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☁️ 13 ☁️

13 años

Ocho Hargreeves

La noche iba de maravilla, en verdad extrañaba el pasar tiempo así con mis hermanos. Las pijamadas del "trio de oro", como Klaus nos nombró, eran de las mejores, aunque sabíamos que el primero en caer siempre sería Ben. Hace un rato habíamos ido por golosinas y bebidas para tener algo que comer, además de que tomamos varias de las revistas que tenía Allison para poder entretenernos.

—En verdad extrañaba esto —dije mientras dejaba la revista de lado.

—Yo igual —habló Ben imitando mi acción mientras se llevaba un par de Jelly Beans a la boca.

—Te dije que esto era lo que necesitabas después de haber estado con él —dijo Klaus mientras comía uno puñado de papas fritas.

—Si...

No dije nada más sobre el tema pues intentaba no pensar en por qué habíamos hecho la pijamada así que cambié el tema. Puede que quiera mucho a Cinco, pero lo último que hablamos me había preocupado y por más que lo intentaba la conversación la sentía demasiado presente, aunque lo intentaba no lo podía sacar del todo de mi mente.

Seguimos hablando de los chismes que había en las revistas mientras nos reíamos de estos, en verdad que era divertido. De un momento a otro dio la una de la mañana, pero no le dimos mucha importancia y seguimos con lo nuestro, sólo que ahora en lugar de hablar de revistas pusimos la radio y bailábamos como quisiéramos. Después de un rato todos estábamos con mascarillas mientras hablábamos de cosas sin sentido hasta que recordé lo que había traído.

—Aprovechando que hace mucho no hacíamos esto quise traer algo —hablé mientras les mostraba un set para hacer pulseras de hilos.

—Yo pido hacerte la tuya —exclamó Klaus haciéndome reír.

—No, yo se la haré —defendió Ben.

Ambos iniciaron una pequeña discusión en la cual supuse tendría que intervenir o no tendría fin, pero preferí dejarlos un rato pues era divertido ver cómo ambos discutían.

—Está bien —llame su atención mientras limpiaba la lágrima que se me salió por tanto reír —. Hagamos esto, yo se la haré a Klaus, Klaus a Ben y Ben a mí. Listo.

Ambos trataron de abrir la boca para protestar, pero no los dejé pues los fulminé con la mirada. Les expliqué un poco como hacerla y de ahí ambos comenzaron a hacerlas. Preferí que Klaus le hiciera la pulsera a Ben porque si fuera al revés estaba segura de que Klaus podría perderla y no quería que Ben se sintiera mal así que prefería que si la llegaba a perder la que yo haría, aunque preferiría más que no lo hiciera.

—Creo que ya está —Klaus fue el primero en hablar.

—Listo, no quedó tan mal —hablo Ben está vez.

Ambos me las extendieron para que pudiera hacer el nudo final y así lo hice. Le dimos las pulseras a quien le correspondía dejando a Klaus con una azul, Ben una roja y yo una lila, la cual me coloque en la mano derecha porque en la izquierda tenía la que Cinco me había dado. Nos quitamos las mascarillas y luego comenzamos a hacer una guerra de almohadas, algo cliché, pero bastante divertido.

Mire el reloj y las tres de la mañana habían dado, dejando a un Ben somnoliento que no tardó en dormirse. Klaus y yo seguimos con lo nuestro, aunque estaba segura de que no éramos lo suficiente discretos y quizá despertaríamos a alguien, pero no le dábamos importancia.

—Adivina que traje —dijo Klaus en un tono cantado y juguetón.

Alcé una ceja y él se levantó a buscar en la bolsa donde traía la comida, sacó algo y lo colocó en su espalda hasta que estuvo frente a mí.

—¡Ta ran! —exclamó mostrándome lo que escondía.

Era una botella, la verdad no sabía qué clase de licor era, pero en cuanto la vi sentí algo de adrenalina pues sabía que esto no terminaría bien, pero valía la pena intentarlo. La tomé entre mis manos para observarla atentamente y estaba llena, espero que por hacer esto no terminemos mal mañana.

—¿De dónde la sacaste? —dije mirándolo.

—De por ahí —hizo un ademán con su mano y tomó de vuelta la botella para poder abrirla —. ¿Me harías los honores?

