𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐈𝐈: Secretos y más secretos
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐈𝐈: Secretos y más secretos
El murmuro de sus bocas silenciado por tan fogoso beso, el choque rítmico de sus cuerpos y los deliciosos gemidos que logran escapar de ellos; deben ser silenciosos pero tal parece que sus encuentros se han vuelto más necesarios, más profundos.
—Shi-Shisui... —logra articular cada que siente el miembro de él adentrarse más profundo, con menos pudor. La quiere enloquecer.
Él ríe con sorna.
—Shhh... —silencia mientras calla con sus besos aquel gemido que parece querer hacerlo perder la cordura. Si es que queda un poco de ella.
Sus labios descienden por el nivel cuello de ella, donde puede encontrar nuevamente sus propias marcas. Remarcándolas una y otra vez, casi obsesionado con mostrarlas, para que todos supieran que ella es suya; de nadie más.
—Debemos dejar el reporte —las palabras de Ino apenas y son audibles, sus labios se encuentran bastante ocupados mordiendo el hombro del Uchiha.
—Tenemos tiempo —susurra con una divertida mueca, le gusta tenerla a su merced. Que toda ella se estremezca cuando lo siente entrar y salir como un desquiciado.
Su boca desciende hasta encontrarse con sus pechos que se mueven arriba y abajo gracias a sus erráticos movimientos. Shisui lame como su fuese un dulce aquellos botones exigentes de atención, los muerde sin despegar la vista de ella; Ino lo observa con su mirada nublada debido al placer que solo él le da. Ino mueve su cadera con más fuerza, estimulándose a ella misma y a él.
Shisui muerde con fuerza su cuello, dejando una marca. Ino se retuerce.
Es suya.
Aumenta las embestidas cada que ella gime en su oído y comienza con un estimulante masaje a sus botones ya extasiados.
No sabe de dónde saca aquellas ganas de hacerla sentir más placer, de marcarla con toda la cordura que le queda. Tampoco sabe exactamente porqué se siente tan ansioso por hacerla recordar todo el placer que siente con él. Aunque puede recordar exactamente a Itachi, después de su encuentro en el pasillo del Departamento de Interrogación, sabía que era Itachi, el Itachi de Ino. Lo supo muy bien. No obstante, como si de una sexto sentido apareciera lo había notado aunque el otro quisiera pasar desapercibido toda acción, Ino estaba embelesada por Itachi y por un momento él también lo estuvo.
No sabía si estaba molesto o triste, finalmente supo que eran celos. Por eso cuando Ino sonrió una vez que Itachi se había retirado, supo mejor que nadie que sentía que no podría verla en brazos de otro, de verla lejana como en un principio.
Su esencia finalmente se derrama dentro de Ino. El orgasmo es potente y sabe perfectamente que ella se siente igual, pues el líquido desciende en su intimidad hasta sus pies.
Ino respira de forma arrítmica sus cabellos caen por su cansado rostro y el sudor parece darle un toque más sublime en ella, no puede evitarlo y toca la mejilla de la chica, no sabe que le ha hecho ella pero esta seguro que no puede seguir sin toda su existencia. Ino Yamanaka se ha metido en lo más profundo de su ser, cada una de sus células y es comparable al oxígeno que necesita para sobrevivir.
¿Exagerado? Probablemente sí, pero ya no puede negarse de lo evidente. Hasta Itachi lo sabe, lo vio en sus ojos oscuros tenía en aquel momento una mirada que inclusive aunque conociera a la perfección a Itachi no supo descifrar con certeza, había advertencia y un poco de incertidumbre. Lo sé habría dicho Itachi pero no fue así simplemente se retiró sin dirigirse una palabra, solamente se había ido por los pasillos e Ino se había dirigido con su padre.
—Debemos dejar el reporte —Ino arregla sus ropas y cabello. Está exhausta y feliz, dentro de sí sabe perfectamente que es porque Itachi su Itachi sigue con vida y está a poco de poder salir de ahí.
—Bien —habla Shisui.
Ambos se miran y abren la puerta de aquel oscuro cuarto.
Fugaku lee el informe pacientemente, lee entre líneas la información que han extraído de Suna, da un pequeño vistazo a Ino, en el informe esclarece con detalle la extracción de datos sin embargo, y sin saber porqué el Uchiha presiente que hay algo más que el informe que probablemente hay información que Shisui como Ino están ocultando; aunque viendo su extraño comportamiento tan cercano queda claro que puede ser.
La información es clara y precisa, habían entrado para una audiencia con el Kazekage sin embargo, este había dejado en claro su posición de invitados estrictamente cuidados para evitar alguna circunstancia un tanto incómoda, estaba un genio entre genios y un elemento sorpresa del que no conocían su nombre y apellido.
La primera mañana después de su llegada Ino había despertado gracias al sonido de la ducha de la habitación. Talló sus ojos un poco cohibida, el salón estaba completamente oscuro y supuso que era demasiado temprano para que amaneciera, la cama estaba tibia y estiró sus extremidades hasta sentir por completo su propia desnudez entre las sábanas. Pronto, los recuerdos de la noche anterior golpearon su mente, sus mejillas ardieron y se sintió tan tímida casi al nivel de Hinata. Había sido un momento que probablemente nunca olvidaría, ella no tenía los estigmas comunes no obstante, estar con Shisui Uchiha de esa forma había superado por completo todo lo que alguna vez pensó, porqué Shisui tenía un poder sobre ella y sentir sus manos recorrerle el cuerpo le hizo sentir bien, feliz y amada.
—Tu turno —la voz del Uchiha golpeó sus oídos y aceleró su pulso, sintió sus mejillas rosadas y se golpeó internamente porque ella, Ino Yamanaka no estaba dispuesta a ser tan tímida como Hinata, claro que no.
Shisui quería reír, por supuesto que lo haría. Ino estaba sonrojada y era incapaz de mirarlo, sus manos temblaban y aprisionaba las sábanas contra sus pechos era una fase completamente diferente a la que conoció alguna vez, Ino estaba siendo tímida y parecía un tanto inexperta; no era la sombra de la persona que realmente es. Sonrió para sí mismo enternecido por la torpeza poco común de la chica.
Ino como pudo tomó las sábanas como pudo y se encaminó hacia la puerta del baño.
—¿Todo bien? —cuestionó Shisui con burla.
—Eres un completo idiota -entrecerró los ojos, no pasó desapercibido por el Uchiha aquel brillo que lo asfixió por un momento ni la bonita sonrisa que le regaló—. ¡Ni se te ocurra entrar!
La puerta se cerró de un portazo no sin antes compartir una pequeña mirada llena de un gran significado: ambos se querían y no había vuelta atrás.
Tras una larga ducha en la que había tenido que volver en sí, Ino no podía permitirse una distracción más (a quién quería engañar) la misión era importante no solo para el Hokage también para Konan y mucho peor para ella era la única forma de salir y más que claro se estaba —está, que quede claro— involucrando demasiado. No obstante, el objetivo, es el objetivo y ella es una gran kunoichi.
Su infiltración le había costado un poco más de lo que pensó, porque Ino Yamanaka suele ser demasiado confiada con ella misma y sus habilidades. Si era lo suficientemente sincera Shisui había hecho gran parte del trabajo gracias a genjutsu con el que lograba infiltrarse en la mente de los consejeros, sin embargo, Shisui había dejado la tarea más difícil a Ino para poder presenciar lo que solía hacer ella en un caso como esos.
Un error que había cometido Rasa fue haberlos alojado en su propio recinto además de tener a sus consejeros a su alrededor, un movimiento acertado sin embargo, un arma de doble filo.
Fueron uno por uno, primero los consejeros más jóvenes aquellos que no tenían tanta información y que sin embargo adquirieron los planes recientes de adquisición de territorio con su nueva arma que apenas y entrenaba a su corta edad: Gaara. Ino sintió tristeza, una cosa había sido el odio irracional que tenía la aldea en contra de Naruto sin embargo, el Kazekage estaba usando a su propio hijo como un arma letal. Ino había mirado con enojo una vez que había dejado el cuerpo de los consejeros, no obstante, la mano de Shisui en su hombro le había recordado su deber. Estoy aquí, quiso decir y ella agradeció.
Seguido estaban los consejeros de mediana edad y aquellos lo suficientemente aptos para tener más información: Suna tenía un plan de expansión y según la información en la mente de ellos estaban cerca de entrar a la Aldea Oculta entre la Lluvia, había habido informes de desconocidos de aldeas desconocidas que se habían infiltrado por un par de días, habían merodeado entre ellos como también la búsqueda exhaustiva de Sasori a quién buscaban para hacerlo pagar por sus crímenes, lo identificó de inmediato por ser uno de los tantos rostros del libro Bingo aquel contra el que había peleado Sakura. Si de algo estaba segura era que ningún Akatsuki se escondería sino hubiera un plan y de acuerdo a Konan ellos no los habían reclutado, no aún. Sasori estaba desaparecido o muerto.
