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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈: Decisiones precipitadas

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈: Decisiones precipitadas

El bosque de noche es más tenebroso de lo que generalmente es, la gran idea de moverse de noche había sido de Shisui; es más fácil hacerlo y nadie sospecharía una maldita mentira si le preguntan. Solo es visible escasos árboles de grandes ramas acompañados de una exorbitante oscuridad que es poco viable de viajar, el silencio es tan apacible que no imagina un lugar como ese tan jodidamente vacío, y es que la vida escasea el silencio es tan profundo que parece hecho para que ellos viajaran acompañados de los extraños rayos de la celestial luna que baña sus cuerpos con tan hermoso brillo, hipnotiza con verlo. El camino parece estar hecho solamente para esos ojos inyectados que mantienen dos de ellos, la formación en línea recta es un poco sospechosa no obstante, sabe que es la única forma en la que puede salir bien librada sin que los otros se vean países afectados. Es exclusivo la extraña forma de la que sus pies chocan contra las ramas y los pequeños pedazos de madera se estancan en el pasto imposible de percibir su resplandeciente color verde. Su mirada se mantiene fija ante el terrible firmamento que se mira eterno en ese mar de oscuridad, únicamente mirando a las dos personas frente a ella, sus figuras brincan como si de una eterna danza en medio de un baile se tratara.

—Descansemos —la voz de Itachi es profunda e Ino puede ver el rojo de sus ojos brillar en la inmensa oscuridad. Se sorprende, esa mirada es igual a aquella que tuvo en el pasado cuando dejo la aldea, ahora lo recuerda. Sus grandes y brillantes ojos azules se abren en par y siente la mano de Shisui al sostenerle por la espalda.

—Debes tener cuidado.

Lo necesitaría si aquel vistazo de Itachi no le recordara a la noche en la que mató al clan Uchiha, con lágrimas descender por sus mejillas porqué había matado a todo su clan y por abandonar a Sasuke a su suerte. Algo raro si lo piensa con la cabeza fría, ese es un recuerdo que no pertenece en realidad, un pequeño flash que su mente enseña pero es lo suficientemente alarmante. Es sólo un indicio de que los sueños pueden volver y ahora estar despierta.

Aunque asiente su expresión demuestra una mueca de confusión y Shisui lo nota, más no menciona algo pero sabe que debe tomarlo en cuenta.

Cuando toman asiento en medio del bosque e Izumi enciende una pequeña fogata con un par de hojas secas y ramas de por aquí y allá; el lugar pretende verso iluminado y aunque en un principio puede ver el rostro de sus compañeros de guardia forma sentados alrededor de la lumbre, Ino es capaz de notar el silencio tan parecido a esa profunda noche llena de oscuridad, es un pequeño reflejo de lo que acontece en la mente de los otros. Cada uno tiene su mente ocupada.

—Iremos a hacer guardia, ¿vienes Izumi?

—¡¿Eh? —Menciona a penas la Uchiha, sus castaños ojos se expanden ante la sorpresa de las palabras de Itachi, nunca he tenido una misión juntos, es la primera—. ¡Claro!

Itachi sonríe debajo de aquel cuello alto que viste e Izumi devuelve el gesto de inmediato. Es imposible no ver el cariño que se tienen, es una extraña etapa que nunca había visto ni siquiera en Sasuke, un legítimo interés más romántico que fraternal uno del que Sakura y ella se despidió por tanto tiempo que no pudieron llevar ninguna, Ino extrañamente los mira junto al hueco en su estómago.

—Ella siempre lo ha querido —la voz de Shisui hace que la muchacha vira sus ojos hacia la persona a su lado, el joven Uchiha mira el fuego detenidamente, el color anaranjado hace contraste con tan oscuros ojos, simplemente fascinante—, cuando eran niños ella lo admiraba y después él se interesó en ella, en algo más. A veces es extraño ver a Itachi de esa forma.

Hinata —piensa Ino al recordar a su amiga. Vivir tanto tiempo escondiendo sus sentimientos mientras la otra persona no se inmuta en interesarse o al menos un poco de atención que indique lo contrario. A diferencia de Ino, que siempre mostraba su interés en Sasuke o cualquier chico que le interesara como lo fue Sai, nunca había luchado por no demostrar su interés en alguien o ser rechazada porque en general es como un libro abierto en todas sus palabras.

—A ti eso no te afecta ¿verdad? —Cuando Ino presta atención a Shisui, él entiende que ha dado en el clavo, a lo que ella piensa— eres demasiado transparente, y se nota cuando alguien te interesa y cuando alguien no. Tú simplemente lo demuestras.

—¿Por qué cada vez que hablamos siento que me pones a prueba? —Cuestiona la Yamanaka y lejos de estar ofendida, admira (sólo un poco) la forma en la que Shisui e Itachi suelen ser tan observadores y saben perfectamente lo que ella quiere decir.

Él ríe.

—No te pongo a prueba, solo quiero saber si estás comprometida con esta situación.

No estaría aquí sino fuera de esa forma — reprocha ella irónica. ¿Acaso no ha quedado claro?

—No te ofendas —Shisui se mantiene quieto mirando el fuego sin pretender mirarla, lo que la hace enojar— pero, quiero estar seguro de que quieres hacerlo.

—¿Hacer qué?

Shisuise golpea mentalmente, Ino es tan versátil, puede tomar las cosas con calma o con fuerza como lo hace en esos momentos.

—Quiero saber tu motivación —Ino se sorprende, Shisui es más profundo de lo que se puede permitir ser— no solo quiero saber que es por Sasuke, —en el tono de voz del Uchiha se oye un poco de desagrado que parece más molestia que una pregunta en concreto.

—¿Por qué eso tiene importancia?

Shisui ahora si la mira y ella a él, Ino se encuentra a su lado, sus hombros rozan ligeramente y siente el calor emanar del cuerpo de la chica. La observa detenidamente, con su vista recorre el rostro de la muchacha, su cabello se sigue viendo de ese rubio vivo, su piel se torna naranja debido a la luz proveniente de la lumbre, sus ojos (ojo en realidad, porque no puede negar que ese mechón de cabello le asienta tan bien) son adornados por las cejas fruncidas que denotan inconformismo. Ella ni siquiera ha notado su genuino y peculiar interés por Itachi y viceversa, no le sorprende en lo absoluto y puede comprenderlo de su mejor amigo,juntos ! Itachi suele no compartir ese tipo de cosas. En cambio, Ino parece ser más sensata en ese aspecto lo cual le sorprende de sobre manera, ella no ha notado que todo eso lo hace por Itachi y no por Sasuke.

—Por nada.

—¿Quieres que me trague esa basura de "nada"? —Ino lo mira de frente con ceja alzada y los brazos debajo de sus pechos— vas a decirme en este momento que mierda quieres decir.

La Yamanaka encarna su ceja y tiene esa mirada filosa que ha heredado de Inoichi Yamanaka, esa mirada que suele tener en los interrogatorios más importantes y Shisui intuye que no lo dejara ir a menos que él diga la verdad.

A decir verdad, Ino tampoco es muy sensata en cuanto al manejo de emociones lo que la lleva a un sin número de situaciones en las que se ha visto comprometida por sus sentimientos, en los que siempre intervienen Shikamaru y Chõji, de una forma en la que se manejan y es por esa razón que son el mejor de todos en trabajar en equipo, incluso superando a sus propios padres. Pero no está ni el Nara ni el Akimichi, su juicio está nublado y Shisui lo sabe a la perfección.

Él suspira un poco y dirige nuevamente su vista hacia el artefacto que les permite calentarse, entonces Ino comprende que el joven Uchiha habla en serio, no hay titubeo o esa sonrisa socarrona que suele tener cuando coquetea con ella. Shisui simplemente quiere una conversación sencilla que pueda entender su punto.

—Ino eres muy inteligente —comienza él, sus manos tantean sus propias piernas en busca de un poco de consuelo por si ella llegase a enojarse. No la conoce mucho pero, lo que le ha mostrado en esos pocos días de convivencia es su carácter y su pensamiento convergente, astuto y hasta cierto momento el de una persona bastante analítica no obstante, ya pesar de eso, Ino carga con bastantes cosas— . Creo que lo sabes y por eso eres una gran kunoichi, no miento o tampoco quiero que me creas porque de eso no se trata.

Ino abre los ojos como platos no estaba preparada para esas palabras, se muerde la lengua para no evitar soltar un chillido. En otras épocas la situación hubo sido un tanto contradictoria, ella anhelaba ser notada por Sasuke y el que al menos un miembro Uchiha la alabara con tanta convicción y no solo un Uchiha cualquiera, sino uno de los más destacados ninja que ha conocido, le hace sentir un poco emocionada. Ino ha pecado toda su vida de ser vanidosa y un tanto presumida sin embargo, a esas alturas no puede darse el lujo por obvias razones pero el hecho de que Shisui Uchiha le haga esos cumplidos es completamente diferente a su propio concepto. Las cosas no han sido precisamente perfectas, Sakura ya había sobrepasado en muchos aspectos, desde ninjutsu médico hasta lo más sencillo como ser la aprendiz de Lady Tsunade;

—Y en realidad, eres mucho más inteligente que grandes shinobis que he conocido —el Uchiha no pretende que suene como una mentira, Ino está marcando un camino para llegar hacia Uchiha Madara y ellos observan pacientemente— pero, no estás viendo el daño que puedes provocar.

—¿De qué daño hablas?

La muchacha tiene toda su atención puesta en el joven que sigue sin tomar su tarea de buscar su mirada azulina. Shisui permite un poco el inhalar el aire que siente que se le acaba, presiente que no terminara bien.

—Para ti puede ser ayudarnos —espeta Shisui y lejos de sonar como un regaño es más un tipo de consejo. Claramente intenta hacer entender a Ino de algo— pero estás olvidando tu futuro, nosotros hemos tomado decisiones que te han llevado hasta donde estás, si seguimos con esto no pones en riesgo nuestra historia sino la tuya.

—¿No crees que es algo presuntuoso viniendo de alguien que dio la vida por la aldea? —Ino está molesta y esa mirada llena de reto acompañada de soberbia es lo que hace temer a Shisui. No por su integridad sino por la madurez que Ino no tiene.

Ino Yamanaka tiene cientos de virtudes, es bonita, inteligente, astuta, vivaz pero carece de un poco (desde el punto de vista de Shisui) madurez e incluso sensatez. Puede verlo desde que la conoció, ella siente un extraño deber sobre ellos, en especial sobre Itachi. No es algo que al principio le haya molestado a Shisui en realidad, le había parecido extraño (o mejor dicho especial) que tuviese ese interés por su mejor amigo externo a Izumi, nunca había conocido a alguien con ese sentido de pertenencia en Itachi que no fue Izumi, Sasuke ya sí mismo. Pero con el paso de los segundos que acompañaba a Ino se dio cuenta de algo que todos parecen ignorar: ella siente culpa.

Culpa de lo mal que juzgo a Itachi, culpa de no poder hacer algo por su compañero en este caso Sasuke y culpa de decisiones que no han sido tomadas por ella. Y eso es lo que Ino no comprende, que esas decisiones no fueron tomadas por culpa de ella, y si lo pensamos es un poco egoísta de su parte pensar de esa forma. Es lo que más teme Shisui, Ino no tiene absolutamente ninguna obligación en salvarlos, en especial al Clan Uchiha quienes pretenden a quienes se interpongan en su camino solamente para tener el control de la aldea, ninguno de ellos se pone a pensar en la pequeña hija de Inoichi Yamanaka, en el futuro genio hijo de Shikaku, la próxima mejor ninja médico Haruno ni mucho menos en el pequeño niño héroe de las naciones, Uzumaki Naruto. Y a su parecer ella olvida ese detalle, Shisui no pretende desear la muerte a nadie pero quienes anhelan un mundo de justicia a través de la guerra son personas llenas de maldad. Él no quiere que ella esté del lado incorrecto de la historia y al final, darse cuenta que su decisión en el futuro la llevó a un mundo mucho más crítico del que provenía en un inicio. Sólo por salvar a Sasuke y ahora a Itachi.

—Solamente digo que no hagas algo de lo que después te puedas arrepentir —hay seguridad en las palabras de Shisui. Ino se sorprende aún más. ¿Acaso no quiere que toda esa mierda desaparezca de una vez por todas?

—¿No quieres que ese golpe de estado se detenga? —Pregunta incrédula Ino.

Se supone que por eso ella está ahí, Uchiha Madara o quienquieraquesea le encomendó que lo detuviera, incluso lo ha dicho que ella lo está haciendo y le reprocha Shisui. Ino ahora está entre molesta y abrumada le mira con un poco de tristeza a el muchacho a su lado, muerde su labio para disipar las ganas de querer golpearlo.

Sin embargo, ella está entendiendo las cosas mal. Y por ende, Shisui tiene razón pues naturalmente la tiene, ella está pensando en lo que quiere y sus consecuencias ni siquiera se ha detenido a plantearlas.

—No —Shisui es tajante en su hablar, a Ino se le incrusta una daga en el pecho, siente las terribles ganas de llorar. El Uchiha nunca le había hablado de esa forma ni con esa mirada vacía, le sorprende un poco lo mucho que se parece a Itachi, a esa versión adulta que nunca pudo conocer—, quiero que consideres tus opciones.

—¡¿Acaso tengo opciones? —Ino se ha parado bruscamente de su asiento y ahora parada mira fijamente al Uchiha, ni el fuego que esta justo frente a ella se compara al enojo que surge por todo su cuerpo, Shisui suspira nuevamente lo que sospechaba, Ino aún no comprende—. Fui traída aquí en contra de mi voluntad.

—Las tienes, retirarte.

—¡¿Qué carajos pasa contigo, Shisui ?! —Cuestiona Ino. El joven Uchiha se mantiene estoico ante los orbes acuosos de la muchacha, el color naranja hace brillar más esos ojos preciosos azules que pueden ver tienen un poco de verde en ellos—. ¡No te importa lo que pase! Es eso.

—Por eso lo estoy diciendo —Shisui se para de aquel frío pasto en el que se encuentra, da unos escasos pasos hasta llegar frente de la rubia, tiene esa pose de niña malcriada exigiendo una explicación, sus brazos en la cadera y sus piernas fijas y firmes en el suelo— Ino, no te has puesto a pensar en si fallas, no tienes si quiera un plan. Estás a ciegas, no porque te haya dado la tarea Madara quiere decir que la lleves a cabo.

Ino está muda y por su expresión Shisui sabe que ha metido la pata. Aunque lo que el Uchiha dice es verdad, no tiene un plan ¡Ella no es Shikamaru! ¡No tiene ni un plan jodido! ¿Cuál era? Detener la Masacre Uchiha ¡Que va! Ino no ha hecho absolutamente nada de lo que se le encomendó, solo ha estado ahí siendo la presa de Madara porque tampoco puede decir que ha seguido su juego, porque en realidad no puede seguir su juego o ser rival para él. ¡No se ha metido en su mente! Tanto Madara como Shisui tienen algo en común: ella no es rival y, aunque el joven a su lado no ha dicho esas palabras propiamente sabe mejor que nadie que Shisui lo piensa o al menos eso cree.

—¿Quieres detener eso? —Susurra la Yamanaka, la opresión en su pecho incrementa, eso no es posible se supone que ella está ahí para que Sasuke no sufra la perdida de sus padres y seres amados, para que Naruto no sienta la obligación de regresar a Sasuke y mucho menos para que Sakura tenga ese hueco en el estomago cada que mencionan al Uchiha. Ino está ahí para que la historia no se vuelva a repetir.

—Ino —llama Shisui intentando tomar su mano. No obstante, la chica se prepara y da un paso hacia atrás. Shisui mantiene su expresión neutra y parece que nada de eso lo afecta; en cierto modo es así. No le afecta lo que ha dicho sino la presencia de coraje y tristeza en los ojos de la chica. Se ahoga en tan peculiar azul.

—¡¿No quieres salvar a nadie? ¡A evitar todo lo que han hecho!

La voz de Ino es apenas audible por el enorme nudo en su garganta y el llanto que intenta reprimir.

—¡Y quién dice que Sasuke no lo volverá a hacer!

La joven sobresalta ante el grito del otro, y sus ojos se abren a la par de su boca, en una extraña mueca de sorpresa y preocupación. No por el grito o la voz profunda de Shisui resonando por el bosque y que probablemente llamara la atención de alguien pasando por ahí, sino por la simple razón de la convicción de Shisui en sus palabras. Él no duda de lo que dice, está completamente seguro de lo que habla es como si de una extraña forma supiera el desenlace de la historia, de esa historia y no de la que viene Ino.

Los ojos de Shisui reflejan astucia y seguridad, dentro de ese negro conflictivo que pelea por intentar apaciguar la situación hay coraje, no hacia ella específicamente o a alguien en particular.

—¿De qué hablas? —Se atreve a preguntar Ino sin importarle la mirada filosa del Uchiha sobre su persona, él quiere dar por terminada la platica o mejor dicho discusión. Pero lo que no sabe Shisui es que con un Yamanaka nunca hay un final abierto en una discusión.

—No sé que haya pasado en el futuro, Ino. Y tampoco pretendo cambiar tu idea pero, ¿no has pensado en el equilibrio? —¿De qué habla? Ino se mantiene firme y el ceño fruncido y ambos ignoran las temeraria distancia cercana que tienen el uno con el otro. Cuando ella está muda, él continúa—, en toda la gente que murió en la masacre puede ser mayor si el clan sigue vivo, fueron compañeros míos de la academia y podrían ser los siguientes tus amigos, tus compañeros, tu padre, tu familia.

La Yamanaka tiene en su cara una expresión de completa confusión. Sus cejas encarnadas, sus ojos abiertos, y un mojín en sus labios. Shisui por un instante siente su presencia un tanto cerca de la chica, definiendo con más facilidad su mueca. Intenta no sonreír ante el gesto, es un poco adorable. Aunque, a ella parece no importarle porque no había pensado en lo que Shisui ha dicho.

¿Por qué tiene que pasar todo eso? ¿Por qué no se puede salvar a todos? Ino baja su mirada hacia el suelo sorprendiendo en el acto a Shisui, la actitud es completamente diferente a lo que sintió anteriormente con ella, su pose retadora y segura, la mirada en alto y buscando proteger su postura en la situación y en cambio, ella está confundida porqué Shisui tiene el poder como puede ver en decir mucho con tan poco. Esa es la crueldad del mundo shinobi de la que su padre tanto tiempo le quiso proteger, en ese mundo donde se escoge una vida encima de otras, en la que viven todos pero muere Itachi pensando que hizo lo correcto, donde todos piensan que es un jodido traidor de mierda y Danzõ es el protector de Konoha, donde los Uchiha eran la policía y de quién necesitaban cuidarse eran de ellos.

Ino baja sus hombros en son de derrota. Shisui se siente ahora culpable de borrar la aquella seguridad del rostro de la bonita chica. Y un extenso silencio lleno incertidumbre se instala en ellos dos.

Francamente no dura mucho pues, el rostro de la Yamanaka se transforma rápidamente de una tristeza que es incapaz de ignorar en su hermoso rostro a una determinación incomparable. Sus grandes ojos adornados de sus cejas marcadas, su mirada cada vez más afilada y con coraje, su mechón rubio perfilando aún más sus facciones y por supuesto, no puede fallar sus manos debajo de su pecho acompañados de una ligera inclinación hacia adelante, enfatizando.

—No me importa, Shisui —sentencia ella. Unos centímetros más y sus labios rozarían los de su compañero de viaje—. No me interesa lo que haya que pasar, tal vez no lo salvemos a todos, —su tono cambia drásticamente a uno apagado pero sin quitar aquella los brazos debajo de su pecho, a Shisui le da la impresión que ella tiene un poco de frío. Entonces el Uchiha intenta dar un paso hacia adelante para cubrir a Ino—. ¡Salvaremos a los que podamos! ¡Y con eso es suficiente!

Y sin pensarlo dos veces, ella se aferra a su cuerpo y esconde su cabeza en el pecho de Shisui. Él está consternado, claro que era popular entre las chicas en la academia e incluso hacía unos años un par de chicas se habían acercado hacia él no obstante, no había tenido la oportunidad de poder tener la experiencia de tener a una chica de cerca. Ino es una excepción, desde el primer día que la vio supo que ella tendría un trato diferente al que muchas veces pudo hacerlo con cualquier otra chica, lo supo en el preciso instante en el que la escuchó hablar sobre sí misma y ese altanero tono de voz combinado con su delicioso aroma a jazmines. ¿Pensó alguna vez que la chica que ahora le abraza con suma fuerza y tiene sus brazos alrededor de su cuerpo se convirtiese poco a poco en alguien importante? Probablemente sería una broma. Ino se acopla al calor del cuerpo del Uchiha, él con sus propios brazos y con la torpeza de un niño de doce años que no ha besado a nadie (lo que logra surcar una sonrisa en los labios de la Yamanaka ), coloca sus brazos sobre el cuerpo de ella e intenta poder regresar el abrazo con la misma fuerza que ella ejerce. Porque siendo sinceros se siente bien regresar con el mismo entusiasmo o la misma fuerza aquel gesto, se siente bien y ambos lo saben.

Ella ignora el corazón de Shisui que late estrepitosamente y él, bueno él intenta no demostrar que ese abrazo no le afecta más de lo que piensa y  para su mala suerte es así.

El rostro del joven shinobi que está de pie frente a él con esa expresión aburrida y el cabello blanquecino cayendo por su ojo y la mitad de su rostro. El joven se queda atónito ante la expresión del rostro del Hokage, tiene ese semblante preocupado con un deje de desesperación, su pipa está apagada y tampoco el hijo de Sakumo está seguros que el hombre se haya dado cuenta de eso, ya que es algo que nunca puede pasar es la pipa del líder apagada, algo pasa está mal con él o su mente está ocupada porque ese hombre jamás deja aquel preciado objeto de sus labios sin ese sabor amargo que le regala aunque sea algo de calma.

—¿Me ha mandado a llamar? —la reverencia de Kakashi le hace surcar una sonrisa al Hokage, Kakashi Hatake siemore ha sido un hombre que da respeto a sus superiores aun cuando no lo merezcan, él es la viva imagen de su padre y esos valores sólidos que le inculcó.

—Kakashi, pasa —Hiuzen mira por la ventana y admira la oscuridad y el silencio del que es incapaz de observar tanto tiempo, el cargo de líder de la aldea es relativamente desgastante y pocas veces se puede apreciar la vida que comparte con los clanes—. ¿Qué tal estuvo tu misión?

—Bien, no hizo falta Itachi —responde el peliplata y mira fijamente al hombre frente a él. Lejos de verse tranquilo respecto a una misión de espionaje y desaparición del objetivo se encuentra un poco ansioso, algo anda mal—, supongo que no me ha mandado a llamar por el estado de la misión.

Hiruzen sonríe. Kakashi siempre ha tenido la destreza de dos mil hombres, no le sorprende que el ex alumno de Minato tenga un pensamiento tan ágily pueda ver la respuesta a kilómetros.

—Siempre has sido alguien impresionante, Kakashi —comienza él Tercer Hokage, una extraña sensación invade el cuerpo de Hatake, en efecto hay algo que está mal, no es que el líder de la aldea no se sentimental o tenga sentimientos pero sus palabras suenan como una despedida a medio realizar—. No esperaba menos del alumno de Minato y compañero de Rin y de Obito Uchiha.

Kakashi está en silencio, esperando pacientemente a que Hiruzen continúe hablando. Sin embargo, no pierde el detalle de la mirada perdida del otro, se ve distante y preocupado e incluso esta encorvado, como si cargara el peso de algo más que una aldea en medio de la paz.

—Sé que puedo confiar en ti —dice el hombre a penas y pausa para tratar saliva, Kakashi lo mira intrigado más su rostro no lo demuestra— responde una pregunta.

—Adelante.

—¿Crees que soy un buen líder?

La mirada suplicante de Hiruzen y ese tono monótono que implica un poco de desdén en sus propias palabras. Sorprenden a Kakashi, es extraño si le preguntan el ver al padre de Asuma en esa posición de incertidumbre es casi asfixiante, no por el hecho de la pregunta en sí sino por la expresión en su rostro y el cuestionamiento a sí mismo.

Por su parte Hiruzen no tiene otra opción más que acudir a alguien tan leal a Konoha como lo es Kakashi Hatake, el sujeto que vio morir a sus compañeros frente a sus ojos y quedó completamente solo en el mundo. Si bien las cosas con el clan Uchiha se tensan cada vez más y no cree que el golpe de estado tarde mucho en explotar justo en su cara aún tiene otro problema acarreado: Danzõ mueve sus piezas y el consejo está presionando para que de una alerta de aniquilar al Clan Uchiha, es una aberración según los informes del mismo Itachi o perder a un pueblo completo gracias a la barbarie de los Uchiha, son precios a pagar por lo que sea que depare el futuro. Su mente ha viajado a decenas de soluciones que pueden haber desde un dialogo cordial con Fugaku, aceptar los términos y condiciones hasta la muerte publica de los líderes del movimiento, socialmente hablando tiene mucho que perder tanto la Aldea de la Hoja como sus habitantes. El golpe de estado no solo es revolucionador para sus propios medios sino que es casi un suicidio colectivo es decir, uno de los pilares fundamentales de Konoha y un clan tan longevo como poderoso tomando las riendas de la aldea no solo habría conflicto entre la aldea y los Uchiha sino también entre esos pequeños clanes que desean su independencia, los Hyuga lejos de participar de un lado u otro buscarían la forma de crear su propia aldea, de ser más de lo que Konoha les permitió en conclusión, la ruptura de la sociedad y la nueva guerra entre clanes, sin naciones. Retrocederían años de guerra.

—Creo que las decisiones que usted toma no muchas veces pueden ser las mejores en cuanto a la ética pero puedo decirle que muchas veces el bien común sobrepasa lo que el mundo desea —menciona Kakashi, Hiruzen puede verlo en ese ojo desinteresado que lejos de decírselo a él, se lo dice al mismo Kakashi. Conoce los estragos que ha provocado el caos del mundo porque sabe que Kakashi aún puede ver las sangre de Rin en sus nudillos pero, por eso lo necesita a él para que responda con la mejor sinceridad posible.

—Eso no responde mi pregunta.

—Esto tiene que ver con la desaparición de Shisui Uchiha —responde Kakashi con esa voz taciturna.

Sospechaba desde hacia unos días que la actitud de Itachi, esa actitud más fría de costumbre, sus malos humores y sobre todo sus desapariciones tenían que ver con cierto rumor de Shisui, en el que había abandonado la aldea en razón de traidor y desertor. Solo era un rumor tonto y sin fundamento sin embargo, las voces de los Uchiha se habían hecho sonar en su búsqueda por los pasillos del Distrito Uchiha y recientemente en los pasillos de los Cazdores Especiales Anbu. Uno de esos tantos era que Danzõ lo buscaba por intento de homicidio hasta hacía unos días en los que el Uchiha desapareció sin dejar rastro.

—Supongo que algunas preguntas deben ser resueltas.

—No lo juzgo, Lord Hokage —dice el joven Hatake y su semblante cambia a través de la máscara a uno serio, sus facciones se marcan aun con el pedazo de tela subriendo la mitad de su rostro—simplemente hay decisiones que son mejor tomar en caliente.

—Sigues sin responder.

—Lord Hokage, con el respeto que se merece no solo por ser el líder de esta aldea sino por ser un hombre inquebrantable. Si usted no está seguro de sus propias convicciones no puede pretender creer que son correctas, cada decisión requiere voluntad y esa voluntad que nos mueve es la voluntad de fuego que poseemos. —Kakashi se da la vuelta y emprende su viaje hacia la puerta, las manos en sus bolsillos y su ojo deliberadamente cerrado, es una clara señal—, si usted duda de sus propias convicciones ¿Cuál es su lugar?

Kakashi sale de la oficina del tercer Hokage, dejando una clara duda en los labios entre abiertos del hombre que rige a la aldea. Seguido de unos segundos en los que la incertidumbre comienza a abrumarlo y por primera vez en dos horas siente que la pipa de la que fuma está vacía, Hiruzen se remueve incómodo será un problema llenarla de nuevo y poder pensar con la cabeza fría.

El tiempo está sobre sus hombros puede escuchar el tic, tac del reloj, tiene al menos un par de días para tomar una decisión, aunque con las palabras de Kakashi son más que obvias: renunciar a ser Hokage.

Itachi está ligeramente más distraído que los últimos días e Izumi sabe la razón, el Uchiha encuentra un poco incómoda la situación de Ino y Shisui aunque no pueda controlarlo, había sido sencillo ignorarlo los primeros días, Ino había salido de quien sabe donde y junto a su peculiar forma de ser había inundado todos sus sentidos, unos esclarecidos momentos juntos y sabía que tenía una conexión un tanto extraña si le preguntan un poco y lo dejó pasar después, Shisui se había dado a la tarea de autoproclamarse el cuidador de la Yamanaka porque ambos sabían que tarde o temprano la persona que la había hasta ellos regresaría en cualquier momento, debían cuidar de ella y de la importante información que su mente alberga aunque, eso no quita del renglón la dicha de Shisui sintiéndose particularmente cómodo con Ino Yamanaka, le incomoda bastante la situación pues, el agujero en su estómago y el terrible sabor amargo cada que ellos se miran es simplemente agobiante; hay demasiada tensión.

—¡Itachi, espera!

Izumi camina a su lado junto a él en el oscuro bosque que es iluminado únicamente por la luz de la celestial luna que los acompaña a cada paso, ambos sondean un poco el terreno, no hay nadie de quien preocuparse y siendo sinceros necesitaban un pequeño descanso de la abrumadora caminata a lo largo de todo el día.

—Lo lamento, estaba algo distraído —se excusa Itachi e Izumi sabe que miente, no está distraído sino preocupado por conversación que había tenido con el Hokage hacía unas cuantas horas antes de ir por Ino y Shisui.

La desaparición de Shisui había alertado no solo a los Uchiha y la caza de su cabeza sino de un montón de rumores que se habían esparcido a lo largo de la incauta aldea, y no solo los rumores acerca de eso sino de la información que se había compartido con otras aldeas, si bien Shisui Uchiha no es una persona extremadamente querida en el mundo shinobi y al contrario de lo que cualquier pensamiento de una persona promedio pudiese tener acerca de él, es una persona que se ha hecho enemigos y unos que otros quieren darle muerte o por lo menos desquitar su odio irracional. Comorende el porque del llamado del Tercero, no solo los secretos de Konoha están en manos de Shisui sino el futuro y aunque nadie sepa de la aparición de Ino, es cuestión de tiempo que alguien investigue un poco de la llamativa muchacha que lo acompaña, entre ellos están ese grupo: Akatsuki.

La información de Akatsuki es poca y aunque Ino dio datos certeros de los próximos miembros a formar y de los probables escenarios en los que se conocieron, no pueden negar o afirmar dicha información, están a ciegas y lo juicio que tienen es a un par de individuos dispersos que caminan con batas negras y nubes rojas, nada de que preocuparse, todavía.

—Espero que sepas porque te he mandado a llamar —Hiruzen a penas y le mira de soslayo, Itachi siente la incomodidad del hombre en la habitación. El Tercero no está seguro de llamarlo para otra misión, en su rostro hay un pequeño reflejo de cansancio y culpa, y ambas emociones si bien lo sabe Itachi son un mal presagio.

—Dígame —Itachi hace un reverencia y espera a que el líder hable.

—Necesito que localices a Shisui y a Ino, sé que no están por aquí. Y hagas todo lo posible para que ella regrese de donde vino —era una orden sutil pero una orden después de todo, lo que sorprendió a Itachi no son sus palabras más bien era el tono ansioso y la mirada evasiva que el mayor le dirigía.

La mente de Itachi viajó a miles de escenarios a la vez, hay muchas cosas que han pasado solo para dar como terminado la situación de Ino Yamanaka, es demasiado para retirarse. Además, sabía mejor que nadie que Ino no dará su brazo a torcer tan fácilmente, es una chica con convicciones y principios inquebrantables que pocas veces ha conocido, es más podría decir que es la única gracias a su poca experiencia con las mujeres.

—Pero, no sabemos como puede regresar —intentó decir el Uchiha, todavía es una misterio el cómo ha llegado hasta ese momento.

—Itachi, es una orden, Ino corre peligro y hay decisiones que se tomaran que no solo puede poner en peligro a Shisui sino a ella y al futuro también.

—¿Qué clase de decisiones? —cuestionó Itachi, la extraña actitud de Hiruzen Sarutobi no es un buen indicio de lo que puede aproximarse.

—¡Itachi solo hazlo!

—Señor, descubrirlo podría llevarnos semanas.

—De acuerdo, —el repentino cambio de actitud del mayor dejó un poco confundido al Uchiha, no era para menos, el hombre lejos de verse tranquilo y con todo en su control, estaba ensimismado y frustrado—. Intentaré darte tiempo.

—Señor, no tenemos tiempo.

—Intentaré darte todo el tiempo posible —la voz del Hokage sonaba dura sin un atisbo de inseguridad.

—¿Qué pretende hacer? Con todo respeto.

—Ese no es asunto tuyo, Itachi.

Itachi abrió los ojos en par. Eso no era algo común en el hombre que se dedicó a pregonar la paz en la aldea y cuidar de ella con la muerte de Minato Namikaze, había presión en Hiruzen.

—Está bien, —dijo Itachi firme como un árbol bien plantado.

—Si algo no sale como lo planeado, quiero que mates a Ino Yamanaka.

Itachi estaba atónito, petrificado era la palabra correcta para definir la expresión en su rostro. Eso era imposible, su mente comenzó a divagar en los pocos momentos que ha compartido con la bonita muchacha de cabellos rubios, ¿puede matarla? De poder, puede sin embargo, eso no quiere decir que lo quiera hacer, no la conoce lo suficiente pero el dolor en su pecho comenzó a surgir como una plaga que destruye todo a su paso porque sabe realmente lo tiene consiente que el caos que puede provocar la presencia de Ino es peligroso, mucho más demlo que pueden llegar a imaginar, elconocimiento del futuro es solo el inicio de la tentación que pocos controlan y necesitan el poder. Es una pena pero, matar a Ino es una solución muy viable, aunque duela.

¿Por qué no se pueden salvar a todos? Durante mucho tiempo se ha preguntado, el bien común le recordó su mente con seguridad y comprendió en ese momento que no podía seguir involucrándose con la hermosa muchacha que acompaña.

Esa es la verdadera razón de su incomodidad respecto a Ino, no puede mirarla a los ojos sin no prever sus grandes azules ojos mirándole con tristeza y ser apagados poco a poco llevándose consigo su vida, sus ganas de vivir la y sobre todo la energía que es capaz de transmitirle. No quiere ser él quien acabe con su vida, no quiere ser la persona que se lleve el único interés que Shisui ha tenido por una chica porque puede verlo aunque el mismo Shisui lo niegue o pretenda ignorarlo, algo crece en ambos aunque, Itachi sabe que no es él quien debe decidir.

—Itachi, todo estará bien —la voz de Izumi lo saca de la pequeña ensoñación en la que estaba. La chica es capaz de sentir la preocupación de Itachi, su rostro cabizbajo y el brillo que tenía se ha perdido.

El Uchiha asiente tímidamente, sabe que no será así, la situación es cada vez menos sostenible y lo sabía y tenía en claro. Seguido, un pequeño dolor de cabeza lo invade y su ojo derecho comienza a llorar un poco de sangre; limpia rápidamente antes de que la chica a su lado se de cuenta, el dolor es terrible y el ardor en su orbe es peor.

—¿Te sientes bien? —pregunta Izumi alarmada pues Itachi se ha quedado a escasos pasos de ella, eso no es normal.

—Sí, solo un dolor de cabeza, debe ser que la deshidratación.

—Seguro —murmura la Uchiha insegura de la spalabras del otro, si rostro no muestra que está bien al contrario, sus ojos se ven un poco irritados, unas ligeras ojeras y su piel un tanto más pálida de lo que normalmente es—. Estará todo bien.

—Lo sé, Izumi —susurra apenas audible para la chica, Itachi se esconde detrás del cuello alto de su vestimenta negra, Izumi le regala una hermosa sonrisa llena de ternura—, lo sé.

Ambos se mienten el uno al otro, nada está bien.

Cuando finalmente llegan de regreso Ino y Shisui platican animadamente, no entienden sobre qué específicamente, sus risas se escuchan a lo largo del bosque acompañado de los pequeños sonidos de los animales en el lugar. Izumi mira de soslayo la reacción de Itachi y se encuentra que él solo pasa de largo y se sienta lejos de la fogata tocando su frente un momento tiene una jaqueca, la castaña suspira derrotada, debía suponerlo pero ¿Qué podía hacer ella? Nada, no puede hacerlo, son cosas fuera de sus manos y no por los  la indiferencia de Itachi respecto al par de chicos que parecen conocerse de toda la vida, sino porque Itachi está pasando por algo en total silencio y ella no puede hacer nada por ayudarlo. Están en las mismas condiciones, parece que eso no acaba y sucede una y otra vez, Itachi entre la espada y la pared.

—Hay un río en un kilometro, creo que necesitaremos un poco de agua —dice Izumi sosteniendo su cabello, evitando no sentirse nerviosa por la interrupción en la conversación de Ino y Shisui.

—Yo iré, ya han hecho suficiente deben descansar un poco —Ino menciona y se levanta de su asiento. Shisui toma su mano con esa mirada de advertencia que ha tenido durante días. Izumi ve la acción un poco atónita y por su parte, Itachi ignora lo que sucede.

—Ya hablamos de eso, Ino.

—No, tú hablaste, yo escuché. Sé cuidarme sola, —Ino quita su mano de la de Shisui y le regala un guiño, en cambio el Uchiha se mantiene con una sonrisa divertida. Itachi llega a la conclusión de que se han coqueteando mutuamente mientras él e Izumi no estaban—. Vamos.

La única chica Uchiha sigue a Ino y ambas se pierden en la inmensidad del bosque y son guiadas incluso por la luz de la luna las dos chicas caminan una a lado de la otra, en un cómodo silencio, es notablemente la confianza que se tienen la uno de la otra. Es como si Izumi fuese su amiga. Porque se ha comportado como una, sin presiones o estúpidas rivalidades.

—Tú le gustas a Shisui —dice Izumi con la mirada en Ino, observa su reacción. Ino está entre sorprendida y no. La Yamanaka tenía un poco de conocimiento de eso, lo sabía y confía en que su belleza si funciona. Se siente orgullosa de que un Uchiha se fije en ella porqué cuando regrese al futuro y evita la muerte de Sakura le dirá en su cara que su enorme frente puede quedarse con Sasuke. Por otra parte se siente un poco sorprendida y en alerta porque si Izumi lo sabe, Itachi también y extrañamente le importa la opinión de este último.

Ella es Ino Yamanaka y aunque este varada en el pasado, sigue siendo presumida y altanera.

—¿Eso crees? —cuestiona Ino orgullosa de sí misma, Izumi se sorprende un poco de la actitud de la Yamanaka. Quisiera ser tan segura como ella.

—¡Claro! Nunca había visto a Shisui de esa forma tan protectora —Izumi afirma con su cabeza y sonríe abiertamente.

—Oh —reacciona Ino con sus ojos como platos y su rostro sonrojado. ¿Es tan evidente? Claro que después del abrazo que se habían dado, ella había sido sumamente astuta, y para una kunoichi especializada en el espionaje y seducción podía usar sus armas de su parte solo como un pequeño experimento de que efectivamente no había perdido sus capacidades como especialista en seducir, más no pensó que Shisui recibiera esa acción como invitación al contrario, creyó que la rechazaría pero no lo hizo y siguió con su coqueteo bilateral—. Tú no te quedas atrás. ¿Qué pasa contigo e Itachi?

Ahora es el turno de Izumi de sonrojarse, baja su mirada y un brillo especial aparece en sus ojos. Ino sonríe enternecida, es tan claro como el agua y de alguna forma le recuerda a Sakura cuando admitió que le gustaba Sasuke. No obstante, al ver esa reaacion de parte de la castaña un hueco se forma en su estómago hasta viajar a su pecho donde se incrusta y no piensa irse. Se siente mal.

—Él y yo, n-no es lo que crees yo, y...

Ino ríe e Izumi se encoge en su lugar con las mejillas más rojas que una manzana, agradece la noche para no ser vista.

—Está bien —dice la Yamanaka con una sonrisa falsa—. Él te quiere, también.

Izumi se ve brillante con los orbes castaños bañados de ilusión y el pecho de Ino se apretuja más.

—¿De verdad lo crees? —pregunta la Uchiha incrédula.

—¿Acaso no me crees? —cuestiona Ino con los brazos cruzados y un poco ofendida, ella tiene facilidad para leer a las personas, es casi un pecado no creerle a un Yamanaka cuando te dice algo respecto a otra persona, una infamia total. Izumi rápidamente asiente un poco asustada, Ino Yamanaka es un poco extraña—, eso mismo pensé. De cierta forma me recuerdas un poco a una amiga.

Ino vaga en sus recuerdos hasta encontrar a Sakura de pequeña, con su gran frente y sus ojos jades tan brillantes y llenos de vida. Nunca le dijo lo orgullosa que estaba de que fuesen amigas.

—¿En serio? —Izumi no recuerda ser popular como supone Ino lo era de niña, intuye que la Yamanaka era la pequeña con la que todo el mundo quería ser su amiga o en su defecto ser como ella, Izumi nunca fue así ella era tímida y hasta cierto punto un poco asocial, sus únicos amigos eran sus compañeros genio y una vez que pudo ser chunin cada quien tomó un camino distinto.

—Por supuesto —Ino sonríe y con sus ojos cerrados, está feliz de poder considerar a Izumi como una amiga y viceversa.

Y es de esa forma que ambas se unen en una eterna conversación, ahora son amigas o al menos conocidas que quieren cambiar algo de su historia. Ino quiere proteger a Izumi del sufrimiento de ser asesinada por Madara Uchiha que aún no tiene sentido que el la haya matado porque el clan Uchiha fue exterminado por Itachi, ¿Qué tiene que ver ese tipo en todo eso? No lo sabe pero tiene el tiempo suficiente para saberlo o detener lo que sea que esté planeando. E Izumi por primera vez en mucho tiempo puede sentir algo de paz y de certeza de alguien como Itachi y de Ino puede ser incluso de Shisui.

Cuando regresan ni Shisui ni Itachi parecen haber intercambiado palabras, se mantienen uno lejos del otro, Ino se percata de esto e Izumi quiere pensar que es por el dolor de cabeza que tiene Itachi. La verdad, ninguno de los dos lo sabe.

Izumi extiende del pequeño recipiente hacia Shisui, quien bebe encantado y se acerca unos pasos hacia la rubia que siente la tensión entre ambos, uno de las desventajas del clan Yamanaka es la sensibilidad que tiene respecto a las emociones y sentimientos de los demás, son como radares de sensaciones externas, y es en esos momentos que desea no sentirlo es bastante irritante y abrumador. Shisui extiende el objeto hacia Itachi quien lo rechaza y toma su cara con una mueca de disgusto se refleja en su rostro, el dolor ha aumentado.

—¿Te duele? —Shisui pregunta, Itachi asiente en silencio e Ino supone que es la primera palabra que han hablado, el mayor de ambos Uchiha toma del brazo a su amigo y lo levanta para ayudarlo a caminar—. Vamos, estás helado.

Shisui pasa por su cuello el brazo de Itachi y acerca su cuerpo al de él, Izumi está preocupada e Ino sabe que algo está pasando.

—Ino dale de beber.

La muchacha obedece rápidamente y en efecto, Shisui está en lo correcto, la temperatura de Itachi es bastante baja como su expresión de dolor que apenas y tolera la poca luz del fuego, sus ojos están sensibles. Y sin que cualquier de ellos pueda preveerlo, Itachi cae de rodillas y Shisui con él, alarmada Izumi se toca los labios impresionada y por su parte Ino, toma el rostro distorsionado por el dolor del joven frente a ella dejando caer el recipiente con agua.

—¡Itachi! —chilla Izumi más preocupada por la vista sangrante de Itachi y su poder ocular con una extraña forma, es su Mangekyo Sharingan.

Ino también está alarmada mucho más que la castaña, sus dedos en el rostro de Itachi son bañados por la sangre que caen por sus mejillas pálidas. No obstante lo que más llama su atención y permite ignorar el llamado de Shisui (que aún sostiene a Itachi)  es aquella mirada vacía.

—Itachi, —el mencionado voltea su cabeza hacia Shisui y sus orbes se abren de par en par, su rostro se distorsiona en una mueca de sorpresa sin embargo, Ino observa algo completamente extraño no solo en la quijada apretada del Uchiha sino el desnivel de chakra que tiene.

—¿Estás bien?

No puede ser posible, la voz de Izumi golpea sus oídos, está exactamente como la recuerda con sus grandes y aniñados ojos, sus cabellos castaños siendo movidos por el frío viento que tiene en su cuerpo. Las manos de Itachi comienzan a temblar y la nítida imagen de Izumi se aclara, se ve tan bonita como la recuerda incluso más, sus labios entre abiertos, sus manos aprisionado la mano de él y ese ceño fruncido acompañado de preocupación. ¿Acaso eso es posible? Debe ser una jodida broma, no es posible ni con el poder ocular que tienen, ni con todo el chakra del mundo.

—Itachi, mírame.

Obedece la temblorina voz frente a él. Y sus ojos se abren ante la vista que tiene: una bonita muchacha con vestimenta morada bastante reveladora, la escanea de pies (¿o rodillas?) a cabeza, tiene unos muslos bien trabajados debajo de esas redes que las adornan, una diminuta falda morada ente abierta y debajo una falda aún más pequeña de color negro, visualiza el abdomen de ella está un poco marcado y desea tantear los relieves que le invitan a hacerlo, sube su mirada con aquel ojo rojo observando con claridad los pechos redondos debajo de aquel top con botones, sube cada vez más encontrándose con las clavícula de la muchacha que le hacen ver más exótica de lo que alguna vez ha mirada a una mujer. Y justo cuando llega a su rostro está pasmado, es hermosa la muchacha que está a unos centímetros de su rostro mirándole preocupada, sus ojos azules parecen un mar profundo que lo ahogan y dentro de ellos hay un ligero color verde, sus cejas arqueadas gracias a su genuina importancia por él y luego, están sus labios rosados mordidos por ella misma; él piensa que intenta sacar conclusiones aunque, lo que por mucho llama su atención es el largo cabello rubio peinado en una coleta alta que se ve tan brillante y sedoso. Sonríe así que es ella. Y lo hace aún más cuando Ino se sonroja.

¿Cómo no sonrojarse? Itachi la mira de una forma que nunca antes lo había hecho, en un principio la había escaneado para descifrar quien era pero, ahora es diferente es como si la reconociera y le viera de otra forma, no de la genuina curiosidad de Itachi sino como mujer. Él piensa que es una mujer hermosa. Además, su chakra desciende y asciende no de la forma en la que normalmente lo hace cuando el joven Uchiha está nervioso, no, es algo más algo que no comprende, él se siente atraído hacia ella. Sus mejillas se tentaron por esa conclusión y sobre todo por la mirada que él tiene.

Vacía, llena de dolor y sufrimiento, él está triste y el pequeño brillo que suele tener Itachi ha desaparecido por completo, nublando sus grandes ojos con esas largas pestañas que están bañadas de rojo, ha aparecido una mancha gris en ellos, entonces Ino abre sus ojos a la par y como platos.

—¿Itachi? —murmura Ino, es él. ¡Es él! Está vivo, ¿cómo? Quién sabe, pero su corazón acelera en un pestañeo.

Shisui entiende el extraño suceso, no tiene una idea de lo que pasa, pero puede ver y sentir que hay algo implícito en los dos jóvenes que se miran mutuamente en tanto Izumi espera que la tensión de Shisui baje para poder aclarar lo que pasa.

En los ojos azules de Ino, hay tranquilidad y un poco de esperanza.

Abre los ojos mientras, Kisame se mantiene a su lado sentado admirando el enorme bosque cerca de Konoha, los grandes árboles verdes, el viento fresco, el canto de las aves y sobre todo ese color azul que acompaña el firmamento. Ese azul, es ella, lo sabe. ¿Qué demonios hace ella ahí? Buscarla no es una opción según du pequeña hipótesis que ha sacado, tampoco puede cuestionar a Tobi o Madara, probablemente no sepa de que habla y lo pondría en sobre aviso para cualquier cosa, la única opción viable que tiene es esperarla o en el peor de los casos a que Sasuke lo encuentre. No tardará mucho en hacerlo, solo espera que esa chica haga lo correcto y decida regresar.

—¿Funcionó? —pregunta Kisame mirando con una sonrisa socarrona a Itachi.

—¿Sirve de algo que te diga?

—No te enojes conmigo, tú me arrastraste hasta aquí cerca de tu antigua aldea, no te hagas la víctima. ¿Al menos has tomado una decisión?

No, no lo ha hecho, en realidad la única persona que puede hacerlo es Pain y no piensa cometer una estupidez. Durante toda su vida ha tomado decisiones buenas y malas, solo queda esperar pacientemente a que la rubia quiera regresar. Ella lo reconoció, no cabe ni una duda, supo que él llegó ahí de una forma u otra. Debe esperar a que elimine las ramas o puede ser peor de lo que en un inicio creyó.

He aquí otro capítulo, ¿qué les pareció? Háganme saberlo en un comentario, ¿ya saben que está pasando? Debo decir que ha sido de mis capítulos favoritos♡.

Nos leemos all the love.



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