
🔥 35 🔥
28 de marzo, 2019
Ocho Hargreeves
—Si no llegan pronto no llegaré con Vanya a tiempo —dije mirando un pequeño reloj que era de papá.
Lo había tomado antes de salir de casa del cuarto de mi padre para luego meterlo en el bolsillo de mi saco. Ahora nos encontrábamos donde Cinco había propuesto la reunión con "el maletín" de nuestros excompañeros, aunque este era solo un portafolio que encontramos en casa lleno de cosas de metal para engañarlos.
—Estarás a tiempo —respondió Cinco desde el asiento de copiloto mirando a nuestro alrededor —. Te lo prometo.
Yo asentí levemente desde atrás para mirar a todos lados en búsqueda de Hazel y Cha-Cha.
—¿Sabes? Nunca lo disfrute —soltó mi novio de pronto mientras miraba a Luther haciendo que yo dejara de mirar la ventanilla para mirarlo a él.
—¿Qué?
—Matar —le respondió —. Digo, era bueno en mi trabajo y me enorgullecía, pero nunca me dio placer.
El auto permaneció en silencio, ninguno se animaba a hablar, pero me fue inevitable que las escenas de como llegué a asesinar gente volvían a mi cabeza ya que al contrario de él a mí me causaba otro sentimiento.
—Fueron todos esos años solo —rompió Cinco el silencio —. La soledad puede hacerle cosas raras a la mente.
—Te fuiste tanto tiempo —le respondió Luther —. Yo pase cuatro años en la luna, pero eso fue más que suficiente, el estar solo te acaba.
—Ni lo menciones —solté de pronto llamando su atención, aunque yo ya me encontraba viendo por la ventanilla del auto —. Yo si lo disfrutaba, verlos sufrir me hacía sentir... No lo sé. ¿Superior? Era lo que necesitaba cuando el miedo a la soledad y la impotencia estaban sobre mí, aunque después de un tiempo mis emociones comenzaron a dominarme.
Tras eso todos permanecimos en silencio, pero solo que esta vez algo volvió a mi mente y la curiosidad llego a mí, por lo que sabía solo había cuatro personas que sabían de mis ataques: Ben, Vanya, papá y la Encargada, ni siquiera Cinco lo sabía así que me acomodé en el asiento para acercarme a ellos y hablar.
—¿Cómo supiste lo de mis ataques?
—¿Qué?
—¿Cómo supiste lo de mis ataques? —repetí notando como Luther se retorcía levemente en su asiento intentando ganar tiempo supongo.
—Una vez escuché a papá hablarlo con Pogo —dijo entre dientes en un volumen bajo, aunque no lo suficiente para que yo lo pudiera escuchar.
—Que conveniente —dije dejándome ir hacia atrás en el asiento para recostarme en este.
Escuche una leve risa por parte de Cinco por lo que le toque el hombro y le hice una seña para que se pasara atrás conmigo, cosa que hizo teletransportándose a mi lado por lo que me acomodé esta vez en su hombro.
—¿Creen que se lo crean? —preguntó de pronto Luther.
—Bueno, lo que sabemos es que están desesperados —comenzó a hablar mi chico mientras yo asentía en su hombro —. Es como un policía perdiendo su arma.
—Si la Comisión se entera estarán en problemas —agregué yo esta vez —. Sin mencionar que estarán atrapados aquí hasta que lo recuperen.
—¿Acaso leíste mi mente o porque me robaste las palabras de la boca? —me susurró Cinco con cierta diversión.
—Podría, pero no, es que estamos demasiado sincronizados —me encogí de hombros como si nada con un tono ligeramente sarcástico, sintiendo como picaba levemente mi costilla con su dedo haciéndome reír por lo bajo.
—Me lo quedaré —dijo Luther interrumpiéndonos por lo que rodé los ojos —. Por si vienen tras alguno de ustedes.
—Lo dices como si fuéramos incapaces de defendernos —murmuré.
—Está bien, Luther, ten cuidado —habló Cinco haciendo que me separara de él y lo mirara con el ceño fruncido —. Digo, yo he... Yo he vivido una larga vida, pero... Tú aún sigues siendo joven. Toda una vida por delate no la desperdicies.
Cuando termino de hablar yo seguía confundida con Cinco, cosa que él sabía por lo que toco su sien dando a entender que me lo diría en su mente.
—¿Y bien? —pregunté una vez supe estaba dentro, ya que sentí mis ojos cosquillear siendo ámbar seguramente.
—Sólo quiero no se sienta inútil —lo escuché decir, mientras tomaba mi mano —. Mientras más rápido terminemos con esto podremos compensar el tiempo perdido.
Yo solo asentí lentamente mientras me apoyaba de nuevo en su hombro, pasamos así unos minutos hasta que vimos al frente un auto aproximándose s nosotros, suponiendo que se trataba de Hazel y Cha-Cha.
—Aquí vamos —dijo Cinco haciendo que Luther abriera su puerta y bajara —. ¿Lista?
—Eso creo —respondí mientras él abría la puerta.
Salió del auto y luego me extendió la mano para ayudarme a bajar, tras cerrar la puerta nos pusimos al lado de Luther mientras nuestros excompañeros se estacionaban.
—Si esto sale mal —habló de pronto Cinco —. Háganme un favor y díganle a Delores que lo siento.
—No pienso dejar que algo te pase —hable rápidamente —. Tu mismo se lo dirás y solo en caso de que yo no pueda dile a Vanya que lo siento ¿Sí?
No lo deje terminar pues le di un beso rápido en los labios para comenzar a caminar hacia el auto ajeno sabiendo que él me seguía de cerca mientras que el más alto se quedaba de pie junto al auto con el maletín en manos.
—¿Las máscaras eran necesarias? —preguntó Cinco al estar ambos frente a frente con Hazel y Cha-Cha.
Ellos no dijeron nada, sino que solo se las quitaron y las arrojaron a algún lado de la carretera.
—¿Dónde está, niño? —preguntó Cha-Cha.
—Wow, así es como comenzarás — le respondió.
—¿Saben? Podemos regresar al auto y terminar por hoy —dije con una sonrisa sarcástica.
—No llegaran a la mitad del camino —dijo la morena sacando su arma.
—¿Quieres intentar? —dije con burla acercándome más a ella haciendo que me apuntara directamente —. Hazlo —dije mirando su arma.
Ella titubeo un poco pero no lo hizo así que me acerqué de nuevo a Cinco con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
—Supongamos que en una situación hipotética quizá no llegáramos —comencé a hablar —. Pero estoy segura de que descubrieron en su última incursión que nuestro hermano no es un gigante común.
—Tiene razón —habló Hazel hacia su compañera —. Le dejaste caer un candelabro sobre él y se levantó.
—Al momento que ataques él habrá destruido su preciado maletín —hablo Cinco esta vez.
—A nosotros también, ¿Cierto? —pregunto Hazel —. Así que, ¿Como nos ayudamos?
—Necesito que contacten a su superior para que podamos charlar con ella —le respondió mi chico —. Cara a cara.
—¿Sobre qué? —preguntó Cha-Cha.
—No creo que eso les incumba.
Tras las palabras de Cinco nuestra excompañera lo medito un poco como si quisiera saber si le convenia el acuerdo, negó levemente con la cabeza y soltó un suspiro.
—Solo no le digan sobre el maletín —soltó finalmente.
"Suena justo" "Trato hecho" dijimos Cinco y yo al mismo tiempo. Cha-Cha bajo el arma y se dirigió a una cabina telefónica, yo tomé la mano de Cinco y comenzamos a caminar de regreso con el más alto esperando todo saliera bien.
—¿Qué pasa ahora? —preguntó Luther acercándose a nosotros.
—Ahora esperamos —le respondió Cinco mientras ambos nos recargábamos en el auto.
Yo baje la mirada comenzando a mirar el cemento de la carretera pensando en el trato que pensaba hacerle Cinco a la Encargada cuando llegara, claro que sabía cual era y como sería, pero debía reunir todas mis fuerzas para al final no negarme o impedirlo. Era de mi conocimiento el que se iría, pero aún no estaba del todo convencida de que fuera una gran idea.
—Hey, ¿Estás bien?
Elevé la mirada al escuchar la voz de mi novio, asentí y aprete el agarre entre nuestras manos con la esperanza de que me creyera, pero solo frunció el ceño inseguro por mi respuesta. Desvié por un momento la mirada, pero lo volví a ver al sentir como acariciaba el dorso de mi mano y me miraba con una sonrisa en rostro.
—Tranquila, todo saldrá bien —dijo soltando mi mano para colocar ambas manos en mis mejillas obligándome a mirarlo —. ¿De acuerdo?
Asentí levemente mirándolo a los ojos, sentí como se comenzó a acercar a mi pues nuestras respiraciones chocaban, pero un sonido nos interrumpió pues a lo lejos se comenzaba a escuchar una melodía. Nos separamos y nos giramos a mirar de donde provenía el ruido, era lo que parecía un camión pero al irse acercando noté era de helados.
—¿Es ella? —preguntó Luther.
Negué con la cabeza y los tres nos miramos extrañados hasta que este pasó frente a nosotros, fue que notamos eran ni más ni menos que nuestros hermanos Klaus y Diego quienes estaban dentro del camión. Klaus al vernos nos saludó con la mano y siguió de frente sin detenerse con dirección hacia nuestros excompañeros
—¿Qué demonios hace él aquí? —preguntó Cinco.
—No lo sé, pero esto no es bueno —respondí.
Forme una pequeña esfera de energía en una de mis manos en caso de tener que atacar.
—¡Es una trampa! —exclamó Cha-Cha empezando a disparar.
Cinco se intentó cubrir con los brazos hasta que Luther se puso delante de ambos para intentar ser un escudo humano extendiendo sus brazos. Antes de que me tomara del brazo para ponerme tras él extendí mis brazos al frente para crear un campo protegiéndonos, haciendo que las balas se quedaran atrapadas ahí, cerré mis ojos con fuerza concentrándome por completo en el campo hasta que el ruido de las armas cesó, abrí los ojos y noté como todo estaba pausado. Me giré para mirar a Cinco notando como Luther también estaba congelado, un poco de pánico se apoderó de mi al no ver señal de mi novio hasta que él se asomó de detrás de mi hermano.
—¿Tu lo hiciste? —me preguntó acercándose a mí.
—No, ¿Y tú? —negó con la cabeza —. ¿Te hicieron daño?
—Ni un solo rasguño —dijo ya a mi lado —. ¿Te encuentras bien?
Asentí desvaneciendo el campo haciendo que las balas en este cayeran de golpe, todo lo contrario, a las que no llegaron a este, las cuales seguían en el aire. Miré a nuestro al rededor notando a Hazel y Cha-Cha estaban levitando ya que al parecer habían sido impactados por el camión confirmando que el tiempo se había pausado.
—Buen truco, ¿No? —se escucho una voz a nuestras espaldas, una que conocíamos bastante bien.
Por instinto rápidamente tomé la mano de Cinco haciéndola reír, nos acercamos un poco a ella para verla de frente, aunque con un par de metros de distancia.
—Hola, Cinco —sonrió mirándolo, haciéndome fruncir el ceño —. Ocho —dijo con un tono menos alegre —. Se ven bien, considerando todo.
—Es bueno verte de nuevo —le respondió mi novio apretando el agarre entre nuestras manos.
—Se siente como si nos hubiéramos conocido justo ayer —le respondió la Encargada —. Claro, eras un poco más viejo entonces pero tu Ocho estás idéntica a excepción de que ahora no estás desesperada por ver tu novio
Yo solo le di una sonrisa sarcástica intentando con todas mis fuerzas permanecer serena cuando sabía que tenía intenciones completamente diferentes con Cinco pues no pretendía olvidar lo que pasó la última vez que ella estuvo con él a solas.
—Felicidades en la regresión de edad, por cierto —agregó —. Muy inteligente, nos despistaron.
—Bueno, me gustaría tomar el crédito —le respondió Cinco —. Solo calculé mal las proyecciones de la dilatación del tiempo y... Bueno —extendió ligeramente sus brazos —. Ya sabes, aquí estoy —los bajo para luego mirarme, aunque yo solo permanencia con mi vista fija en la Encargada —. Y ella fue por culpa de una bala en el maletín, así que tus hombres tienen la culpa.
—Saben que sus esfuerzos son en vano —le dijo la de cabello blanco mirándonos, aunque más específicamente a él, claro está —. Así que por qué no me dices lo que realmente quieres.
—Queremos que le pongas un alto a esto —le respondí yo esta vez haciendo que me mirara.
—Se dan cuenta de lo que piden es casi imposible, hasta para mi —habló la Encargada —. Lo que debe ser, debe ser. Es nuestra razón de ser.
Sin más que decir Cinco sacó una pistola que tenía escondida entre el borde de la parte trasera de sus pantaloncillos la cual cubría con su saco, mientras que yo generaba una pequeña bola de energía con mi mano libre lista para atacar si era necesario, aunque con solo mirar el arma ya había guardado silencio, al menos solo por un par de segundos
—¿Sí? —comenzó a hablar mi chico aprovechando su silencio —. ¿Qué hay de la supervivencia como la razón?
—Sólo seré reemplazada —respondió tranquila —. No soy más que... Una pequeña pieza en una máquina. Esta fantasía que han alimentado sobre usar a su familia para detener el apocalipsis es solo eso, una fantasía —hizo un pequeño ademan de manos —. Debo decir, estamos bastante impresionados con tu iniciativa, tu... —miró a Cinco haciendo que un par de chispas comenzaran a saltar de la bola de energía en mi mano y mis ojos hormiguearan siendo violetas seguramente —. Determinación, es verdaderamente, algo notable. Por lo cual queremos ofrecerte una nueva posición en la Comisión, en administración.
—¿Qué dijiste? —pregunté con la mandíbula tensa.
Sabía que esto pasaría, pero no podía evitar sentir mi sangre hervir por lo que ella podría hacerle a mi novio en mi ausencia.
—Que tu novio trabaje con nosotros —se comenzó a acercar a nosotros para mirar a Cinco —. Sabes que es donde perteneces.
—¿Sólo yo? —preguntó mirándome de reojo a lo que la Encargada asintió —. Eso no funcionó la última vez —le respondió él.
—Pero no estarías en la división de correcciones por mucho más, estoy hablando de... La sede central. Tendrías el mejor plan de salud y pensión y un fin a este incesante viaje —decía con entusiasmo solo hacia mi chico ignorando por completo mi presencia —. Eres un profesional distinguido en... —lo miró de pies a cabeza —. Pantalones cortos. Tenemos la tecnología de revertir el proceso. Digo —tomo la mano donde tenía su arma bajándola mientras se acercaba más haciendo que yo jalara del brazo de Cinco haciéndolo retroceder deshaciéndome del agarre de la mayor —, no puedes ser feliz así.
Yo lo miré notándolo tenso al ver como ella lo señalaba haciendo que me sintiera algo culpable, yo no interferí en sus cálculos ni en sus decisiones que tomó para estar ahora "así" pero comenzaba a cuestionarme si se sentiría más cómodo con su antiguo cuerpo. Se que quizá estamos en las mismas condiciones, pero me preocupaba más por él, siempre ha sido así...
—No estoy buscando felicidad —habló de nuevo sintiendo como se aferraba al agarré de mi mano, el cual no noté yo había debilitado.
—Todos buscamos felicidad —dijo acariciando su mejilla, pero apartó su mano al instante ya que yo con mi mano libre le lancé una leve descarga —. Podemos hacer que pase, podemos hacer que... Seas tú mismo otra vez.
Lo miré pues se quedó en silencio haciendo que comenzara a dudar si seguía siendo parte del plan o de verdad estaba considerando la oferta de aquella arpi-... Encargada... De la Encargada.
—¿Y qué hay de Ocho? ¿Y de mi familia? —soltó de pronto haciendo que un nudo se comenzara a formar en mi garganta.
—¿Qué hay de ello? —preguntó mientras me miraba de pies a cabeza.
—Quiero que sobrevivan.
El nudo en mi garganta se intensifico mientras la Encargada miraba a nuestros hermanos y los juzgaba con la mirada. Yo aproveche eso para soltar la mano de Cinco y tomarlo del brazo para tirar levemente de este llamando su atención, él me miró y yo señale hacia atrás con la cabeza dando a entender que habláramos a solas, cosa que entendió pues asintió y guardo su arma para colocar su mano sobre la mía mientras doblaba levemente su brazo para entrelazarlo con el mío.
—¿Todos ellos? —preguntó la de cabello blanco llamando nuestra atención.
—Si, todos ellos —le respondió mi novio.
—Bueno —comenzó a hablar mientras sacaba unos lentes oscuros de su bolsillo y se los colocaba —. ¿Tenemos un trato?
Ella le extendió su mano para que la tomara y cerraran su pacto a lo que yo solo baje la mirada intentando zafarme del agarre de Cinco, pero él no se inmuto, sino que hizo contrario pues se aferró a mí. De inmediato lo miré algo extrañada, pero él solo se limitó a mirar a la mayor con seriedad.
—¿Nos dan un momento?
Y sin esperar respuesta me jalo levemente para que comenzara a caminar y estar a una distancia considerable para que la Encargada no nos escuchara.
—Entonces... —comencé a hablar en un volumen bajo sin poder contener las lágrimas que ya estaban bajando por mis mejillas —. ¿Te iras?
—Ocho...
—Me dejaras de nuevo... —murmuré entre sollozos sin pensarlo aunque me arrepentí al instante pues parecía que mis sentimientos ya no eran parte del plan.
—¿Qué? ¡No! —tomó mi rostro entre sus manos limpiando mis mejillas con sus pulgares —. Volveré, lo prometo...
