Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22.























El reloj parecía moverse cada vez más lento, Taehyung por su parte estaba casi tentado a cometer el delito de despertar a su mascota, en otra ocasión quizá dentro de los recintos Kim, lo hubiese obligado a dormir en el piso, sin embargo en ese preciso instante ahí estaban, con Jungkook durmiendo plácidamente en la cama perteneciente a su amo, luego de haber follado la noche anterior, con Vante observándolo cómo un completo imbécil.

Y mientras esto sucede, con cada minuto que Kim pierde mirándolo, nosotros mismos podemos analizar la situación hasta ahora para intentar comprenderlo.

¿Quisieran saber por qué motivo verdaderamente nuestro adorado demonio viviente, es tan cruel? la respuesta es bastante sencilla a decir verdad, pues Taehyung es simplemente malicioso por decisión propia en base a su manera de afrontar la realidad que lo golpea.

Aquí no se trata de malos momentos en su niñez pese a que esta fue algo sofocante y cruda, tampoco se basa en los traumas que pudo haber desarrollado de adolescente ni sus errores de joven, no. Su personalidad inhumana ha sido forjada por el mundo en el que le ha tocado crecer, una selva de cemento y concreto, con las personas siendo fieras salvajes, los pecados constando en una caza sanguinaria y los errores resultando la sentencia de muerte con precio a su cabeza.

Vante creció demasiado rápido por pertenecer a un mundo violento y corrupto, forjándose así mismo el ser destructivo para no resultar destruido, malvado sin ser burlado, asesino para no ser asesinado. Kim Taehyung elegió ser el monstruo por no querer constar en víctima.

Método de supervivencia le dicen y es casi lo mismo que Jungkook sin saber, está utilizando con él. Pues V es el monstruo para subsistir mientras su mascota es la víctima para sobrevivir.

Nunca lo olviden, no se trata de amar, esto es meramente pecar por existir.—Es la ley del más fuerte, algo de la vida y no de sentimientos.

Suspirando y creyendo que quizá su pequeña mascota aún duerme apresada en los brazos de Morfeo, se acerca silencioso acechándolo hasta finalmente tomar asiento a su lado, en su mente aún cuándo nunca sea capaz de admitirlo, Jungkook le parece de las cosas más hermosas que ha visto y cómo buen ser dañino que es él, anhela destruir aquella pureza hecha ensueño hasta no dejar más que cenizas esparcidas en los recuerdos fortuitos de una relación caótica.

—Es curioso ¿sabes?—Murmura en cierto tono burlón, esbozando una sonrisa ladina cómo si de algún modo estuviese incluso burlándose de sí mismo, hablándole al cuerpo inerte yaciente dormido de su mascota personal. Necesita desahogarse, ansía contarle a Jeon todo disfrazándolo de simples acertijos sin sentido.—, el cuento de hadas es real, Kookie.— Aún si el menor estuviese despierto jamás lo entendería, nunca nadie entenderá los pensamientos retorcidos que invaden a Kim Taehyung en soledad, habiendo únicamente una cosa segura, son peligrosos y mucho.—Dios existe, el Diablo también existe, solo nosotros somos capaces de elegir a quién seguir y yo...—Murmura riéndose apenas, un simple sonido ronco cómo si reprimiera más un grito agónico burlado a través de la risa.—, yo escogí al Diablo, pero—Si lo viesen de fuera creerían que está completamente demente, pues es la forma en que alza su mano extendiendo el índice cuál pretensión de callar al menor, lo que se suma en rareza a su expresión pensativa de ceño levemente fruncido y belfos apenas abultados.—, la sociedad es muy estúpida. Es tiempo de que abandonen esa manía de culpar a Dios o el Diablo por el bien y el mal en la humanidad, somos nosotros los que designamos qué es bueno o qué es malo, es el ser humano quién señala al otro, cada uno es su propio todo poderoso y cielo o en ocasiones su propio demonio eligiendo algo o alguien para proclamarlo su infierno.

Taehyung suspira, aquella sonrisa torcida y maliciosa aún amenaza con usurpar sus facciones, el pensamiento sádico casi rozando lo demente está latente ahí, justo dando vueltas en su cabeza e inevitablemente eso no es bueno.

—Y tú te preguntarás,—Prosigue al ponerse de pie, optando por encender un cigarrillo dejándolo entre sus belfos durante instantes en los que camina de un lado a otro.—¿por qué me dice esto mi amo?—Se auto pregunta respondiéndose solo cómo siempre suele hacerlo.—, si estuvieses despierto y pudieses hablar, estoy casi seguro de que me harías esa pregunta aunque la respuesta es bastante sencilla.—Se detiene, sus pasos quedan estáticos y ausentes ante la enorme cama, ladeando su cabeza para contemplar al durmiente pequeño entre aquellas mantas e instantáneamente se torna serio en totalidad.—Tú eres mi infierno Jungkook, ese averno tenebroso que me orilla a la locura, esa cárcel apresando todos mis retorcidos deseos y pensamientos, pero yo—Aclara severamente, sin remordimiento, carente de culpa.—, yo soy el Diablo que habita en ti, un demonio que va a destruirte, una pesadilla que causará los peores estragos en tu jodida cabeza.—Niega esbozando una media sonrisa, caminando hasta poder tomar asiento nuevamente donde se hallaba en un principio, el mismo sofá a su lado mirándole con suma atención.— Después de todo terminaré matándote o haciendo que te mates, nada tienes por perder y solamente te queda soportar.

Dejando caer su cabeza al respaldar del mueble, esbozando un sonreír burlón cómo si aquellas palabras causaran una satisfacción incomparable, finalmente calla, aguardando por el despertar del pelinegro qué para su fortuna o desgracia, no se prolonga más que unos simples minutos, pues allí se encuentra el ojiazul emitiendo soniditos adormilado mediante restriega sus orbes pretendiendo despabilarse.

—Al fin despiertas, mocoso.—Murmura en tono ronco, sus orbes grisáceos contemplan los témpanos celestes que son los de Jungkook e internamente se pregunta ¿qué coño estará pensando el crío? pues el menor le mira de una forma que nunca antes a presenciado, hay esperanza e inocencia en aquella mirada, tal y cómo hace tantos años atras. —Tienes quince minutos para alistarte y me vale mierda si no puedes caminar bien, bajas a desayunar, luego saldremos.







***





SeokJin casi nunca realizaba buenas acciones en su vida, de hecho se consideraba una persona sumamente reacia del mundo, no obstante y quizá por la mera culpa de aquel silencio durante tantos años, fue que sintió o mejor dicho actuó, por impulso en aquellos instantes, después de todo no había pensado demasiado antes de siquiera darse cuenta dónde se hallaba, golpeteando sus nudillos repetitivamente al apartamento contrario, anhelando confesar eso que amenazaba con destruirlo.

Y finalmente, cuándo casi sus pensamientos lógicos le abarcan, en ese preciso instante donde teme ser descubierto por Vante acabando asesinado siendo un platillo más a degustar de su nueva mascota, es qué la puerta se abre de forma abrupta, denotando en el umbral la figura estoica de YoonGi mirándole cómo si fuese la cosa más extraña en el mundo e inevitablemente por más que deseara mandarlo al carajo tras aquel mirar atónito del menor, prefiere mantenerse silencioso, adentrándose al lugar sin siquiera pedir permiso, haciendo a un lado al dueño de casa importándole poco la reacción cansina del contrario.

—Tengo que hablar con alguien o voy a terminar enloqueciendo más de lo que ya estoy.—Explica en tono temeroso, sus manos se agitan exageradamente a los lados de su anatomía e inmediatamente toma asiento en uno de los sofás individuales presentes en aquella sala, con Suga prefiriendo quedarse callado aceptando escucharle, cerrando la puerta con suma tranquilidad antes de sentarse al frente de su mayor esperando a que continúe.— Estuve investigando, obtuve información, quizá más de la que querría haber encontrado.

—Te escucho entonces, no creo que hayas venido a mí con un simple chisme como vieja de balcón, asumo qué para ti debe ser realmente importante.—Espeta neutro el más joven, ocasionando el encogerse en su sitio de Jin, asintiendo quedo dando a entender la magnitud de aquello, está asustado, casi aterrado.—Habla.

—Hace dieciocho años, nuestra madre tuvo un amorío con otro hombre, uno casado y con un hijo de nueve años casi.—Empieza contando, sus orbes desorbitados bajan al jugar constante de sus dedos sobre el regazo, moviendo el pie izquierdo de forma constante en acto nervioso, se halla impaciente sin entender por qué.—Mi mamá y su amante pronto supieron que serían padres, —YoonGi parpadea atónito, confuso, sin embargo le deja continuar.—claro que ella no quería que papá lo supiera, por eso recuerdo de pequeño que se ausentó durante largos meses, según decía, nuestra abuela había enfermado y tuvo que cuidarla por casi un año, aunque ahora todo tiene sentido.

—Se ausentó para esconder su embarazo.—No fue pregunta, YoonGi afirmó aquello y el mayor simplemente asintió.— Sigue.

—Cuándo regresó a casa fue que comenzaron los problemas en su matrimonio, nunca supimos el por qué.—Suspiró tristemente, emitiendo un mohín leve antes de continuar.—Lo que supe, fue que ella tuvo al bebé, su amante no pudo con tanta culpa y le confesó el engaño a su esposa, al parecer esta le perdonó porque siguieron juntos y durante muchos años, mi madre se las ingenió para poder visitar a su pequeño hijo en casa del papá de este con su familia, aunque claro ella le decía ser su tía a ese pequeño.

—Entonces, tuvo al niño y dejó que su padre le críara como hijo suyo con la esposa que tenía, mientras ella se hacía pasar por su tía e iba a verlo ¿es eso? —Jin asiente.—, entiendo, sigue.

—Mi madre llevaba a Taehyung a verle, él aún siendo un niño sabía que algo ocurría, no sé cómo o en qué momento, pero lo cierto es que mi hermano comenzó a sentir tantos celos por ese bebé que hizo algo horrible.

—Se lo dijo a su padre.—Volvió a especular acertivo Suga ganando otro asentimiento.—¿Qué pasó?

—Padre enloqueció, mandó a deshacerse de todos ellos, de ese hombre, su esposa, de mi madre y los dos niños, pero las cosas salieron mal, los adultos murieron en aquel incendio, los pequeños no.

—¿Qué estás queriendo decir? porqué déjame decirte que esta historia suena muy parecida a...

—Si, YoonGi —Le interrumpe de inmediato el mayor, fijando los orbes culposos a los del contrario, sintiéndose asqueado, enfermo de su propia sangre y familia.—, uno de los niños que sobrevivió es Hoseok, él era el hermano mayor de los dos, es medio hermano nuestro, es hermano de Taehyung, pero tiene pérdida de memoria a largo plazo, puede que jamás se acuerde de ese trauma, de la imagen de mi padre con V riéndose al ver arder esa casa con la familia dentro.

—¿Y el bebé?—Preguntó curioso YoonGi, aún cuando el fondo se sentía igual de horrorizado que su hyung.—, ¿qué pasó con él? ¿quién es?

SeokJin calla unos instantes, sus entrañas se revuelven en el deseo de vómito, asqueado, temeroso, sintiéndose maldito como si su sangre fuese la peor de las maldiciones bíblicas antes recitadas.

—Es Jungkook.—Suga palidece, más aún sabiendo el destino de aquel pobre niño las cosas no podrían ser más enfermas o quizá sí, pues nunca se sabe de dónde proviene o que magnitud puede tener la maldad de Kim Taehyung.—Nuestro medio hermano es Jungkook, él y V son hermanos, pero eso no es lo peor, lo más escalofriante es que Tae sabe eso, YoonGi, el muy hijo de puta está enterado de todo esto desde que ese niño llegó a la casa, él lo planeó, quería a Jeon, quiere destruirlo, desea enloquecerlo hasta la muerte. Suga, Vante siempre estuvo obsesionado con ese niño, a tal punto que quiso matarlo de pequeños por no querer compartirlo con Hoseok, él va a destruirnos a todos, si su plan inicial no funcionó este segundo lo hará, no dejará que nadie le separe de ese mocoso siquiera nosotros, estamos en el jodido fin.

Taehyung siempre supo que eran hermanos, él lo planeó, él lo buscó luego de aquella tarde en el cementerio, sabía que era su hermanito al oír las palabras del más pequeño.

Oh lindo e inocente Jungkook, te condenaste de infante a ser de adulto la obsesión del Diablo.

Y para Taehyung esto es solamente el comienzo.











Aquí estamos de regreso mis amores ¿me extrañaron? déjenme decirles que yo a ustedes si y demasiado, cuéntame qué tal ha estado todo, les leo y recuerden que les amo inmensamente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro