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📍 Madrid, España
Jueves 7 de Abril 2022
— No puede ser que vayamos a hacer esto. — Diane termina de maquillarse mientras Mariana, su representante, hace unas cosas en su ordenador.
— Ya te dije que es lo mejor, confía.
— Mariana, no puedo, sabes que no me gustan las mentiras.
— Mentir una vez no hace daño a nadie, así que por favor termina, ya que Karim y su representante están en camino.
— ¿Dónde será la reunión?
— En un hotel que está en el centro de la ciudad.
— ¿Por qué en un hotel?
— No lo sé. — se encoge de hombros.
Diane suspira, por supuesto, que esta idea no le gusta para nada, sobre todo porque va contra sus principios, pero Mariana insiste una y otra vez que esto la ayudará a limpiar su imagen pública y ella es la experta, así que tiene razón.
Ambas jóvenes salen del departamento camino al hotel y Diane conduce su automóvil por las calles de la capital siguiendo la ruta que maps le marca, así por un rato más.
KARIM BENZEMA:
— ¿Cuánto tiempo más esperaremos? — cuestiona el jugador francés enojado. — Ya es tarde y aún no llegan.
— Karim, solo han pasado tres minutos, puedes ser un poco más paciente.
— Tengo cosas que hacer, lo único que quiero es acabar con esta farsa ya.
— Después me lo agradecerás, ya lo verás.
— Eso espero, porque lo que me estás obligando a hacer no es algo que me agrade.
— Diane es una chica amigable, te caerá muy bien, es más, apuesto a que al final serán grandes amigos.
— Imposible.
— Hazme caso, Karim, sabes que siempre tiene la razón.
— Cierra la boca. — roda los ojos. — En esto te vas a equivocar, ella jamás me va a agradar.
— ¿Por qué? Ni siquiera conoces.
— Que ella haya aceptado esto me dice mucho de su persona, no necesito conocer más.
— Nunca cambias, Karim.
Karim Benzema y su representante estuvieron unos cuantos minutos más en aquella habitación de hotel esperando a ambas chicas, sin embargo, su llegada cada vez más se retrasa.
DIANE CORTÉS
— ¡Apúrate! — Exclama Mariana con desesperación.
— A ver, no me grites, ¿okey?
— Diane, vamos tarde.
— Y no es mi culpa, ya me llevé una multa por ir muy rápido, y eso si fue tu culpa.
— Por supuesto que no.
— Claro que sí, me estás presionando.
— Solo apúrate, ¿quieres? — niega rotundamente.
Diane termina de estacionar el automóvil, posteriormente toma su bolso y baja de este, por otro lado, Mariana la observa con incredulidad.
— Ya, ya voy. — dice.
Mariana y Diane entran al lujoso hotel, dan su nombre en recepción y le indican el número de habitación a la que tienen que ir, para esto utilizan el ascensor.
— ¿Ya sabes que vas a decir, no?
— ¿De qué?
— Cuando entremos.
— Ah, me voy a presentar, ¿no?
— ¿Qué más?
— Eso es todo.
— Ahhhh, Diane.
— Mariana, tranquila, estás muy histérica por esto.
— ¿Cómo no voy a estarlo?
— Todo saldrá bien, relájate.
El ascensor abre sus puertas, sin embargo, al darse cuenta ellas ya están dentro de una habitación, así que observan una a la otra con confusión.
— Mariana, Diane, sean bienvenidas. — Gustavo va a recibirlas. — Un poco tarde, eh.
— Tuvimos un inconveniente Gustavo, disculpa. — menciona Mariana.
— No se preocupen, pasen las estamos esperando en el salón principal.
Diane observa cada rincón de la habitación, la cual parece más un departamento que una simple habitación de hotel, posteriormente sigue a Mariana y Gustavo que van hablando.
— ¡Por fin! — menciona Karim.
— Mariana y Diane, ya deben conocerlo, pero él es Karim Benzema.
— Hola, Karim. — menciona Mariana.
— Un gusto. — habla ahora Diane.
— Entonces tú eres Diane Cortés, te ves diferente a la última película que hiciste.
— Bueno, ha pasado mucho tiempo desde eso. — menciona.
— Eso he escuchado por ahí y por esa razón estamos haciendo esto.
— Si por mí fuera ni lo haría, ¿sabes?
— Diane. — la regaña Mariana.
— Eso mismo pienso yo. — dice el futbolista del Real Madrid.
— ¡Karim! — Ahora es Gustavo quien lo regaña. — Mejor hablemos del plan de su relación falsa.
— Gustavo y yo armamos un plan por si los medios cuestionan su noviazgo. — le sigue Mariana.
— Ustedes se conocieron por amigos en común. — continúa. — y que ambos se vieron en sus profesiones, es decir, Karim viste una de las películas/series en las que participa Diane y tú, Diane, en un partido al que fuiste con amigos, se reencontraron varias veces hasta que se volvieron novios.
— Es lo más típico, así que capaz, lo creen.
— ¿Capaz? — cuestiona Karim.
— No, lo van a creer, pero evidenciarlo depende de ustedes. Es importante que se les vea cariñosos cuando salgan, Diane, puedes ir a algunos partidos de Karim y subir en redes sociales lo orgullosa que estás por la temporada que está haciendo. — sigue Gustavo.
— Y, Karim, Diane hará más castings, debes acompañarla a unos cuantos y subir en redes lo feliz que eres a su lado.
— ¿Algo más? — vuelve a hablar Karim.
— Sí, una cosa más. — menciona. — Nadie debe saber que esto es una mentira, es por seguridad.
— ¿Nadie?
— Nadie, Diane. — Reitera Mariana. — Ni su propia familia.
— ¿Es en serio, Gustavo?
— Sí, Karim. Esto les conviene a ambos.
Diane y Karim se miran uno al otro, atónitos, prácticamente le mentirán a todo el mundo, incluyendo personas muy cercanas.
— Los dejamos para que se conozcan. — habla Mariana. — Después podrían salir a comer o algo así, a partir de ahora es cuestión de ustedes que las personas y los medios de comunicación les crean.
Gustavo y Mariana salen de aquella lujosa habitación, para este punto ninguno de los dos sabe qué hacer, así que permanecen unos minutos en silencio.
— ¿No vas a hablar? — Karim la mira.
— No tengo nada que decir.
— Mira, no estoy de acuerdo con esto, pero ambos nos necesitamos el uno al otro. — Diane arquea una ceja. — Necesitas castings y yo recuperar mi imagen en mi vida privada.
— Sí, eso parece.
— Llevemos esto de la mejor manera, ¿te parece?
— Supongo.
— Bien, entonces, ¿Hay algo que debo conocer de ti?
— No lo sé, ¿y tú?
— Debes de saber lo típico, juego fútbol, me gusta la moda, fiestas, autos.
— Algo de eso me contó Mariana.
— Y Gustavo mencionó que eres una persona muy discreta, además que tienes dos hermanos y sobrinos.
— Así es, mi hermana se llama Diana y su esposo Alejandro, ellos tienen un hijo, mi sobrino, Giovanni. Mi hermano se llama Mario y su novia Carla, tienen una hija que se llama Sara.
— ¿Ellos no están casados?
— No, no lo están. Mis padres con Maria y Felipe.
— Bien, creo que puedo aprenderme eso.
— ¿Y tu familia? — ahora lo cuestiona Diane y allí comenzó una larga charla de la cual ambos comenzaron a agarrar más confianza.
Transcurrió cerca de una hora en la cual ambos pudieron conocerse un poco más.
— ¿Y quieres ir a comer o algo?
— Sinceramente no, tal vez podamos hacerlo mañana.
— Está bien, te paso mi número por cualquier cosa y allí nos ponemos de acuerdo para mañana.
— Bien. — responde.
Diane sale de aquella habitación y camino a auto mantiene sus pensamientos ocupados en lo que será su vida a partir de hoy, una mentira.
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