La miré algo indecisa, pero al final tomé la botella y le di un trago. Debo admitir que el sabor no era el mejor y no me agrado tanto el ligero ardo de garganta que me dejó al pasarla, pero no sabía si habría otra oportunidad para estar así con mi hermano.

Trago tras trago mi vista se volvió algo borrosa a la par que los movimientos se volvían algo torpes y por cualquier cosa soltaba risas bobas, mire la botella y ya ente ambos llevábamos la mitad así que definitivamente ya estaba algo ebria. De pronto algo me hizo volver por un momento pues se escuchó que tocaban la puerta, como pude me levanté hasta está y la abrí.

—¡Cinco! ¡Mi amor! —exclamé arrastrando las palabras haciéndome a un lado —. Pasa, pasa.

—No gracias —se acercó un poco a mi —. Apestas a alcohol.

Coloqué mi mano en mi pecho en señal de estar ofendida a lo que él negó con la cabeza mientras la bajaba y escuché que soltaba un suspiro acompañado de un pequeño "ay ay ay". Volvió a alzar la mirada y está vez entro ayudándome a mantenerme de pie pues me había mareado un poco.

—¡Hermanito! ¿Quieres celebrar con nosotros? —dijo está vez Klaus mientras yo cerraba la puerta con un ademán de mano y Cinco me ayudaba a sentar de nuevo.

—¿Por qué aún tienen uniformes? —dijo mirándonos de pies a cabeza.

—No nos hemos cambiado —solté una risa boba mientras mi hermano daba otro trago a la botella —. ¿Y tú por qué sigue con uniforme?

—Me quedé dormido con él, pero por el ruido que hacen me despertaron —dijo algo sarcástico, puede que no estuviera en mis cinco sentidos, pero conocía bien ese tono.

—Ya que estás aquí ¿Por qué no te unes? —le extendió la botella a lo que él negó —. No seas aguafiestas.

—Anda —alargue la última "a" —. Solo un trago.

Me miró soltando un suspiro y tomó la botella dándole un buen trago, no sé cómo, pero al final entre los tres nos terminamos la botella, aunque se notaba la diferencia de ebriedad, Klaus ya se encontraba hasta dormido, yo me sentía algo ida pero aún despierta y Cinco era el menos afectado.

—¿Y si nos vamos de aquí? —susurró Cinco en mí oído haciéndome sentí su aliento cerca de mi cuello... Necesito calmarme.

Asentí, acomodé a mi hermano de lado en caso de que se sintiera mal y luego tome su mano para después teletranspórtanos a su cuarto.

Tomamos asiento en su cama y lo miré detenidamente. Se veía que tenía un poco de sudor en su frente por el efecto del alcohol y no pude evitar sentir escalofríos acompañados de ganas de besarlo. Normalmente se controlarme, pero gracias a la bebida y a que mis hormonas estaban algo alborotadas me era casi imposible. Maldita pubertad.

Mi mente me trataba de recordar que aún no tenía la edad para esto, que a pesar de ser novios aún éramos "hermanos" y si papá nos llegaba a ver estábamos muertos e incluso trataba de sacarlo de mi mente por un momento para calmarme, pero me era casi imposible. La adrenalina que corría por mis venas gracias al licor me impedía pensar en otra cosa que no fuera él y mi estado de ebriedad empeoraba la situación.

De un momento a otro me nuble completamente y me lance a besarlo, no supe cómo ni cuándo pero cuando lo noté estaba a horcadas sobre él. Me separé de él un momento para admirar su rostro de nuevo, algunas prendas comenzaban a sentir que sobraban por lo que algunas de estas comenzaron a caer a algún lugar de la habitación sin importarnos.

Entre besos las escenas de lo que pasó se volvían diversas y confusas, no puedo decir a ciencia cierta lo que sucedió pues ya no había más recuerdos claros en mi mente.

Hasta aquí el capítulo de hoy, se que es algo corto (a mi parecer) pero el siguiente capítulo creo será de los más largos así que se los compensaré.

Puede que demore algo con la siguiente actualización pero trataré de no ser consumida por la escuela y poder hacerlo cuánto antes.

No se olviden de seguirme en mis redes sociales (link en bio), espero les haya gustado y recuerden que los amoooo 🤍

- E

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