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𝟎𝟐: tennessee

Tennessee

Klaus había conducido a Tennessee de nuevo ya que supo de la existencia de otra manada de licantropos cerca de la otra que había encontrado con Stefan la última vez.

Elena tuvo que ir con él sin más opciones mientras era vigilada todo el tiempo por un vampiro que Klaus había convertido e hipnotizado especialmente para mantenerla a salvo de cualquier peligro que pudiera amenazar su vida.

El doppelganger creía que Klaus era muy paranoico para hacer eso ya que ninguno humano en Tennessee la conocía como para intentar dañarla.

El vampiro de nombre Edward había cumplido muy bien las órdenes de Klaus, esa mañana no la había dejado salir de la habitación en ningún momento a pesar de la protesta de Elena por mantenerla encerrada.

Elena no podía soportar estar encerrada entre cuatro paredes sin poder salir y ver algo o intentar obtener información de lo que sea que Klaus intentaba hacer.

No tenía ni siquiera su teléfono, lo único bueno de la habitación en la que se encontraba era la televisión que tenía para ver la cual la ayudaba a distraerse un poco de todo el caos que era su vida.

Estuvo varias horas esperando a Klaus, por un instante incluso extrañó su presencia por el aburrimiento que estaba pasando.

Elena estaba completamente segura que si no tuviera a Jeremy en su vida, ella posiblemente hubiera hecho lo mismo que Katherine pero con la única diferencia que no hubiera tomado sangre de vampiro como está lo hizo sino más hubiera acabado por completo con su vida.

Luego de cuatro largas horas de pensar y ver televisión, Klaus por fin volvió a aparecer.

Elena por primera vez durante su estadía en Tennessee se alegró muchísimo de ver a Klaus entrando por la habitación.

─ Gracias al cielo que llegas, ¿Puedes decirle a este vampiro que me deje salir de aquí? ─ le dijo Elena mirándolo

Ella esperaba que él aceptará porque no creía posible seguir estando ahí encerrada sin hacer nada.

─ No ─ respondió Klaus para desgracia de Elena quien soltó una maldición.

Una mujer entró segundos después a la habitación con algunas cosas.

─ ¿Quién es ella? ─ Elena no dudo en preguntar al ver a la desconocida.

Klaus se movió por la habitación hasta tomar asiento.

─ Una enfermera que te sacará un poco de sangre, amor ─ contestó el híbrido mirándola ─ ahora siéntate, ella no tardará mucho ─ agregó.

Elena no tuvo más opción que obedecerle, se sentó a esperar mientras que la enfermera se preparaba para sacarle sangre.

El doppelganger sabía que la enfermera estaba hipnotizada porque no habló nada sino que se dedicó hacer lo que Klaus le ordenó en total silencio.

Klaus miró todo con detalle, había salido esa mañana a buscar a una enfermera y hacer otras cosas luego de ordenarle al vampiro que convirtió que no dejará salir a Elena de la habitación.

El original sonrió mientras veía como la enfermera extraía la sangre del doppelganger.

Klaus estaba deseoso de por fin poder convertir un ejercicio de híbridos de su misma especie como tanto había deseado.

Mentalmente Klaus agradeció a la pandilla de Mystic Falls por haber ayudado a que Elena no muriera en su ritual ya que justamente la sangre de Elena era clave para obtener lo que tanto él quería.

─ ¡Suficiente! ─ Klaus detuvo a la enfermera al ver Elena un tanto pálida por toda la sangre que le saco.

La enfermera salió de la habitación junto al vampiro ya que Klaus se los ordenó.

Klaus se levantó y ayudó a Elena a incorporarse del asiento, la tuvo que sostener entre sus brazos cuando está casi se cayó al suelo por lo débil que se encontraba en esos momentos.

El original la llevó a la cama y la recostó ahí, luego mordió su propia muñeca y después llevó su sangre a la boca de Elena.

A pesar de que el doppelganger se encontraba débil, ella se negó a tomar la sangre de Klaus.

─ No seas necia ─ gruñó ─ toma mi sangre, te ayudará a mejorar, amor ─ le dijo Klaus.

Elena tuvo que aceptar a regañadientes, acercó a sus labios la muñeca de Klaus y comenzó a tomar su sangre despacio.

El sabor metálico se hizo presente en la boca de Elena cuando dio el primer sorbo.

Klaus la observó mientras ella tomaba su sangre, él no era precisamente de las personas que daban su sangre a cualquiera directamente de la vena. Mucho menos al ser algo muy íntimo para los seres sobrenaturales como ellos.

Elena fue una excepción en ese momento para Klaus. La única que tuvo.

Luego que Elena tomará la sangre adecuada para recuperarse rápido, Klaus la dejó descansar en la habitación y luego salió con las bolsas de sangre que había tomado de ella.

Le volvió a ordenar al vampiro que cuidará de su doppelganger y finalmente se fue a buscar a la manada que ya había localizado.

[...]

Klaus había vuelto de nuevo luego de pocas horas, estaba frustrado porque la manada de lobos eran muy pocos para lo que él espero. Sin embargo los pocos licantropos que encontró los convirtió a todos en hibridos.

Al compartir vínculo con él, éstos le obedecían en todo y eso era un problema menos para Klaus.

Cuando regreso después de haberlos convertido, fue a dónde estaba Elena.

La vió mejor de que estuvo en la mañana cuando hizo sacarle sangre.

Klaus sonrió, el vampiro que hipnotizo había cumplido bien sus órdenes, esté incluso le había traído comida a Elena para que comiera y así se recuperara mejor.

─ Hola, amor ─ la saludó mientras caminaba hacia ella.

Elena se sobresalto al escucharlo, luego lo miró por unos segundos antes de apartar la mirada de él.

─ ¿Y ahora qué quieres? ─ le preguntó Elena con seriedad.

─ Quiero que tengas todo listo. Hoy nos vamos de Tennessee ─ le dijo Klaus.

El doppelganger frunció el entrecejo, ella se sorprendió bastante por sus palabras.

─ ¿Pero por qué?, Dijiste que aquí había más lobos ─ recordó ella.

Klaus gruñó.

─ Eran pocos, muy pocos y yo necesito un ejército ─ dijo el original.

Elena asistió no queriendo que se altere porque no sabía cómo acabaría eso si pasaba algo así.

Sabía perfectamente que Klaus no tenía el mejor carácter y mucho menos paciencia.

─ Bien ─ Elena dió por terminada la conversación.

Klaus salió de la habitación dejándola nuevamente sola.

Elena acomodó el bolso con algunas prendas de vestir, y luego de varios minutos salió de la habitación mientras era seguida por el mismo vampiro que Klaus había creado.

Ella suspiro sabiendo que está vez sería un viaje más largo de el que que tuvo para llegar a Tennessee.

¡𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐!

Aquí les dejo un nuevo capítulo de
Un Día, Tres Otoños.

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