°. '*. ✿. * • '. 𝟶𝟷.- 𝚆𝙴𝚂𝚃𝙾𝙱𝙴𝚁 𝙷𝙰𝙻𝙻
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Capítulo dedicado
Lufery1618
☆
— ¿Dónde demonios está ese hijo de Poseidón? Ya debería estar aquí — Samantha comenzaba a arrepentirse del trato que había hecho, confíar en la misma diosa otra vez... Y más hacer un trato con ella... — Este colegio es horrible, tengo ganas de un flan con crema...malditos militares.
Según la visión de su ex mentora el hijo de Poseidón llegaría al colegio militar privado Westober Hall en unos días, pero llevaba en ese asqueroso lugar una semana y estaba por volverse loca. Tener que hacerse pasar por una alumna era la mayor de las mierdas, odiaba estudiar, levantarse temprano, las reglas, las limitaciones y tratar con profesores de mierda a quienes deseaba arrancarles las pelotas por sus miradas lascivas cuando se daba vuelta.
Tomó asiento en una de las mesas del comedor intentando no vomitar por culpa de esos huevos con tocino que la cocinera le sirvió casi a la fuerza, Sam comenzaba a pensar que el embarazo era una maldición horrible solo para las mujeres tontas que se dejaban embaucar por el emocionante sexo con bombones como De... sacudió a cabeza para no pensar en él.
— Esto.....siento interrumpir, pero ¿Mi hermano y yo podemos sentarnos aquí? — Levanto la vista de la mesa y se encontró con una chica de aspecto pálido acompañada de un niño de menor edad pegado a su cuerpo. Sam entrecerró los ojos un segundo pensando que le parecía reconocer esa aura proveniente de ellos, solo que no recordaba de dónde — Las demás mesas están repletas y...
— Tomen asiento, son libres después de todo — La pareja de hermanos dudaron un instante pero finalmente tomaron asiento — Ustedes...son nuevos aquí ¿No?
— Sí, nos trajo un abogado hace un par de días — Dice la chica sin mucha expresión — Es extraño aún para los dos este lugar.
— Soy Nico — El niño habla con enorme emoción — Y ella es Bianca. Somos hermanos ella tiene doce y yo diez.
— Samantha Crawford — Debía admitir que el niño era adorable ¿Su hijo sería así al crecer? Nico fue reprendido por Bianca debido a su entusiasmo — ¿Y de dónde vienen?
— Estuvimos en las Vegas un tiempo y vinimos aquí despues de eso. No conocimos a nuestros padres, somos huérfanos — Había algo en las palabras de la chica que no le gustaba nada, daba respuestas a medias y callaba a su hermano con la mirada — Es todo.
— Imagino que debió ser difícil, ustedes dos solos. Yo también soy huérfana, mi madre murió cuando tenía ocho años, ya no recuerdo mucho de ella — El niño parecía de pronto algo triste — Pero aún conservo esto, es un dije que estuvo en nuestra familia por casi cincuenta años creo.
Sacó debajo de su blusa un hermoso collar de plata con un dije de antorcha, los dos hermanos parecían sorprendidos por la belleza de la joya. Era sin dudas tan bella que parecía algo que solo un miembro de la realeza usaría. La familia de su madre durante generaciones enteras habían servido a Hécate como seguidores y eso lo supo mucho tiempo despues de aceptar ser su alumna.
— ¿Puedo tocarla? — El pequeño intento alzar la mano pero de inmediato su hermana lo reprendió con severidad apartando su mano — Lo siento.
— Puedes tocarla, no vas hacerle daño por un toque — La saca de su cuello y la coloca en las manos del niño que parecía muy feliz.
— Es genial ¿Verdad Bianca?
— Sí, lo es.
— Atención a todos los alumnos, tenemos un nuevo subdirector que les ayudará a seguir en su misión de ser hombres y mujeres que defiendan este bello país, el señor Espino — Samantha sintió una fuerte mirada tras su espalda lo que la hizo girarse de inmediato, efectivamente, al lado de los líderes de ese estúpido colegio un ser oscuro los observaba a ella y al par de hermanos con una mirada fija llena de ¿Hambre? Joder, ese era un monstruo.
— ¿Estás bien Sami? — El pequeño Nico parecía preocupado, Samantha no pudo evitar derretirse con ese adorable niño de diez años intentando tocar su mano — ¿Fue por que toque tu collar?
— No cielo, tú no hiciste nada mal — Toca su cabeza con delicadeza, Hécate era la diosa más traicionera del mundo... estaba metida en un enorme problema — Todo esta bien, come que se enfriara la comida.
— ¿Y tú no vas a comer? — Sam observó los huevos con asco — Si quieres cambiamos mi ensalada y fruta.
— Tú eres un niño Nico, necesitas alimentarte bien — Bianca parecía comenzar a perder los nervios de pronto — Anda, come o te regañarán.
— Ella tiene razón, yo comeré más tarde — No quedaba de otra tendría que robar comida de las cocinas — Tú come todo lo que puedas.
— Ok.
Tras la comida y después de soportar las clases pudo escabullirse en las cocinas para poder comer algo más decente, revisaba el almacén y las neveras con la esperanza de encontrar algún pay o pastel. Y mientras hacía aquello su mente viajo hacía el momento donde conoció a los hermanos Di Angelo, ellos tenían algo particular y la pelinegra no entendía porque le interesaba tanto el asunto.
— Mira nada más, pareces un animal hambriento — Samantha se giró muerta del susto al escuchar esa voz — Si que te han sentado mal estos días aquí.
— Joder que maldita ¿Qué mierda me mandaste a hacer aquí? El hijo de Poseidón no ha llegado y ya está un monstruo rondando el colegio — Hécate parecía menos paciente que hace días sin embargo le ofreció un asiento e hizo aparecer una comida que Samantha deseaba desde la mañana; crepas y un flan con crema. — No pienses que puedes manipularme por culpa de mis antojos.
— Solo come, te diré todo — Tomó un tenedor y dio un bocado de las crepas que le supo a gloria absoluta — No te mandé a vigilar al hijo del cabeza de percebe sino que necesito cuides a esos mocosos, los di angelo.
— ¿Por qué quieres cuidarlos? No me digas que son tus bebés y necesitas niñera — La diosa rodó los ojos pero negó con la cabeza — Estamos en un círculo de magia tuyo, solo dilo.
— Hades necesita que los cuides, ya habrás notado esa aura tan partícular — Oh, joder. Samantha se rió con fuerza pensando en lo que Zeus haría al saberlo... sería muy graciosa ver su cara de enfado — Los tuvo antes del pacto, solo que usó los mismos artilugios que yo contigo para mantenerlos...vivos y salvo.
— Eres muy cómica, pero por sino lo recuerdas tú me matenias secuestrada en tu palacio a cambio de "protegerme" y me engañaste para que aceptará ser tu alumna — La diosa hizo un ademán con la mano restandole importancia al asunto— En fin, por que Hades necesita la protección de esos niños si ya lo hizo bien hasta ahora.
— Los titanes no son tan estúpidos como antes y él sabe que todo puede pasar. — Sam no entendía la lógica ¡Hécate estaba con los titanes apoyándolos! — Yo no apoyo a los titanes niña, solo buscó que los olímpicos.... Haz lo que te pido con ese par de niños y Hades te dará todo lo que soñaste. Sabes que él recompensa y apoya a quiénes le son fieles..
— Bien.
— El hijo de Poseidón vendrá en unos días muy bien acompañado así que se paciente. Tú sabes salir de las adversidades más grandes Samantha así que cuídate porque la cazadora mayor viene en camino — ¿cazador? Oh, no...no...no, era la maldita y psicópata de Artemisa — Hablaremos después.
— Maldita sea — Quizá Artemisa ya había olvidado el incendio a su campamento ¿No? Ella no mataría a una mujer embarazada ¿Cierto? Y si recurría a.....no, no, era mala idea. Respiro hondo pensando en que ya lo resolvería llegado el momento.
Samantha escuchó de pronto unos pasos dirigirse hacia la cocina asi que no le quedo mas que salir corriendo hacia la horrenda habitacion que le habian asignado. Respiro hondo tras cerrar la puerta, se quito el asqueroso uniforme y se dejo caer en la cama. Instintivamente toco su vientre con una sonrisa en los labios.
— No importa lo que pase conmigo bebé, te aseguro que hallaré la manera de que nazcas y crezcas a salvo — Tendria que ser lista y no dejarse vencer en este nuevo juego de los dioses — Y esa perra de Hera pagara por todo, lo juro.
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