𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗: Uchiha Madara
𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗: Uchiha Madara
No es preciso el decir que está obsesionada con lo que pasa en su cabeza, porque no lo es, no están cerca de descifrar lo que el enmascarado quiere. Y menos para su tranquilidad como persona, las cosas están fungiendo de una forma menos particular de lo que necesita si Shisui tiene razón (que suele tenerla, en general) puede darse a la tarea de buscar la verdadera razón por la que ella se encuentra ahí. ¿Por qué de tantas exactamente su persona? Es como un chiste de mal gusto o mal contado, el enmascarado quiere algo de ella, una técnica, espionaje, lo que sea y no está segura de que se trata, mucho menos con alguien que puede acceder a su mente y precisamente es lo que teme, ese hombre quiere llevarla a un límite o solamente torturarla, en el peor de los escenarios a ambos. Necesita las respuestas, y considerando que no ha sabido absolutamente nada informativo de Konoha, solamente que hay una aparente paz que tampoco está segura si alguna vez la hubo.
Los sueños han sido terriblemente borrosos, no sabe lo que sucede y a pesar, de que intenta recordar no es posible saber lo que pasa realmente, ha pasado eso durante los últimos días y está segura que si logra ver más allá puede tener acceso a aún más información. Por supuesto, que eso sería cómodo si Shisui no la estuviera acompañando veinticuatro horas seguidas. Entiende a la perfección el porqué pero no puede evitar pensar que es un poco, obsesivo si me permiten.
Lo que la lleva este momento, si bien Shisui había llevado un poco de dinero para mantenerse un par de días sin embargo, es sólo paga la parte del alquiler y una que otra taza de arroz, por lo que, se habían dado a la tarea de recolectar un par de plantas comestibles y conseguir un pequeño trabajo como recolectora vendedor en el pequeño pueblo. Es un trabajo que se toman muy en serio.
—No deberías salir —la esclarecida voz de Shisui resuena por la habitación— nos pueden estar buscando.
—¿Nos?
—Digamos que no soy bienvenido en muchos lugares —y no miente él, se ha hecho de enemigos y si cualquiera de ellos supiera la verdad de la linda chica que tiene ahí con él eso traería mucho más problemas de los que ya tienen.
—¿Quién va a impedirlo? —pregunta Ino y termina por colocarse la capucha de aquella bata negra.
Shisui ríe. —Nadie —dice él levantando sus hombros restando importacia— pero debemos tener cuidado.
—Y debemos comer, no podemos vivir de Dangos toda la vida, ¿qué hay de las dietas? —cuestiona la chica porque puede estar en el pasado pero siempre debe verse bien, es la ley de vida de Ino Yamanaka.
—Tú siempre te ves bien —Shisui cruza sus brazos y la mira desde el marco de la habitación, parece tomarse demasiado en serio su trabajo como guardián.
—Ustedes los hombres no entienden lo que es verse bien, para una mujer como yo es importante en mantenernos en forma, y más ser una mujer con dones mentales, de eso se trata el espionaje y la seducción, cada persona es diferente pero en lo que a mí respecta es de suma importancia ser bonita—Ino cruza sus brazos y da una mirada ofendida al Uchiha— claro y como ustedes los Uchiha siempre se ven bien, no reconocen el esfuerzo de una mujer.
Shisui tine una expresión un tanto extraña, está entre sorprendido y cohibido.
—¿Piensas que me veo bien?
¿En serio no escuchó nada de lo que ella ha dicho? Ino murmura cosas que a penas y se logra entender. Idiota y patán son una de esas, está a punto de recriminar con la poca paciencia que le queda.
—Entiendo —dice Shisui,— debemos comer sanamente y no vivir de Dangos.
—Efectivamente.
—Pero eso no quita el hecho que necesitamos encubrirnos y menos, considerando que estás siendo acechada por un loco.
—No me pasará nada —responde ella con un ademan restando toda la importancia que tiene el asunto— tú mismo lo has dicho, él confía en mí y no creo que piense matarme de haberlo querido ya lo hubiera hecho.
Ino ha vuelto a ser la niña soberbia y sin educación que ha sido toda su vida, esa niña que puede desesperar hasta a la persona más holgazán del mundo, lo cuál hace sonreír a Shisui, ella realmente lo considera al menos por ahora un colega o alguien en quien puede confiar.
—Ino —Shisui tiene su expresión seria y la mira fijamente, él está hablando muy en serio— sólo ten cuidado.
Y más que una petición suena a una orden. Shisui toma el antebrazo de la chica, Ino gira su vista hacia él. Hay una pequeña preocupación no solo en sus ojos sino en su rostro sin embargo, no sabe si esa preocupación es por ella o por lo que pasa. Decide la segunda opción.
—Estaré bien, —guiña el ojo visible, Ino— sólo voy por unas cuantas plantas.
—Cualquier cosa, comunícate telepaticamente.
—Estás paranoico.
—O tú tienes una capacidad para meterte en problemas —ahora es el turno de Shisui de guiñar su ojo y regalar una sonrisa.
—Idiota —murmura Ino antes de azotar la puerta y cubrir su rostro sonrojado. Sabe perfectamente que Shisui Uchiha hace eso para molestarla el muy imbécil.
Lo último que escucha es la risa de Shisui a sus espaldas.
Eso es lo que puede amar más de la Aldea oculta entre las hojas, las agradables mañanas en las que puede caminar tranquilamente entre las calles de la villa, las primeras horas de la mañana, el aire fresco, el verde brillante de los árboles que se asoma entre las casas y sobre todo aquella piedra tallada con los rostros de los Hogares, es increíblemente sencillo como algo tan simple puede ser una de las más grandes bellezas que ha visto en su vida. Si bien la conversación con su padre había tenido un trasfondo no puede evitar pensar en lo que puede llegar a suceder no sólo con la belleza que sus ojos pueden ver sino con las familias y las personas que hacen de Aldea lo que conocen como Konoha.
Los pasos detrás de él no logran sorprenderlo pero, la persona que le mira con esos deslumbrantes ojos castaños y ese rostro aniñado que le sonríe con efusividad sí logra hacerlo
—Izumi.
—¡Itachi! —ella se ve radiante y sus cabellos danzan cuando se acerca a él —¿puedo caminar a tu lado?
—Sabes que no debes pedirlo.
Izumi sonríe aún más.
—Pensé que estabas de misión —dice ella y ciertamente tiene algo de razón. Itachi había estado en una misión con Kakashi, como también mantener contacto con Shisui y tener conocimiento sobre el extraño episodio de Ino.
—Acabo de volver —dice él y el aroma a roble al acercarse a la gran puerta de madera de entrada a la aldea, inunda sus fosas nasales.
Y no es precisamente que corra a la chica a su lado no obstante, le dirige una mirada a Izumi, Itachi puede decir mucho con tan poco. ¿Acaso lo quiere acompañar? Ella parece entender cuando comienzan su viaje a unos cuantos kilómetros.
—No tuve tiempo de preguntarte porque prácticamente huiste pero, Ino es Ino Yamanaka la próxima líder del clan Yamanaka y la compañera de Sasuke.
Itachi en realidad no se siente acorralado y al contrario, piensa que Izumi tardó un poco en perdirle una explicación. Izumi Uchiha puede ser una persona con un enorme corazón sin embargo, eso no quiere decir que pueda ser una persona que le tomen el pelo.
—Lamento no haberte dicho —en realidad lo hace, porque Izumi ayudó a Ino sin cuestionar—, las cosas tomaron otro rumbo.
—Entiendo —responde ella y le regala una bonita sonrisa. Itachi siente su corazón latir estrepitosamente, Izumi tiene un lugar especial en su vida— solamente pensé que confiabas en mí.
Itachi la mira directamente mientras los rayos de la mañana bañan a la bonita muchacha, y el viento hace danzar sus largos cabellos. Izumi es bonita, aunque sus ojos estén inundados de una gran decepcionan pues, baja su mirada e inmediatamente lo vuelve a mirar, lo entiende, a ella no le importa.
—Lo hago —afirma Itachi— pero las cosas son más complejas de lo que pensamos.
—¿Complejas?
—Ino no sólo viajó al pasado y le es imposible volver, es mucho más grande.
—¿Crees que alguien del clan lo hizo? —pregunta Izumi, ella es extremadamente inteligente, las asambleas del clan se han tomado un día, había sido extraño con los planes tan cerca era casi imposible que eso pasara, pero así había sido.
Una sospecha que ya tenía, con la aniquilación del clan es casi imposible que alguien en el futuro lo hiciera posible, únicamente con Sasuke como sobreviviente a menos que, el enmascarado fuese un Uchiha. Casi imposible. Itachi duda si decirle o no a Izumi sobre las técnicas ocultas del clan, Izumi no ha despertado su Mangekyo Sharingan. No obstante, cualquier técnica que sea la que ha llevado a Ino al pasado debe ser una desconocida o en su defecto el poder de un dios.
—¿Qué es lo que no quieres decirme? —cuestiona Izumi e Itachi es capaz de ver la determinación en su mirada, ella ya sospecha algo pues, la mente distraída de Itachi su extraño comportamiento estoico es uan prueba de que algo no está bien él—. Comprendo que no quieras decirme, son asuntos que no me competen pero, yo te admiro Itachi y quisiera poder ayudarte.
Izumi tiene su rostro tintado de un color rojizo y sus ojos muestra un brillo en capaz de ignorar aunque quisiera, ella realmente lo admira y no de la forma superficial en la que solamente hay una extraña fijación sino de una manera mucho más profunda de la que pocos han tenido la decencia de sentir. Aunque quisiera decir algo al respecto, Itachi sabe que esa es una gran virtud de Izumi, ella parece comprender que hay cosas implícitas que no necesitan decirse y solamente son capaces de sentirlas, sin palabras, solamente ahí en sus pechos creciendo de forma intermitente.
—Es difícil.
¿Cómo decirle? Es entonces cuando Izumi para de brincar entre los árboles y se dedica a mirarle con esa sonrisa tan deslumbrante y única. Todo está bien, comprende Itachi. Ella simplemente no lo va a juzgar está más que claro que ella puede entender lo que sucede, la extraña forma en la que ella lo quiere es bastante peculiar y agradece por eso. Y simplemente lo hace, le cuenta la verdad, es diferente a cuando lo contó a Ino la incertidumbre de la rubia puede llegar a ser abominable pero, Izumi simplemente está quieta y escucha atentamente, hay una sin fin de emociones que la chica siente y todas son arraigadas a lo que se supone debe ser; porque Izumi le es fiel al clan Uchiha sin embargo, la expresión sin emociones y el vacío en los ojos de su acompañante sólo pueden significar que el egoísmos del clan puede ser perecedero para las futuras vidas, ella solía querer despertar su sharingan para demostrarse a sí misma que podía hacerlo pero, nunca llegó a comprender con consciencia la letalidad y destrucción de su deseo. Izumi se siente culpable, por sus ganas de ser más fuerte y su lealtad equívoca.
—No es tu culpa —dice Itachi con su mirada gacha, le hace recordar un poco a Ino cuando la conoció.
—Pero tengo un poco de responsabilidad.
—Izumi, nadie podía prever lo que pasaría con eso —la chica muerde su labio inferior sintiéndose impotente, porque Itachi tiene razón ninguno del clan puede vislumbrar las consecuencias de una posible guerra.
—No... —ella está triste— pero lo que hiciste... lo siento, tanto.
Izumi y a penas susurra. Itachi la mira sin saber que decir hacer, no puede imaginar a la chica morir en sus brazos, es simplemente enfermo. Ella comienza a llorar de una forma silenciosa y poco común que sorprende al Uchiha, Izumi suele ser alegre y confiada, y verla hecha pedazos por sus propias decisiones es casi un martirio cierto, no es su culpa pero su lealtad siempre ha estado con los Uchihas ni siquiera con Konoha algo que él ya sabía, por su anhelado objetivo de conseguir aquellos ojos llenos de odio.
—Yo, lo siento.
—Sólo hacías tu deber.
—Izumi —murmura Itachi. Ella está afligida y con torpeza que cualquier hija de su edad puede tener, acerca poco a poco su mano a la de él, las manos de Izumi son tan ásperas como las suyas, debido a su arduo entrenamiento en el taijutsu. Sin embargo, lo que llama más su atención es su mirada oscura.
—Itachi —llama ella en un hilo de voz que contrasta con su mirada— prométeme una cosa. Si el destino así lo quiere, no dudes en matarme.
Itachi abre los ojos en par. No es algo que hubiese esperado, intenta buscar algún indicio que indique que ella está siendo dubitativa, falla en el intento. Sus ojos muestran convicción y determinación.
—¿Por qué dices eso?
—Porqué confío en lo que haces, aun más de lo que hace el clan. Y porqué sé que lo haces por un bien mayor.
Ella sostiene más fuerte su mano y se posiciona frente a él junto a su rostro.
—Promételo.
—Lo prometo —farfulla Itachi, conservando su mirada en la inmensidad del bosque.
Izumi sabe la naturaleza del asunto. Itachi lo hizo y si probablemente lo vuelve hacer quiere que sepa que no importa, está bien que no ha sido su culpa únicamente él lo ha hecho porqué lo hace por la única persona que él ama, lo hace por Sasuke y por las personas en la aldea que viven, por las próximas generaciones y sobre todo esa generación que marcará la historia, la generación de la chica que se encuentra atrapada en el tiempo; Izumi no logra comprender muchas cosas pero, ella lo ayudará porque lo ama y probablemente él también y si ni es el caso, está bien, en verdad lo está. Sus manos se toman con fuerza, ella estará ahí, siempre.
Las plantas están frecas y solo ha recolectado para un poco de te y unas comestibles, no entiende como Shisui quiere comer solo Dangos, es una ofensa a su figura. Shisui Uchiha es un desconsiderado. Camina entre los verdes pastos que adornan con vehemencia el territorio y aunque, las plantas no están en su mejor momento puede considerar que son lo bastante perfectas para ser uso de ellas y cuidar un poco de su terrible alimentación en los últimos días.
—Eso es todo —murmura Ino limpiando el sudor que cae por su frente y retoma la canasta donde coloca las plantas.
—¿Jugando a la casita?
Ino gira su cabeza rápidamente. Detrás de ella se encuentra el enmascarado, sentado sobre una piedra con una posesión relaja y a la vez tan elegante como también un deje de soberbia, no puede ver su rostro sin embargo, siente la sonrisa corrosiva de él y aunque es imposible ver hacia donde ve, la mirada le recorre el cuerpo junto a un escalofrío que baña su ser, debe estar a alerta. No es un sueño, él se está presentando ante ella.
—Puede ser.
El enmascarado ríe, sigue sin moverse si quiera un centímetro, su posición le causa envidia a Ino, se ve tan bien que es imposible que un mortal pueda verse de esa forma tan estoica y perfecta.
—¿Ah sí? No te queda, —él señala su cuerpo— eres más del tipo que prefiere estar en misiones.
—Pareces conocerme —Ino deja de lado la pequeña canasta y la bata negra, dando paso a su vestimenta morada, y su pose llena de seguridad. El enmascarado sonríe debajo de la máscara, justo lo que necesitaba, la irritabilidad de Ino Yamanaka.
—Te sorprendería lo mucho que sé.
—No te escondes bajo un sueño o esa chillante voz, ¿me dirás qué quieres o quién eres?
Él comienza a caminar a paso lento hasta encontrarse justo frente a ella, tiene ese semblante que recuerda aquella vez que ella logró entrar a su mente con su ninjutsu, claro que Ino no lo recuerda porque ni siquiera ha pasado y duda mucho que pase, dadas las circunstancias en las que se encuentran.
—Olvidaba lo irritante que eres.
—Pero confías lo suficiente en mí.
El miembro de Akatsuki ríe nuevamente, e Ino intenta no salirse de su zona de tranquilidad, él la está poniendo a prueba y su juego del gato y el ratón es solo una prueba de que no la matará, al menos no ahora.
—Shisui suele ser muy entrometido y también tener la razón —dice él e Ino guarda en su mente aquel tono irritado con la que el otro ha hablado. Parece tener un problema directo con Shisui y se pregunta si también con Itachi.
—¿Los conoces? —pregunta la Yamanaka, cualquier cosa que pueda decir es importante— pensaba que sólo jugábamos al gato y al ratón tú y yo.
—No te confundas —expresa él con ese tono neutro— todo esto es un pequeño sueño, en el que tú podrás a hacer todo lo que quieras para salvar a tu amado Sasuke, y después cuando él lo decida te irás. No eres rival para nadie, Ino Yamanaka.
—¿Qué hago aquí si es así? —Ino cruza sus brazos debajo de sus pecho, él la observa, ahora comprende el porqué Shisui Uchiha está determinado a protegerla, ella le gusta, cómo no gustarle si es hermosa y tiene un cuerpo de infarto. El Uchiha se acerca aún más a ella quedando a pocos centímetros, Ino sin duda fue la mejor opción pudo serlo Sakura y Hinata pero, ellas no tenían lo que Ino tiene: astucia.
—Has sido muy útil y nadie podría hacerlo mejor que tú.
—Me siento halagada —Ino es irónica hasta un punto irritable—, aunque eso no responde mis preguntas.
El Uchiha niega con su dedo hasta acercarlo a los labios de ella y hacerla callar. Y es como si ella pudiera ver su rostro pesar de aquel pedazo de madera que le hace imposible verlo, recuerda vagamente su cicatriz y esa mirada vacía conjugada con incertidumbre.
—Estás de suerte, Ino, hoy he decidido extender mi visita —ella puede ver que habla en serio causando más curiosidad de la que ya tenía.
—Así que puedo hacer preguntas —infiere ella, es una oportunidad de oro.
—Puede ser.
Ese juego le gusta y mentiría sino lo dijera. Ino es extremadamente inteligente, no es tan temperamental como lo fue la Haruno y es un acierto que puede darle, Ino puede adaptarse a las oportunidades para obtener información lo que la lleva a pensar con la cabeza fría aunque su carácter no se lo permita, tampoco duda de sí misma como Hinata que necesita un poco más de seguridad que lamentablemente sólo le da ese rubio idiota jinchuriki del nueve colas. Unos cuantos errores nada más.
El silencio reina y aunque Ino tiene muchas preguntas en mente, sabe que es imposible saber de ellas o formularlasen caso de que diga la verdad. El enmascarado suele no ser expresivo y aunque le ha dado información importante, él siempre está un paso frente a ella. Incluso puede pensar que no es un miembro de Akatsuki como lo dice su bata de nubes rojas o esa actitud ruidosa que tuvo la primera vez que lo vio, es más bien el que está detrás de los hilos de la organización criminal y si le permiten decirlo, no es el único a cargo, ha hecho mención dos veces a un él por lo tanto, otra persona que está detrás de todo. Sin embargo, la pregunta a considerar es: ¿Quién? Y ¿Por qué?
Su mente quiere cuestionar el verdadero objetivo de su visita al pasado pero, esa fachada de verdad que tiene el tipo es un claro ejemplo de la mentira que está dispuesto a decir. Ninguno piensa decir algo, eso ha quedado claro.
—¿Y bien no dirás nada?
—No me dirás la verdad.
—Eres inteligente.
—¿Qué logras con todo esto? —Ino estudia el lenguaje corporal del hombre, está relajado y dispuesto a responder todo, es un gran mentiroso.
—¿Te refieres a la masacre? Nada, sólo un mundo en el que la suciedad de los shinobi no manchen más lo que han hecho —responde él tomando su rostro y elevándolo. Ella no se mueve e intenta descifrar lo que sus palabras quieren decir.
—Eso no es cierto, estás con Akatsuki —dice Ino con reproche.
—Ino, Ino, Ino, eres inteligente pero tu mente y tu criterio siempre han sido una limitante en ti —la chica le dirige una mirada asesina no sin antes dar un manotazo a la mano del tipo— crees todo lo que te han dicho, ¿Akatsuki? No es malo como lo han pintado, sólo busca lo que todos quieren, paz.
—¿Teniendo a una bola de asesinos en su equipo? —la mente de Ino evoca a Asuma, la rabia sube por su cuerpo.
—Itachi pertenece a nosotros y no veo que sea un problema para ti.
—¡No hables así de Itachi! —grita ella empujando al hombre y es que Itachi Uchiha no puede ser comparado con el ser repugnante de Hidan que le dio muerte a su maestro.
—¿Es interés lo que veo? —hay sorna en su frase.
—¡Burlate todo lo que quieras, tú y ellos son una basura!
—Ouch, eso duele Ino, no olvides que estás aquí y piensas eso gracias a mí, —él se acuerda hasta su rostro, y su mirada negra se posa en ella, Ino no se mueve o tiene alguna expresión solamente le regresa la mirada desafiante— que no se te olvide, pequeña insolente.
—No te tengo miedo —murmura Ino y en un rápido movimiento la mano del hombre la toma del rostro con fuerza. Y jala ligeramente dejando expuesto su cuello dónde había dejado esa mordida por puro placer.
—Tu ninjutsu medico funcionó, pero no funcionará cuando Itachi vuelva a morir a manos de Sasuke. No porque no pueda tocarte significa que eres inmune —Ino siente la fuerza de los dígitos del otro en sus mejillas, intenta moverse sin embargo, es imposible.
Lo que realmente pasa por la cabeza de la chica es la frase de aquel tipo, que no siente unos chakras acercarse. Volver a morir, piensa, no puede volver a morir porque ya ha muerto. ¿De qué mierda habla?
—¡Entonces hazlo!
Él ríe y un escalofrío corre por su espalda, es escalofriante y nauseabundo su presencia. No lo había notado con tanta nitidez hasta ese punto.
—No me provoques, Ino —el hombre saborea la palabra como si de un dulce caramelo fuese.
—Eres un cobarde —farfulla ella y la presión en su rostro aumenta.
—No eres un reto, Yamanaka. Te juro que cuando todo esto acabe, terminaré contigo como mi nombre es Uchiha Madara.
El autonombrado Madara suelta el rostro de la muchacha y puede vislumbrar sus dedos marcados en sus mejillas pálidas, esa chica es temeraria y torpemente insolente, supuso que sería divertido pero ella sabe a la perfección que él no puede hacerle nada o al menos deshacerse de ella como lo hizo con las otras dos, Ino confía plenamente en que no le hará daño y eso lo convierte en algo irritante.
—Ino —un llamado que logra acelerarle el corazón. Itachi está junto a Izumi viendo la escena: ella a centímetros del rostro de Madara y a pesar, de traer la masara en su cabeza hay una extraña sincronía cuando ambos voltean a ver a los Uchiha.
—Itachi... —Ino intenta mencionar en voz alta y solamente llega en un pequeño murmuro.
—Es extraño verte, Itachi —Madara lo señala y no miente del todo, es divertido verlo de más joven y sin esa bata que ambos usan todo el tiempo— tenía tanto eimpo sin verte con ese ridículo traje de anbu.
—Ni siquiera te conozco —entonces Itachi abre los ojos en par, no lo conoce pero lo recuerda, es parecido al tipo que ha merodeadores los terrenos Uchiha por bastante tiempo, es diferente, cabello corto y una máscara de madera con distinto diseño, es él, no tiene dudas.
—Veo que me has reconocido.
Itachi siente la mirada de Ino e Izumi en él.
—No eres él mismo.
—Me gusta este juego, es exquisito —Ino siente la sonrisa desquiciada de Madara.
Sin embargo, no dura demasiado su atención a eso pues, Itachi pone un brazo frente a Izumi.
—No ataques, no nos hará nada —Izumi baja su pose defensiva y guarda el kunai dentro de su porta armas, Ino no pudo ver tan ágil movimiento.
—Izumi Uchiha —la voz es gutural y con toque despiadado Izumi siente la sangre helarse—. Recuerdo cuando moriste en mis manos, exigiendo a Itachi que te salvara, pobre de ti, nunca llegó en tu auxilio.
Ino voltea a ver a Itachi, ambos piensan lo mismo: él fue parte de la masacre Uchiha. Madara está regalando información pero, ¿a qué costo? Él no suele hacer algo sin que no haya otra intención, Madara quiere que juguen con él o quizás ellos son el juguete.
—No moverán un dedo —conluye Madara dirigiendo una mirada a cada uno—, nos veremos Ino, recuerda que te estoy observando.
Madara extiende su brazo y gira para desaparecer en un pequeño agujero que se imparte en la realidad. Itachi mira fijamente el lugar por el que el otro ha desaparecido, ya la ha visto esa técnica que posible, ha leído sobre ella, es Kamui sin embargo, no ha habido algún usuario del clan que se ha posible de llevarla a cabo, el tipo es un Uchiha y uno nada común entre las filas del clan.
Una vez dentro de aquella habitación en el hostal, los tres pares de ojos oscuros la miran directamente. Ino siente sus piernas flaquear y es que si ellos no fueran tan atractivos (incluyendo a Izumi) todo sería jodidamente más fácil. Idiotas Uchiha. Shisui tiene esa expresión en el rostro que solo lo dan ganas de golpear te lo dije quiere decir él y su estúpida sonrisa. En cambio, Itachi tiene una expresión en su cara como si supiera lo que ella piensa e intentara comprender el porqué les ha mentido.
—Dejen de mirarme así —sus hombros se mueven y su rostro sonrojado hace aparición.
—Ino, ¿qué sucedió? —pregunta Izumi al ver que ni Shisui ni Itachi tienen pensado cuestionarla. Ella lo hace de forma un poco más tranquila, los hombres son tan idiotas.
—Sólo apareció.
—Él te dijo quien era —deduce Itachi y Shisui asiente, Ino rueda los ojos por tan patética sincronicidad—, es la única razón por la que aparecería físicamente y se mostraría ante nosotros.
—Uchiha Madara, no dijo exactamente que era él pero, hizo mención a que se llama así —Ino tiene su mirada perdida en un punto fijo, él le había dado información importante.
—Uchiha Madara está muerto —menciona Izumi compartiendo mirada con sus compañeros del clan.
—¿Quién es Uchiha Madara? —cuestiona Ino.
—¿No llevaste clase de historia?
Shisui es tan jodidamente molesto y el intrépido guiño y el tono burlón es la prueba de ello.
—Fue uno de los fundadores de Konoha, murió a manos de Hashirama Senju —Izumi asiente ante el comentario de Itachi— y si no hubiese muerto, sería un anciano, él miente.
Ino abre los ojos ante la sorpresa, con sólo verlo una vez pudo descifrar su mentira, lo cierto es que ella poco sabe de ese acontecimiento sin embargo, con cuerda con Itachi.
—Pero es un usuario del Sharingan. Y tú viste su rostro.
—No lo recuerdo, todo es tan borroso, Shisui —Ino no miente, en unos días ha olvidado el rostro del tipo, algo extraño ella tiene buena memoria.
—De todos modos aunque ella lo recordara, sería imposible saber quién es, podría ser un Uchiha que no conocemos, hubo muchos que escaparon entre la guerra de clanes.
—Esto será más difícil de lo que pensamos.
La conversación es terminada, no hay más que se pueda saber, aunque lo que ha dicho Madara es casi un martirio. Ino quiere armar las piezas de un rompecabezas que no tiene piezas y es que, solo tiene pocas, Madara habla de sueños, Hinata y la frentona, viaje en el tiempo, la Masacre Uchiha, todas son partes de algo mayor que ni siquiera puede ver la imagen completa porque simplemente al ser un peón en ese juego no puede percibir el todo desde dentro. El ruido de su estómago la distrae de sus pensamientos.
Sus mejillas enrojecen, no ha comido en un día. Eso estaría bien para sus tontas dietas sin sentido, mujer problemática como había dicho Shikamaru pero, su preocupación en el pasado consume más energía de lo que puede pensar.
—¡Tengo hambre! —dice Ino— y dejé la canasta en el bosque, debemos ir por ella.
—Traje un poco de dinero —expresa dulcemente Izumi—puedo comprar algo.
—Vamos —llama Shisui.
—Yo quiero ir —comenta Ino, y es que no confía en los dangos que lleva consumiéndo tres días seguidos. ¡Puede causar estragos en sus muslos!
—No, no queremos que un enmascarado que se hace llamar Madara ande caminando por ahí —enfatiza Shisui antes de salir con Izumi de la habitación.
—Eso es ofensivo —murmura la chica cruzándose de brazos.
No sin antes ver a Itachi compartir una mirada con Izumi, ella le sonríe de vuelta y el Uchiha esta rígido mirando al frente. Lo cierto es que por la mente de Itachi se encuentra la petición de Izumi a que la mate si es necesario. No puede olvidar sus palabras y más la confianza con la que ella habló, Izumi es especial para él.
—¡Ajá! ¡Ya te vi! —Itachi se sobre salta e Ino esta parada frente a él con las manos en la cadera, y esa mirada filosa. Se ve tan imponente y no puede imaginarla de otra forma que no sea tan radiante.
El Uchiha está confundido y la expresión en su rostro lo confirma.
—¡Te gusta Izumi!
Itachi no esperaba eso en definitiva. Ino se siente ligeramente extraña, y más con las mejillas rojas de Itachi, que es verdad. Ya sospechaba algo de eso no obstante, lo que más llama la atención es su propia reacción, no esperaba que su el rostro sonrojado de Itachi le hiciera sentir tan- incomoda.
—Yo... —el Uchiha intenta descifrar que sucede.
—No tienes que decir algo —comienza a hablar ella, y hace un ademan con su mano tirando su largo cabello hacia atrás, Itachi no puede ignorar ese embelesador movimiento— ustedes los hombres nunca notan cuando una chica les gusta, pregúntale a Shikamaru y a Naruto. Ustedes si que son unos idiotas. ¡Pero a ti te gusta!
Itachi se hace ligeramente hacia atrás e intenta ocultar su rostro detrás de su cabello oscuro. Ino sonríe enternecida, e ignora olímpicamente que ella es la razón, su rostro está a centímetros del de él y mantiene aún sus manos debajo de su cadera.