¿Por qué los querría muertos? Se cuestionó Ino, no había lógica en el plan del enmascarado, el solo pensamiento del verdadero rostro del hombre se hizo presente en su mente causándole un verdadero escalofrío por todo el cuerpo.
Alguien había infiltrado información acerca del hogar de Konan, lo que significaría una sola cosa: el enmascarado estaba dando pequeños golpes para desestabilizar a los gobiernos.
Había encontrado pequeños secretos oscuros como ataques entre los mismos consejeros unos entre otros, pequeños episodios de corrupción, inclusive intentos de homicidio hacia su actual Kazekage, esa era una muy buena fuente de información que estaba segura podría ayudar a Konoha. Pronto sintió nauseas de pensar de esa forma, ella no era así, ese era el mundo shinobi del que Naruto quería terminar, las guerras, la energía enfocada en la traición.
Su cabeza dio vueltas. La mano de Shisui la sostuvo por la cintura mirándola de una forma tan preocupante que deseo internamente que se fuera, que el Uchiha no estuviera ahí, que no la viera romperse ante las atroces acciones. Ino cerró los ojos con fuerza, era demasiado.
—Tranquila —susurró él con todo el cariño que podría guardar. Levantó el cuerpo de la chica, ella flaqueaba porqué el desgaste emocional era más amplio que el físico—. Tenemos que terminar el trabajo.
—Puedo hacerlo —pensó Ino, no podía decepcionar a Fugaku Uchiha no ahora que estaba más cerca del Hokage de lo que muchos pensaban.
Cuando llegaron al lugar donde residían los ancianos de Suna de alguna forma le recordó a Danzo, los posibles secretos que ellos tuvieran acerca de la Aldea Oculta entre la Arena era desconcertante como podrían saber crímenes, encubrirlos y vivir tranquilamente. Al entrar a la habitación ambos ancianos se miraron sorprendidos, Ino sorprendida miró a la mujer que había tomado una pose de defensa, era anciana pero mucho más precavida que los otros sujetos demasiado orgullosos y estúpidos para no tomar precauciones.
—Pensé que tardarían más —la mujer estaba segura entre tanto su hermano, Ebizo se mostraba molesto por intentar obtener respuestas en lugar de enfrentar a ambos jóvenes-. Visitas de Konoha seamos sinceros las alianzas son mentiras.
—¿Por qué nos recibe? —Chiyo sonrió, Shisui Uchiha era la mejor parte de enviar a un equipo especializado en espionaje, era bien sabido en el mundo shinobi que el Uchiha era un genio y su genjutsu era infalible.
—Tú debes estar a cargo —dedujo la mujer- y tú haces el trabajo sucio.
Ino se estremeció pero no lo demostró, su actuación era perfecta.
—Sabía a qué veníamos —fue el turno de Shisui en deducir. Por supuesto si la anciana lo sabía el Kazekage también.
—Rasa puede llegar a ser condescendiente si se lo propone, su ego suele cegarle y puede pasar por alto los detalles —contestó Ebizo tomando asiento en su hoga—- no creo que pueda levantar sospechas el porqué están aquí.
Ino lo comprendió. El Cuarto Kazekage era bastante terco y un tanto arrebatado en sus decisiones pues Rasa realmente no le importaba en absoluto hacer las paces con Konoha, quería que Fugaku Uchiha uno de los grandes shinobis y que había aniquilado a muchos de sus soldados diera explicaciones y estar completamente seguros que no atentaría contra ellos, por una obvia preocupación por su pueblo.
—¿Por qué nos recibe? —cuestionó Ino.—Quiero que sepan que el informe que vayan a darle a su líder debe de ser exclusivamente confidencial, ustedes no lo supieron por mis propias palabras, tus técnicas mentales y tus genjutsu estuvieron presentes ¿de acuerdo?
Shisui relajó su expresión y asintió.
—Ustedes saben algo.
—Mi deber es velar por la aldea y sus habitantes, por lo tanto, mi responsabilidad es salvaguardar la vida de las personas que viven aquí y aunque no lo crean también la de otras aldeas, aun cuando Rasa esté cegado por su odio hacia Konoha y sea incapaz de verlo —Chiyo tomó asiento para que los otros igual lo hiciera y así fue—. Hace un par de meses mucho antes de que Fugaku Uchiha fuese Hokage, llegó un hombre era lo suficientemente joven o era mayor a los treinta años, tenía una máscara naranja pero no era cualquier persona la gente normalmente cuando pide ayuda al Kazekage suelen ser miedosos, él no sentía algo estaba vacío, hablaba con Rasa como si fuesen iguales de algún modo me recordó a mi nieto —la anciana bajó la mirada, hablaba de Sasori— ellos no sabían que yo estaba ahí, él habló de la caída del mundo shinobi tal y cómo lo conocemos, hablaba acerca del nivel militar de Suna nosotros no tenemos un nivel de élite como muchas de las aldeas tenemos un simple sistema de defensa —Gaara, pensó la Yamanaka— dijo "el mundo cambiará, la gran bestia está a punto de surgir y te necesito para esto".
Aquello sonaba exactamente como algo que el enmascarado diría.
—¿Por qué nos daría esa información? —interrogó Ino, algo dentro de ella le decía que Chiyo decía la verdad.
—Como dije me recuerda a mi nieto —respondió tranquilamente— además tenía información acerca de él —la mujer apretó sus puños de la impotencia que sentía— de Sasori. Él sabía cosas acerca de Sasori, cosas que nadie sabría a menos que lo haya enfrentado y matado.
—Cree que él tuvo algo que ver con la muerte de su nieto —Chiyo sonrió ante las palabras de Shisui.
—No lo creo, lo sé, hubo rumores que no quise creer unos aquí y allá decían de una organización criminal que iba en busca de ninjas renegados supuse que Sasori se uniría a ellos y siendo sincera no habría problema si se unía a ellos, mi nieto era demasiado egoísta. Pero ese hombre creó un rastro falso para su captura, en años Sasori había molestado a Suna y no era su especialidad llamar la atención.
Entonces las sospechas eran ciertas, el enmascarado estaba jugando con ambos bandos o quizá con más. El objetivo era claro las bestias con cola, desestabilizar los gobiernos y entrar en conflicto, pero la verdadera pregunta era: ¿Por qué? ¿Qué ganaría él?
La mujer sonrió cuando encontró la respuesta en el rostro de ambos jóvenes, eran hábiles y manejarían la información con precaución, también comentó algunos secretos de estado que estaba prohibidos su revelación porque a pesar del probable conflicto que habría todo lo hacía por Suna y sus habitantes. Chiyo había vivido tanto tiempo en guerra que conocía los indicios de un gran problema inevitable, y si filtrar información para hacer alianzas con los países vecinos era la única solución lo haría son pensarlo dos veces.
—Gracias por su colaboración —sonrió Ino amablemente.
Y casi en un pestañeo habían desaparecido la pareja de Konoha.
—No hagas esa cara —dijo la anciana a su hermano menor— hice lo correcto.
Ebizo observó a la mujer intentando descifrar que había hecho hablar a una gran consejera.
—La guerra es un lenguaje universal. No podemos evitarlo, no ahora.
El hombre sonrió por supuesto que lo sabía sin embargo, no podía mentirle, no a él. Una de las razones por las que lo había hecho era por su amado nieto que si bien ya estaba lo suficientemente corrompido no merecía un final sin haber peleado o al menos sin haberlo detenido ella misma. Y aunque Obito no lo supiera, se había ganado enemigos con valiosa información.
Fugaku mira al par de ninjas frente a él, fue un trabajo aparentemente rápido, aunque supone que costó encontrar cierta información información mentes entrenadas para ocultar secretos. Acepta que el trabajo de Ino Yamanaka es más eficiente que el de su padre, no es que le dé méritos a Inoichi pero, su estrategia es ciertamente rápida y sin dejar rastro; Shisui también había hecho un trabajo limpio había seguido su misión al pie de la letra: espiar y conocer a Ino. Está seguro que incluso se había involucrado de más.
—Han hecho un buen trabajo.
Ino asiente en modo de agradecimiento.
—Los planes de Suna son claros —Fugaku opta por tener esa pose altanera con las manos en la barbilla— nos inculparan por la desaparición de Sasori de la Arena Roja, es cuestión de tiempo para que deseen una explicación. A pesar de ser un desertor son muy claros con con leyes, no dejaran que un enemigo histórico terminen con uno de los suyos.
Shisui asiente e Ino se siente rígida en su lugar, por supuesto ¿por qué no lo había pensado?
—Gracias por su trabajo, este trabajo tocará al equipo de Raíz de Itachi.
Siente el hueco de su estómago golpear con fuerza, una hueco que había desaparecido con Shisui, regresa más fuerte que nunca.
Itachi.
Algunas cosas parecen nunca cambiar.
Siempre ha sido un genio por excelencia incluso cuando deseo no serlo, siempre había personas recordándolo o haciendo mención de lo brillante que era o de lo orgulloso que su padre debería estar. Para ser sincero con él mismo nunca le interesó y se preguntó en un punto de su vida si realmente las personas conocían las consecuencias de ser un genio, lo complicado que se volvía la vida a raíz de ser tan inteligente y pasar desapercibido, si realmente vale la pena saber los más oscuros secretos de estado.
Camina entre las calles de camino a la Academia, las calles están un poco desiertas de lo que recuerda de su historia, están vacías y pocos murmullos recorren las calles. Poco puede creer del lugar, hay algo gris que aparece como una bruma, fría y desconcertante. Nadie parece mirarlo entre calles como alguna vez fue en su vida cuando lo reconocían como Itachi Uchiha, el genio entre genios.
Nadie lo mira, todos temen.
¿Qué han hecho? No lo nota cuando sus pasos llegan hasta la Academia, está igual a como la recuerda los grades jardines que ahora carecen de niños, el color blanco brillante y el pequeño columpio de la parte de afuera. El sonido de la campana invade el lugar y escasos niños salen del lugar, unos un tanto pequeños y otros que están a punto de graduarse, espera paciente para encontrar a quién logra sacarle una sonrisa.
—¡Hermano mayor! —Sasuke está emocionado.
Itachi siente su pecho ensancharse, tiene a Sasuke justo como lo recuerda en sus memorias, sus cabellos negros rebeldes golpeando su frente, sus mejillas pálidas llenas de orgullo y sobre todo aquellos orbes que lo miraban con una gran admiración.
—No pensé que vendrías, mamá dice que tienes mucho trabajo —Sasuke parece no notar la pequeña diferencia que existe en su hermano, está más ocupado en querer apantallarlo—. Me alegro que hayas venido.
Sasuke se sonroja e Itachi acaricia sus cabellos con firmeza, el nudo en su garganta crece y no recuerda cuanto tiempo ha estado ahí probablemente ha estado por años.
Sus pies reconocen el camino a casa, la diferencia es clara, las personas incluso de su clan están más sombrías de lo que alguna vez recordó. Unos que otros lo miran haciendo una reverencia y su estómago se revuelve, las cosas son completamente diferentes.
—Eres un gran ninja —la voz de Sasuke resuena, lo mira intentando descifrar su asombro, el niño siempre lo había considerado una figura a seguir pero sus palabras tenían otra connotación— papá está orgulloso de que seas el líder de Raíz, mamá dice que por eso tienes más trabajo.
Sasuke no puede esconder el orgullo que siente por Itachi.
—Son solo espejismos —apenas y audible Itachi murmura mirando de nuevo la bruma que no se pudo evitar.
—¿Espejismos? Eres uno de los mejores, hermano mayor —Sasuke tan caprichoso como siempre, ofendido y claramente desconcertado—. Hermano.
—¿Hmp? —Itachi sonríe abiertamente, las ligeras líneas de expresión se marcan en su rostro.
—Te veo extraño —Sasuke siempre tan intuitivo— ¿eres tú?
—¿Por qué no sería yo?
—Porqué... —el niño está confundido y no sabe explicar exactamente cómo expresarse.
—Sasuke —llama Itachi con parsimonia— puedes confiar en mí, puede decir lo que sientes.
Itachi se ve relajado, mucho más de lo que Sasuke recuerda haberlo visto en los últimos meses. Sasuke observa a su hermano, está feliz por estar con él y es que Itachi no recuerda cuando le había dicho a su hermano que si lo necesitaba ahí estaría, la vida había sido caprichosa con ellos y no habían pasado el tiempo suficiente para hacerlo. El destino fue cruel y lo sigue siendo.
Sasuke sonrió, porque sigue siendo un niño.
—Cuando estás con Shisui siempre ríes y te muestras feliz pero eres feliz de otro modo como con Izumi, ella te hace feliz también pero es como si tu fueras alguien más callado —Sasuke encoge sus hombros— pero, cuando estás con papá estás triste y confundido, tus ojos no brillan como siempre, eres callado y todo lo que existe desaparece, a veces pienso que no eres feliz con lo que ha pasado. —Itachi se sorprende por lo observador que es Sasuke, aún cuando es solo un niño que no comprendería la dificultad de las guerras— después, está ella...
Itachi presta mayor atención.
—¿Ella?
—Ino —Sasuke no titubea pero dentro del nombre hay desagrado y probablemente es porque ha perdido mucha de la atención de su alrededor para enfocarse en ella— ella te hace diferente, es bonita pero sigue siendo una molestia, cuando estás con ella es como si nada existiera —la misma frase, diferente significado e Itachi lo sabe— solo logras verla a ella y nada más.
Sasuke no está molesto o irritado es más parece estar en paz con esa información. Entonces Itachi lo sabe, él está enamorado —no directamente— de Ino Yamanaka. Su estómago siente resolverse en un sentido jamás conocido bastante simple pero con fuerza lo que podría complicar aun más las cosas.
—Eres otra persona —sentencia el menor pero Itachi sabe que no habla en el sentido que él cree, solo conoce otras fases de su hermano— te hacen feliz y a veces triste.
Itachi ve lo afligido que está Sasuke porque para la edad que tiene no puede hacer mucho, agradece que Shisui lo haga feliz con sus tontas bromas y su rivalidad, entre tanto Izumi es un lugar en el que la tranquilidad de Itachi llega cuando no puede tenerla y después está Ino, que hace a Itachi más brillante, cálido y hasta torpe aunque él no pueda verlo. Sin embargo, Sasuke está frustrado por no mejorar la relación de Itachi con su padre o con su nuevo cargo siempre triste, gris, y secretos, secretos y más secretos.
—Tú me haces feliz, Sasuke —las palabras de Itachi hacen sonrojar al pequeño, son sinceras y con todo lo que caracteriza a su hermano: lealtad.
—¡Oh!
Itachi sonríe porque probablemente sea la única vez que pueda decirlo abiertamente sin temer romper en llanto.
Sin embargo, siente dos presencias cercanas una la conoce perfectamente y la otra es extraña y conocida.
— Sasuke ve a casa, te sigo en un momento.
Y si algo ha aprendido es Sasuke es a obedecer a Itachi.
—Cuidando de Sasuke, nunca cambias eh Itachi —el enmascarado está frente a él, Madara, pero no es Madara, lo es pero hay algo diferente y complejo dentro de él. Es como si fuese otra persona completamente diferente.
—No eres tan anónimo como lo pensé —Itachi es suspicaz.
Madara lo observa de arriba a bajo, en algo le recuerda a su pasado, Obito siempre fue demasiado paranoico con Itachi por no decir cuidadoso y un tanto exagerado; Itachi siempre fue un peligro para sus planes fuese demasiado joven o enfermo.
—Acepto que me limitas un poco —añade Obito quitado de la pena, Itachi sigue siendo una amenaza—. Pero no eres la persona que me interesa.
Ino, el tan solo pensar en la chica Itachi comienza a sentirse extraño, curioso, anhelando conocerla. Su solo nombre desentierra emociones que creía muertas en él.
—Pero parece que ella no se encuentra aquí —con un tono de voz desanimado Obito aparenta tristeza, Itachi está estoico sin parpadear— tendré que poner las manos a la obra porque presiento que Shishui está involucrado en eso.
Es una broma o eso parece, aunque entre sus palabras hay algo oscuro y retorcido. Itachi logra reconocer esas palabras no en el enmascarado sino en una parte poco comprendida de Obito, rememora esa parte pero no sabe exactamente de cuando.
—Debo admitir que la intromisión de Shisui en cada uno de mis pasos me recuerda un poco a ti —Obito se acerca a paso lento hasta quedar frente al joven —no tan joven— Itachi—, me hace recordar a una versión de ti más patética siempre queriendo cuidar de tu torpe hermano y tu amada aldea.
Itachi escucha paciente, Madara —Obito— parece tener algo sumamente personal contra Shisui, no en el sentido como lo tiene con él, Madara suele odiarlo por ser tan entrometido y sinceramente no le importa con tal de que no toque a su hermano menor y a Konoha, pero nunca se mostró explícitamente molesto con él como Madara lo hace con Shisui.
—Veo que me comprendes —Itachi sigue completamente en silencio— ahora eres muy joven todavía para todo lo que estás a punto de vivir, tu padre ha hecho un excelente trabajo y si te soy sincero me sorprende que hayas hecho todo lo que una chica quiso, a quien a penas conocías y tú siendo tan... tú, cayeras.
—Y supongo que tu plan no tenía esas intenciones.
