26 de marzo, 2019

Ocho Hargreeves

—¿En serio crees que mamá le haría daño? —preguntó Vanya.

Tras la insistencia de Luther decidí venir dejando a Cinco solo, él en ningún momento considero la idea de ir a casa pues tratándose de algo que tuviera que ver con los caprichos de número Uno con la "misteriosa" muerte de nuestro padre no era nada comparado con el posible fin del mundo, digo posible ya que íbamos a intentar hacer todo lo que estuviera en nuestras manos para que eso no pasara.

Después de lograr meter de nuevo a Klaus al auto acepte venir aunque ninguno de mis hermanos lo esperaba ya que tratándose de Luther y yo era obvio que ninguno aceptaría la petición del otro pero está fue una pequeña excepción por dos razón, la primera para evitar que Klaus intentará hacer otro disturbio ya que para mí desgracia yo era la única que podría lograr calmarlo o detenerlo, y la segunda para mantenerme informada y poder estar al tanto de cualquier cosa en caso de que eso logrará afectar e iniciará con el fin del mundo como lo conocemos.

Claro que a Cinco le extraño como tan repentinamente cambie de opinión y decidí acompañarlo, incluso antes de salir de la camioneta para emprender camino a casa me detuvo del brazo para impedir que saliera, pero al mirarlo a los ojos y telepáticamente decirle que confiara en mi suspiro y accedió. No lo culpo, pues ni yo me creía que había aceptado, pero prefería ir a intentar ayudar a los demás y así dejar a Cinco solo para que pudiera investigar con más tranquilidad mientras yo podría mantenerlo al corriente de la situación en casa.

—No has estado aquí en mucho tiempo, Vanya —contestó Luther a lo que mi hermana había preguntado —. Grace pudo haber cambiado.

Ahora ya en casa nos encontrábamos discutiendo sobre el posible asesinato de papá, cosa que en mi opinión era una estupidez discutirlo ahora cuando claramente hay prioridades. Mis hermanos aun no lo sabían y al parecer Cinco quería que así permaneciera pero no lograba entender cuál era la necesidad de aprovechar lo que quizá serian nuestros últimos días discutiendo sobre como murió si ya no hay nada que pudiéramos hacer al respecto, él no reviviría de la nada solo por haber descubierto la causa de su fallecimiento, si querían una recompensa por hallar al culpable no tendría sentido siendo herederos de una gran fortuna, no había razón para que el tema siguiera sobre la mesa pero Luther era el único que no lo entendía.

—Si fue envenenado, figuraría en el informe forense —habló Diego.

—No necesito un informe cuando lo estoy viendo con mis propios ojos —dijo refiriéndose al video que nos había puesto.

Mire de nuevo la pantalla tras rodar los ojos, en el video de las cámaras de seguridad se podía ver cómo tras levantarse mamá de la cama de papá el comenzaba a convulsionar hasta morir mientras ella no hacía nada y solo se quedaba viendo cómo se retorcía. A decir verdad, cualquiera podía sospechar de eso, a mí ya me importaba un carajo como murió, pero el caprichoso Luther se aferraba a su padre aún después de vida.

—Tal vez la ingravidez del espacio te arruinó la vista —dijo Diego mientras se acercaba a la pantalla para regresar la cinta —. Justo ahí —dijo llamando nuestra atención para luego darle "play" —. Papá con el monóculo, mamá se levanta, papá sin monóculo.

—¡Ah si! —exclamó Klaus.

—No lo enveneno —hablé por primera vez desde que llegué a casa —. Se lo quitó.

—Exacto —me dio la razón Diego —. Quizá lo hizo para... Limpiarlo

—¿Y dónde está? —preguntó número "Uno" —. Registré toda la casa, incluso las cosas de mamá y no lo tiene.

—Bueno, eso es porque yo me lo llevé después del funeral.

—¿Tuviste el monóculo todo este tiempo? —intervino Allison —. ¿Por qué hiciste eso?

—Dámelo —extendió su mano esperando que mi hermano se lo diera.

—Lo deseché.

—¿Qué cosa?

Tras la pregunta de Luther, Allison rio sarcástica por la acción de Diego, más yo solo rodé los ojos por las acciones de mis hermanos. En serio que no lograba convivir bien con Luther por lo inmaduro que lograba ser, y la morena haciéndole segunda era bastante chocante.

—Yo sabía que si se lo descubrías te volvería loco —lo señaló.

—Justo lo que estás haciendo ahora —dije molesta hacia el más alto.

Diego me miró y me apuntó esta vez a mí solo que a diferencia de con Luther, que lo había hecho de manera acusadora, cuando lo hizo hacia mí era para darme la razón.

—Diego —se comenzó a acercar al mencionado por lo que ambos tomaron una especie de pose de pelea.

—No, no. ¡Cálmense! —intervino Vanya —. Se que papá no era exactamente... Un libro abierto, pero si recuerdo algo que dijo. Mamá estaba diseñada para cuidarnos, pero también para protegernos.

—¿Qué significa?

—Claro —exclamé en voz alta cuando lo entendí ganando las miradas de todos los presentes —. Estaba programada para intervenir si estábamos en peligro.

—Si su hardware esta dañado, tenemos que apagarla —dijo Luther ignorando mi comentario.

—Wow, wow, wow, wow, wow —repitió Diego —. Espera, no se trata de una aspiradora que puedes guardar en el armario. Ella siente cosas, lo he visto...

—Ella no hizo nada, Diego, mientras papá se moría —interrumpió el mayor molesto.

—Estoy con Luther —dijo de pronto Allison.

—Pues que sorpresa.

—Cierra la boca.

Todos tras la pelea de Diego y Allison nos giramos a ver a mi hermana, quién se encontraba junto a ellos.

—No lo sé...

—No, ella no vota —la interrumpió Diego ganando una diminuta pero aun así ligeramente dolorosa descarga de mi parte —. ¡Hey!

—Yo —volvió a hablar Van —. Yo iba a decir que estoy de acuerdo contigo.

—Oh, ella si vota —se retractó.

—¿Y tú?

Tras la pregunta de Luther ahora los ojos estaban sobre mí por lo que di un par de pasos segura hacia el mayor haciendo que el retrocediera un poco, formando así en mí una sonrisa de satisfacción al pensar que con tan diminuta acción aun sabía quién era mejor —aunque él no lo admitiera en voz alta —.

—Créeme, estoy con Diego —dije con simpleza debido a la obvia pregunta —. Sin mamá no serias nada, lo que eres es gracias a ella y no a papá, pero eres tan idiota que no logras entenderlo, mamá fue la que realmente estuvo para todos ¿Y tú quieres apagarla como si nada? No gracias.

Se quedó callado y con la satisfacción de haberlo dejado sin palabras me coloqué junto a Diego, quién intentaba ocultar una sonrisa por el estado en el que dejé a Luther.

—¿Qué hay de ti, "fumanchu"? —le preguntó Diego señalando a Klaus —. ¿Qué dices?

—Oh, ¿Ahora si necesitan mi ayuda? —habló sarcástico —. ¡Oh! "Sal de la furgoneta, Klaus". ¡Oh! "Puedes subir a la furgoneta".

—¿Qué furgoneta?

—¿Por quién votas, Klaus? —insistió Luther ignorando el comentario de Klaus y la pregunta de Allison.

—Estoy con Diego, porque al carajo contigo —respondió el mencionado a lo que número Dos lo señaló dándole la razón —. Y si Ben estuviera aquí, él diría lo mismo —agregó para luego gruñirle al aire.

—Somos cuatro contra dos —le dijo desafiante Diego restregándole el cómo tenía a más de su lado.

—Espera.

—La votación no termino —agregó Allison al comentario de Luther.

—¿Qué?

—Falta Cinco, tienen que votar todos —aclaró la morena —. Nos lo debemos.

—Hay que esperar.

Tras el último comentario de Vanya cada uno se fue a alguna parte de la casa. Yo por mi parte fui directo a mi habitación, tomando asiento en la cama que aún se encontraba desordenada debido a que aquí había dormido la noche anterior. Pase mis manos delicadamente por las sábanas pensando en los malos sueños que había tenido últimamente hasta que escuche tocaban la puerta.

—¿Interrumpo?

—Para nada, Van —le sonreí —. Pasa.

Ella me hizo caso y se acercó para sentarse a mi lado en la cama. La miré y luego baje la mirada con cansancio a lo que ella me abrazo.

—¿Todo bien?

—No he dormido bien, solo eso.

Sentí como ella asintió pues seguramente no me creía. Tras eso me separe de un poco para luego recostar mi cabeza en su regazo y acomodarme bien en la cama, ella comenzó a dejar un par de caricias en mi cabeza comenzando a hacer que me sintiera aún más exhausta, a los minutos Vanya se recostó sin dejar de dejar de acariciar mi cabeza como cuando éramos pequeñas. Vaya que extrañaba estos momentos con mi hermana.