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Dedicación para FerMendoza213
24 de marzo, 2019
Ocho Hargreeves
—¿Qué fecha es hoy? —preguntó Cinco —. La fecha exacta.
Después de su aparición en el patio fue directo a la cocina, siendo seguido por mis hermanos y al ver que me habían dejado sola rendida no tuve más opción que seguirlos.
—Veinticuatro —respondió Vanya.
—¿De qué? —cuestionó de nuevo.
—Marzo.
—Bien —dijo para luego comenzar a ir de un lado a otro por la cocina buscando cosas, o mejor dicho ingredientes para prepararse un aperitivo.
—Y... ¿Vamos a hablar de lo que pasó? —comenzó a hablar Luther, aunque todo se quedó en silencio por un momento —. ¡Han pasado diecisiete años! —dijo poniéndose de pie frente a Cinco obstruyendo su camino.
En cierto punto me inquietaba el cómo se había enfadado con Cinco por su partida y repentina aparición mientras que conmigo no hizo ningún escándalo, solo una escena de celos o algo por el estilo ya que es pésimo tratando de ser "superior" o tratar de verse imponente ante mí, es simplemente patético.
—Pasó mucho más tiempo que eso —hablo Cinco para luego teletransportarse a su destino pasando de largo a Luther.
—No extrañaba eso —dijo Número Uno haciéndome reír por lo bajo, aunque me interrumpí al instante pues no era momento para eso.
—¿A dónde fuiste? —preguntó Diego está vez.
—Al futuro, y es una mierda, por cierto.
-—¡Se los dije! —exclamó Klaus a lo que negué levemente con algo de gracia.
—Ay, debí hacerle caso al viejo —comenzó a hablar y se acercó un momento a mi —. Debí hacerte caso —susurró en mí oído a lo que yo rodé los ojos mientras se alejaba.
Estaba realmente enfadada con él, hasta apenas unas horas supe que el vagabundo era él y no he tenido siquiera tiempo de reclamarle el daño que me causó su partida porque claramente no me quedaría de brazos cruzados después de eso.
—Ya saben —continúo hablando —. Viajar en el espacio es una cosa, pero viajar en el tiempo es una lotería —levantó la mirada topándose con Klaus, lo analizó un par de segundos y habló —. Linda falda.
—Oh, danke —le respondió.
—Espera, ¿Cómo volviste? —cuestionó Vanya, haciendo que le pusiera más atención a su respuesta pues por lo que vi él no ocupó un maletín.
—Al final tuve que proyectar mi conciencia hacía una versión suspendida y en estado cuántico de mí mismo que existe en cada posible instancia de tiempo —respondió.
—Eso no tiene sentido —comentó Diego.
—Si fueras más listo lo entenderías —dijo haciendo que número Dos se levantará de golpe, pero antes de que hiciera algo Luther lo detuvo poniendo una mano en su hombro.
—¿Cuánto tiempos estuviste ahí? —me anime a preguntar.
Yo ya tenía un estimado, pero prefería confirmarlo, además de que quería evitar el ambiente se tensara gracias a las acciones repentinas de Diego.
—Cuarentena y cinco años, más o menos.
—Dices que tienes... —comenzó a hablar Luther, pero se quedó por un par de segundos pensando hasta que agregó —. ¿Cincuenta y ocho?
—No, mi conciencia tiene cincuenta y ocho —respondió de nuevo Cinco —. Mi cuerpo al parecer tiene trece otra vez —dijo para luego verme a mí y volver a hablar —. Y creo no ser el único...
—Pero ¿cómo puede ser eso? —preguntó de nuevo Van.
—Delores insistía en que la ecuación estaba mal —dijo para luego morder su sándwich —. Ahora debe estar riéndose.
En cuanto mencionó ese nombre no pude evitar sentir mi sangre hervir. ¿Quién eras Delores? ¿Cómo se conocieron? ¿Me habrá cambiado por ella? ¿Ya no sentía lo mismo por mí?
—¿Delores? —me fue imposible preguntar.
—Me perdí en funeral —dijo viendo el periódico evitando mi pregunta.
—¿Cómo sabes eso? —cuestionó Luther.
—¿Qué parte del "futuro" no entendiste? —respondió algo harto —. Un infarto, ¿Eh?
—Si —respondió Diego.
—No —dijo Luther a la vez.
—Bueno, veo que todo sigue igual —habló Cinco comenzando a caminar a la salida de la cocina.
—¿Ya está? ¿Es todo lo que dirás? —reclamó Allison.
—¿Qué más quieres que diga? Así es la vida —dijo a lo lejos pues ya había salido del cuarto.
—Bueno... —habló Luther de pronto rompiendo el silencio que comenzaba a formarse —. Eso fue interesante.
—Si tú lo dices —dije con desinterés saliendo de ahí también.
Entré al cuarto de Cinco y este seguía tal y como lo recordaba, las cosas estaban intactas al igual que mi cuarto cuando llegue hace un par de horas. Busqué a Cinco con la mirada y se encontraba en su cama vestido ya con el uniforme de la academia como yo mientras que la ropa holgada que antes usaba estaba dispersa por todo el piso, él estaba sentado en su cama atando sus agujetas y no notó mi presencia hasta que terminó de atarlas
—Rompiste tu promesa, de nuevo —hablé antes de que él pudiera decirme algo.
—No lo hice, volví y la principal razón de que lo haya hecho eres tú —dijo comenzando a acercarse a mí, pero yo retrocedí.
—¿Seguro? ¿O sólo volviste para evitar el apocalipsis? —dije comenzando a enfadarme.
—¿Cómo lo...?
—Eso no importa —lo interrumpí —. No sólo vienes hasta ahora, sino que desperdicié diecisiete años de mi vida buscándote —comencé a sentir mis ojos humedecerse —. ¡Cuando tú hasta me llegaste a cambiar! ¿Acaso esperabas que te recibiera con los brazos abiertos?
—¡No! No, no, no. Yo no te he cambiado, Delores solo me acompañó en los años que estuve solo en un futuro postapocalíptico.
—En donde seguro me olvidaste —en ese momento las lágrimas no dejaban de deslizarse por mis mejillas.
Me sentía destrozada, seguramente mis ojos en este momento eran grises. Creía que al volver a verlo sería diferente pero ahora me hacía sentir como una tonta que desperdicio años buscando al amor de su vida y él solo encontró a alguien más. Me di la vuelta dispuesta a irme ya que no permitiría que me viera así, pero sentí como me tomaba del brazo impidiendo que me fuera.
—Nunca olvidaría a la chica que me robó el corazón desde que tengo memoria —habló, aunque yo no me gire a mirarlo, pero por el tono de su voz supuse comenzaba a quebrarse.
—Pruébalo —dije seca.
Se quedó en silencio por lo que comencé a caminar mientras sollozaba hasta que escuché el clásico sonido que hacía al teletransportarse y de pronto choqué con él. Intenté rodearlo con la mirada en el piso, pero él evitaba que siguiera mi camino por lo que me animé a alzar la mirada y vi que al igual que yo tenía lágrimas bajando por sus mejillas.
—Dos de octubre a primeras horas, ambos compartimos nuestro primer beso —habló con la voz ligeramente quebrada mientras yo sólo lo miraba —. ¿Necesitas más? Nueve de noviembre, te pedí fueras mi novia, recuerdo cada una de esas cosas porque te amo y jamás te cambiaría.
Yo solo asentí levemente y bajé de nuevo la mirada hasta que sentí sus manos en mis mejillas limpiando mis lágrimas. Lo miré por un momento y cuando comenzó a acercarse a mi lo alejé y me fui de ahí.
Estuve por un rato en el patio solo caminando y dando vueltas en este tratando de despejarme. En verdad amo a Cinco, pero el que dijera ese nombre me dolió, aun cuando me demostró que él aún sentía lo mismo el dolor no se fue tan fácil, incluso aún siento la presión en el pecho.
Mi mente estaba llena de pensamientos hasta que comencé a sentir varias gotas caer sobre mí por lo que por más que quisiese quedarme ahí un poco no lo hice y entre lo más pronto que pude. Por instinto decidí buscar a Vanya para poder hablar hasta que la vi entrar al cuarto donde hace un rato todos discutimos. Me acerqué, pero me detuve en cuanto la vi hablar con Cinco.
—Es bueno que papá no me olvidó —habló Cinco al notar la presencia de mi hermana, pues él miraba nuestro cuadro —. Leí tu libro, lo hallé en una biblioteca que seguía en pie —dijo dándose vuelta para mirarla —. Es bastante bueno, dentro de lo que cabe —camino un poco hacia ella —. Tuviste mucho valor al revelar nuestros secretos, seguro cayó muy bien
Vanya estaba por hablar, pero yo entré al cuarto y la interrumpí antes de que pudiera decir algo ante el comentario de mi chico... De Cinco...
—Espera, ¿Tienes un libro? —pregunté con asombro pues no sabía de la existencia de este.
—De ti es de la única que se expresó bien, te lo mereces —respondió Cinco por ella —. De todos aquí eres la única respetable en todos los sentidos.
Ante su comentario sonreí levemente en agradecimiento a su cumplido recibiendo una media sonrisa de su parte, he de admitir que me fue imposible evitar mis ojos cambiarán de color.
—Prometo leerlo —dije hacia Van saliendo de mi burbuja —. Seguro está en el librero de papá —estaba por caminar a este, pero ella me interrumpió.
—No lo hagas, por ese libro todos me odian —dijo mi hermana bajando la mirada algo apenada.
—Pueden pasa cosas peores —dijo Cinco.
—¿Cómo lo que le pasó a Ben? —pregunto ella.
Al escuchar su nombre me petrifique pues el saber de la perdida de mi hermano más cercano, después de Vanya, me dolía demasiado y me comenzaba a atormentar el hecho de que tal vez si no me hubiera ido pude haberlo ayudado pero el hubiera no existe. Tragué seco tratando de eliminar el nudo en mi garganta y me armé de valor para preguntar.
—¿Fue feo? —titubee al preguntar.
Van me miró y asintió lentamente para luego desviar la mirada. Yo asentí digiriendo todo y bajé la mirada lentamente tratando de dejar de pensar en mi hermano, pero era casi imposible hasta que sentí una mano en mi hombro, alcé la mirada lentamente y me topé con Cinco mirándome, tratando de descifrar lo que pensaba, conocía esa mirada. Dejé todo mi orgullo por un momento y me lancé a sus brazos para abrazarlo y sollozar en su cuello.
Hasta aquí el capítulo de hoy, espero les haya gustado. Les juro que siento que la canción va mucho con lo que sintió Ocho con la partida de Cinco así que me pregunté "why not?" Y decidí ponerla js
Ayer estrené recién una historia que espero les guste pues fue mi manera de despejarme de un momento fuerte, además ya estoy trabajando en el siguiente capítulo.
Si gustan alguna dedicatoria pueden dejar aquí su comentario, aunque tengo un par pendientes pero todo a su tiempo ja.
No se olviden de seguirme en mis redes sociales link en bio perdonen las faltas de ortografía y recuerden que los amoooo 🤍
- E
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