YOSHINORI.

Nos encontrábamos en un taxi, rumbo al departamento, entre risas y anécdotas comenzaba a disfrutar del momento. Algo que había extrañado.

—¿Y cómo les va con su banda? —preguntó Akira.

—Ahora estamos creando una nueva presentación, para el final de clases. —dije sonriendo.

—Oh, y ¿cuándo será? Tal vez pueda ir a verlos.

—La última semana de septiembre —tenía mucha ilusión de que vaya.

—Genial, apartaré esa fecha por ustedes. —sonrió.

—Los chicos se pondrán muy felices —dije contento—. Y yo también —completé, sin poder evitar sonrojarme.

—Sigues siendo muy adorable Yoshi —decía mientras acariciaba mi mejilla, algo que me tensó por un momento.

—Jóvenes, llegamos a su destino. —dijo el conductor.

Estaba agradecido con él, por qué no sabía cómo escapar de la situación en la que me había metido. Miré a Akira y solo reímos.

Rápidamente quité su cinturón de seguridad y luego el mío. Al salir del taxi decidí llevar todas las bolsas de las compras, pero ella no lo permitió, por lo tanto, tuvimos que repartirlas.

Nos despedimos del conductor, e ingresamos al edificio. Teníamos poco tiempo para preparar el almuerzo.

Mientras Akira estaba cortando los ingredientes para la comida, recibí una llamada, muy inusual de Hyunsuk, él nunca llamaba a esta hora.

—¿Hola? —respondí confundido.

—¡Yoshi! —exclamó emocionado—. ¡Por fin respondes!

Y ahora, de que me había perdido, no tenía otras llamadas, así que no entendía de lo que hablaba.

—¿Sucedió algo? —pregunté.

—No, de hecho, sí —respondió—. “Te dije que no lo recordaría.” “Pero si podrá hacerlo." —escuchaba como discutían entre ellos, pero tenía la sensación de que habíamos olvidado algo.

—¿Chicos? —pregunté confundido—. ¿Qué olvidamos?

—¡El cumpleaños de Asahi! —sentí como me rompían el tímpano, eran muy exagerados.

—¿Pero no es mañana? —pregunté relajado.

—¡Hoy es 20 de agosto! —gritó Haruto, sorprendiendo a todos.

—¿Qué? No lo creo —revisé mi calendario—. Si ayer fue... —quedé perpetuo al ver que día era hoy—. No puede ser...

—¡Si! —volvieron a gritar—. Y necesitamos que prepares una sorpresa Yoshi, confiamos en ti.

Akira quién miraba todas mis reacciones se acercó y me preguntó si pasaba algo, pero decidí no decir nada por ahora.

—Tranquilos, yo me encargo —respondí con una sonrisa, y colgué.

Sabía que los chicos no estarían seguros con mi respuesta, pero si algo he demostrado siempre, es que pueden confiar en mí.

—Tenemos una fiesta que preparar —dije mirando a Akira.

...

El tiempo pasaba rápido. Decidimos volver al supermercado a comprar algunas decoraciones y bocadillos necesarios. Ya era las 3 de la tarde, y debido al tráfico, apenas y habíamos llegado al departamento hace 30 minutos, por lo que ahora teníamos menos horas.

Cuando ingresamos, Akira comenzó a indicar que cosas debíamos hacer primero.

—Necesitamos, bocadillos, cócteles, comida, y el pastel —decía revisando su celular—. Los bocadillos y el pastel llegarán dentro de 30 minutos. Así que debemos...

—Preparar la comida y los cócteles —dije.

—Así es Yoshi, ¿sabes cómo preparar los cócteles? —me preguntó.

—Claro que sí, si aprendí de la mejor.

—Lo sé. —sonrió, mientras se acercaba a mí.

9 meses atrás.

—¿No sabes hacer un cóctel? —preguntó ella mirándome con diversión.

—No —respondí serio, no estaba de humor.

—Tal vez pueda enseñarte —dijo con un tono que me desencajó.

Solo asentí, esperando el momento para decirle que no era necesario que actúe a si conmigo. Era mi novia, sí, pero la respetaba, no quería volver a ser un monstruo con alguien a quien quería.

Me acerqué a ella y acaricié su rostro, deleitándome por su gran belleza y esos ojos azules oscuros.

—Mi amor... —sentí como me miraba con mucha dulzura—. No es necesario que actúes así —dije, luego de besar su frente.

—Lo sé, pero no quiero que pienses que soy muy infantil —se separó de mí—. Quiero que me veas como una mujer —, me dio la espalda.

—Akira... —la abracé por la espalda—.Te amo, y no necesito que cambies por algo que te dijeron tus amigas —recordé la conversación que habían tenido.

—También te amo —se giró, rodeando mi cuello con sus delicados brazos—. Y está bien, ya no fingiré ser alguien más.

—Muy bien hermosa —deje un casto beso en sus labios—. Ahora, enséñame a preparar esa bebida.

Ella sonrió y fue corriendo hacia la cocina. Sin duda la amaba.

Los minutos pasaron, y luego de casi 10 intentos fallidos, por fin pude preparar un cóctel muy exquisito, al cual llamé Julieta.

—Lo ves amor, no era tan difícil —dijo ella mientras adornaba el vaso.

—Si, después de 10 intentos resultó ser muy fácil —reí, poniendo mis manos en su cintura.

—Ahora, a probarlo —puso dos sorbetes respectivos y nos sentamos en las sillas, disfrutando de este momento—. Nada mal, pero hace falta el ingrediente secreto.

Caminó hacia la despensa y comenzó a buscar algo, luego de un par de minutos, seleccionó una pequeña botella, lo que podía deducir que era Whisky. Con una sonrisa volvió hacia su asiento.

Abrió la botella y hecho un poco del líquido a nuestro vaso, combinando los sabores. Probó un poco y vi como sus ojos brillaron.

—Tienes que probar esto —dijo ella con una evidente emoción.

Cogí el sorbete y bebí.

—Esto está... —dije muy entusiasmado—. Creo que quiero más de esto.

Ella me miró con diversión y volvió al lugar donde preparamos el coctel, comenzó a sacar varios vasos y en cada uno de ellos, repartía los líquidos.

Fue así como cada uno terminamos con 4 vasos en frente, no queríamos dejar este momento pasar, así que inventamos un juego y disfrutamos del resto de la noche, celebrando nuestros primeros cinco meses de relación, era nuestro aniversario.

...

El vaso que tenía en mano era el último, claramente tenía una buena resistencia al alcohol, pero beber cuatro vasos y aparte dos de ella, comenzaba a dar efectos en mi sistema.

Por el contrario, Akira solo reía, con el segundo vaso comenzó a marearse, no hay duda de que mañana sería un día difícil para ella. Bebí el último vaso y lo dejé en la mesa, miré a mi novia y me sentía muy afortunado de tenerla, había encontrado a "mi media naranja" como suelen decir, pero algo en mi interior me decía que no era ella. Sin embargo, hice caso omiso a esa percepción. Yo la amaba y era lo único que importaba.

El alcohol invadió por completo mi sistema, hasta el punto de sentir un mareo, acompañado de un fuego que se prendió en mi interior, y sin medir mis acciones, me acerqué a Akira y comencé a acariciar su rostro.

—Eres tan linda...

Vi como sus ojos me miraban con lujuria, deseando aquello que tanto quería. Apreté su cintura, obteniendo un primer sonido salir de su boca, no estaba al pendiente de lo que hacía.

Levanté su cuerpo y ella enredó sus piernas en mi cintura, sabía que esta experiencia sería su primera vez, y no quería que tuviera malos recuerdos. Caminé con ella mientras le decía palabras que le encantaba. Llegamos a mi habitación, y coloqué delicadamente su cuerpo sobre la cama. Quité mi corbata, seguido de mi camisa, sin desviar mi mirada sobre ella.

Me acerqué lentamente y miré directamente esos orbes azules, aquellos con los que no lograba conectar. Cabizbajo, me senté en el borde de la cama.Tal vez no entendía lo que sus ojos decían, pero con el tiempo podría hacerlo, solo debía intentarlo. Volví a verla, aquel rostro inocente que derramaba una pequeña gota de sudor, dándome a entender que ella quería dar ese paso.

Acaricié sus labios y sentí un mar de escalofríos en todo mi cuerpo. Era extraño la manera en la que me sentía con solo tocar sus labios, provocaba en mí una sensación de querer más. Tenía el permiso de avanzar, con solo una mirada podía decirme todo, y sabía que tanto ella como yo ahora, anhelábamos este momento.

—Yoshi...

Dijo ella, sintiéndose muy apenada y tímida, con un ligero sonrojo en sus mejillas y ese par de ojos brillosos que me pedían continuar.

Mis labios actuaron por si solos y comencé a besar lentamente su cuello, dejando una que otra marca, mientras mis manos hacían su labor tocando suavemente su delicado cuerpo sobre el vestido.

Cuando sentí como ella dirigía mis manos hacia sus piernas, comencé a levantar lentamente el vestido, este era el inicio de algo que ya no podría parar, fue por eso que la miré otra vez, esperando su confirmación, pero solo vi sus ojos cerrados, al parecer disfrutaba mucho de esta sensación.

Estaba por iniciar este gran y bello paso, pero al verla, un fuerte dolor invadió mi cabeza, tal vez era los efectos del alcohol, pero al ver a Akira, comencé a escuchar gritos y como la imagen de mi novia se distorsionaba, mostrándome ahora a una chica totalmente diferente.

«Era ella»

Me levanté de la cama con rapidez, asustándola, pero sentía que no debíamos de continuar con esto, no después de que "ella" invadiera mis pensamientos.

—Yoshi, ¿sucede algo? —preguntó preocupada.

El dolor de cabeza seguía, y sentía como cada vez mi cuerpo se debilitaba. Akira comenzó a ordenar la cama y me ayudó a recostarme.

—Lo siento —le dije apenado.

Ella solo me dio un beso en la frente y se fue de la habitación.

Me sentía horrible, aparte del dolor, sentía que la había decepcionado, y entendería que estuviera enojada conmigo. Creo que así terminaría todo.

—Comencemos o llegarán pronto —dijo Akira con seguridad.

Asentí un poco confundido, pero volví a la realidad, me dirigí al pequeño bar y comencé a preparar una gran cantidad de bebidas, al mismo tiempo que eran de distintos sabores.

Desde mi lugar podía ver como ella preparaba y cocinaba todo a la perfección, tenía buenas habilidades, es por eso que todos mis amigos le tenían un gran aprecio. Akira fue una gran amiga para todos nosotros desde antes que iniciáramos una relación, era nuestra motivación frecuente para seguir nuestros sueños, y una gran influencia en cada uno. Y todos lo sabían.

Sentía mucha emoción por ver como reaccionarían los chicos al volver a verla después de casi un año, esto era por ellos.

Cuando me miró solo le sonreí, volviendo a lo mío. Por dentro sabía que había sido la decisión correcta, ella se merecía a alguien mucho mejor que yo, así que fue por eso que la dejé libre.

Los minutos pasaban rápido, me limpié las manos y la mesa luego de terminar mi trabajo. Escuché el timbre sonar, así que pensé que era el pedido que ordenó Akira.

Con su confirmación, fui a la puerta principal y lo recibí, era claro que ya estaba pagado, sin embargo, hablaría sobre eso con ella después.

—Yoshi, ¿puedes ayudarme con eso? —dijo indicando una salsa que estaba en un estante alto.

Dejé el pastel y los bocadillos en la mesa principal y rápidamente fui donde ella.

—Aquí tienes —le entregué la lata.

—Gracias —la recibió dándome un beso en la mejilla.

Traté de decir algo, pero me interrumpió.

—Ya son las 5, tenemos que decorar todo —probó la salsa que estaba cocinando y junto a unas papas lo metió al horno—. Listo.

Se quitó el mandil que tenía y caminó hacia el comedor del departamento. Hacía unas señas raras con la mano, creo que medía el espacio. Luego fue hacia la sala, donde estaban las cosas que compramos y sacó un paquete.

Se acercó a mí y me lo entregó, no era un regalo ¿o sí? Al ver mi rostro de confusión, me entregó un inflador de globos y fue cuando todo cobró sentido. Abrí el paquete y estaba lleno de globos.

—Hora de inflarlos Yoshi —dijo con una sonrisa.

Comenzamos a trabajar en la decoración. Yo inflaba los globos, mientras que ella armaba una especie de arco y otras formas. Mientras lo hacía le pregunté como conocía esas técnicas, y ella me dijo que era parte de su carrera. Estaba estudiando diseño de interiores. Una carrera adelantada para su edad.

Luego de los globos, comenzó a organizar la mesa del comedor, me sentía un poco inútil al solo pasarle las decoraciones, pero no podía intervenir porque no sabía nada de estos temas, sin ella los chicos me matarían.

Acomodó el último florero y la alarma del horno sonó, indicando que el último platillo estaba listo.

Mientras ella se encargaba de eso, fui hacia el pequeño bar y comencé a servir el coctel en todos los vasos, con su respectiva fruta.

Observé mi celular y tenía un mensaje de Mashiho.

"Yoshi, estamos en camino, ¿tienes todo listo?"

Respondí con un emoji en señal de confirmación y apagué el teléfono.

—Los chicos llegarán pronto —dije mientras ponía los últimos vasos en la mesa de bocaditos.

—Perfecto, todo está listo —dijo ella observando la decoración y la comida orgullosa—. Ve a darte un baño, debemos recibir a nuestros invitados limpios ¿no crees?

—Claro, y creo que tú también deberías —dije limpiando el polvo de su cabello—. Al fondo a la derecha está la habitación de huéspedes.

—Bien, nos vemos después de 15 minutos —dijo Akira mientras iba en dirección a la habitación que le indique.

Rápidamente corrí a mi habitación, me quité la ropa e ingresé a la ducha. Una cantidad de agua fría tocó mi piel, erizándome todo el cuerpo al instante, pero sentía que lo necesitaba.

Luego de nueve minutos, salí de la ducha con una toalla en el cuerpo. Me sentía como nuevo, sin duda esa ducha fue la mejor.

Seleccioné un outfit formal, así que no me tomó mucho tiempo vestirme, ordené mi cabello y me eché un poco de loción.

Salí de la habitación y llegué a la sala, pude escuchar el gran escándalo que hacían mis amigos por los pasillos de afuera.

—De seguro son ellos —dijo Akira acomodando su vestido—. ¿Me ayudas? —se dio la vuelta, mostrándome gran parte de su espalda desnuda, me quedé inmóvil—. ¿Yoshi?

Me concentré y rápidamente subí el cierre de su vestido. Cuando ella me vio, se acercó hacia mí y comencé a sentirme tímido. Pero cuando acomodó algunos mechones de mi cabello, entendí que solo era eso.

Escuchamos el timbre de la puerta, ya habían llegado. Akira ordenó algunos pequeños detalles y me dio la indicación de abrir la puerta.

Asentí y la abrí, provocando que alguno de mis amigos cayeran al suelo. Solo sonreí y cuando quería decir algo, ellos me interrumpieron gritando el nombre de Akira y corrieron hacia ella.

Mashiho fue el último en ingresar.

—Te salvaste Yoshi —dijo muy sonriente.

Reí, pero pude darme cuenta que faltaba el cumpleañero y Doyoung.

—¿Dónde están Doyoung y Asahi? —le pregunté.

—Hyunsuk se encargó de distraerlos para poder organizar la fiesta, pero al parecer no fue necesario —dijo riendo—. Ya volverán.

Solo asentí, sintiéndome un poco extraño, como si algo nuevo iba a suceder. Pero al ver que Akira me miraba, solo le sonreí y volví con mis amigos.

—Chicos, creo que deben alistarse, Asahi llegará pronto —dijo ella con mucha alegría.

Todos obedecieron sin objeciones y se fueron a sus habitaciones.

—Qué bueno verte otra vez Akira —dijo Hyunsuk.

—Igualmente Sukie —respondió ella con una sonrisa.

—Tan linda como siempre. Si me disculpan, iré a mi habitación —dijo Hyunsuk continuando su camino.

El ambiente se puso muy silencioso, miré a Akira, pero ella estaba muy concentrada en su celular. Me sentía un poco incómodo, caminé hacia la sala y me senté.

“¿Por qué me sentía así?”

El timbre volvió a sonar, de seguro era Doyoung y Asahi. Antes de levantarme, Akira se adelantó y con una sonrisa de su parte se dirigió a la puerta.

—¡Akira! —exclamó Doyoung.

Lo suponía, ellos se llevaban tan bien.

—Asahi, ¿no me saludarás? —le preguntó.

—Hola, que bueno que pudiste venir —respondió él.

Podía escuchar su conversación desde mi lugar en la sala. No entendía como Asahi podía comportarse así con ella, después de todo lo que hizo por él, pero no podía hacer nada. Ese tema ya estaba olvidado.

—¿Y tú eres? —preguntó ella. Pero no entendía a quién se refería.

—Ella es una invitada —dijo Doyoung—. Es Lee Ji Hyeon.

Al escuchar ese nombre, me levanté de inmediato y los miré, pero toda mi atención fue hacia la chica del medio, quien me miraba con la misma sorpresa que aquel primer día que volví a verla.

—Hyeon.

Fue lo único que pude decir.

¿Qué les pareció este capítulo? Llegó el momento del encuentro entre Hyeon y Yoshinori, ¿cómo lo tomarán? No se pierdan el próximo capítulo.

Capítulo largo para terminar esta mini maratón. Espero que les haya gustado y una vez más me disculpo por actualizar luego de tanto tiempo. Sin mas que decir nos vemos en la próxima actualización. See you later.

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💛~