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✤ DÍA 10 ✤

Ya diez días desde aquel trato. Diez días en los que YeJi se esforzó por conseguir algo con la pequeña Chaer y ponerse al corriente con todas sus actividades.

Sin mencionar que tenía ciertos problemas con los cuales enfrentarse ahora; desde que Chaeyoung llegó a sus vidas, DoYoung no ha hecho nada más que quejarse y lloriquear por la atención de su madre.

—¡Ya no puedo soportarlo!—exclamó el menor lanzando un balón a YeJi—¡Se robó toda la atención de mamá!.

La recién nombrada detiene el balón y lo bota repetidas veces oyendo las quejas de su hermano, lanza el balón hacia el aro logrando anotar un tanto.

YeJi ríe para luego contestar—¿Y?—se burló—No podemos hacer nada Young; mamá renunció a su sueño para criarnos, se casó con un hombre que no amaba y este le sacó cada oportunidad que tenía para ser feliz—expresó—Ahora que está viviendo sus sueños, al lado de una persona que si la ama, no podemos intervenir.

DoYoung agarró el balón para comenzar a botarlo—Pero mamá... ya no nos presta atención—dijo presionando el balón con ambas manos.

YeJi se acercó a su hermano poniendo una mano sobre su cabeza desacomodandole el pelo—Dale tiempo Youngie... Verás que te acostumbrarás y pronto tendremos dos mamás.

—¿Qué pasa si la lastima?—preguntó preocupado el chico—No podemos dejar que eso pase.

YeJi cambió el semblante rápidamente—Tienes razón, pero si Chaeyoung lástima a mamá me veré obligada a causar un acto de odio.

DoYoung rió y abrazó a su hermana.

—Yaetteong...—dijo—Prométeme que no me cambiarás por ella...

YeJi permaneció en silencio, sabía de lo que hablaba su hermano y no estaba contenta al escucharlo y saber que estaba ocultandole algo importante a su madre quién ha vuelto después de varios meses.

—Lo prometo...—respondió sin pensar.

Abrazó aún más fuerte a su hermano aprovechando su altura para acariciarle el pelo. Se mantuvieron así un buen tiempo ignorando cualquier cosa que pasaba a su alrededor.

El vínculo que tenían estos dos hermanos era inquebrantable, tanto que si uno llegase a enfermar, el otro no dudaría en mover cielo y tierra con tal de mantener a salvo al otro; desde que tienen memoria, se tienen a si mismos.

—Youngie—susurró YeJi apartándose lentamente de su contrario—Yo movería cielo y tierra por ti, nunca lo olvides hermano.

DoYoung sonrió y abrazó a su hermana nuevamente.

Entre risas se metieron a la casa al escuchar el llamado de su madre que seguramente los llamaba a comer.

Por otro lado...

ChaeRyeong oía los reclamos de su hermana como si estos no fueran a acabar nunca. La miraba con desprecio y hasta pensó en callarla antes de que dijera alguna cosa que la moleste.

—Te lo diré una última vez Chaer—Espetó la mayor de los Lee—Aléjate de esa gente.

ChaeRyeong se mordió el labio y no dudó en responderle a su hermana.

—¿Por qué los desprecias tanto?—preguntó—¿Qué te hicieron para que los desprecies de esa manera?.

ChaeYeon no respondió.

—Estaré en mi habitación y no quiero oírte por el resto del día—soltó furiosa.

ChaeRyeong subió las escaleras dejando con la palabra en la boca a su hermana que ya no sabía que hacer para que la menor no se metiese en problemas.

Cerró la puerta de su habitación y se lanzó a la cama dejándose llevar por la rabia; comenzó a llorar de tanto que odiaba que su hermana intente alejar a los Hwang de ella. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas para luego secarlas con la manga de su suéter, abrazó una almohada y continuó sollozando.

Las lágrimas no paraban y sólo tenía esa almohada para que la consolase, bueno, eso pensó hasta que encontró la sudadera de YeJi. Su amiga.

Lanzó la almohada y abrazó la sudadera aspirando el olor que quedó impregnado de su mayor; continuó sollozando mientras abrazaba a esa prenda sin ganas de parar; no quería alejarse de la persona que la hacía sentir especial.

—¿Por qué me dijiste lo que sentías?—susurró al techo.

Se acostó en su cama abrazando la sudadera de su mayor y cerró los ojos lentamente.

(...)

YeJi dejó caer su cabeza sobre su escritorio tratando de que las ideas fluyan y evitase una masacre de neuronas de tercer grado.

Había pasado toda la tarde encerrada en su habitación tratando de unir los pedazos de canciones para crear su poema, tal como se lo había dicho JiSu. Pero simplemente le parecía imposible. Las horas pasaban y ella aún mantenía la hoja en blanco.

Los minutos se hacían eternos mientras que buscaba la manera de conseguirlo sin recurrir a la ayuda de su madre, su hermano o Chaeyoung.

Su celular sonó a lo que contestó rápidamente.

—Es YeJi, ¿cuál es la emergencia?—dijo al instante.

—¿Quieres ir a un partido de basquet esta noche?—la invitó la misteriosa voz—Es gratis.

—Mañana es lunes Lisa, tengo que ir al instituto—respondió YeJi masajeandose la sien.

—Anda, te necesitamos—dijo LaLisa—Trae a DoYoung también.

YeJi suspiró rendida—Está bien, veré que puedo hacer.

Lisa cortó la llamada dejando a YeJi con cierta preocupación.

Lanzó el teléfono a la cama y bajó a la cocina a por un vaso de agua.

Una vez abajo, buscó una pastilla para poder aliviar ese dolor de cabeza que le había atacado mientras asesinaba a sus neuronas con tal de unir aquellas frases y escribir su poema.

Oyó entrar a su madre a la cocina así que aprovecharía para pedirle permiso.

—YeJi, ¿que tienes?—preguntó la mayor con preocupación.

—Un dolor de cabeza, no es nada mamá—le respondió la más alta—Apropósito... ¿Podemos Young y yo ir a un partido de basquet esta noche?—preguntó.

—Claro—respondió Jennie—YeJi ya eres mayor de edad, no tienes que pedirme permiso.

—Tengo que—respondió la mayor—Aún vivo contigo y sigo respetando tus reglas—dijo con una sonrisa.

Jennie sonrió y abrazó a su hija quién correspondió cargandola cuál princesa. Chaeyoung entró a la cocina al escuchar risas provenientes de esta y vio a Jennie en los brazos de su hija, esto le causó mucha ternura.

—Puedes ir YeJi pero cuídense—dijo Jennie bajándose de los brazos de su hija—Has crecido tanto—soltó con orgullo.

YeJi dejó un beso en la frente de su madre y giró a ver a Roseanne que miraba todo con una sonrisa.

—Chae—le habló una vez las risas cesaron—Chaer había dicho que eras compositora o algo así ¿no?.

Chaeyoung asintió en respuesta—¿Necesitas algo?.

—Un consejo—dijo YeJi—¿Cómo haces cuando tienes un bloqueo?.

Chaeyoung permaneció en silencio rumoreandose la respuesta que debía darle a la menor.

Finalmente suspiró—Creo que salir a pasear y buscar inspiración en alguna parte de la ciudad—respondió dudosa—O simplemente pasar tiempo con amigos o con mi pareja si es que tengo—finalizó sonriendo.

YeJi asintió lentamente y le agradeció para luego ir a prepararse para su encuentro de basquet.

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