvas a hacer —susurra Shikamaru aferrándose aun más a ella— estamos preocupados.
—Lo lamento...
—¡Ino! —el chillido y unos pasos la distraen un poco pero la fuerza de su cuerpo no aparece y solo escucha la voz que extrañamente la irrita y que, sin embargo, provoca un sollozo en su garganta.
El llanto que tiene no es de tristeza o frustración como lo ha tenido, no siente el dolor que Obito le provocó o lo idea de Itachi sufriendo, es algo tan profundo que no recordaba lo que se sentía. Shikamaru se aferra más a ella y esconde su cabeza en el pecho de él, acaricia sus cabellos una y otra, y otra vez.
—¡Puerca! —El llanto de Sakura se hace presente, con su temible fuerza logra ayudarla a levantarse junto a Shikamaru—. ¡Traigan a Lady Tsunade! ¡Necesito estudios de sangre! ¡Y llamen a Inoichi!
El ruido en el área logra ayudar a saber en dónde se encuentra, hospital, intenta recordar si es un sueño o si es algún recuerdo de alguna misión, el cansancio azota su cabeza al igual que el dolor.
—Vas a estar bien, puerca —Sakura la acomoda en la camilla fría, coloca su mano en su frente y vuelve a poner las agujas en su brazo no se dio cuenta que se zafaron cuando cayó en el suelo — vas a estar bien, te lo prometo, encontraremos a ese bastardo.
—¿De qué hablas, frentona? —Como si fuese una broma dice Ino y entonces la ve.
Ino evita que las lágrimas caigan por sus mejillas, no solo extrañaba a su equipo, ver ahí a Sakura llena de vida sin ninguna señal de estar lastimada, haciendo su trabajo y en especial, siendo tan mandona como la recuerda, la hace sentir en casa.
Sakura ríe y por fin puede verla más nítido, su largo cabello rosado cae por su espalda y su bata de médico la hace ver más adulta más madura.
—De Itachi, obviamente —Sakura está seria, pero sonríe cuando Ino la observa confundida.
—N-no... ¡Duele! —Chilla Ino tocando su cabeza, siente que quema algo dentro de ella, arde, junto a un mareo que la hace temblar de pies a cabeza.
—¡Ino! —Sakura toma sus signos vitales, toca su frente y sabe que Ino está hirviendo—. ¡¿Dónde está Inoichi?! Shikamaru cuida que no quede inconsciente. —La mano de Shikamaru toma la suya
Ino respira profundamente para evitar el dolor de cabeza o por lo menos aminorarlo. No es posible. Siente que en cualquier momento podrá desmayarse debido al dolor.
—¡Ino! ¡No duermas, tu padre no tarda en venir para que evite que vuelvas a irte! —Sakura intenta mantener la calma, sin embargo, la conoce mejor que nadie y sabe que su mejor amiga—. Solo resiste...
El pitido en sus oídos hace reaccionar a Ino, abre los ojos de golpe, está en el pasto del bosque. Intenta incorporarse pero la humedad del ambiente no permite que lo haga y en cambio sienta un ráfaga de viento calarle. No es demasiado tarde como piensa, el solo está todavía en lo alto.
Recuerda a Shikamaru y a Sakura, recuerda a su padre, recuerda la invasión y... por el momento olvida un poco a Itachi.
La aldea no solo será atacada por otras aldeas si el conflicto de este momento no se calma, Akatsuki está a punto de ir por Naruto.
Quizás pecó de ingenua al confiar en Konan, pero eso no importa porqué ahora sabe que, Nagato le mostró una pequeña salida.
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Cuando Ino dijo que sería una invasión no exageró en absoluto y su experiencia como líder del cuartel de inteligencia y previas guerras no se comparan a lo que sucede en su aldea.
Puede escuchar los gritos, las explosiones y el metal chocar, en algunas ocasiones puede sentir el piso moverse a causa de las técnicas que han usado.
—Los ninjas de Suna están allá abajo para un interrogatorio —Shikaku cierra la puerta de su oficina, se ve ansioso y preocupado, pero decidió confiar en su mejor amigo— Inoichi —lo llama.
—Pide que si es necesario rasquen en su subconsciente —Inoichi tiene su vista en el florero que regaló Ino cuando solo tenía cinco años. A veces suele ser duro ver a su niña sabiendo que años después le pasará eso— no importa si destruyen su mente.
—No creo que sea necesario —Chōza habla temeroso de las consecuencias de su mejor amigo. Como siempre, el Akimichi es una versión madura de la nobleza de Chōji— deberemos dejarlos ir cuando acabe la intervención.
—Ellos están sacrificando a su pueblo —Inoichi niega con la cabeza— esto solo es la punta del iceberg.
—Indagar de más llamara la atención de Fugaku —advierte Shikaku. El no tener al icónico trío Ino-Shika-Cho en el campo de batalla puede levantar sospechas y, en cambio, tomarlo como un tipo de traición— el plan debe funcionar, debemos dejar que Suna ataque pero no tan evidente.
—¿Te arrepientes? —Cuestiona Chōza cuando nota el silencio prolongado de Inoichi.
—Sucedió algo extraño, —dice Inoichi una vez que el sonido de las peleas surge más fuerte y con pesar piensa en las personas que están sufriendo otro ataque, sabe de sobre manera que la madre de Ino y el Clan Yamanaka suelen estar a salvo por sus habilidades mentales, no suelen ir al combate—, Ino se desconectó por un par de minutos.
—¿Desconectar? —Chōza se ve bastante más confundido y Shikaku agradece por su interrupción, estos momentos comienzan a anotarlo.
—En la red mental que tenemos Ino y yo —simplifica el Yamanaka— realizamos un red inalámbrica entre nosotros, en cada misión que Fugaku la mandó, en cada momento que ella entienda la información ella utiliza su discernimiento para detalles específicos y comparte la información. Pero, hace unos minutos dejó de hacerlo, fue a buscar a la mujer de Akatsuki.
—Seguro ella está bien —Inoichi agradece con una sonrisa el comentario de Chōza, siempre un buen amigo— debió hacerlo por seguridad, los Uchiha son entrometidos, pero ella está bien.
—Ese es mi problema —Inoichi no está molesto, seguro está teniendo ideas— está muy involucrada con ellos. Shisui es buen muchacho, él la ama, pero no debería estar vivo y temo que, eso la lastime y por otro lado... Itachi, Ino realmente... —Shikaku ríe porque admitir que Ino ama a Itachi Uchiha es un poco complicado— es demasiado para ella.
—Con respeto, Inoichi —Shikaku habla tomando asiento en la oficina de Inoichi— ella ha pasado por mucho, llegar hasta aquí, comprender un mundo que nunca vivió, estar lista para una guerra. Has educado y formado a Ino como un kunoichi excepcional, ella te lo ha demostrado y la estás subestimando.
—Temo que cargue con esta invasión —Inoichi está nervioso— fue su información la que nos llevó hasta aquí.
—Me imagine que fuiste tú quién advirtió a Suna de la información robada —el Tercer Hokage aparece en la oficina del Yamanaka, Chōza y Shikaku relajan sus rostros ante la intromisión— debía ser alguien bastante inteligente, astuto y con un poder manipulador qué pocas veces he visto.
—¿Cómo?... Kakashi —infiere Inoichi.
—No culpes a Kakashi —el anciano se encoge de hombros— fue un deber mío, solo quería saber qué tramas, o qué quieres provocar. Eso es todo.
Inoichi no pretende negar o afirmar la información. Por qué lo cierto es, que es una realidad, él filtro la información que había robado Ino junto a Shisui, quería provocar un ataque para dos cosas: sembrar dudas en Konoha sobre el Clan Uchiha y probar la teoría de Ino, que todo suceso debe pasar y él cómo es la única diferencia.
—No es traición desestabilizar a Konoha —Inoichi se defiende, pero Hiruzen sabe que hay algo que él otro no dice, que es incapaz de demostrar— si perdemos esta batalla tendrá un momento de debilidad, perdimos a gran parte del Clan Hyūga, solo queda la rama principal y los Uchiha no son suficientes para la próxima batalla.
El piso tiembla y sabe que las cosas se van a poner peor de lo que ya están.
—¿Qué intentas decir? —Hiruzen entre cierra los ojos.
—Qué perderemos —Inoichi habla serio y sin ningún tipo de emoción alguna— esa es la realidad, tal vez ganemos esta batalla porque tenemos a los Uchiha, pero no todos los Uchiha están preparados para una gran guerra, se necesita de naciones enteras y apenas sobre pasamos la mitad de la capacidad que teníamos.
—Tú provocaste la invasión.
—No —interviene Shikaku apoyando a su amigo— de alguna u otra forma Suna se habría dado cuenta, únicamente dimos el paso hacia adelante antes de que él enmascarado lo hiciera, ese era su plan, provocar la guerra.
Y Shikaku no miente. Obito siempre había sido su plan, debilitar naciones para que uno comenzará el ataque, no importaba qué aldea fuera.
—No podemos dejar que nuestra gente muera por un asunto político —Hiruzen regaña a los tres hombres.
—Usted es el menos indicado —Inoichi le dice y el Tercero no puede estar más de acuerdo de dónde sacó lo más irreverente que pudo ser— con todo respeto.
Como si fuese una coincidencia en el universo, el piso tiembla justo cuando el hombre abre los ojos de par en par. Es una realidad, él fue capaz de no poner un alto a Danzō cuando Itachi lo necesitó, prefirió la muerte de la familia de un chico de trece o catorce años que destruir a un anciano.
—Entiendo lo que dices —dice Hiruzen— no tengo el deber moral, pero si el deber militar para atender esta situación.
—¿Deber militar? —Chōza mira a sus amigos de forma estrepitosa y ellos a él—. ¿Acaso Fugaku no está en el campo de batalla?
—Me temo que no —Hiruzen de alguna forma se ve derrotado— y a falta de un Hokage, el anterior debe tomar el mando.
—¿Qué...?
Inoichi no termina la frase y, es entonces, que el hombre desaparece junto a un ligero puff. El famoso trío se miran entre ellos para poder entender qué sucederá después.
—Necesito a Ino —Inoichi habla claro y fuerte— Shikaku, cuando tenga la información planearemos el siguiente ataque de Fugaku, Chōza ve al campo para que nuestra ausencia no llama la atención —su amigo asiente y desaparece igual que el Tercer Hokage.
—¿Qué necesitas? —Pregunta Shikaku con un tono aburrido.
—Cuida mi cuerpo —Inoichi ordena— buscaré a Ino.
Shikaku asiente y solo le queda acomodar el cuerpo de su mejor amigo en su silla y velar por él. Solo espera que Fugaku no lo busque para verdaderamente contraatacar al enemigo.
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Siempre ha sabido que una batalla es más difícil de lo que su mente pudiera entender, la sangre, el dolor, la muerte y el ambiente siempre han tenido estragos por mucho que los ignore.
Pero, ahora es diferente, siempre habían peleado por una causa que era Konoha y su gente, sin embargo, al ver pelear a sus compañeros y colegas por su parte, porque pareciera que el Clan Uchiha pelean solo para ellos mientras los otros shinobi intentan sobrevivir ante el inminente ataque.
—Shisui —Grita alguien del Clan Uchiha antes de protegerlo con un kunai. No lo habría atacado, pero es una señal de que su propio clan pelean para ellos porque justo después, es atacado alguien del clan Aburame.
Shisui sigue siendo tan fuerte como cuando Danzō le quitó el ojo, sin embargo, sabe de sobre manera que gran agilidad qué tenía ha sido disminuida. Y no en el sentido físico, lo sabe, su reciente cansancio se debe a que la fuerza militar de la aldea es mucho menor, por lo tanto, mayor carga para ellos.
No hay miembros del Clan Hyūga entre las filas de la batalla, la rama principal ha desaparecido.
Aunque su habilidad física es mayor que el promedio, el número los supera y sebe ser inteligente en gastar reservas de energía en casos importantes. No de ninjas de Suna qué solo se abstienen de dar ataque sencillo con un simple kunai.
—Los mandaron al matadero —Itachi llega a su espalda para poder esquivar ataque tras ataque, como si danzara, como si su cuerpo estuviera hecho para eso— no importan los muertos.
—Deben tener un sustento mayor —define Shisui con agilidad, la verdad es que muchos de los atacantes es tan en desventaja porque no hay arena y solo existe el ataque frontal, patadas, puños y armas— eso explicaría porqué los mandaron.
—¿Jinchuriki?
—Otras aldeas.
—De cualquier modo —Itachi está tan sereno que podría asustar a varias personas— es evidente su plan.
—Y el nuestro —Shisui es estúpidamente intuitivo, esquiva un ataque de tierra y deja inconsciente al atacante con tu golpe, no se mancharía las manos en un pseudo ataque de una aldea rival— tu padre no se encuentra aquí.
—Está esperando.
—A Madara —Shisui no pierde la concentración entre los ataques—. O a Ino. Ya se ha deber dado cuenta de su ausencia.
—A que Suna ataque con su arma.
Un sonido sordo los distrae, todos en el campo de batalla mira hacia arriba de un tejado. Se encuentra el Tercer Hokage, un par de ninjas de Suna y el Kazekage Rasa.
Ambos se miran alarmados, hay una gran barrera de energía qué encubre a las cuatro personas en el lugar. Es irrompible a simple vista y el Tercero está teniendo una pelea de nivel con su contrincante. La situación es similar a la del futuro solo que con un Hiruzen Sarutobi más joven y fuerte.
—Va a morir —Itachi expresa— de la misma forma en la que murió.
Shisui e Itachi comparten un mismo sentimiento amargo como en la lengua, el destino se está cumpliendo como siempre debió ser, como siempre debe pasar y, es entonces, que ambos saben lo que debe pasar.
—¿Dónde está Sasuke? —Itachi pregunta alarmado.
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Sasuke mira desde la lejanía en la que se encuentra la barrera de energía de un tejado, está en el centro de la aldea y la academia se encuentra bastante lejos de aquel lugar. No obstante, es posible escuchar los gritos de los aldeanos y la batalla, puede sentir un aroma a sangre en el ambiente, y no sabe exactamente por qué pero la adrenalina que corre por sus venas lo hace sentir extrañamente bien.
—Niños sigan a sus compañeros —la voz de Iruka lo distrae cuando ve a sus compañeros de clase junto a otros niños— si es necesario tómense de las manos y hagan una fila.
—Hmp, patéticos —Sasuke se las ingenia para ignorar la orden y con todo el caos y todos los alumnos nadie se percata que el hijo del Hokage está absorto mirando la batalla qué se lleva a cabo.
Su mirada se pierde entre chillidos y el pánico del lugar, por un momento, se dirige a Ino, quién está junto a Shikamaru y Chōji caminando. La niña está tranquila dentro de lo que cabe y guía a sus compañeras para que no se distraigan.
¿El odio hacia una niña que ni siquiera ahora le hace caso es justificable? Porque había notado que la versión infantil de Ino lo comenzó a ignorar mientras le dirigía pequeñas miradas y le temía, no fue idiota y Sasuke sabe que tiene algo que ver con que Inoichi Yamanaka tiene problemas con su padre. Como si corregir a Ino de niña permita que su versión adulta no esté especialmente inmiscuida en problemas.
No sabe exactamente porqué pero mira a Hinata y lo solitaria que sea vuelto desde la masacre de su Clan, mira a Sakura entre miedosa y ansiosa, patética, piensa Sasuke. Si Sakura siguiera un poco los pasos de Ino, quizás no la consideraría tan molesta.
Entonces, lo busca con la mirada, nadie se percata que Naruto no está y parece ser que a nadie le importa. Sasuke se encuentra entre molesto y victorioso, Naruto parece no ser importante para otros pero no puede dejar de sentir esa incertidumbre por su compañero. Sabe que algo anda mal con él, puede sentirlo, puede verlo en los ojos ajenos cuando ven a su compañero.
Sasuke a sus diez, casi once años puede decir que su aldea es horrible, a nadie le importa Naruto y siente por un segundo, empatía por él. Como si supiera que siente Naruto con tanta soledad.
Por la estúpida inercia que golpea en su cuerpo y mente, va a buscarlo.
Esconde bien su lectura de chakra y prefiere que su presencia pase desapercibida por cualquier persona que encuentre, entre maestros que busquen personas, alumnos perdidos y en especial a la persona que se encuentra frente a él.
—Naruto... —susurra Sasuke casi inaudible.
Está Obito frente a Naruto, el Uzumaki ni siquiera lo mira, está perdido mirando algún punto en el pasto verde atrás de la Academia. Tiembla, mueve sus manos nervioso y Sasuke se da cuenta que Naruto está molesto.
Mejor dicho triste.
—Las personas no te quieren —Obito lo mira con desdén y a pesar de que no es visible su rostro, el temblor de Naruto indica que puede sentirla— eres culpable de demasiadas muertes... tú y solo tú...
—Eso no es cierto...
—¡Claro que lo es! —Obito se jacta con toda la intención de lastimarlo, quiere ver como pierde el control, quiere manipularlo—. Por tu culpa Iruka perdió a su familia...
—¡Cállate! —el grito infantil de Naruto se oye por todas partes.
—¿Tú crees que de verdad te quieren? —Obito sabe donde atacar y Sasuke comienza a temblar— Iruka solo siente lástima, el Tercer Hokage no es un héroe él era capaz de matar al Clan Uchiha para evitar salir indemne —Obito sonríe.
—Yo... Tengo amigos... —Sasuke sonríe porque Naruto es de un espíritu fuerte, eso nunca va a cambiar.
—¿Amigos? —Obito ríe a carcajadas—. Esa bola de niños solo están contigo porque te tienen miedo, porque no desean estar con un monstruo como tú, lo sabes, te lo he dicho, Nara, Akimichi, Inuzuka, desean que no existas y Yamanaka... —Sasuke toma nota mental acerca de la voz del hombre— junto a Haruno solo es mera cordialidad...
—Sasuke...
—Sasuke te quiere destruir y antes de que logra hacerlo, tú saldrás victorioso.
Tanto Naruto como Sasuke quedan sorprendidos ante la información. Sasuke siente la ira subir por lo recién dicho, sabe que Naruto es su amigo o por lo menos su compañero, pero esa incertidumbre y gozo de la información lo hace sentir limitado.
—¿De qué habla?
—Ya te lo he dicho, Naruto —Obito habla quitado de la pena— vengo del futuro y fui como tú, y puedo decirte que Sasuke no dudaría en matarte ni un segundo, y tú serás el único en detenerlo.
Sasuke tiembla sin poder moverse y huir.
Las cosas no han cambiado retumba la voz de Ino cuando espió una conversación con Itachi. Solo buscarán la forma de hacerse realidad de una forma u otra.
Y aquellas reencarnaciones de Indra y Madara comienzan a surgir del interior de Sasuke.
Obito sonríe cuando Naruto lo mira con sus grandes y aniñados ojos, a pesar del coraje, Naruto tiene esperanza en ellos, tiene ese calor que inundan los de Ino.
Aquella esperanza y voluntad que Naruto ha pasado a todos.
Pero su objetivo no era Naruto.
Es Sasuke.
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—No puede ser...
Ino corre a la velocidad que le pueden dar sus piernas, el cansancio de horas de trayecto y su mayor velocidad ya toman factura.
La gran estructura de energía sigue en pie, pero sabe que sigue después.
—¿Matar al Tercero? —Se pregunta en voz alta—. No era el objetivo.
—¿No lo era? —Pregunta Shisui a su lado.
—¿Qué haces aquí?—Ino se encamina a la aldea, Shisui está serio, y va a la misma velocidad que ella.
—Tu padre necesita saber la información —no es mentira, está a unos cuantos kilómetros de la aldea, Ino parpadea confundida— Itachi está bien los ninjas de Suna son cada vez más, y tú padre intenta ganar tiempo.
—No hay posibilidad de que él Tercero muera, nunca fue el objetivo —Shisui le presta atención, se ve cansada, se ve un poco agotada mentalmente, hay algo dentro de aquella mirada azul que lo hace temblar, ella revivió algo que la hizo sentir decidida— era el objetivo de Orochimaru no del Kazekage. No tiene sentido.
—Si Orochimaru planeó la invasión en el futuro y ahora es parte Akatsuki...
—No lo es —Ino se detiene y toma un respiro— Orochimaru debe estar muerto, Konan y ese hombre dijeron que ya no existe Akatsuki, todo los miembros están muertos menos ellos...
—Algo pasó sin que lo notáramos —Ino está preocupada por las palabras de Shisui— debió ser él...
—Distraernos... ¿Para qué? —Ino pregunta abrumada.
Entonces, Ino lo recuerda de entre sus recuerdos después de la invasión, las palabras de todos, la destrucción de la aldea y sobre todo la batalla de Naruto y...
—Gaara...
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La tierra suena, el sonido de la batalla se apaga por unos segundos, los gritos y murmullos se vuelven un eco potencializado. La sorpresa es enorme, los nervios y la ansiedad calan.
—Eso es...
—La bestia de una cola —Ino susurra cuando ve la inmensidad de la bestia en el centro de la aldea, no es como en el futuro, a las afueras de la aldea, es ahí dispuesto a terminar con todos ellos.
La ansiedad de Ino no permite que recuerde cómo llegó hasta ahí, solo puede sentir el aroma a muerto, sangre y metal, el olor de la guerra. Ve a lo lejos el polvo, gente llorando, gritando y el dolor en el ambiente.
No es como la última vez, es peor, es ruin, es soberbio, es el caos en gran medida.
—¡Saquen a todos! —Shisui ordena cuando los presentes tanto de Suna como Konoha se quedan quietos ante la monstruosidad que existe frente a sus ojos.
—Pero... —algún miembro de la policía de Konoha habla.
—Debemos tener el menor número de bajas —Ino mira a Shisui, es un shinobi en todas las letras de la palabra.
—¡Capitán Itachi! ¿Hacemos lo mismo? —otro miembro de Raíz habla.
Itachi asiente y todos se repliegan para poder ayudar unos a otros, independientemente de la aldea a la que pertenecen porque no importa si no lo dicen en voz alta, Ino sabe que los destrozos de las bestias con cola son peor de lo que puede ser una guerra entre naciones.
En aquel espacio sucio, destruido y con los ataques de ambos Kages detrás de ellos, solo se encuentran Itachi, Shisui e Ino.
—Debemos intervenir —Shisui menciona señalando al hombre en el tejado— todos se han retirado, los niños y mujeres deben estar en los rostros de los Hokages.
—Debe morir —Itachi y Shisui miran a Ino con sorpresa.
Ambos lo notan, hay una determinación distinta a la que había tenido, queriendo salvar al mundo o ayudarlo a no agonizar. Pero, en el destello de sus ojos hay un brillo sesgado por una experiencia que ella no expresa, por un sentimiento que salió a relucir. Ambos saben qué es y una pequeña ola desagrado recae en ambos.
Es la seguridad que Ino experimenta con Shikamaru Nara y Chōji Akimichi. La verdadera pregunta es... ¿Cómo es posible?
—La invasión debe seguir su curso, la historia debe hacerlo, todo debe pasar de nuevo.
—Debe pasar —añade Ino al comentario de Itachi— es a lo que se refiere como a un nudo de causas y consecuencias todo los hechos caen en el mismo lugar pero diferente forma.
—El nudo debe deshacerse —Shisui comprende, el tiempo no puede manipularse no cuando regresas al pasado y construyes en lo ya existente— entonces, los hechos de ahora en adelante...
—Serán apresurados —Ino se queda quieta mirando a Itachi— todos tendrán el mismo destino que deben tener.
Itachi observa a Ino, sus preciosos ojos azules brillan por las lágrimas que comienzan a asomarse. Ino muerde sus labios y el hueco en el pecho comienza a surgir de sus entrañas.
—Es la única manera en la que todo esto termine —Shisui distrae a Ino, su vista se centra en el Uchiha, lo olvidaba por completo— y con suerte Madara te sacará de aquí.
Ino asiente con las lágrimas descendiendo por sus mejillas. Olvidó el destino de Shisui. Y sin pensarlo dos veces, en medio de un cráter provocado por un jutsu de tierra, se lanza a los brazos de Shisui.
El gesto es cálido, mucho más de lo que recuerda haberlo abrazado con anterioridad; su traje de shinobi permite que el calor de su cuerpo, así como los nervios del Uchiha traspasen la tela y tiemble con el tacto de Ino. Shisui esconde su cabeza en el cuello de Ino, ella sonríe y niega con la cabeza, acaricia los cabellos de Shisui, siente polvo y están húmedos por el sudor de la batalla, Ino permite que Shisui la abrace más fuerte y apretuje su cintura con los brazos.
—Vas a estar bien —susurra él contra su cuello.
—¿Cuándo va a ser? —igualmente Ino susurra.
—No sé —es verdad todo puede ser tan jodidamente rápido que duele— pero estarás bien, Itachi te cuidará mejor de lo que yo pude hacerlo.
—No quiero que lo hagas...
Shisui mira a Itachi e inmediatamente suelta el abrazo de Ino y sonríe como si hubiesen contado el chiste más gracioso del mundo.
—¿Es eso amor, Ino?
Ino ríe porque le recuerda a cuando recién lo conoció tan molesto, tan irritable, tan jodidamente burlón.
—Eres insufrible, Shisui Uchiha —Ino sonríe y Shisui lucha internamente por no besarla en ese momento.
—Y tú una caprichosa, Ino Yamanaka.
Shisui sonríe y guiña un ojo a Ino, ella sonríe con las mejillas sonrojadas, pero él lo hace a Itachi.
—Solo debemos esperar.
Ino mira hacia el frente ignorando los golpes, las armas y las quejas de Hiruzen y Rasa.
El destino se acerca.
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—Señor, el Tercer Hokage no tiene ventaja, hemos encontrado a Sasuke y a Naruto ocultos debajo de los rostros de los Hokages, Inoichi y Shikaku están en el departamento de interrogación extrayendo información —la voz monótona suena por la oficina que por mucho problema que hay sigue en pie— los demás están en equipos ayudando o minimizando daños —dice Kakashi como si nada hubiese pasado.
Fugaku no le presta mucha atención al joven shinobi, mira por la ventana un sin fin de sucesos que puede ver que pasan, pero su mirada se fija especialmente en el tejado donde se encuentra su predecesor.
—¿Suna?
—Sus elementos siguen peleando pero están bajando en número por la policía militar —Kakashi mira a Fugaku entrecerrando su ojo— la mayoría de shinobis de Suna están... indispuestos.
—¿El Clan Hyūga?
—En protección, no pelearon en la batalla —Fugaku asiente sin mucho que decir.
—¿Mikoto?
—En el refugio con el resto.
Los rugidos de la Bestia de una Cola hacen temblar los suelos, los golpes de su inquietud, su furia puede sentirse en el viento, su dolor a través de la tierra y lo peor de todo la presión que ejercen sobre él.
—¿Otra última cosa, Lord? —Kakashi tiene su vista puesta en el tejado, su rostro muestra inquietud, pero con tantos años de experiencia puede disimular.
—Cuando desciendan más el número de shinobis de Suna, intenten quitar el genjutsu al Ichibi —Fugaku sigue mirando la escena sin parpadear— y llévenlo con Inoichi, quiero extracción.
Kakashi no menciona algo y desaparece tal y cómo apareció.
—Kakashi no está de acuerdo —Obito es burlón y cínico, está sentado en la ventana tan típico de él— y puede traicionarte.
—No me interesa si no está de acuerdo —Fugaku mira a Obito seriamente— tu genjutsu es demasiado fuerte en la bestia.
—Fue el que use con el Nueve Colas —Obito se encoge de hombros— con eso obtendrás la victoria y al Una Cola, por ahora será suficiente. ¿Esperarás a que muera?
Fugaku no lo menciona, pero la sonrisa de Obito se siente aún con la máscara en el rostro.
Eso es un sí.
—No te imagine tan vengativo con el Tercer Hogake, Fugaku —Obito es burlón con un toque de nostalgia— me pregunto si hubieses hecho lo mismo con mi maestro.
—Déjate de juegos, Obito —el mencionado se inquieta pero logra reír con fuerza, gutural y profunda.
—Siempre supiste quién era.
—Revelarle tu identidad a Ino Yamanaka no fue tu mejor movimiento.
—No fue ella —defiende Obito— ella me respeta.
—Te tiene miedo —Fugaku responde sin atisbo de emoción— pero no eres cuidadoso con ella, tu amor por ella te puede arruinar.
—Deja de preocuparte por mí —Obito utiliza kamui de nuevo.
—Hablas como si la invasión hubiese sido tu idea y sabes que no es así.
Obito da un vistazo una última vez a Fugaku Uchiha. Obito está molesto porque Fugaku tiene razón en absolutamente todo.
Cínico.
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¹: Nagato es capaz de sentir la energía de Obito. Nagato explica que es el mismo "chakra" por las vivencias, esto quiere decir, es como si Obito no hubiese cometido ningún acto y su chakra se sintiera exactamente igual sin que haya pasado el tiempo.
Un ejemplo, Sasuke conforme pasa la historia su chakra se mantiene oscuro por la naturaleza de sus actos, en Obito esto no sucede.
¿Creyeron que olvidaría a Shikamaru? Eso no va a suceder. En varios capítulos he demostrado el ShikaIno y su importancia en la historia.
¡Por fin apareció Sakura! No saben cuanto deseaba una pequeña aparición de Sakura, la verdad es que no puedo ver a Ino sin Sakura, me ha costado un poco escribir una sin la otra, aunque intento equilibrar con Inoichi. Particularmente, este encuentro no lo hice tan motivó por la rapidez de los hechos, pero que vean que Sakura sigue y siempre será importante para Ino.
El capítulo iba agregar más sobre la invasión de Suna a Konoha que ya conocemos, pensé en agregar una que otra escena de acción, pero pasa lo mismo solo con la ventaja del Clan Uchiha. No creí necesario las peleas, pero sí los planes de Obito y Fugaku.
Otra cosa a mencionas es, Ino por fin está aceptando el destino trágico de los Uchiha, no es algo que pueda cambiar e Izanami se lo dijo, sin embargo, adelanto que eso se puede cambiar.
Por último, Sasuke y Naruto también tienen su importancia, Naruto nunca dejará de ser ese espíritu que rescata la historia y Sasuke es su contraparte, por ejemplo, Ino está contagiada de la voluntad de Naruto y ella lo sabe, es consciente de ello junto a su padre y su equipo.
¿Qué creen que le haya mostrado Nagato a Ino?
Espero les haya gustado tanto como a mí escribirlo.
Gracias por leerme.
Nos leemos. :)
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