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0013

Hyeon no creyó volver a ver a Doyoung después del momento incómodo que sintieron ambos en la hora del almuerzo; bueno, no hasta mañana. Ahora él corría hacia ella como un niño, le daba la sensación de que podía ser bipolar, tenía una enorme sonrisa plasmada en su rostro. ¿Acaso planeaba algo?

Hyeon dió un paso hacia el costado al ver cómo Doyoung llegaba con mucha velocidad, lo que provocó que cayera al piso en su intento de detenerse, pero no pasó ni un segundo cuando ya estaba de pie.

Aquí no pasó nada”, pensó ella.

—¿Estás bien? —preguntó después un poco confundida.

A pesar de la actitud rara de Doyoung, Hyeon era consciente de que él no había hecho nada malo hasta ahora, al contrario. Fue la única persona con la que compartió más de una conversación fluida, aunque a veces extrañas, se portó muy amable con ella, entonces dicen que la primera impresión es lo cuenta ¿verdad? Para ser el primer amigo de Hyeon en el nuevo instituto, estaba agradecida de que sea él. Serían buenos amigos.

—Si. —respondió Doyoung rápidamente al sentir su preocupación.

Pero al ver por completo cada facción de su rostro, no pudo contener su impulso elevar su mano derecha y tocar ligeramente su mejilla. Era como si el ambiente estuviera en cámara lenta, dónde solo existían ellos dos.

“¿Pero qué haces?”, se preguntó mentalmente Hyeon.

Doyoung estaba sumergido en aquella piel donde solo existía suavidad, fragilidad, dulzura, ternura e inocencia. Era la textura más impecable que había sentido en toda su vida. Y lo decía él, que era un experto en texturas, gracias a su madre.

Hyeon no quería ser grosera, pero no le gustaba que ningún hombre la toque sin su consentimiento, aún si se trata de un amigo. Así que rápidamente se separó y tomo una gran distancia, dejando a Doyoung asustado y avergonzado por tomarse ese atrevimiento.

—No me toques —aclaró—, por favor...  —susurró aquello último.

Doyoung había cometido un error, otra vez, «¿en qué estaba pensandoSe regañó mentalmente.

El ambiente quiso ponerse tenso nuevamente, pero Doyoung no lo permitió. Rápidamente recordó el motivo por el que había buscado a Hyeon, y volvió a mirarla, aún avergonzado.

—¿Te gustaría ir a un lugar especial? —preguntó buscando un efecto divertido y curioso en ella.

Hyeon sabía que era momento de volver a casa, por lo tanto, estaba dudando en la respuesta que daría. No confiaba tanto en él.

—Yo...

—Claro que si quiere. —Dijo una voz conocida.

—Buenas tardes señorita Lee. —Saludó Doyoung por respeto a la psicóloga del instituto.

—Hola Doyoung, ¿a dónde planeas llevar a Hyeon? —preguntó viéndolos a ambos con una sonrisa.

—Mmm, es un secreto señorita Lee —respondió un poco tímido.

—Bueno, dijiste "especial", espero que no sea lo que estoy pensando.

—¡¿Qué?! No, no —Doyoung negó rápidamente, no se refería a ese “tipo de lugares”.

—Entonces, dejaré a mi sobrina en tus manos —dijo Jessi mientras les sonreía a ambos—. Tengo una reunión ahora, puedes ir con Doyoung para no sentirte aburrida, ¿estarás bien? —preguntó aquello último solo para Hyeon.

—Si.

Jessi sonrió al escuchar esa respuesta y después de despedirse, continuó su camino en dirección contraria.

—¿Vamos? —volvió a preguntar Doyoung.

—Vamos. —Respondió Hyeon con una sonrisa.

No había duda de que inconscientemente Hyeon estaba flechando por completo a Doyoung, quien sentía una atracción más fuerte por ella.

Durante el camino, ninguno de los dos decía algo, pero la necesidad de Hyeon por solucionar aquello que dejaron pendiente en el comedor era algo que no podía olvidar, y no estaría tranquila hasta solucionarlo.

—¿Tienes algo que decir? —preguntó Doyoung con un tono muy suave.

Aquello le sorprendió tanto a Hyeon, era como si leyera su mente. Con timidez, asintió lentamente.

Doyoung al ver que no faltaba mucho para que llegarán al lugar especial, llevó a la Hyeon por las escaleras que los dirigía al segundo piso. Pero ¿por qué hacía todo eso? Por el simple hecho de que cuando una persona necesita decir algo que la está incomodando, y más aún si se trata de la chica que le gusta, no importa el momento o la situación en la que se encuentran, él como todo un caballero, estaría dispuesto a escucharla siempre.

La actitud de Doyoung fue tan diferente y única para Hyeon, que olvidó cuál era la situación de la que debía de hablar con él. Estaba nerviosa y por algún motivo, se sentía un poco intimidada.

Ambos tomaron asiento en una de las bancas que había en el lugar. Doyoung volvió a mirarla, pero ella no quería levantar la mirada. Eso le pareció muy extraño, así que tratando de no invadir todo el espacio de Hyeon, se acercó lentamente y colocó su mano encima de la mano libre que ella tenía.

—Sé de lo que querías hablar, no es necesario que lo digas —dijo con una sonrisa.

Hyeon al escuchar eso, volvió a sorprenderse por lo sutil y atento que era Doyoung. Alzó la mirada y al ver su sonrisa, sintió una sensación de calidez y protección, casi familiar. Sin pensarlo dos veces, rodeo el cuerpo de Doyoung con sus brazos, escondiendo su rostro en su torso.

Lo estaba abrazando.

El más sorprendido era Doyoung, de todos los sucesos que su mente imaginaba, nunca pensó en esa iniciativa por parte de Hyeon, pero sabía que había un motivo detrás de eso.

Había algo que ella ocultaba, no tenía que ser un experto para sentirlo y por ese tipo de abrazo que recibió, fue la confirmación de lo que había conversado con la señorita Lee. Hyeon necesitaba protección, y él estaba dispuesto a ser su caballero de armadura blanca a partir de ese momento.

Doyoung no iba a aprovecharse de esta situación, aún si tenía que dejar de lado sus sentimientos por verla feliz y tranquila, está dispuesto ha hacerlo. Sabía lo doloroso que podría ser aquello que atormentaba a Hyeon; según lo poco que le había contado la psicóloga, así que sólo acarició la cabeza de Hyeon tratando de consolarla, mientras pensaba en lo que haría después.

En la sala de ensayo, se encontraba un reducido grupo de nueve chicos; Yoshi había faltado a clases, Junghwan debía de asistir a una reunión familiar, y Doyoung, aún no llegaba. Las horas pasaban y los chicos de Treasure no hacían otra cosa más que preparar la composición de su tema musical. Algunos creaban los pasos para la coreografía, otros tarareaban la pista de la canción, y una persona en especial, se encargaba de la letra, aunque Haruto también le brindaba un buen aporte.

Asahi, cansado de los recuerdos que invadían su mente, dejó por un momento a Haruto con la composición y salió de la sala de ensayos. No iba en busca de Hyeon, pero si buscaba a Doyoung, estaba demorando demasiado. Si ella no quiso asistir, él tenía que respetar esa decisión, aunque conociendo a su amigo, sabía que la estaría convenciendo.

Al dar unos cuantos pasos, le pareció haber escuchado algunos sollozos, aunque eran débiles, por la agudeza del sonido, sabía que se trataba de una chica. Asahi no suele entrometerse en los asuntos de otras personas, pero tampoco podía ser tan desconsiderado con alguien que probablemente necesite consuelo o ayuda.

Con cada sollozo que escuchaba, no pudo quedarse quieto y fue en busca de la persona que los emitía. Se detuvo en la baranda que indicaba que esa persona estaba en el piso superior. Volvió a reconsiderar una vez más si seguiría con la búsqueda de esa persona, y así lo hizo.

Cada paso que daba indicaba que estaba más cerca de ella, con mucho silencio y siendo cauteloso, logró dar un último paso hacia el segundo piso, y en efecto allí estaba ella.

Pero no estaba sola.

Un chico con sudadera muy conocida para él, abrazaba delicadamente a la persona que estaba llorando, no se sorprendió de ver a su amigo Doyoung en una situación así, sin embargo, un sentimiento de rivalidad y envidia apareció de repente en su interior, luego de darse cuenta a quien estaba abrazando.

Respiró relajado, y tratando de ignorar lo que sus ojos vieron, decidió volver al primer piso, pero no imaginó que el lapicero que tenía en el bolsillo izquierdo de su pantalón cayera en ese preciso momento. Maldiciéndose internamente, algo que no suele hacer, recogió el lapicero y bajó casi corriendo, controlando el sonido de sus pasos. No quería ser atrapado.

Por otro lado, luego de escuchar ese sonido, Hyeon se separó rápidamente de Doyoung, estaba muy avergonzada de lo que había hecho.

Trató de limpiar los rastros de lágrimas que reposaban en sus mejillas, pero al no tener un pañuelo, sus manos no la ayudaron. Doyoung tomó sus manos y las bajó lentamente, con las mangas de su sudadera, limpió delicadamente sus mejillas, aunque debía de admitir que se veía muy dulce y bonita en ese estado, ¿qué loco no?

Hyeon aprovechó en observar a su amigo, podía decir que él tenía las pestañas más largas que ella, riendo mentalmente, se dio cuenta que su rostro estaba limpió. Se levantó de su lugar y miró a un Doyoung confundido.

—Que no íbamos a "tu lugar especial". —habló más animada.

Doyoung se levantó y volvió a tomar la mano de Hyeon, algo que está vez no fue para nada incómodo. Al contrario, ella sonrió ante tal acción. Se sentía protegida.

Bajaron rápidamente por las escaleras, en dirección al primer piso. El tiempo pasaba rápido, y Doyoung sabía que Hyunsuk lo iba a matar por llegar tarde a los ensayos, no literalmente, pero no era algo que debía tomarlo a la ligera.

Las puertas de salón de ensayo se abrieron paralelamente, causando un estruendo al chocar con las paredes, motivo por el cual a algunos le causó un gran susto y a otros simplemente curiosidad por quién había entrado de esa manera.

Es Doyoung, quien rápidamente se disculpó por lo sucedido. Y al ver que tenía la atención de todos sus amigos, buscó las palabras adecuadas para presentar a su amada, mejor dicho, a su amiga. Era la primera vez que una chica ingresaría al lugar especial y privado para los chicos de Treasure, así que tenía que ser cuidadoso con ellos y con ella.

—Hyunsuk hyung, gracias al permiso que me diste, quiero presentarles a una amiga muy especial.

—¡Wuuuu! —el bullicio se hizo presente, dando a conocer los buenos amigos que eran.

—¿Es la famosa Ji Hyeon? —le preguntó Jeongwoo casi susurrando a Mashiho.

—Si, ella misma.

"Por fin podré conocerla", pensó Hyunsuk. Tenía sus dudas sobre permitir el ingreso de una chica a la sala de ensayo, ya que lo consideraban un lugar muy personal, pero ante la insistencia de su amigo, no pudo negarse.

—Les presento a Ji Hyeon —habló fuertemente—. Puedes ingresar —le susurró.

Hyeon estaba nerviosa, no por el lugar donde se encontraba ahora, sino por las personas que estaba por conocer. Con pasos lentos avanzó hacia donde estaba Doyoung, sentía la mirada de todos sobre ella, algo que comenzó a incomodarla, y más aún al darse cuenta que todos eran chicos.

Un recuerdo inesperado y borroso invadió su mente, agarró la mano de Doyoung como medio de protección, y funcionó. Él le dedicó una cálida sonrisa, logrando tranquilizarla.

—Hola —saludó con un poco de timidez.

—Aww, es muy tierna —comentó Junkyu muy animado.

—¡Hola! —respondieron en unísono.

Rápidamente los chicos se levantaron del suelo y comenzaron a presentarse. Hyeon los observaba con una ligera sonrisa y calma, tenía la sensación de que esos chicos eran diferentes al resto de las personas que desafortunadamente había conocido tiempo atrás. No todos los hombres son iguales, ¿verdad?

—Soy Choi Hyunsuk. El líder de este humilde grupo, y el que cuida a estos niños. —Le extendió la mano.

Hyeon tardó un poco en reaccionar, pero le correspondió y con una sonrisa le respondió.

—Mucho gusto Oppa —tapó su boca ante lo dicho, no tenía la confianza para hacerlo.

Todos los presentes se emocionaron ante lo sucedido, nunca nadie había llamado a Hyunsuk de esa manera, y al ver un sonrojo en el mayor, era más que claro.

—Ohhh, por favor, no me digas así —decía mientras sonreía, tratando de ocultar su leve sonrojo. Hyeon se disculpó rápidamente, provocando que Hyunsuk permitiera algo que nunca había pensado hacer—. Está bien, puedes decirme así, pero solo cuando estamos con nuestro grupo ¿Okey?

Hyeon entendió la situación, no era común usar esa palabra en esta época, pero gracias a su pequeño error, estaba segura de que se acostumbraría a llamarlo así, tampoco quería romper esa desilusión en él.

—Eres muy linda Hyeon —dijo aquello último, con un sentimiento de hermandad y le dio el pase a su mano derecha, Jihoon.

—Soy Park Jihoon, tal vez no lo notaste, pero compartimos la misma clase —rápidamente Hyeon recordó haberlo visto después de tres asientos detrás de ella, y ahora ya sabía el porqué. Asintió sonriendo y otro chico apareció frente a ella.

—Soy Kim Junkyu —se presentó con mucho entusiasmo—. Eres muy bonita, ¿puedo decirte Jiji? —apenas la conoció y ya tenía un apodo para ella, si, así era él.

Hyeon le dio su permiso mientras sonreía ligeramente, ese chico tenía una aura muy carismático.

—Soy Jaehyuk, mucho gusto linda —él sonrió a más no poder, causando mucha ternura a Hyeon, tenía una sonrisa muy peculiar.

El siguiente fue Yedam, o iba a serlo, pero Jeongwoo lo interrumpió.

—Yyo SsoYy YjEeoDgAwMoo... —hablaron al mismo tiempo, provocando confusión en Hyeon.

—Chicos, en orden por favor, no la incomodemos. —dijo Mashiho. —Yo soy Mashiho, es agradable tener una presencia femenina por aquí, así se controlarán mejor. —miró amenazante a sus amigos.

Hyeon asintió con seriedad, y volvió a ver a los otros dos chicos que no dejaban de hablar.

—Y bueno, ellos son Yedam y Jeongwoo. —los señaló uno por uno. Hyeon repetía sus nombres en su mente, tratando de no olvidar a ninguno.

—Él es Haruto. —Habló Hyunsuk.

Hyeon lo observó y sólo recibió un saludo con la mano.

—Es un poco tímido, pero solo necesitas conocerlo —agregó Jeongwoo.

—Y él es Asahi —comentó, mientras él se acercaba.

Ambos se miraron, tratando de ver más allá de aquellos ojos. Para Asahi fue demasiado fácil, aún la recordaba como si fuera ayer el día que comenzaron a salir, pero Hyeon solo veía en él a un chico desconocido, que, por una extraña razón, su corazón latió un poco más rápido de lo normar, luego de estrechar sus manos.

Fue muy extraño.

Espero que este capítulo largo recompense todo el tiempo que esperaron para una actualización, hace más de dos semanas que empecé la universidad y vaya que los profesores son muy buenos con las tareas. Se comen todo mi tiempo, pero aun así trataré de actualizar lo más pronto posible.

Gracias por todo el apoyo que le dan a la historia, besos~.

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💛~

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