Yo no dije nada, me limite a mirarlo a los ojos sintiendo los míos cosquillear, aunque no estaba segura si era porque se tornaron verdes por mirarlo tan cerca de mi o grises por lo vulnerable e impotente que me comenzaba a sentir. Un déjà vu llegó a su mente recordando aquel día que cambio mi vida, quizá ahora estábamos en medio de la carretera, pero mi mente se encontraba de nuevo de pie fuera de la academia pidiéndole que no se marchara, tal parece que no fui la única en recordarlo pues sentí nuestras respiraciones mezclarse y su frente sobre la mía.
—Confía en mi...
Esas tres palabras fueron suficientes para que abriera mis ojos ligeramente para mirarlo y note una lágrima caer por su mejilla, la limpie haciendo abriera sus ojos y uní nuestros labios en un suave beso que quería con todo mi ser fuera eterno. Se separó de mi lentamente mirando a la Encargada quién nos miraba con fastidio.
—Una cosa más.
Y tras eso se alejó de mi para poder caminar hacia nuestros excompañeros, tomó una de sus armas que estaba en el pavimento para luego quitarle el cartucho de balas y arrojarlo a un lado de la carretera y luego el arma del lado contrario. Yo retrocedí un poco hasta colocarme recargada frente al auto sin perderlo de vista mientras me cruzaba de brazos, Cinco se acercaba hacia donde estábamos hasta que se detuvo de golpe y se regresó unos pasos para mover una bala que estaba suspendida en el aire para cambiar su trayectoria y evitar le diera a Luther.
Comenzó a caminar hacia la de cabello blanco, pero antes de llegar con ella cambio de trayectoria y fue de nuevo hacia mí. Tomó mi rostro y nos acercó para unir nuestros labios en ultimo beso.
—Confía...
Susurró contra mis labios dejando un beso más en ellos antes de alejarse para ir hacia la mayor. Algo dentro de mí no quería ver como se marchaba por lo que baje mi mirada hasta que escuche me llamó.
—¡Morgan! —me gire a mirarlo notando como estaba ya frente a la Encargada, quien se encontraba con su mano estirada esperando a mi novio —. Te amo... Te amaré en todas mis vidas.
Tragué seco y limpié rápidamente la lágrima que deslizó por mi mejilla.
—Te amaré hasta el fin de los tiempos —respondí ganando una sonrisa triste de su parte.
Y sin más le dio la mano a la mayor desapareciendo al instante, de inmediato todo siguió su curso haciendo que Hazel y Cha-Cha cayeran en el pavimento, mis hermanos chocaran su camión de helados contra el auto de mis excompañeros y la bala que acomodo Cinco pasara entre Luther y yo sin herirnos, solo rompiendo un poco el parabrisas del auto. El más alto me miró con el ceño fruncido notando como no estaba en donde antes para luego girar a todos lados buscando a mi novio.
—¡Cinco! —gritó para luego mirarme a mi —. ¿Y Cinco?
—Se fue... —murmuré.
Ambos miramos a los de traje intentando ponerse de pie por lo que le hice una ceña a Luther señalándole el maletín que tenía en su mano para luego comenzar a correr hacia donde estaban mis hermanos para ayudarlos a bajar del camión.
—¡Vengan por el! — gritó Luther viendo a Cha-Cha correr hacia él por lo que lo arrojó lejos.
Al tener a Cha-Cha distraída con el "maletín" y a Hazel buscando su arma aprovecho para acercarse a nosotros, pues Klaus y yo teníamos a Diego apoyado en nuestros hombros intentando correr hacia el auto hasta que Luther llegó y me relevó.
—¿Están bien? —les pregunté.
"Si" "No" respondieron Klaus y Diego al mismo tiempo. Seguimos corriendo mientras yo abría en auto con un ademan de manos.
—Entren al auto —dije parando en seco.
—¿Qué harás tú? —preguntó Luther ayudando a mis hermanos a subir.
—Darles tiempo, no me esperen —él estaba por hablar, pero lo detuve —. ¡Largo!
No dijo más y subió a l auto arrancando sin más, a lo que yo aproveche para comenzar a lanzar una gran descarga al auto ya averiado de los de traje sintiendo mis ojos cambiar de color, no pasó mucho tiempo para que el vehículo explotara causando que ambos tuvieran que cubrirse para protegerse. Sonreí satisfecha para luego sacar el reloj de papá de mi bolsillo y mirar la hora.
—Mierda —dije notando lo tarde que era —. Vanya.
Y sin más me eleve por los aires para llegar "volando" lo más rápido que podía hacia donde mi hermana me había indicado dejando a Hazel y Cha-Cha en medio de la nada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro