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✤ DÍA 8 ✤

Este día había transcurrido un poco aburrido para nuestra querida pelirroja de oscuros ojos.

Su hermana le había dicho que no saldría de esa habitación hasta que terminase todos sus deberes, y eso es lo que haría durante todo el día.

No había intercambiado palabra con YeJi y eso claramente la frustraba; esperaba al menos hablar con ella unos minutos para luego continuar con sus deberes. Volvió su vista al monitor y suspiró pesado. Aún no entendía por qué aprender sobre algo que no le serviría en un futuro.

Bajó buscando más información sobre su trabajo hasta que oyó unos golpes sobre el cristal de su ventana. Giró a ver de quién se trataba a lo que se sorprendió al ver que se trataba de Mia.

ChaeRyeong sonrió al verla y rápidamente fue a abrirle la ventana.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó entre risas—¿Como subiste?.

La peliazul entró a la habitación con ayuda de Chaer y sonrió al verla tan cerca.

—Digamos que sé un poco de parkour—bromeó.

—¿En serio?—preguntó emocionada la menor.

—Eh no, solo subí por ese árbol—rió.

ChaeRyeong comenzó a reír acompañando a su amiga, aunque luego cayó en cuenta de que tenerla allí podría traerle problemas con ChaeYeon.

—Te tienes que ir—soltó preocupada—ChaeYeon acaba de salir y si te encuentra cuando llegue ella–

—Calma Cherry—le interrumpió su mayor—Había encontrado a tu hermana antes de llegar aquí, no te preocupes—finalizó sonriendo.

—¿En serio?—preguntó extrañada—Es raro, a ChaeYeon no le agrada casi nadie—dijo.

—Supongo que tengo un encanto natural.

ChaeRyeong empezó a reír al escucharla.

—Entonces Cherry—habló la peliazul captando la atención de la más alta—¿Qué andabas haciendo?, ¿Necesitas ayuda?.

ChaeRyeong asintió.

—Te ayudo y luego vemos películas ¿Que te parece?.

ChaeRyeong asintió emocionada colocando una silla al lado suyo para que se sentacen juntas a terminar los deberes.

Habían pasado las siguientes dos horas terminando los últimos trabajos de ChaeRyeong, entre algunas tantas risas y bromas. Ahora mismo, ChaeRyeong había bajado a preparar palomitas y disfrutar de una película con su amiga. EunJi había elegido una de terror que se había entrenado hace poco tiempo.

No es un secreto aquí, pero ChaeRyeong tiene miedo al ver esas películas, le aterran en cierta parte, aún sabiendo que son falsas, le da un poco de miedo, pero no quería quedar mal con su amiga así que solo decidió callarse y aferrarse a ella como si de un caballero se tratase.

Mia empezó a reír apenas el logo de la universal era proyectada en la pantalla, Chaer se había acurrucado en su pecho evitando mirar a la pantalla.

—Si te asusta podemos cambiarla—le habló la más baja entre risas.

—¡No!—respondió nerviosa la pelirroja—No me asusta, veamosla.

EunJi sabía que estaba mintiendo pero era demasiado amable como para decirleselo, aunque prefería no asustar a la menor, se sentía bien teniéndola de esa manera, abrazándola buscando un lugar seguro.

La película había iniciado y ChaeRyeong no dejaba de gritar por cualquier escena que aparecía. Aunque Mia le haya dicho que cambiaría la película si seguiría así, terminaron discutiendo amistosamente por eso. ChaeRyeong seguía abrazandose a su mayor y esta no dejaba de reír por sus acciones.

De vez en cuando EunJi acariciaba el pelo de su menor intentando hacerle sentir segura y que nada malo le pasaría a su lado. La película acabó y con ella los gritos de Chaer.

—¿Estás bien?—preguntó EunJi entre risas.

—Si...—respondió Chaer—Un poco... ¿Que hora es?.

—Son las...—Mia agarró el teléfono encendiendolo dejando ver varias notificaciones—Ah son las diez—dijo preocupada—Perdóname Cherry debo irme.

ChaeRyeong palideció—¿¡Qué!?—exclamó—¿¡Me hiciste ver una película de terror para luego dejarme morir!? ¡Tienes que estar bromeando!.

EunJi no aguantó la risa y abrazó a la menor—Discúlpame—dijo—Pero había olvidado que debía ir a cuidar a mi hermana esta noche.

—No puedo objetar ante eso—soltó apenada ChaeRyeong—Dale mis saludos a Jihan ¿si?.

EunJi asintió—Tenlo por seguro, cuídate Cherry.

—Hoy no dormiré por culpa tuya—dijo con un puchero.

Mia volvió a reír—Eres valiente Cherry—dijo acariciándole la mejilla.

ChaeRyeong sonrió ante el gesto y la abrazó.

—Te quiero Cherry—dijo EunJi dejando un beso en la frente de la más alta.

Se despidieron nuevamente y Mia salió por el mismo sitio en donde había entrado.

ChaeRyeong sintió la soledad envolverla nuevamente, así que intentó dormirse lo más pronto que pudo.

Las horas pasaban y el sonido del viento golpeando su ventana la aterraba, decidió taparse con una manta por completo usandolo como escudo protector, Chaer es una bebita de ocho años, no tengo más nada que decir al respecto. Cerró los ojos fuertemente hasta que oyó golpecitos sobre el cristal de su ventana.

Entró en pánico y agarró lo primero que encontró para intentar defenderse, el golpeteo comenzó a hacerse más intenso hasta que oyó un susurro.

—Chaer—se escuchó desde el otro lado—Chaer ¿Tienes un momento?.

ChaeRyeong bajó el bat que tenía en manos al escuchar a la misteriosa voz, se acercó a la ventana y soltó un suspiro tratando de aliviarse, vió a YeJi allí sentada a un lado de su ventana y no dudó en abrirle. Con ayuda de Chaer, YeJi había entrado a la habitación aspirando el aroma a vainilla que emanaba el lugar, aquel aroma que la hace sentir como en casa.

—Chaer yo...—dijo YeJi acariciandose el cuello y apartando la mirada—Quería hablarte sobre–

La menor la interrumpió y saltó a abrazarla. La abrazó tan fuerte intentando que el dulce aroma a canela que su mayor emanaba quedase impregnado en su ropa. Al principio YeJi dudó en corresponderle, luego de pensarlo mejor, decidió abrazarla tan fuertemente. Extrañaba sentir la calidez de Chaer.

Era algo inexplicable, ChaeRyeong de algún modo la hacía sentir bien, no había lugar en el mundo que YeJi ame con tanta intensidad como amaba sentir los brazos de Chaer rodearla por completo. Amaba aspirar el dulce aroma de su menor, acariciar su suave cabello, verla a los ojos luego de separarse y evitar soltarla por que simplemente no ha sido suficiente. Para YeJi, ChaeRyeong era un lugar seguro, un lugar en donde podía ser ella misma sin miedo a que la juzguen, un lugar en donde no existía nada malo solo ellas dos.

Para ChaeRyeong, YeJi era lo mismo, un lugar en donde podía ser ella misma sin miedo a lo que se vendría, un lugar donde se sentía segura, un lugar en donde podía llorar las veces que quiera y sabía que siempre la tendría para sacarle las lágrimas. YeJi era su lugar seguro y eso se debía a tantos años de amistad que habían compartido juntas, se sentía mal por no sentir lo mismo que su contraria, pero por más que lo intentase, le costaba ver a YeJi con otros ojos.

—¿Estás bien?—Susurró YeJi después de un tiempo en silencio. Silencio en el que solo oía los latidos de su contraria.

—Te extrañé...—respondió ChaeRyeong—Demasiado...

—Lo siento...

—¿Por qué?—preguntó mirando a los ojos a la más alta.

YeJi apartó la mirada lentamente.

—No quería alejarte—respondió—Es solo que el profesor Kim nos dejó una tarea y ando pensando demás—se excusó—No fue mi intención dejarte de hablar de la noche a la mañana.

ChaeRyeong asintió en respuesta—¿Y tú amiga?—preguntó luego de un corto pero tortuoso tiempo en silencio.

—¿Amiga?—preguntó YeJi.

—La "amiga lejana"—respondió haciendo comillas.

—¿Quién? ¿Yiren?—preguntó YeJi.

—¿Así se llama?—soltó confundida.

—¿Y la tuya?—Espetó YeJi separándose de ChaeRyeong.

—¿Mia?—preguntó incrédula la menor.

—Exacto—Espetó—Vi a Mia salir de aquí hace no mucho tiempo.

ChaeRyeong permaneció en silencio. Oír el tono de su mayor le daba miedo, era probablemente la primera vez que la oía así de molesta.

—Sólo vino a ayudarme con unos deberes—Respondió ChaeRyeong, hasta que cayó en cuenta de lo que sucedía—¡Espera!. ¡No tengo por qué darte explicaciones Hwang YeJi!—exclamó.

YeJi se acercó peligrosamente a su contraria quedando a centímetros de su rostro, ChaeRyeong mantuvo la mirada fija en los ojos de su contraria intentando hacerle frente.

YeJi apartó la mirada bruscamente cayendo en cuenta de lo que estaba haciendo, recordó las palabras de JiSu justo en el momento adecuado.

—Lo... lo siento—Susurró.

—¿Qué es lo que sientes?—Espetó ChaeRyeong—¡Dime!.

La más alta no respondió.

Simplemente se acercó a ChaeRyeong y la abrazó, la abrazó tan fuerte que pareciera sería la última vez.

—Soy una idiota, lo siento Chaery—susurró YeJi.

ChaeRyeong intento resistirse al abrazo de su mayor, pero como dije antes, le fue imposible, pues para ChaeRyeong, YeJi era su lugar seguro y para YeJi, Chaer lo era.

—Debo irme...—habló YeJi.

—¿Qué?—cuestionó Chaer—¡No por favor!—exclamó, recordó aquella película que había visto con EunJi hace un momento.

—ChaeYeon capaz suba y me eche a patadas—soltó apenada—Debería irme antes de que eso suceda—suspiró.

—ChaeYeon no está—dijo ChaeRyeong—Por favor quédate... te necesito...

A YeJi se le encogió el corazón al escuchar a Chaer hablarle así, sin embargo, no podía.

—Por favor Unnie...

YeJi se acercó a Chaer y suspiró—Está bien.

La recién nombrada se quitó el abrigo que llevaba y la dejó sobre la silla de ChaeRyeong quedando únicamente en camiseta y pantalones. ChaeRyeong aprovechó el descuido de su mayor y agarró su abrigo poniendoselo tan rápido como pudo. Aspiró el dulce aroma de YeJi y sonrió, de verdad le encantaba. YeJi sonrió al ver lo tierna que se veía ChaeRyeong con su ropa, le llegaba hasta las rodillas y eso la hacía reír silenciosamente. 

Se sentó en la cama y dejó palmaditas a un lado suyo indicándole que se acercase. ChaeRyeong obedeció y fue hasta donde ella. Sonrió una vez más y se recostó en la cama, YeJi hizo lo mismo.

ChaeRyeong se acomodó más en su contraria intentando sentir su calidez nuevamente.

Sonrió mientras sentía los brazos de su mayor cubrirla por completo.

—Dulces sueños Chaery...—Susurró YeJi dejando un corto beso en su frente.

—Dulces sueños YeJi...

Ambas cerraron los ojos escuchando únicamente la respiración de la otra, hasta lograr conciliar el sueño.

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