
🔥 33 🔥
28 de marzo, 2019
Ocho Hargreeves
—¿Vanya? —dije colocando el teléfono en mi oído.
Hacia no mucho habíamos llegado a la academia Cinco, Luther y yo, no sabíamos nada de Diego desde que salió de su cuarto. Al llegar Pogo estaba en el teléfono hasta que nos vio entrar, al verme de inmediato llamó mi atención para que me acercara a donde él estaba para luego decirme que era mi hermana quién me buscaba.
—¡Morgan! —exclamó mi nombre, cosa que no hacia a menos que fuera porque estuviera extremadamente feliz —. Te tengo noticias.
—Quiero suponer son buenas —dije con una sonrisa aun sabiendo que no podría verme.
—Hoy en la tarde harán audiciones para ser primer violín —dijo con un tono agudo debido a su emoción.
—¿En serio? —pregunté alegre recibiendo un pequeño "si" de su parte —. ¿Y adicionaras?
—Yo... No lo sé.
—Di que sí —dije haciendo un puchero y agudizando mi voz.
—No estoy segura si pueda hacerlo.
Permanecimos en silencio por un par de segundos pues quería convencerla de hacerlo. Estábamos a días de un posible fin del mundo y esta es una oportunidad única, se sentía como un rayito de sol a mitad de una tormenta.
—¿Crees que puedan ir acompañantes a las audiciones? —dije un poco nerviosa pue temía su reacción.
—¿Hablas en serio? —me pregunto con cierta incredulidad.
—¡Claro! ¿A qué hora serán?
—A las seis de la tarde —miré el reloj para ver cuánto tiempo tenía, aún faltaban algunas horas así que podría llegar a tiempo.
—No se diga mas, ahí estaré.
—Solo no llegues tan extravagante —dijo con cierta incomodidad en su voz.
Yo asentí levemente sabiendo a que se refería, era su oportunidad y el que yo legara con una "gran entrada" no sería demasiado agradable.
—No te preocupes, solo dame la dirección y ahí te veo —hice un ademán de manos para acercar un papel y una pluma donde estaba para comenzar a escribir la dirección con el bolígrafo flotante.
—¿Me prometes que estarás ahí? —preguntó algo insegura.
—Confía en mi —dije con calma —. Te veo ahí.
—Te veo ahí —repitió casi susurrando.
Y sin más corto la llamada, acomodé el teléfono y luego me giré notando la ausencia del más alto, aunque Cinco se encontraba de pie a unos metros de mi mientras me miraba. Me acerqué a él quien me miraba sin expresión alguna.
—¿Todo bien? —lo cuestioné acercándome a él.
—¿Iras con Vanya? —asentí —. ¿Por qué cuando tenemos algo más importante?
—¿El apocalipsis? —asintió —. Aún no sabemos si lograremos vencerlo, ni siquiera como inicia. Además, quiero estar aunque sea un poco de tiempo con mi hermana, no la he visto en años.
—¡Y a mí tampoco! —exclamó haciéndome fruncir el ceño —. Entre más pronto terminemos con esto, más tiempo podrás pasar con ella —se dio la vuelta dispuesto a caminar hacia las escaleras.
—¿En serio quieres hacer esto ahora? —paró en seco al escucharme —. Vanya está teniendo una oportunidad única y no quiero dejarla sola de nuevo, iré contigo y te ayudaré en lo que pueda durante estos días, pero esta tarde la pasaré con mi hermana.
Ambos permanecimos en silencio, él me miró a los ojos y al ver mi mirada seria pasó una de sus manos por su cabello intentando calmarse, no lograría hacer que cambiara de decisión y él estaba consciente de eso.
—Entonces aprovechemos antes de que sea lo de Vanya —dijo tras soltar un suspiro haciéndome sonreír.
—¡Por eso te amo! —exclamé lanzándome a él.
De inmediato me tomo entre sus brazos antes de caer, colocando sus manos en mis muslos mientras yo enredaba mis piernas en su cintura abrazándolo por los hombros. Me separé ligeramente de él para colocar mis manos en su rostro y comenzar a dejar varios besos por todo su rostro haciendo reír levemente para luego besar sus labios.
—Yo también te amo —dijo al separarnos.
Le sonreí para besar sus labios de nuevo. Tras unos segundos y una pequeña sesión de besos le di un par de palmadas en el hombro para que me bajara, cosa que hizo. Me acomode la falda ya que se había subido ligeramente mientras me cargaba para luego ambos comenzar a caminar hacia las escaleras y subirlas.
Pasamos frente al cuarto de Klaus notando que estaba ahí solo que se le notaba algo raro. Lo miré atentamente cuando Cinco llamó mi atención para mirar el baño frente a su cuarto que tenía algunas manchas de sangre que se extendían por el pasillo hasta su cuarto. Tomé la mano de Cinco para que ambos entráramos al cuarto de mi hermano, aunque Cinco tocó antes.
—¿Estás bien? —pregunté.
—Si, solo... fue una larga noche —respondió.
—Más de una, por lo que veo —habló el chico a mi lado.
—Si —respondió colocándose una camiseta, aunque se le veía adolorido.
—No recuerdo las placas —volvió a hablar Cinco.
—Si, pertenecían a un amigo.
—¿Qué hay del nuevo tatuaje? —me animé a preguntar esta vez yo mirando una nueva marca en su piel.
—No recuerdo habérmelo hecho —dijo haciendo ademanes con su mano mientras su voz sonaba cansada —. Como dije, fue una noche larga.
Algo dentro de mí se sentía mal viéndolo así, se le notaba mal. Solté la mano de Cinco dejándolo extrañado, pero no me importó pues me comencé a acercar a mi hermano.
—¿Qué pasa, ena-...?
No lo deje terminar pues lo abracé. Se quedó estático en un principio, pero luego me correspondió con su cuerpo tembloroso haciendo que me sintiera mal. Se acomodo mejor encorvándose un poco para colocar su cabeza en mi hombro sintiendo como su respiración se aceleraba intentando no comenzar a llorar.
—Tranquilo... —susurré —. Todo va a esta bien...
Sentí como asintió mientras tragaba seco. Se separo de mi limpiando un par de lágrimas que habían caído de sus ojos para luego revolver mi cabello como si se encontrase acariciando un cachorro.
—Lo hiciste, ¿No es así? —llamó nuestra atención Cinco.
—¿De qué hablas? —habló mi hermano acercándose a su cama.
—Sabes que reconozco los síntomas, Klaus —habló mi chico entrando más al cuarto —. ¿Tú no?
Ambos me miraron a lo que yo asentí, sabía bien a lo que se refería. Miré a mi hermano, pero él nos miraba con extrañeza.
—¿Síntomas de qué? —preguntó mi hermano.
—¿Quieres hacerlo tu? —me cuestionó el chico de ojos verdes.
—Ten lo honores —dije tomando asiento junto a Klaus.
—Bien. Desfase horario, comezón en el cuerpo, el dolor de cabeza que se siente como si alguien hubiera puesto algodón en tu nariz hasta tu cerebro —comenzó a enumerar mientras Klaus se pasaba las manos por el rostro.
—¿Quieres hablar de eso? —pregunté sobando su espalda levemente.
—Tus amigos, cuando irrumpieron en la casa y no te encontraron —dijo mirando a Cinco —. Me tomaron como rehén.
—Y a cambio robaste su maletín.
—Si —le respondió Klaus a mi novio —. Pensé que tenía dinero o que podría venderlo, ya sabes, como sea —continúo mientras Cinco comenzaba a caminar de un lado a otro por la habitación —. Y luego lo abrí.
—¿Y qué pasó? —cuestioné —. ¿Dónde estabas? ¿O debería decir "cuando"? —mire a Cinco.
—¿Cuál es la diferencia?
—¿Cuál es la...? —respondió el chico, pero se interrumpió a si mismo —. Okey, ¿Cuánto tiempo te fuiste?
—Casi un año.
—¿Un año? —preguntamos al mismo tiempo mirando a Klaus.
—¿Sabes que significa?
—Si, soy diez meses más viejo —le respondió mi hermano a Cinco.
—No, esto no es un chiste, Klaus —volvió a hablar mi novio —. Hazel y Cha-Cha harán lo que sea para conseguir el maletín.
—¿Dónde está ahora? —pregunté.
—No existe —respondió —. Lo destruí. "Puff"
—¿Qué tu qué? —lo cuestioné con cierto enfado dejando de sobar su espalda.
—¿Qué demonios pensabas? —le dijo Cinco enfadado.
—¿Qué les importa?
—¿Qué nos importa? —habló mi novio —. Lo necesitaba, idiota, para poder regresar. Comenzar de nuevo.
—¿De qué estás hablando? —miré al chico haciendo que abriera los ojos al notar había hablado de más —. ¿Si quiera pensabas avisarme que tenías un plan?
—No quería preocuparte.
—Pero que considerado —le dije con sarcasmo.
—Solo... —nos interrumpió Klaus poniéndose de pie comenzando a caminar a la puerta.
—¿A dónde vas? —preguntó Cinco.
—Se acabó el interrogatorio. Solo... —salió del cuarto —. Vete —dijo ya caminando por el pasillo.
Ambos permanecimos en su cuarto en silencio. Él no se atrevía a mirarme y yo estaba comenzando a enfadarme. No podía ir un par de horas con mi hermana, pero él si podía irse solo con un maletín, que justo sonaba eso, que se note el sarcasmo.
—¿No pensabas decirme que te irías? —solté de pronto llamando su atención —. No ibas a decirme lo que querías hacer, ¿Cierto?
No dijo nada, solo se limitó a mirarme por unos segundos para luego mirar el suelo haciendo que un nudo en mi garganta se formara.
—Ocho, yo...
—Pensabas irte de nuevo y dejarme sola frente a la reja como hace diecisiete años —me puse de pie y seguí hablando —. ¿Qué acaso por una vez no puedes pensar en lo nuestro, Hargreeves? ¿Acaso piensas que te iré a buscar de nuevo como si nada hubiera pasado?
—¿Qué? ¡No!
—¿Entonces por qué no me dijiste que ya tenías otro plan? Sabes que puedo ayudarte, no soy una inútil —sentí como mis ojos se cristalizaban, lo que significaba que las lágrimas no tardaban en salir —. No quiero perderte de nuevo, pero para ti pareciera como si todo mi esfuerzo hubiera sido en vano.
—Eso no es cierto.
—¿Y es por eso que hasta hace unos momentos pensabas regresar más atrás en el tiempo sin mí?
—¡Y tú dijiste que referías estar con Vanya que ayudarme!
—¡Solo quiero pasar tiempo con mi familia antes de perderlo todo! —dije en su mismo volumen de voz —. Yo solo iba a ir con ella un par de horas y volver contigo, ¡Tu solo piensas en el maldito apocalipsis y es tanto tu egoísmo que seguramente te irías por más que solo horas!
—¡No quiero que todo lo que conocemos acabe!
—¡¿Por qué es tanta tu paranoia?!
—¡Porque no quiero perderte! —su voz se quebró de pronto.
—¿Qué...? ¿A qué te refieres? —pregunté mientras una lágrima bajaba por mi mejilla.
Él no dijo nada y se sentó de golpe en la silla del escritorio de Klaus, para luego cubrirse el rostro con sus manos. Quería preguntarle que le pasaba cuando elevó la mirada y me vio con sus ojos cristalizados.
—No lo entenderías...
Asentí lentamente saliendo de ahí mordiendo mi mejilla intentando no quebrarme mientras caminaba a mi cuarto, el cual cerré con llave sin importarme que Cinco podría solo teletransportarse. Me senté en mi cama y comencé a sollozar mientras cubría mi rostro con las manos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro