
☁️ 05 ☁️
12 años
Ocho Hargreeves
"¡No quiero verlas entrenar juntas de nuevo! ¿Me escucharon?"
Desperté de golpe, ya han pasado varios meses desde que tengo el mismo sueño; alguien más y yo peleando, de pronto de su pecho de la persona misteriosa sale una luz azul directamente hacia mí y yo intento protegerme con un campo de fuerza pero es bastante fuerte hasta que de pronto se unen los poderes, el campo desaparece y en su lugar un rayo morado sale de mis manos mientras mis ojos cosquillean hasta que se conectan ambas fuerzas sacando nos volando a mí y a la persona misteriosa, después de eso la voz de mi padre que se queda retumbando por un largo tiempo hasta que despierto por completo.
Miró a mi alrededor y veo la ventana abierta y varios objetos en el piso, limpio el sudor de mi frente con la manga del pijama y me dirijo a tomar una ducha rápida tratando de despejar mi mente. Salgo del baño y miro la hora, son las cuatro de la mañana y yo me encuentro despierta con la cabeza en otro mundo, mi estómago comienza a rugir por lo que decido salir silenciosamente de mi cuarto e ir a la cocina por algún bocadillo.
Ahí comencé a buscar que pudiera comer o preparar para saciar mi hambre pues cada vez mi estómago sonaba más fuerte y mi apetito aumentaba hasta que de pronto sentí una mano en mi hombro, me gire aterrada y antes de poder gritar su otra mano se encontraba en mi boca. Con ayuda de mis poderes encendí las luces ya que el apagador estaba algo lejos.
—¿Cinco? —dije una vez pude ver su rostro y retiro su mano —. ¿Qué haces aquí?
—Lo mismo me preguntó yo —me miró directamente a los ojos y no pude evitar sentirme nerviosa —. ¿Te encuentras bien?
—¿Por qué lo dices? —pregunté sin despegar la mirada de sus ojos mientras sentía un cosquilleo en los míos haciendo que él sonriera.
—Escuché cuando bajaste y al ver tu cuarto había muchas cosas tiradas así que supuse no estabas del todo bien —agaché la mirada pues se notaba lo mucho que me conocía —. ¿Otra vez ese sueño? —asentí.
Me acerco más a él y me abrazó dejando suaves caricias en mi cabeza logrando relajarme, sin dudar lo correspondí pues su presencia siempre me hacía sentir mejor. Después de un rato nos separamos y lo invité a qué comiera algo conmigo así que hice un par de sándwiches de crema de maní y malvaviscos.
—Trata de descansar —susurró afuera de mi cuarto una vez terminamos de cenar a lo que yo asentí —, descansa ojitos.
—¿Ojitos? —cuestione un tanto nerviosa mientras el color verde de mis ojos se intensificaba pues me emocionó me llamase así.
—Por tus ojos, son realmente hermosos —dijo mirándome fijamente para luego irse a su cuarto no sin antes decir "tú eres hermosa".
—Los siguientes en practicar serán número Cinco y número Ocho, el ganador irá contra número Uno —dijo papá dándole un vistazo a su libreta.
Nos encontrábamos en entrenamiento como en los últimos años papá había comenzado a hacer ya que habíamos desarrollado un poco mejor nuestros poderes. Nos colocamos en posición y comenzamos con la pelea, aunque siendo sincera se notaba que ninguno le quería hacer daño al otro. Estábamos empatados hasta que aproveché un momento de distracción para así poder encerrarlo en un campo de fuerza, pero está vez uno que neutralizaba los poderes de quién estuviera dentro, algo que logré aprender hace no mucho.
—¡Ocho gana! —grito papá dando fin a la pelea al ver que Cinco luchaba por salir sin éxito alguno.
—Bien hecho —dijo aún exhausto para acercarse y susurrar —, espero disfrutes destrozarlo —haciendo referencia a Luther.
—Lo haré como no tienes idea —sonreí con algo de malicia y él se alejó con una sonrisa de orgullo.
Luther se acercó y se puso en la posición que antes estaba Cinco, lo mire de pies a cabeza y lo mire triunfante esperando a que nos dieran la señal para iniciar la pelea. Papá nos dijo que empezáramos y él se abalanzó sobre mí, aunque no pudo siquiera tocarme pues con ayuda de la telequinesis lo saque volando, haciendo que chocará con la pared. Se levanto un tanto adolorido e intento golpearme, algo que yo esquive hasta que de un momento a otro ambos nos encontrábamos forcejeando.
—¿Tanto te arde? —pregunté en el forcejeo recibiendo sólo un "¿Qué?" cómo respuesta —. Que papá me prefiera a mí.
Lo sé, fue un golpe algo bajo de mi parte, pero eso hizo que su fuerza disminuyera y yo pudiese atacarlo con mayor facilidad. Ambos ya estábamos cansados, pero ninguno se rendía, se reincorporo y me atacó de nuevo quedando lo suficientemente cerca como para que me pudiera decir algo sólo a mí y que nadie más escuchará.
—A quien realmente le arde es a ti, siempre creyéndote superior a todos por convivir más con papá, pero en el fondo sabes que ni siquiera a ti te quiere —mi respiración se comenzó a acelerar y sentía mi sangre hervía —. Abre los ojos Ocho, si papá y los demás están contigo es por miedo de que les hagas algo por ser la "más poderosa" porque créeme que sino serías olvidada —fue la gota que derramó el vaso.
Sentí mis ojos cosquillear indicando que habían cambiado de color, sentí mi pulso se aceleraba y como chispas color morado intenso brotaban de mis manos. Me eleve ligeramente mientras las luces comenzaban a parpadear y algunos objetos se comenzaban a elevar ligeramente del piso al igual que las ventanas se abrían y cerraban azotándose, dejando que el aire fuera cada vez más fuerte en la habitación, al parecer mis sentimientos se apoderaron de mi a sobremanera y sentía como en ese momento todo explotó dentro de mí.
—Eso no es verdad —dije sería mientras escuchaba como los demás trataban de calmarme, pero no lo lograba nadie —. ¡Mientes!
Grité con todas mis fuerzas mientras le lanzaba un gran rayo con mis manos haciendo que se golpeara de nuevo con la pared sin embargo parecía no ser suficiente para mí pues aún estando contra esta mi rayo no se detenía y lo mantenía inmóvil. Me sentí exhausta de pronto y caí al piso junto con los objetos a mi alrededor y Luther, quién ya se encontraba inconsciente.
Siento como mis ojos vuelven a la normalidad y miro a mi alrededor donde me golpeó la realidad al ver que todos estaban aterrados, incluso mi padre de quien fue más notorio debido a que su semblante siempre lucía serio. Mis ojos se llenaron de lágrimas y como pude me levanté para ir a ver cómo estaba Luther, pero al estar a su lado sentí como su pulso estaba débil.
—¡Qué diablos le hiciste! —me grito Allison aterrada acercándose también a nuestro hermano —. ¡Pudiste haberlo matado!
—D-De verdad l-lo siento... —titubeaba tratando de ayudar, pero Allison me apartó de él —. No era mi intención...
—¡Eres un monstruo! —exclamó mientras me empujaba.
—¡Número Tres! —regaño papá, pero esas palabras se repetían en mi cabeza.
Yo no dije nada más y me fui corriendo a mi cuarto no sin antes ver a mis hermanos por última vez, quienes me veían preocupados.
BROOOOOOOOO, no saben cuánto me costó escribir este capítulo a tal grado de que tuve que dividirlo en dos porque era demasiado largo.
Primera actualización del año, ¿Cómo se la pasaron en año nuevo?
No se olviden de seguirme en mis redes sociales, disponibles en mi Linktree (link en bio).
Nos vemos en la próxima actualización, los amoooo 🤍
- E
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro