Yoongi y Jimin habían bailado mucho y ahora estaban sedientos así que se acercaron a la mesa de las bebidas.

Había una variedad de ella, Tinto de otoño, Mojitos,Sangría Spritzer, Gintonic cítrico y Cubalibre.

     —¿Qué deseas beber? —Preguntó Yoongi tomando dos vasos limpios.

Jimin examinó uno a uno los grandes calderos con bebidas y Señaló la Sangría.

Yoongi sirvió dos vasos y le entregó uno a Jimin.

El rubio menor sonrió bebiendo de la suya, se estaba divirtiendo mucho. Más de lo que esperaba incluso más de lo que deseaba. Yoongi le hacía pasar un rato bastante agradable.

     —¿Te diviertes Min? —Preguntó. 

Yoongi arrugó la nariz pero asintió. 

     —La verdad hacia tiempo que no me divertía. Pasé más tiempo limpiando mi nombre que divirtiendome.

     —Fue un golpe bajo lo de ese Jay Yoon Yoon pero no te preocupes lo vamos a arreglar.

Yoongi abrió la boca para preguntar como sabía lo de Jay pero recordó que estaba de más. Jimin tenía ese instinto de asumir cosas que resultaban ser reales.

Jimin observó las poncheras con las bebidas y luego llamó a Yoongi a donde estaban Hoseok y Jackson, charlando con otra pareja un chico azabache alto y musculoso rondeando por la cintura a un castaño de sonrisa rectangular ambos iban vestidos a juego de conejitos.

     —¡Yoongi!

     —Hola Jeikey, ¿como vas?

Chocó los puños con el azabache sonriente.

     —Son Jungkook y Taehyung. —Los presentó Yoongi.

     —Hola soy Jimin el novio de Yoongi.  —Sonrió el rubio a los nuevos recién presentados.

Los ojos del castaño llamado Taehyung barrieron a Jimin de pies a cabeza y luego le sonrió.

     —Lindo disfraz de medio puta. —Le dijo.

Jimin soltó una carcajada sosteniendo su estómago, ese chico le agradaba.

     —¿Medio puta? Rayos quería verme como puta completa, ya qué. —Fue su respuesta.

Yoongi sonrió moviendo su cabeza de lado a lado y Jungkook junto a los demás reían.

     —Me agradas. —Dijo el que se llamaba Taehyung sonriendo.

     —Tú también y por eso te advierto que no bebas nada de la mesa ni tu ni ellos.—Señaló a los demás.

Yoongi arrugó el ceño y los demás lo miraron con intriga.

     —¿Por qué no? —Preguntó Jackson.

     —Pues alguien vomito en uno de los recipientes y otro derramó demasiada cocaina en uno, no es de extrañar que los demás tengan algo también.

Yoongi volteó a ver a Jimin con su mirada bastante sugestiva.

     —¿Jimin...?

     —Shh solo es un poco de diversión.  —Cortó el rubio con una sonrisa encantadoramente  traviesa.

Siguieron platicando y riendo de tonterías y chistes durante otro buen rato en la noche. Hasta que Jay volvió a acercarse a Yoongi pero esta vez no esperó solamente lo tomó por el brazo y lo apartó del resto de chicos.

     —¿Qué haces Jay? ¿No ves que estaba con mis amigos?

Jay los llevó hasta el fondo de la casa donde había menos ruido y personas y lo tomó por los hombros para pegarlo a la pared.

     —Escúchame Yoongi,  yo se que has venido aquí y con ese chico sólo para darme celos ¿y sabes qué? Lo acepto estoy celoso. ¿De dónde salió? ¿Por qué de pronto todos lo aman y lo alaban? Vi la gran rueda que les hicieron cuando bailaban. No Yoongi no lo hagas más, tienes mi atención cariño. —Concluyó acariciando las mejillas del pálido.

Yoongi sonrió y le tomó una de sus manos para luego retirarla de su rostro.

     —Estás equivocado Jay el mundo no gira al rededor de ti, vine con mi novio porque ya era hora de dejar el pasado atrás, a ti en el pasado. ¿Ves lo bien que lo estoy pasando Jay? Es porque realmente me estoy divirtiendo como hace mucho no lo hacía incluso desde mucho antes de cortar contigo. Él me hace ver la vida de otra manera, me hace reír genuinamente, mis ojos no se han apartado de él para verte a ti en ningún momento de la noche. Así que déjame seguir disfrutando, te agradezco siempre tu invitación y no había venido antes porque no había encontrado a alguien lo suficiente bueno para invertir mi tiempo.  Jimin es... es increíble es un ser de otro mundo no lo entenderías pero él me hace sentir bien, muy muy bien.  Es como el toque de locura y travesura que le hacía falta a mi aburrida vida como tú solías decirme. 

A medida que Yoongi hablaba la sonrisa en el rostro de Jay desaparecía para dar paso a un semblante molesto y herido.

     —Así que preocúpate de tus invitados y déjame a mi en paz disfrutando con mi novio y mis amigos.

Jay apretó los puños e iba a lanzar el contraataque pero un carraspeo suave detrás de ellos los alertó.

     —Wow Yoon Yoon, eso fue... lindo. —Jimin lo veía con un brillo distinto en sus ojos y sus mejillas un poco coloreadas de carmín. 

El rubio sintió que sus latidos se volvían feroces al ver que todo lo que había dicho de Jimin lo había oído y es que en cierto modo sus palabras destilaban verdad.

     —Jiminie.

El demonio apartó a Jay de su camino y fue al encuentro del rubio, una de sus manos acarició su rostro con delicadeza y luego lo besó. Era un beso distinto al resto de besos que habían compartido durante la fiesta. Era lento y dulce cargado de emociones que confundían a ambos.

La puerta detrás de Yoongi se abrió y de ella salió una pareja, la chica aún se arreglaba su vestido de bruja.

Jimin sonrió con picardía y empujó a Yoongi hacía adentro de la habitación.

     —¡Yoongi! ¡Yoongi tú y yo no hemos acabado!

El grito de Jay fue muy alto pero tanto Yoongi como Jimin lo ignoraron.

    —¡Yoongi maldita sea yo no me moveré de aquí si no sales de ahí! —Se oyó el grito y amenaza de Jay.

Jimin sonrió acomodando su cabello.

     —¿Y ahora que harás? —Preguntó el rubio sosteniendo a Jimin por la cintura y pegandolo un poco más a él.

     —Darle un poco más de picante para que se encienda más, ya casi ha sacado humo por las orejas por todo lo que le has dicho. 

Yoongi sonrió y con un dedo apartó el cabello de la frente de Jimin.

     —Eres impredecible Jiminie. —Yoongi dejó un beso casto sobre los labios de Jimin.

El demonio se encogió de hombros y luego dio una vuelta por el lugar, había una mesa y la hizo levitar hasta la puerta y de pronto todo comenzó.

La mesa golpeaba duro contra la puerta y Jimin comenzó a gemir el nombre de Yoongi en alto.

Las mejillas del rubio se colorearon y sus labios se apretaron para no soltar una risotada.

     —¡Oh Yoongi Umm si oh por Dios! ¡Oh más oh si mmmgh!

Yoongi se llevó una mano al rostro tratando de ocultar que sentía vergüenza ante los guturales gemidos falsos de Jimin.

"Si fueran reales" Pensó.

     —Podríamos. —Respondió Jimin sonriente.

     —Carajo.— Yoongi decidió no volver a pensar en nada inapropiado. Así que volteó hacia otra parte para que Jimin no viera su sonrojo.

La mesa seguía golpeado duro contra la puerta y Jimin siguió con su show.

Afuera  Jay  estaba que se moría por los celos y la frustración de saber que Yoongi allá adentro se estaba follando a su novio como no lo hizo con  él.