𝟎𝟒 | ¿𝐀𝐂𝐀𝐒𝐎 𝐘𝐀 𝐒𝐔𝐏𝐄𝐑𝐎 𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎?
『𝖯𝖮𝖵 𝖠𝖫𝖤』
Mi mandíbula se tensó al ver cómo aquel chico de cabello negro reía junto a Samantha. El campus estaba iluminado por el sol matutino, pero lo único que parecía resaltar en mi vista era ella. Su sonrisa radiante, esa que hacía tanto no veía, ahora iba dirigida a alguien más.
Andrew, creo que así se llamaba el tipo, le tocó juguetonamente el hombro, y ella lo empujó de forma coqueta, colocando un dedo en su abdomen con una risa ligera. ¿Siempre había sido tan fácil para ella conectar con otros?
Hace tanto tiempo que no veía esa expresión relajada en Samantha. No podía evitar quedarme mirando; era como si mi cerebro estuviera empeñado en recordarme todo lo que había perdido. Los hoyuelos en sus mejillas, el brillo en sus ojos… todo eso había sido mío alguna vez. Y ahora no lo era.
Sentí un nudo en el estómago cuando ella levantó la vista y nuestras miradas se encontraron. Por un instante, la vi congelarse, sus dedos jugando nerviosamente con los anillos en su mano, como solía hacer cuando estaba incómoda. Bajó la mirada rápidamente, pero en ese breve segundo algo se removió en mi pecho.
"Es sólo Andrew," me repetí mentalmente, intentando convencerme de que no había nada que temer. "Ella tiene derecho a seguir adelante, y yo también. No hay razón para que esto me afecte." Pero entonces, él dijo algo que la hizo reír nuevamente, una carcajada sincera, y sentí cómo los celos trepaban por mi garganta como una llama abrasadora.
Quería apartar la mirada. Quería ser más fuerte. Pero mi mente insistía en aferrarse a lo que veía, buscando algún fallo, alguna señal de que no estaba tan feliz como parecía. "¿Por qué me importa tanto? Esto no debería importarme. Esto ya no es mi problema."
—¿Qué tanto miras? —preguntó Dick a mi lado, su tono neutral pero su mirada inquisitiva.
—Nada importante —respondí con los dientes apretados, dándole una sonrisa tensa antes de desviar la mirada.
Intenté enfocarme en otra cosa, en cualquier cosa que no fuera Samantha, pero mi mente seguía atrapada en esa escena. ¿Por qué no podía simplemente ignorarla? ¿Por qué ese chico me provocaba tanta molestia? No era justo. No debería sentirme así.
Suspiré pesadamente y me giré hacia Dick, tratando de desviar mi atención. Pero cuando lo hice, una última vez miré de reojo y vi cómo Andrew colocaba suavemente su mano en la espalda de Samantha, guiándola mientras se alejaban.
Mi pecho se contrajo como si alguien lo estuviera apretando con fuerza. "Esto tiene que parar," pensé con firmeza. "No puedo seguir atrapada en este ciclo. Samantha ya no es mía, y nunca volverá a serlo."
Cerré los ojos un momento, tomando aire profundamente para intentar calmarme. Pero cuando volví a abrirlos, todo lo que sentía era un vacío incómodo en mi interior.
『𝖯𝖮𝖵 𝖲𝖠𝖬』
──── Señorita Sam. ──── Habló Andrew a mi lado, con una voz que casi se ahogaba en nerviosismo.
Me giré hacia él, arqueando una ceja y soltando un pequeño sonido de interrogación en mi garganta para que continuara. Pero, en lugar de hablar, bajó la mirada y empezó a jugar con sus dedos, como si intentara reunir el valor para decir algo importante.
──── ¿Andrew? ──── Lo llamé suavemente, inclinándome un poco hacia él. ──── ¿Estás bien?
Su piel, que normalmente tenía un cálido tono bronceado, se veía pálida, y noté cómo un leve temblor recorría sus manos. La piel de gallina cubría sus brazos.
──── Yo… estaba pensando… ──── Empezó, pero se detuvo para tomar aire. Sus palabras salieron atropelladas, pero había algo sincero en su nerviosismo que me hizo sentir una extraña ternura hacia él.
──── ¿Pensando qué? ──── Pregunté, animándolo con una pequeña sonrisa.
Él levantó la mirada y, por un breve segundo, nuestros ojos se encontraron. Fue como si ese instante le diera el impulso que necesitaba.
──── Me preguntaba si… si acaso le gustaría… ──── Dejó la frase colgada en el aire, pero sus manos seguían temblando, y su mirada no podía mantenerse fija en la mía.
──── ¿Sí me gustaría qué? ──── Lo alenté de nuevo, esta vez tomando sus manos entre las mías para que se calmara. Sentí cómo el temblor disminuía ligeramente, aunque su respiración seguía agitada.
──── Una cita. ──── Finalmente soltó de golpe, cerrando los ojos como si esperara que me molestara o lo rechazara de inmediato. ──── ¿Le gustaría tener una cita conmigo?
Mis ojos se abrieron un poco más ante la inesperada pregunta. El mundo pareció detenerse por un momento. Miré sus ojos, que ahora estaban fijos en los míos, llenos de esperanza y un leve toque de miedo.
──── ¿Una cita? ──── Pregunté en un susurro, más para mí misma que para él, mientras sentía mi garganta seca.
Andrew rápidamente retrocedió, soltando mis manos y levantándose de la banca con torpeza.
──── Lamento si la incomodé, no era mi intención. ──── Dijo apresuradamente, evitando mirarme directamente. ──── No volverá a pasar, señorita Sam.
──── ¡Espera! ──── Me levanté, dando un paso hacia él antes de que pudiera alejarse más.
Tomé sus manos de nuevo, apretándolas ligeramente para que supiera que no estaba molesta. ──── Está bien, Andrew. No tienes que disculparte.
Vi cómo su pecho subía y bajaba, claramente aliviado por mis palabras, aunque aún parecía algo tenso.
──── Entonces… ──── Murmuró con timidez, como si aún dudara de lo que vendría después.
Me quedé en silencio por un momento, reflexionando. Una parte de mí quería decirle que no, que no podía, que mi corazón seguía atado a otra persona. Pero había algo en su sinceridad, en la forma en que me miraba como si el mundo dependiera de mi respuesta, que me hizo ceder.
──── Acepto tu cita, Andrew. ──── Respondí con una sonrisa, sintiendo cómo el alivio y la felicidad llenaban su rostro en un instante.
Su sonrisa era tan amplia que casi podía competir con el sol.
──── ¡Gracias! De verdad, gracias. ──── Dijo emocionado, asintiendo repetidamente como si no pudiera creer que le había dicho que sí.
Lo vi alejarse poco después, dándome un último adiós antes de unirse a su grupo, mientras yo me quedaba allí de pie, pensando en lo que acababa de hacer. ¿Había sido lo correcto? Una parte de mí sentía una calidez agradable por su reacción, pero otra, más oculta y persistente, seguía susurrándome un nombre: Alejandra.
『𝖯𝖮𝖵 𝖠𝖫𝖤』
Desde la distancia, observé toda la escena con el corazón apretado. No podía escuchar lo que decían, pero era evidente que Andrew había dicho algo importante. El nerviosismo en su postura, las manos de Sam tomando las suyas, y finalmente esa sonrisa que se formó en el rostro de ambos...
Mi pecho se llenó de una mezcla de emociones que no podía controlar. Mis manos se apretaron en puños al ver cómo Andrew se alejaba, claramente emocionado. Y Samantha... ella se quedó allí, pensativa, con una expresión que no podía descifrar.
──── ¿Celos? ──── Me pregunté a mí misma en silencio, sintiendo cómo mi estómago se revolvía.
Negué con la cabeza, intentando ahogar esa sensación. "No tienes derecho a sentir esto," me repetí como un mantra. "Ella puede hacer lo que quiera. Tú fuiste quien la dejó ir."
Aun así, cuando vi cómo Andrew miraba a Samantha antes de desaparecer entre los demás estudiantes, una punzada recorrió mi pecho. Quería apartar la mirada, pero no podía. Era como si algo invisible me obligara a observar, a castigarme con lo que había perdido.
Dick se acercó en ese momento, colocando una mano en mi hombro y sacándome de mis pensamientos.
──── Vamos, Ale. Nos estamos quedando atrás.
Asentí sin decir nada, forzándome a caminar junto a él. Pero mi mente seguía atrapada en la imagen de Samantha con Andrew. "Tienes que dejarla ir," me dije una vez más. Sin embargo, mi corazón no parecía estar dispuesto a escuchar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro