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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗: Yamanaka


𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐗: Yamanaka

Se miran el uno al otro conociendo la expresión del contrario, no es su mejor plan, piensa Itachi. En realidad, está lejos de sus manos pero su padre tiene razón Inoichi Yamanaka es un hombre con convicción, que no descansaría hasta llegar al fondo de todo eso y no es precisamente una idea vaga, sabe donde ir y con quien hablar. Por esa razón lo había interceptado en el departamento de Raíz.

Había recibido la noticia de él estado de Ino, los sueños de la chica son cada vez más recurrentes, señalando por lógica que algo en absoluto está bien, que todo mundo lo sabe y su padre más que nada está inmiscuido en ello, no puede negarle nada al final del día las cosas en la aldea no se encuentran bien. Los shinobi están cada vez más desesperados por saber la verdad, hay desacuerdos entre el clan y los aldeanos, como también nuevos impuestos implementados e incluso escuchó de uan nueva ley que está seguro su padre está a punto de aprobar.

Las cosas se han revuelto como la cuerda en nudos, apretando un extremo al otro sin poder desenredarlo. Sumando el hecho de que Ino sabe más de lo que dice y sobre todo que comienza a sospechar de todos, sin embargo, sabe que el problema que tiene con ella no es precisamente eso sino lo inmiscuido que se ha vuelto respecto a ella. Lo bien que se siente estar a su lado.

Caminó unos metros en silencio sin que nadie lo notase, los miembros de Raíz estaban más ocupados en sus nuevas tareas con los Uchiha y sonaba irónico el trabajo juntos por la naturaleza obvia del escuadrón escuadrón sus inicios: Tobirama Senju había creado el cuartel para vigilar a los Uchiha, probablemente estaría revolcándose en su tumba por tal tarea fracasada.

Tocó la puerta en un segundo notando rápidamente la presencia de a quien menos esperaba en ese momento. Inoichi Yamanaka.

Escuchó unas palabras del Tercero para que pudiese pasar, el viejo hombre conocía de sobre manera a Itachi y su naturaleza pacífica junto a un pensamiento lógico como intuitivo, por eso no le sorprendió cuando Itachi se disculpó por todo lo que está pasando o cuando intermedio para que Hiruzen no fue mandado a prisión, o los ligeros reportes del estado de la aldea. A pesar de que los Uchiha están a cargo, Itachi sigue siendo fiel a la aldea y a su voluntad de fuego, por eso es que no importaba Itachi siempre había sido un joven comprometido y sensato, por eso el Sarutobi quería evitar lo que estaba por verse porque Inoichi es demasiado leal a Konoha e Itachi es capaz de traicionarlo con tal de demostrarlo.

—Lord —entró el Uchiha, Inoichi lo ignoró y pudo inferir que había tenido algo de información por oírte del Tecrcero.

—Entra Itachi —ofreció el hombre.

Caminó unos cuantos pasos para poder encontrarse con el Yamanaka, el Tercero y en un rincón a Kakashi Hatake. Es lo que qieria indirectamente y tal como Ino, su padre es inteligente y perspicaz, la sospechas de Inoichi han sido ciertas, Itachi había querido que lo encontrara espiandolos a él y al resto del equipo InoShikaCho, que supieran que su padre los había mandado y con ellos que no confíaran en nada de lo que dijera e incluso exigir más y evitar tener más conflictos. Eso significaba que había funcionado.

—¿Algún problema? —Cuestionó e Inoichi apretó su puño con fuerza.

—Inoichi exige la verdad —dijo el Tercero tan sensato como siempre, esperó a que el hombre agregara algo más pues, el tener el conocimiento de Ino en el pasado podría no solo ser peligroso y evitar sino tener ventaja— y tú mejor que nadie lo sabe.

Itachi miró de reojo al padre de Ino. Él de igual forma le regresó aquella mirada, estaba molesto, irritado y desconcertado.

—Con todo respeto eso tiene que hablarle usted.

Sarutobi sabía que era verdad, cualquier cosa él había estado a cargo cuando Ino había llegado, e Inoichi no confiaría en él.

—¡Y por eso decidiste que era buena idea mostrarme tu posición! —Habló fuerte el Yamanaka, conoció las intenciones de Itachi desde el inicio pero las interrogantes eran más que las respuestas ¿con qué fin? Quería que supiera que Ino está ahí.

—Lo lamento, señor —se disculpó— solo era un incentivo para que investugara.

—¿Qué pretendes muchacho? —Inoichi estaba serio y su rostro mostraba enojo a través de su mandíbula apretada. ¿A qué quería llegar?

Kakashi está detenidamente a Itachi, conocía sus intenciones que probablemente sí no supiera la historia acerca del golpe de estado le habría resultado fatídico las decisiones del joven Uchiha. Conociendo un poco más sabía que Itachi tenía información clara y precisa e incluso más de la que aparentaba una cierta ciencia.

—No busco la traición si es lo que piensa.

—Nadie habló de traición.

—Inoichi —regañó el Tercero, Inoichi era terco, ansioso ya veces insensato.

—¿Por qué quieres darme información? ¿Tú padre te envió? —Itachi negó con la cabeza— ¿Entonces?

—¿Qué sucede, Itachi? —Preguntó el anciano.

—Los movimientos son precisos, el clan Uchiha no piensa en la guerra en estos momentos pero eso no quita el hecho de qué busque conflictos —anunció Itachi, el Tercero miraba por la ventana, Kakashi escuchaba paciente al igual que Inoichi— el descontento con la aldea me temo que es cuestión de tiempo para que sea más evidente, hay rumores, hay gente hablando.

—La gente no está de acuerdo.

—Las personas buscan respuestas —corrigió Kakashi al ex Hokage.

—Y al buscar respuestas pueden encontrar enemigos de la aldea —anunció Hiruzen, como extraña su pipa para calmar a repentina ansiedad.

—Así es, señor.

—Evitaste el golpe de estado ofrece Inoichi, con anterioridad el Tercero de había dedicado a contarle la historia que acarreaba el clan maldito junto a la aldea— sugieres que habrá otro problema.

—Yo no detuve el golpe, fue la causa de causa y efecto —respondió el Uchiha mirando fijamente al hombre para poder decir lo siguiente:— fue su hija y los problemas que puede haber no podemos vislumbrarlos a tal magnitud, con lo que vivido por mínimo que sea el evento puede cambiar algo, no sabríamos hasta donde puede llegar.

—¿Sabríamos?

—El Clan Uchiha.

Itachi vio como el Yamanaka apretaba no solo sus puños y su mandíbula se estrujaba cada vez más, sus pensamientos y sospechas eran ciertas, su cosmos estaba inmuscuida con los Uchihas y en especial con Itachi.

—¿Hasta donde podría llegar, Itachi? —Cuestionó el anciano.

No sabríamos con claridad, si comienzan las dudas nuevamente esta vez de la aldea hacia el clan, podría haber guerra y no solo eso sino la expansión.

—¿A costo de qué? —Preguntó Kakashi entendiendo a donde quería llegar Itachi.

Si las cosas podrían complicarse en la aldea, sería el momento 0erfecto para otras naciones sinterceder en nombre de la paz o en su defecto seguir los pasos de Konoha y volverse un estado totalitario en todas las naciones, abriendo conflicto mucho mayor y...

—Atrapar a las bestias con cola —sugirió Hiruzen.

—Akatsuki —nombró Kakashi. Y es que el Tercer Hokage había contado de la información que alguna vez le habría contado Jiraya sobre un grupo anónimo con sus intenciones.

—No ellos —habló el Uchiha fuerte y claro— ellos no serán los responsables.

Y entonces los tres hombres comprendieron que no se trataba de un supuesto grupo terrorista que solamente quería el control del mundo shinobi en algún momento de la historia, se trata de alguien que cuida a su persona, vigila el bien de su pueblo y sobre todo está un cargo de él.


—No pudo ser mejor, ¿eh? —Expresa Shisui con sus brazos cruzados en su pecho y una sonrisa burlona en sus labios.

Itachi lo mira desde la roca en la que está sentado como todo un Uchiha; elegante y estoico. Shisui está parado frente a él y su sonrisa pronto es borrada por una expresión neutral sin dar a conocer lo que piensa.

—Sabías que tarde o temprano iba a suceder —habla Shisui nuevamente— tenemos que cuidar los pasos que damos, al parecer las cosas se pueden salir de control.

—No tenía opción —responde— sabemos que Madara no es Madara y está detrás de todo esto, sino es Akatsuki seremos nosotros.

Shisui asiente. Tiene el conocimiento de que la historia ha cambiado y no precisamente para bien.

—Es por Ino.

Itachi mira a su mejor amigo, lejos de cuestionar la verdadera preocupación es una afirmación de que en realidad Shisui habla de la Yamanaka. El mayor ni siquiera le dirige una mirada y en cambio, observa paciente el final del día. Y es que es una de las cosas que ama de Konoha, sus atardeceres, son tan naranjas y brillantes como nunca ha visto, son cálidos y no importa si la tierra es blanca o si las hojas caen en ella, todos los crepúsculos o amaneceres se siente como una tarde de primavera.

Sin embargo, ambos miran en algún punto del firmamento encontrándose con el gran astro, es tan evidente y majestuosa, sus rayos blancos ya iluminan los cielos, parece no querer tener un descanso. Shisui se ve lo bastante inmerso en ella que incluso un revoltijo quema en su estómago.

—También lo has notado —Itachi es directo y lo enfrenta.

—No ha cambiado de fase desde que...

—Ino llegó. —Completa Itachi, se levanta del lugar para mirar de frente a la luna exactamente a lado de Shisui.

—Podría ser el Tsukuyomi —dice Shisui.

Tiene bases para sostener esa afirmación, la técnica de los Uchiha de alto nivel únicamente utilizada por los usuarios del Mangekyō Sharingan, no obstante, el único para llevarlo acabo es Itachi y por ende no es la explicación. Y aunque tiene algo de sentido el nombre de la técnica, hay más parecido de lo que creen.

—No cualquiera puede hacerlo —expresa Itachi.

—Pues un Uchiha lo ha hecho —Shisui está tan serio como el día en el que le admitió que el clan lo había mandado a espiar— y se ha escondido en la luna para que no lo notemos.

—No es Madara —confía el más joven de los Uchiha.

—Es alguien más poderoso e inteligente. Un genjutsu que nadie podría notar ni siquiera tú y yo, o tu padre, escondido entre nosotros, esperando actuar.

—No creo que sea un genjutsu.

Shisui ahora lo mira detenidamente. Esa había sido su primera idea desde que Ino había llegado, incluso pensó que ella estaba bajo un genjutsu pero tampoco fue verídica su premisa. Y los dos lo saben, es más profundo es un hecho que la persona detrás de todo lo que ha pasado sobre pasa cualquier poder humano que puedan tener entre manos, no es el de un dojutsu tampoco es natural, va más allá de la creación del mismo tiempo y el lugar que ocupa en el universo.

Shisui lo mira expectante a su respuesta.

—Es algo más —advierte, recordando los sucesos que Shisui le había comentado acerca de Ino, de que ahora los sueños no son sueños ahora lo experimentando estando despierta o algo similar— ¿Por qué ella esa única que puede hacerlo? ¿Por qué precisamente Ino?

—Nos oculta información.

—No es solo eso, debe haber algo especial en ella —Shisui asiente por lo dicho, sabe que Ino es especial para ambos y hablando sentimentalmente, pero ahora es distinto, ella debe tener algo que Madara desee y sea probablemente algo tan obvio que no pueden ver a simple vista— esto no es obra de Madara, tiene que ser alguien con el poder de un Dios.

—¿Cómo estás seguro que no has sido tú?

Itachi regresa la mirada a Shisui, intrigado arquea su ceja. El mayores ellos se acerca a él tocando su hombro en señal de apoyo, el futuro ha cambiado y no es lo que era o puede ser, Itachi tiene su Mangekyō Sharingan sin embargo, este no es tan brillante como si matado al Clan Uchiha, tal vez es la misma persona con diferentes historias.

—Existe el Tsukuyomi —Itachi lo sabe, tiene conocimiento de que ha adquirido una técnica y de otras tantas que decienden del mismo nombre— y aunque el nombre puede parecer parte de ella, puede haber alguien que lo supere¹.

—Puede ser... —Shisui observa a su amigo en silencio su cabeza está pensando rápidamente, nunca había indagado mucho acerca de lo que había pasado aquel día en el bosque, nadie había querido decir nada y la importancia había pasado a otro nivel—. El tiempo corre y necesitamos que todo regrese a la normalidad.

Las cosas no deben avanzar más de lo que ya lo ha hecho. No saben con quién o con qué están trabajando o porqué escoger ese momento en el tiempo, habiendo tantos sin problema como antes del nacimiento de tantos genios Uchiha, de tiempo atrás que ni siquiera habría problema, hubo algún momento en el que conseguir a las bestias con cola habría sido sencillo.

—Espero que esto sea necesario —escuchan la voz de aquel hombre. Viran su vista hasta encontrar a Inoichi Uchiha a unos escasos pasos, tiene su gabardina negra larga, su mirada filosa se posa instintivamente en Itachi y después en Shisui, tampoco hay expresión en el rostro del hombre. Camina a pasos seguros, Ino es su vivo retrato, tranquilo y sin esa efusividad—, y que sea la explicación que pedí.

—No se verá afectado su criterio señor Yamanaka —Shisui se acerca e instintivamente Inoichi frunce aún más el ceño, el Uchiha se ve tranquilo y carismático como si buscara agradarle sin embargo no parece afectarle— no tiene porque dudar de nosotros.

Itachi los observa detenidamente. ¿Qué hace Shisui? Está confiado en que el hombre no los verá diferente, confía en ello. Sin embargo, para Itachi puede ser un poco más complejo, a Inoichi no le agrada el Clan Uchiha, es casi como el odio que solía tener ex líder de Raíz, es una molestia profunda y con razón, espera que no tome cartas en el asunto por estar ahí. 

—Ya han hecho suficiente.

—Ella no tiene nada que ver con esto.

Defiende Shisui descifrando el pensamiento del Yamanaka, no cree del todo la información y de hacerlo piensa que su clan o más específico Fugaku es responsable de lo sucedido. 

—... —en cambio, Inoichi prefiere ignorar a ambos jóvenes y es que aún no puede creer lo que Itachi le había mencionado respecto a su hija, es imposible, el viaje en el tiempo es una locura, no podría ser ella, no lo es. Aunque, su mente lo sabe que hay jutsus prohibidos más allá del raciocinio de los humanos basados ​​incluso en leyendas.

—Ino...

—No se atrevan a nombrarla —Inoichi los mira uno a uno.

Primero a Shisui sintiendo la clásica irregularidad de chakra que incluso el Uchiha no pretende disimular, quiere que sepa que habla en serio que su hija está bien y que sobre todo que siente algo por ella. Después, mira a Itachi con la misma irregularidad disfrazada de un rostro sereno y bien disimulado, entonces Inoichi sonríe con vives conociendo exactamente la razón del desbalance.

—¿Cómo pudiste hacer algo así? —Cuestiona el hombre no colérico como se esperaría del padre más sobre protector de la aldea sino apacible y casi desesperante—. Ocultar esa información.

—No fue nuestra decisión —y el Yamanaka supo que en Itachi dice la verdad, o al menos parte de ella, entonces debió ser ella. Su linda cosmos, llevando la situación a rienda suelta no obstante, ¿a dónde?

Inochi traga saliva fuertemente sabiendo mejor que nadie que lo que dice el primogénito de Fugaku es verdad, que alguien con la imparable voluntad de fuego que el Tercer Hokage le explicado, al menos los Uchiha no harían algo en contra de la aldea y mucho menos de la gente dentro de ella. Debe admitir que su hija ha estado en casi buenas manos. El Yamanaka suspira en silencio y se encuentra con la mirada oscura de Itachi, transmite algo que no sabe exactamente que es, es una invitación a que intente reivindicar a Ino de lo que sea que esté haciendo y de los planes que haya hecho.

Itachi y Shisui están tan preocupados por Ino como él.

 —Espero que esto no haya sido una... —escuchan una voz a sus espaldas— manera de interrogarme —susurra la chica.

Entonces la miran. Ino abre sus ojos a la par que casi no es perceptible por aquel mechón rubio que cae por su rostro, sus labios se entre abren por la sorpresa de ver a su padre justo ahí. Lo mira acercarse a paso lento con sus ojos verdes tan transparentes como los suyos, y está justo frente a ella tal y como lo recuerda en esos momentos, su padre se ve más joven de lo que recuerda, su cabello largo y su rostro perfectamente endurecido como cuando la reprendía. Su padre tiene un ligero parpadeo en sus ojos intentando apaciguar las gotas salinas que amenazan con salir y espera paciente a un pequeño regaño, o que al menos el hombre diga algo. Lo único que siente son los brazos de Inoichi aprisionándola, en un cálido y afectuoso abrazo. 

Ino respira lentamente el aroma de su padre, huele a sándalo, como esas tardes en las que hace arreglos florales, o cuando lo acompaña por algunos pedidos cerca de la región; y sin saber cómo o por qué sus ojos se llenan de lágrimas de una forma que no había pensado en todo este tiempo, no había pensado en lo mucho que necesita un abrazo de su padre hasta que se lo ha dado. Esconde su cabeza en el pecho del hombre y de un momento a otro, se siente cansada tanto mental como físicamente. Y lo sabe tan bien que es imposible siquiera negarlo: ya no quiere estar ahí, quiere regresar a su hogar.

Levanta su mirada unos segundos y se encuentra con la de Itachi, en un momento tan frágil se permite sentir aquellas mariposas golpear su estómago tan majestuosas que no hay más remedio que sentirlo a flor de piel.

 —Mi lespedeza —susurra Inoichi acariciando sus cabellos.

Es ella, su pequeña hija, aunque en realidad no es pequeña y es una jovencita totalmente diferente a lo que ha considerado; ha crecido y se ha convertido en una mujer, en una que ha tenido que afrontar al mundo shinobi del que siempre quiso protegerla, ahora ve que no puede hacerlo y solo necesita prepararla para el cruel mundo que espera allá afuera o probablemente ya no, porque sus grandes ojos azules con diminuto verde expresan un dolor que solo lo ha visto al perder a un camarada, o el del fracaso ahí latente.

—Papi —ya no es una kunoichi experta en el arte de la infiltración y espionaje, es solo una chica varada en el pasado, cansada de todo. Solo necesita el amor de su padre y su apoyo.

A continuación y después de unos largos minutos abrazados en los que su padre sin saberlo la reconforta, los Uchiha prevalecen parados a un lado de padre e hija, sin interrumpir, comprendiendo que ese momento es de ellos dos. Shisui lanza un vistazo a Itachi, quien parece más intrigado por el anochecer que despierta, y sonríe con diversión, recuerda sus propias palabras cuando advirtió a su mejor amigo acerca de su trabajo para espiarlo y la forma en la que Itachi se había decepcionado, ambos llegaron a la conclusión de proteger a la aldea, los lazos y las personas que los adquieren.

Esa es la razón por la cual quisieron evitar una guerra.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta la rubia, secando las gotas de su sonrojado rostro.

—¿Por qué mi única hija que ha viajado en el tiempo y no sé cómo lo ha hecho me pregunta por qué estoy aquí? 

Ino ríe como una niña, su padre es tan condescendiente aunque quiera aparentar lo contrario. Parece que quisiera regañarla o algo por el estilo.

—Es una larga historia —suspira ella, Inoichi no puede pasar desapercibido aquel tono cansado y monótono.

 ¿Qué le han hecho a su princesa?

Mira despectivamente a los Uchiha, de arriba a abajo, culpándolos de lo que sea que su hija haya vivido el último tiempo, no puede permitir que ellos le hagan daño.

—¿Qué te han hecho? —Inoichi acaricia la mejilla de su amada hija. Ino cierra los ojos sin poder ocultar su verdadera frustración, todo ha sido un caos—. ¿Han sido ellos?

Ino toma a su padre del brazo antes de que se vaya a dar algunos golpes en contra de los Uchiha.

—¡Papá! —Ino suelta un pequeño grito—, ellos no han hecho nada malo —da un pequeño vistazo a ambos jóvenes y por un extraño momento choca las miradas con ambos y nadie se incomoda— ellos me han ofrecido su ayuda.

—¿Qué estás diciendo, Ino? —Exige saber su padre, con sus mejillas rojas debido a la furia que ha comenzado a sentir, por supuesto que no ayuda el hecho de que ambos Uchihas gustan de su hija.

—¡Lo que oyes papá! 

Y todo lo que podría significar Inoichi como figura que impone, se ha ido por la basura, su rostro se ve deformado, sus manos tiemblan y la única razón es por una jovencita rubia y chillona. Conoce a la perfección aquella pose con manos en su cadera y el pie de su hija golpeando el piso, muchos dirán que Ino es idéntica a su madre pero es el vivo retrato de la señora Yamanaka. 

Inoichi tiene una debilidad y esa es su hija.

—P-pero mi c-cosmos...

—¡Nada de cosmos! —Y con pasos firmes se acerca a su progenitor—. Lo único que han hecho ese par es ayudarme, me dieron un techo, comida y...

Sus mejillas enrojecen porque en definitiva "cariño" no suena tan bien, además hay sensaciones que se deben poner sobre la mesa.

—Cosmos... —Intenta decir su padre con un pequeño murmuro cuando ella mira detenidamente a Itachi, ella también siente algo por él, pero por el rostro de su hija hay una batalla interna en ella.

—Me han ayudado —sentencia— lo han hecho como nadie, no puedes culparlos por lo que he vivido —Ino de un momento a otro tiene su rostro rojizo y un pequeño mojín, están molesta por los prejuicios que tienen hacia los Uchiha o mejor dicho por Itachi y Shisui— en todo caso quien ha creado esto está allá a fuera... Esperando paciente a que Konoha caiga y obtener las bestias con cola.

Su corazón se comprime cuando ve aquellos ojos azulados con un pequeño destello verdoso de han comenzado a opacar debido a una nueva emoción que nunca la había visto tener. Ese sentimiento que logra romper por completo la idea tan perfecta de que su hija viviera feliz, ella no es su pequeña hija, tampoco la chica que está criando, es una persona extraña con los cabellos rubios de su hija, sin ese brillo que tiene su pequeña al hacer unos tontos arreglos florales, en definitiva es una versión más madura, sofisticada y sobre todo el vacío de sus ojos.

¿En qué momento ha crecido tanto? Su pequeña hija es lo que jamás creyó ver, quizás son las perdidas de la sermones que ha amado las que la tienen así, la de Asuma, el viaje a otro tiempo completamente sola o todo lo que recientemente le ha contado toda su estadía y lo que ha pasado o pasará

—No puedes culparlos —expresa con su semblante duro— solo me han ayudado.

Itachi y Shisui ya no están les han dado un momento para que puedan hablar a solas, sin embargo, eso no es suficiente. Inoichi aún tiene sus sospechas respecto a los jóvenes, pero en realidad no importa porque se ha dado cuenta de la clase de persona en la.que su hija se ha convertido tan empática y con la capacidad de pelear con tal de demostrar la justicia, al menos puede saber que ha hecho algo bien.

—¿Por qué no buscarme? Soy tu padre, Ino. Siempre estaré cuando me necesites —y de alguna patética forma, siente un nudo en su garganta porque algo le ha dicho que eso no es verdad, que no ha estado ahí— ¿Acaso no confías en mí?

Ino niega dirigiendo su vista hacia la de su padre.

—Pensé que sería un problema, no quería causar más conflicto —es cierto, no quería que se aprovecharán de su conocimiento además quería asegurarse sobre la situación de Itachi— las cosas no son lo que creímos, me sentí un poco responsable.

—¿Responsable? Ino, ni tú ni nadie es culpable de las malas decisiones de nosotros.

—No —muerde su mejilla inquieta— pero toda ha sido una mentira, sobre Itachi, la aldea, incluso Naruto.

Inoichi abre sus ojos porque Ino nunca se había visto demasiada interesada en el Uzumaki, tal vez para jugar una que otra vez pero no lo suficiente para pensar que le importa. Entonces, comprende que hay estragos del futuro que son irreparables.

—Siempre le hemos dejado todo a Naruto —Ino está decepcionada de ellos como shinobis, una faceta que no había conocido— él ayudó a derrotar a los asesinos de Asuma-sensei. No logró traer de vuelta a Sasuke pero hizo un esfuerzo, tal vez no supo la verdad de Itachi pero logró enfrentarlo. Naruto siempre ha enfrentado todo y aun así no está cerca de conocer loque ha pasado, que no tiene nada que ver con él ni con Itachi.

—Ino...

—Sé que no puedo hacer esto sola y necesito tu ayuda.

Ino se ve decidida con su ceño fruncido, ella habla en serio, y es cuando su padre comienza a comprender que hay mucho más de la historia que su hija conoce pero no sabe si está dispuesta a compartir la información.

—¿Hacer qué?

—Necesito regresar —Inoichi abre sus ojos por la información y no es precisamente las palabras sino lo que hay detrás de ellas, quiere decir que no hay al menos un regreso para ella e Ino lo sabe, y de hacerlo hay algo que tiene que hacer y quizás volver.

—Estás en peligro —concluye Inoichi— exactamente ¿Qué es lo que hay?

—No lo sé —admite— todos mienten y es borroso.

—Me estás pidiendo que te ayude a salir de aquí y regreses —Inoichi es firme como siempre lo ha sido— me pides que te ayude y ayude a Fugaku, después de todo lo que ha hecho.

—Es la única forma.

—¡No estoy dispuesto a eso! No con los Uchiha, mírate, eres como una marioneta para ellos —Ino mantiene su vista y dentro de sí algo se revuelve en su estómago justo porque se siente así con todos a su alrededor y su padre es el único que se lo sabe—. No me prestaré a que te pongas más en peligro.

—Quiero hacerlo —susurra la chica— además de estar en peligro desde que llegué, y no solo eso, debemos evitar que casen a los Jinchuriki.

Segunda vez que oye eso, significa que las cosas se están preparando paso a paso para algo más algo que huele a guerra.

—Espionaje —entiende Inoichi.

—Espionaje —afirma la chica y por un momento puede ver el orgullo de su padre en sus ojos. Él sabe que su hija no duda de su voluntad de fuego.

—Quieres que te ayude a espiar.

—Y tal vez algo más.

Inoichi entre cierra sus ojos.

—Entonces las sospechas del Tercero son ciertas.

—¿El Tercero? —Cuestiona Ino un tanto sorprendida, porque no ha sabido nada del ex líder de la aldea. Absolutamente nada.

—El Tercer Hokage cree que estamos apunto de entrar en guerra, de acuerdo a lo que ha estado pasando no tardará mucho en que la posición de los Uchiha en el gobierno advierten a otras aldeas. Y ahora con los Jinchuriki, es cuestión de tiempo —Ino asiente, es el momento en el que necesita a Shikamaru—. Debemos prepararnos. Además...

Inoichi espera paciente a que su hija diga algo pero las palabras no salen. Ino busca en un punto fijo si lo que va a decir tiene algún sentido.

—He podido regresar, no sé cómo lo he hecho o siquiera si no es más que un sueño pero lo he logrado a momentos que he vivido, otros que ni siquiera han pasado —sus mejillas enrojecen por el recuerdo de Itachi— y lo más importante —baja la voz e intenta mover poco los labios, es un lugar seguro pero no tanto— Itachi pudo venir, no dela forma convencional como yo, lo hizo a través de él mismo.

Inoichi arquea su ceja y comprende que no habla del joven adolescente que está a unos metros, no, sino del Uchiha que coexiste con Ino.

—¿Encontró lo forma? ¿Ha podido regresar? —Ino niega con la cabeza, está igual de perdida, claro que la única persona que podría saber más y estuviera dispuesto a ayudarla de forma incondicional es su padre.

—Sé que no ha podido interactuar con nosotros pero lo siento —la chica toma su pecho y siente una pequeña presión en él— es cómo si estuviera aquí, de igual forma Madara o quien sea están aquí esperando ellos lo saben.

—¿Hay algún patrón?

—No realmente, al inicio eran sueños, como cualquier otro pero después, todo de volvió tan real y palpable —Ino jala sus cabellos con gran frustración porque es precisamente lo que no ha dicho, nadie podría saber lo que pasa más que Inoichi y ella— hay momentos que esto no es tan real como creo, tampoco estoy segura cuando es un sueño.

Su mente viaja al momento de hacía unas horas cuando se encontró con Madara (o quien quiera que sea) había estado despierta y lo sabe, sin embargo, las cosas indicaban que no es verdad, que había estado dormida todo el tiempo.

—Y si Itachi pudo venir...

—Tú puedes salir —afirma Inoichi, conociendo mejor las cosas e incluso llegando a una conclusión que podría ser pero suena bastante descabellada.

—Y... —Ino muerde su mejilla pensante, su padre la observa detenidamente antes de comprender que hay más incógnitas y que de hecho, están perdidos como si en un mar estuvieran, a la deriva sin ninguna salida—. Hay algo más. Cambio de lugar, que no conozco y si lo hago, no es el mismo, todo corre de diferente forma.

—Genjutsu —Ino niega, conoce un poco de los genjutsus donde pueden manejar el tiempo a su conveniencia y en otros casos hasta el espacio y la materia.

—Es tan real que te hace dudar de que lo sea.

Inoichi toma las manos de su hija, un pequeño gesto que significa mucho para ella porque se sabe de antemano que él no la juzgará y que tampoco hará las cosas por conveniencia.

—Tienes que confiar en mí, Ino. No sé lo que pretendas hacer pero, algún día serás la cabeza del clan y aunque me duela debo construirte como un edificio sólido, y no hay mejor que yo para hacerlo— Inoichi e Stan arrogante como su hija— debemos hacerlo.

—Sino es mucha molestia —Itachi aparece detrás de ellos junto a Shisui, tendrían que ser muy idiotas para pensar que ellos realmente se habían ido.

—Me sorprende que no estén de lado de su clan —Inoichi se cruza de brazos, Itachi lo mira confundido y Shisui entiende que la molestia del Yamanaka no es precisamente por ser un Uchiha.

—¡Papá! —regaña Ino.

—De acuerdo, solo por ti cosmos —el tono de Inoichi cambia de uno serio a uno ligeramente dulce y compasivo— y en cuanto a ustedes si algo le pasa a mi princesa conocerán de lo que es capaz un Yamanaka.

Shisui sonríe abiertamente como si fuese un chiste y uno muy bueno, en cambio, Itachi se encoge un poco está demasiado cohibido y mucho más por los ojos de Inoichi en su persona. Shisui parece estar bastante divertido con la situación, en realidad, no le parece atemorizante el padre de Ino, más bien que se haya dado cuenta de las intenciones que tiene con su hija.

Ino se sonroja, ¿por qué a pesar de todo el tiempo su padre la quiere avergonzar enfrente de muchachos?

—¡Papaaaaá! —chilla y casi patalea.

—Oh, eso no pasará señor Yamanaka, ¿verdad, Ino? Yo cuido siempre de su hija —Shisui guiña su ojo haciendo enfurecer a la chica, si su padre es sobre protector ahora será peor.

—No juegues conmigo, muchacho.

—Por lo pronto debemos tener una estrategia por cualquier cosa.

—Eso es traición —advierte Inoichi con aquel tono sarcástico.

—Hay cosas que deben hacerse.

El Yamanaka por primera vez mira de forma diferente a Itachi y por ende a Shisui, no había notado lo mucho que probablemente han hecho desde las sombras y que nadie ha sabido. En otro tiempo habrían juzgado de criminal a Itachin por las decisiones no tan equivocadas y que necesitan una explicación coherente, o quizás de asesinato a su mejor amigo, probablemente nunca sabrán la verdad o tal vez la historia se escriba de otra forma.

Ino no observa la fotografía sino lo que hay detrás de ella, sin embargo, solo necesita de alguien, y que ese sea otro Yamanaka.

¹Tsukuyomi: Es el Dios de la Luna en la mitología japonesa.

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Espero les haya gustado, la historia va un poco lenta pero ustedes saben que odio los desarrollos tan rápidos.
En fin, comentenme que les pareció.
Saludos y gracias por leerme♡.

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