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[𝕆.𝟙] 𝕤𝕙𝕚𝕗𝕥𝕚𝕟𝕘 𝕒𝕣𝕠𝕦𝕟𝕕 𝕚𝕟 𝕥𝕙𝕖 ℕ𝕠𝕣𝕥𝕙














Un año antes de la muerte de Rickon Stark, la casa Targaryen realizó una cordial visita al norte pues se decía que el rey Viserys I Targaryen era muy buen amigo con el Lord de Winterfell manteniendo una amigable y sana relación entre ellos.

Viserys y Rickon se abrazan -un gusto verte, Rickon- saluda el rey de los siete reinos.

-Puedo decir lo mismo- Rickon regresa el saludo, luego mira a la esposa del rey, la reina Alicent Hightower -su majestad, saludos.

-Lord Stark- responde la reina.

-Déjame presentar a mis más recientes hijos- procede el rey Viserys señalando a sus hijos introduciendo primero a Aegon con 13 años, Helaena de 11 años, Aemond con 10, y por último Daeron de 6 años.

Rickon solo les sonríe amigable y también presenta a sus hijos pero cuando mencionó el nombre de Eaddelyn, la niña de Winterfell no se encontraba presente -disculpen, es algo escurridiza- pide perdón.

-No es necesario, lo comprendo, Lord Stark- congenia Alicent.

El señor de Invernalia invita a los Targaryen a que se sientan cómodos en el Norte, al mismo tiempo que le pedía a sus hijos que buscaran de su hermana.

Ostric es quien responde primero -quizá esté trepada en los techos- sugiere a su hermano.

-Lo más probable- coincide Cregan -será mejor que nos apresuremos a buscarla.

Los hermanos varones Stark buscan en las alturas a su hermana pequeña quien los observaba desde su escondite. No es por unos minutos más tarde que Ostric encuentra a Eda espantándola por detrás suyo -ya te vi- avisa susurrando en su oído.

Eaddelyn da un brinco de sorpresa -tonto! Me sacaste el aire!- regaña enojada y avergonzada.

Su mellizo ríe al hacer sonrojar a su hermana -los Targaryen llegaron. Nuestro padre pide que te presentes- avisa.

La castaña bufa -no quiero, gracias- revela con sarcasmo.

Estaba dispuesta a irse, pero el agarre de su hermano la detiene -hicieron un largo viaje desde Desembarco del Rey para presentar a su nueva familia- insiste.

-Iré cuando pueda- ignora a Ostric.

-Puedes integrarte al entrenamiento que ser Criston Cole va a realizar. Es una manera de que te den a conocer por tus habilidades y no como una doncella que busca matrimonio- Ostric siempre buscaba la manera de quedar bien con su melliza; la quería, claro estaba, pero también tenía sentimientos por ella que nadie sabía a excepción de Cregan.

Es así como los ojos de Eaddelyn brillaron, Ostric le había dado una gran idea -calma, hermano. Estaré ahí- informa motivada yendo a preparar lo necesario para entrar en combate.

Mientras tanto, ser Criston Cole organizaba a sus hombres para una pequeña demostración de entrenamiento, acompañado del principe Aemond Targaryen, quien recientemente había perdido el ojo derecho a manos de su sobrino Lucerys Velaryon.

El entrenamiento comenzó momentos después, cada quien combatía con espadas y escudos. Ostric Stark como siempre era el más destacado ya que llevaba desde los 5 años que sabía como usar la espada por lo que se le hizo fácil vencer a un Aemond que aún se recuperaba de su herida.

Ser Criston Cole se acerca al joven Stark -fabuloso, Ostric- halaga sin mostrar tanto asombro -en un futuro puedes formar parte de la Guardia Real. No te gustaría?- ofrece el ahora caballero de la reina Alicent.

Ostric rechaza con amabilidad -aprecio la oferta, Ser Criston. Pero una vez que mi hermano Cregan se convierta en Lord de Winterfell, seré el Comandante de su ejército- ofrece la explicación.

La sesión estaba por acabarse -alguien más osa desafiarme?- pregunta ser Criston a su alrededor con tono cómico.

No se emitió ningún sonido hasta que la voz de Eaddelyn se hace presente -yo lo haré- hace la voz mas grave para no ser tomada como una broma.

También estaba cubierta con un casco de un escudero tapando su rostro, una capucha negra que cubría la mayor parte de su cuerpo. Sacó su espada que su padre le mandó a hacer personalmente con la punta del mango simbolizando la cabeza de un lobo.

Cole se extrañó al ver que Eaddelyn no revelara su identidad -ordeno que te des a conocer!- pide.

-Lo haré al final de la pelea- se limita a decir.

Ostric llega al apoyo de su hermana -es uno de nosotros, ser Cole. Es un Stark- no otorga más detalles.

-Bueno, no importa- acepta ser Criston y la batalla comienza.

Eaddelyn pone en práctica todo lo que le han enseñado durante todos estos años a tal punto de casi igualar a Cole quien fue tomado por sorpresa ante la destreza de Lady Stark a tal punto de frustrarse cuando estaba a punto de ganarle. Ahí es cuando ser Criston aprovecha su fuerza y altura, empujando a la pobre niña al suelo.

El mellizo Stark se preocupa por su hermana, estaba a punto de ayudarla cuando el brazo del príncipe Aemond lo detiene -no puedes interferir en medio de una pelea- le recuerda provocando que Ostric le guarde un poco rencor al de cabello platinado.

La castaña rápidamente piensa y cuando ser Cole se acerca, le patea en la mano para que suelte la espada, toma la espada del escudero apuntándolo directo al pecho, al mismo tiempo que tomaba la suya levantándose para indicar que había ganado.

Todos quedaron asombrados por la técnica de Eaddelyn, mientras que Cole se sentía avergonzado por ser derrotado por un simple infante -revélate, ahora mismo!- los aliados de Cole toman por los brazos a Lady Stark dejándola inmóvil.

-No! Espere!- Ostric quería detenerlo por si le hacía daño a su hermana pero también fue inmovilizado.

El Lord Comandante de la Guardia Real estaba a punto de conocer la identidad del misterioso guerrero, pero cuando sacó el casco de la cabeza de la castaña, esta logró jalar a los guerreros que la tenían sostenida para que las cabezas chocaran entre sí y poder hacerse de su fuga al bosque.

-Tráiganlo!- ordena con coraje.

-Yo voy! Sé exactamente a dónde se dirige- Ostric se ofrece.

-Déjamelo a mi, ser Criston- Aemond sorprendió a todos cuando él mismo pidió buscar a la Lady Stark.

Este solo le mira -está bien. Ir tras él, principe Aemond- acepta finalmente.

Una vez que el principe tuerto montó en caballo, los celos y rencor por parte de Ostric Stark crecían más en modo discreto pues no pensaba levantar sospechas.

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