—¿Por qué no dices algo? —Itachi está mucho más confundido, primero entiende que no dice y luego le exige, ella es diferente a lo que ha conocido—. Yo podría ayudarte.
—¿Ayudarme?
—Claro, ayudarte con ella.
Ninguno de los dos comprende porque después de esas palabras sienten un hueco en el estómago. Itachi no entiende porque ella quiere hacer eso y mucho menos considerando que habían tenido momentos un poco especiales. Por suerte Ino, se golpea internamente por decir eso ¡Itachi Uchiha no necesita ayuda de una celestina! Es un Uchiha, además esa incomodida en su estómago no se ha ido.
Ino toma asiento a lado de él, el aroma jazmines naturales llega hasta sus fosas nasales. Ella mantiene esa expresión seria que es un contraste con aquella sonrisa picara y el brillo azulino que desprende con tan sólo hablar.
—Cuando todo esto termine, podrás hacerlo —dice Ino segura de lo que piensa no obstante, la incertidumbre de lo que siente es lo más alarmante de la situación porqué no se siente terriblemente triste porque Itachi viva junto a su clan sino por tan sólo imaginar al Uchiha con Izumi—. Y todo esto saldrá bien. ¡Yo podré regresar al futuro y probablemente te busque, podríamos hacer un gran equipo!
Ino levanta su puño hacia el aire e Itachi sonríe genuinamente, el gesto es pequeño pero es lo suficiente cautivador para que la Yamanaka sienta su corazón acelerarse.
—Eres adorable, Itachi —dice ella.
—¿Adorable? —murmura el Uchiha con sus pómulos de un bonito color rosado.
—Síp —afirma Ino, Itachi no puede despegar su mirada de ella, es hipnotizante, simplemente cegador— muy adorable.
La mujer de cabello azul y brillante orbes ámbar acerca sus pasos hacia lo demacrado que se encuentra él, en esa hoja de papel que funge como vaso, entrega un poco de agua. Él siente sus labios resecos y la poca fuerza que es capaz de tener hace que tire el preciado objeto. Ella mira con empatía y su corazón se doblega cuando ve lo terriblemente cansado que está, no puede creer todo lo que ha pasado y sobre todo lo condiciones en las que está su amigo.
—Toma aunque sea un poco, —dice ella y vuelve a extender el vaso hacia a él.
Como su fuese un niño, ella acerca el líquido hacia a Nagato y puede sorber algo del agua que le refresca. Konan no sonríe pero hay satisfacción en su mirada. No obstante, y para la mala suerte de ambos el cuerpo del Uzumaki se mantiene rígido y sus orbes se abren en par, Konan puede ver su los huesos apegados al rostro de Nagato que se extienden a lo largo de todo su cuerpo y su expresión se transforma en algo poco común, sorpresa. Porque ya no hay nada que pueda sorprender a Nagato Uzumaki.
La respiración de él está acelerada y sus ojos están tan estáticos en un punto fijo, el rinnegan brilla a través de la oscuridad de la cueva en la que se encuentran, Konan está intranquila, su ceño fruncido y su mano en el brazo de Nagato, estoy aquí diríaella pero lo que sobra en todo el dolor que los acompaña son las palabras.
—¿Qué pasa? —pregunta ella una vez que observa que Nagato mira de un lado a otro como si leyera algo, los cuerpos de Pain están actuando y mira desde todos los puntos.
—Madara —apenas y dice él, en un hilo de voz. Konan espera paciente que continúe, sabe que no está en condiciones de hablar—, nos... miente...
La hermosa mujer extiende su mano y toma el rostro demacrado de su amigo, el dolor aún es visible pero, la sorpresa es mayor. Él habla muy en serio, ambos se miran fijamente a los ojos, intentando apaciguar sus emociones.
—Madara... —hay una larga pauta— no es el único Madara... y... trajo a alguien más.
Konan se ha alejado para poder asimilar la información que ha sido proporcionada.
—¿Dónde está?
—Ella —Konan está sorprendida más no lo muestra,— ella está cerca de Konoha. Traela. No pertenece a aquí.
Konan asiente con cuestionar, ya después lo hará con tiempo. Y sale acompañada del cadáver del hombre que alguna vez amo.
Aquí el siguiente capítulo, espero les haya gustado. ¿Cuales son su sugerencias y teorías? Me gustaría que lo comentaran.
Personalmente me ha gustado mucho este capítulo, poner a los Akatsuki buenos es mi pasión♡.
En fin, all the love.♡
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