🎃Eight
—Pero qué ven mis ojos, ¿Min? ¿Min Yoongi aquí? ¿En una fiesta de Halloween? Creo que mis ojos han sido bendecidos.
Yoongi resopló con la comisura de sus labios ligeramente levantada formando media sonrisa.
—Namjoon..— saludo con un asentimiento de cabeza.
El chico alto y Moreno sonrió también y chocó el puño con el pálido a modo de saludo de bienvenida y luego sus ojos vagaron en la figura esbelta y brillante que venía prendida del brazo izquierdo de Yoongi y sus ojos brillaron también le sonrió en modo coqueto.
—¿Esa preciosura? Wow su disfraz es bastante realista. ¿Qué hay gatito?
—Viene conmigo.
Namjoon esbozo una gran sonrisa rocorriendo al demonio con la mirada llena de curiosidad y algo más y Jimin únicamente le guiñó un ojo.
—¿Ese es tu auto Min? —Preguntó uno de los chicos asombrado admirando el descapotable deportivo donde habían llegado. —¿De dónde lo sacaste?
Todos miraban a Yoongi con interés.
—Le salió en una bolsita de papitas. —Todos voltearon a ver a Jimin quien sonreía soberbio y coqueto. —Es obvio que salio de una agencia ¿Qué es lo sorprendente? Si lo hubiera robado ya estaría la policía tras él ¿No creen? ¿Un auto lujoso? ¿Un chico universitario de clase media? Yo no veo a la policía aquí o ¿si?
Jimin les guiñó un ojo a los presentes mientras les sonreía bonito.
Nadie más preguntó por la procedencia del auto de Yoongi Jimin les había cerrado la boca además de que su indiscutible belleza los mantenía ocupados.
De alguna manera Jimin atraía a todos con su dulce encanto, los mantenía embobados como hipnotizados, a todos menos a Yoongi.
Quizá era porque Yoongi sabía quién era realmente quien era Jimin, por ello no causaba en él el mismo efecto.
—¿Vamos Yoongi? —Preguntó a Jimin jalando la mano del pálido. —Es hora de poner a ese Jay en su lugar.
Yoongi sonrió caminando de la mano de Jimin, su tacto era cálido y eso le gustaba mucho.
—Parece que lo de Jay lo has tomado personal. —Bromeó Yoongi subiendo la escalinata de la casa de su ex.
Su estómago dio una sacudida, hacía dos años que no ponía un pie ahí pero ni por error y hora estaba a punto de volver al lugar donde le hirieron su orgullo.
—Todo lo que hagan contra ti es personal para mi, tengo que hacer bien mi trabajo. —Respondió.
Yoongi precionó el timbre y espero, Jimin no lo soltaba y eso le parecía de algún modo tranquilizador.
Alguien abrió la puerta y los observó atentamente.
—Gracias ya estabas tardando cariño. —Jimin miró al chico y sonrió tirando de la mano de Yoongi.
—¿Siempre eres así de pedante Jimin? —Preguntó Yoongi dando una rápida mirada al lugar.
—Por supuesto. —Sonrió.
La casa era grande y estaba atiborrada de jóvenes con disfraces. Disfraces para adultos, bailando y bebiendo descontroladamente. Muchos de ellos besándose y haciendo exhibiciones para nada inocentes. Jimin sonrió.
Era el tipo de ambiente que gustaba a su padre.
Yoongi recorrió todo el lugar con la mirada y luego sonrió cuando vio a Hoseok sentado charlando animadamente con Jackson. Fueron directamente hacia ellos. Yoongi se percató de que todas las miradas estaban sobre ellos.
Al parecer su llegada si había causado impacto.
—¡Hey Yoongi!
Hoseok se levantó para saludarlo pero a su vez el grito del amigo causó que más personas se percataran de que estaba ahí.
—¡Hey! —Respondió Yoongi extendiendo un puño hacia él.
—Hola Jimin, que bien que hayan venido él es Jackson. —Presentó Hobi a su conquista.
Jackson sonrió amablemente a los recién llegados y les ofreció asiento a su lado.
Yoongi se sentó haciendo espacio para el demonio pero Jimin no se sentó a su lado en su lugar se sentó en las piernas del pálido.
Yoongi se tensó pero las manos cálidas de Jimin en sus mejillas lo hicieron verlo a los ojos.
—Tranquilízate Min, debemos entrar en el papel ¿no? Mira hacia allá. —Susurró Jimin muy cerca de él.
Tan cerca que su aliento a caramelo chocó de frente en su rostro y cerró sus ojos como acto reflejo.
Se obligó a calmar y agudizar sus sentidos, no podía caer ante los embriagantes encantos de Jimin.
Miró hacia donde Jimin señaló con su cabeza y sus ojos chocaron de frente con los de Jay.
El chico alto de cabello negro, mejillas pronunciadas, cejas pobladas y labios finos lo veía fijamente con la boca abierta por la impresión. Llevaba un atuendo completo hasta los tobillos negro totalmente ajustado que marcaba su figura. Piernas gruesas y trasero grande.
Yoongi lo repasó con la mirada antes de posar su vista en el rubio que tenia sobre sus piernas quien sonreía encantador a medio mundo. Las piernas de Jimin estaban descubiertas por su short blanco, eran largas y gruesas también y su trasero era mucho más grande y más "apretable".
Cualquiera querría poner sus manos sobre la cintura estrecha del rubio. Todos los ojos estaban puestos en él, pero solo Yoongi podía hacerlo. Y así lo hizo. Sus manos grandes se posaron posesivamente en la estrecha cintura de Jimin quien sonrió aún más pegándose a su cuerpo.
Jimin sintió ese agarre posesivo en él y por ello se había pegado más a Yoongi, el pecho firme y cálido del rubio le atraía mucho. Podía pasar horas ahí. Vio de reojo como Jay iba de inmediato hacia ellos y esbozo una sonrisa. La diversión comenzaba.
Jay llegó hasta ellos y se cruzó de brazos justo frente a la pareja.
—¿Yoongi? Que gusto. —Sonrió mirando al rubio frente a él.
Yoongi le miró y alzó una ceja antes de sonreírle.
—Hola Jay cuanto tiempo.
—Pensé que no ibas a venir nuevamente. —Habló Jay ignorando olímpicamente a Jimin.
—¿Y perderme de tu estupenda fiesta? No, ya no. Por cierto él es Jimin.
Jay miró ahora al rubio sobre las piernas de Yoongi y alzó una ceja recorriendolo de arriba abajo sin sonreír ni un milímetro.
—¿Y és tu amigo?
—Soy su novio. —Respondió Jimin con una amplia sonrisa.
Jay lo filminó con la mirada y finalmente extendió una mano hacia Jimin en forma de saludo.
Jimin sonrió y se sacó la goma de mascar de la boca y la colocó en la mano de Jay.
—Un placer. —Añadió Jay arrugando la nariz.
Yoongi apretó sus labios para no reír.
—Yoon ya que estas aquí ¿podemos ir aparte? Hay algo que quisiera hablar...
Jay ya no terminó de hablar porque Jimin había tomado a Yoongi por la nuca y ahora lo estaba devorando, literal.
La mente de Yoongi estaba oyendo la ahora irritante voz de Jay pero en cuanto jimin comenzó a besarlo su cerebro se desconectó por completo ahora estaba envuelto en una especie de bruma que poco a poco lo iba dominando los labios gruesos y húmedos del rubio sobre él eran simplemente adictivos tanto que no le costó para nada poder seguir con ese beso tan candente que prácticamente le era restregado en la cara a su ex novio.
El beso duró mucho más de lo que el pálido esperaba porque cuando se logró separar de Jimin —Lo cual en definitiva le había costado— Jay ya no estaba más ahí.
Ahora le veía furioso desde desde otro extremo de la sala.
—Bien, ahora está muerto de los celos. ¿Lo hice bien? —Susurró Jimin en su oído teniendo el sumo cuidado de rozar "accidentalmente" su oreja haciendo que miles de bichitos le cosquillearan en su estómago y más abajo.
—Lo hiciste bien. —Murmuró aclarandose la garganta.
—Bien. —Sonrió el rubio. —Vamos a bailar no es una fiesta si no bailas.
Yoongi se dejó arrastrar por Jimin por todo el lugar directo a donde estaban las personas bailando. Jimin de inmediato comenzó a contonear su cuerpo al ritmo de la música pegándose lo más que podía a Yoongi.
Y Yoongi lo estaba disfrutando demasiado.
Como si ambos lo estuviesen buscando volvieron a besarse de manera demandante y hambrienta como queriendo fundirse en uno solo con esos besos tan húmedos y tan calientes que de pronto en un momento olvidaron que estaban en una fiesta.
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