No lo ve pero Itachi sabe que Madara sonríe maliciosamente, efectivamente hay algo completamente diferente que no puede pasar desapercibido, es más ¿Cruel? ¿Sádico?
—Ino... —saborea el nombre, Itachi se tensa pero sus años de practicar lo avalan y el otro ni se inmuta— solo fue un peón que cumplió su trabajo a la perfección. Uno más.
—¿Por qué estás aquí? —Itachi se sorprende más pues Madara no entiende la connotación de la pregunta.
—Hay algo de ti que siempre me agradó y ni Shisui ni tu padre pudieron compararse, no te metes en problemas que no te incumben —Madara es claro y no habla de la aniquilación del clan por la aldea, sino su naturaleza pacífica, el enmascarado no habla de eso— tú nunca haces preguntas, solo sigues órdenes no importa de quien venga con tal de un bien mayor. Mírate intentando salvar a tu amada aldea una vez más solo porque una chica quiso salvar a su amado Sasuke.
Todo lo ha hecho por Sasuke, pero Itachi el Itachi de Ino sabe que eso no es del todo cierto.
—No creo que lo comprendas.
La voz del joven Uchiha suena profunda mucho más de lo que deseaba que saliese, su rostro hermético y su mirada oscura hacen reír a Obito. Incluso cuando no tenga razón.
—¿Tú amor por la aldea? Ellos se destruyen unos a otros y a ti ni siquiera te afecta —Obito comienza a caminar alrededor de Itachi, apacible, y no es mentira no que pueda megarla fácilmente— ¿Tú amor por Sasuke? Sasuke sin dudarlo aún si cometes un error y tengas cien virtudes es demasiado egoísta para que lo veas —pero Obito no encuentra una reacción en Itachi, es más silencioso o precavido. Obito sonríe—, es amor por ¿Izumi? Porque esa niña es torpe y no tiene lo que se necesita para sobrevivir en este mundo. No es eso ¿verdad? A menos que, oh... Itachi, joven y ingenuo Itachi...
El Uchiha no se mueve pero no porque haya dado en el blanco, hay curiosidad en aquellos orbes inexpresivos, una curiosidad que nunca antes había visto en Itachi. Es la clase de confusión que alguna vez sintió: quiere acercarse pero se niega a hacerlo.
—Es por Ino —el tono de Madara cambia a uno completamente oscuro— no veo que a ella le afecte porque está muy bien acompañada con Shisui.
Lo sabe, no tiene porque repetirlo, él lo sabe porque acaba de verla tan brillante y vivaz que se siente abrumado de solo verla y sentirla. No obstante, es alarmante el tono de voz de Madara, esconde ira detrás de sus palabras.
Itachi logra tensarse solo un poco.
—Pobre Itachi, estás enamorado de ella —las palabras suenan a burla con enojo— y ella enamorada de tu mejor amigo y en un futuro de tu hermano. Dime, ¿qué se siente? Que la chica que amas ama otro y será inalcanzable para ti solo algo efímero que nunca podría consolidarse porque ella no es de tu tiempo y cuando termine su tarea me la llevaré.
—Al futuro —asegura.
—No me haría muchas ilusiones, no sobrevivirás e Ino no le pertenece a nadie más que a mí —Itachi frunce ligeramente el ceño consternado y confundido— ¿no te gusta la idea? Tú y Shisui deben aprender a no intervenir.
—Ella no es tuya —Itachi es firme y Obito se sorprende.
—¡Yo la forje, sin mi seria la chica superficial que solo quería salvar a su estúpido desertor y perdedor, sin mí ella sería el miembro más débil de su equipo y sobre todo no explotaría su talento como lo hace!
Itachi se mantiene recto y fuerte cual roble sin sentirse afectado por Madara entonces, comienza a generar una idea puede ser una locura sin embargo, a estas alturas no está tan seguro que lo pueda refutar.
—Yo no estaría tan seguro.
Obito lo mira de frente, negro contra negro, las palabras de Itachi son sinceras y con seguridad, es como si supiera exactamente de qué habla o en su defecto como si pudiese ver a Ino pero no como él, viendo sus virtudes y sus anhelos, ve al ser humano detrás de ellos, a la joven que llegó en unos inicios perdida y lastimada.
Itachi no habla de Ino, habla de su Ino.
Obito abre sus ojos a la par. Itachi de igual manera y da un salto tan rápido que cualquiera que los viera fuese en un parpadeo, ambos toman una distancia prudente. Itachi al ser descubierto y Obito por lo terriblemente molesto que comienza a sentirse.
Izanami le ha mentido, Izanami es una maldita mentirosa y ante todo ¡¿Qué mierda está haciendo él ahí?!
—Me sorprende que tú estés aquí —Madara dice tranquilo y sin pestañear.
En cambio, Itachi opta su pose elegante y estoico, lo ha descubierto aunque sabe que no tardaría mucho tiempo en hacerlo, cualquiera que pudiera comprender el chakra lo notaría (como Ino e Inoichi) sin embargo, no pensó que Madara lo enfrentara estaba seguro que él no era el objetivo que Shisui era el verdadero objetivo del odio del enmascarado por la simple razón de la rubia y que Ino (confirmó en realidad) sólo era una parte retorcida del juego de Madara.
Ahora las cosas han cambiado y ha dado acceso al futuro. Y todo por desear ver a su tonto hermano menor tal y como lo recordaba.
¿Qué hace él en ese tiempo? ¿Cómo mierda ha llegado hasta ahí? ¡¿Quién carajos se cree?!
El Santuario Nakano está solo y sus pasos fuertes es lo único audible, intenta golpear algún muro pero Madara está lo suficientemente molesto por lo que no necesita al viejo en un estado histérico y para ser honesto, Madara no necesita tener ese conocimiento pondría de cabeza todo su plan y no está dispuesto a dejarlo ir. No cuando está tan cerca de su objetivo.
Camina hacia el interior del lugar y sin embargo puede sentirla justo detrás de él.
—¿Qué mierda hiciste? —Obito está molesto casi desquiciado y sino fuera porque ella es una diosa la habría matado en un parpadeo.
—A mí también me da gusto verte Obito —ella sonríe tranquila y sin molestarse por la forma tan irrespetuosa en la que él le ha hablado— ¿hay algo que te moleste, cariño?
—No juegues conmigo —Obito la mira con desdén, Izanami borra su sonrisa, ¿desde cuando Obito se comporta tan agresivo con ella?— ¿por qué le diste acceso a ese imbécil?
—No sé de qué hablas.
—No te hagas la inocente conmigo, abriste la puerta para que entrara a arruinar mis planes como en el futuro.
—Repito, no sé de qué hablas —Izanami se ve confundida, Obito es incapaz de verlo— cualquier error que hayas tenido no es mi problema, yo te di la llave para que tuvieras la oportunidad que siempre has deseado, no para que me recrimines de cosas que no tengo la menor idea.
—¿No tienes idea? ¿Te parece que Itachi Uchiha esté aquí?
—¿Itachi Uchiha? —Izanami abre sus grandes ojos rojos, habla de Itachi el Itachi de Ino o al menos el de su tiempo, bueno en realidad no le sorprende supuso que el Uchiha entendería algo porque al final del día el hilo de Itachi e Ino había estado unido por muchos años pero las circunstancias habían ganado en su totalidad al destino, empero no pensó que sería tan hábil para hacerse presente—. Debo admitir que no tardo tanto como lo pensé.
—¿Tú le diste la llave? —Izanami no lo niega, Obito está cegado y no entiende porqué, Obito nunca sería tan imbécil para no comprenderlo, Itachi es inteligente y podría entenderlo mejor, por supuesto con sus limitaciones como ser humano—. Él la quiere.
Habla de la chica Yamanaka.
Obito está obsesionado con Ino y eso puede hacerlo más peligroso de lo que ya es.
—Me estás mintiendo.
—¿Por qué lo haría?
—Porque sé que tienes muchos secretos y no estás dispuesta a decirme o por qué estarías en la Aldea Oculta entre la Lluvia.
Izanami abre la boca sorprendida . ¿Cómo es que lo sabe? Nadie puede verla o sentirla, los humanos son incapaces de hacerlo.
—No tengo porque darte explicaciones.
—Tienes razón no tienes porque ver a Nagato.
—¿Es una amenaza? —Izanami está ofendida y convocaría a los dioses para castigar a Obito pero lo que está haciendo tampoco tiene perdón.
—Solo son advertencias.
La hermosa mujer siente una ola de incertidumbre recorrerle todo el cuerpo, no sabe si es por la retorcida sonrisa del Uchiha o si es la sola idea de pensar que Obito conoce más de lo que dice o en este caso más de lo que sus ojos pueden ver.
Porque de algo está muy consciente Obito Uchiha es un bastardo con conocimiento. Y no hay secretos que se escapen de esos ojos.
Espero les haya gustado.
¡Coméntenme que les pareció!
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