Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✶Quarantotto

Dos días después Jimin se encontraba en la terraza trasera, disfrutando de una copa de vino mientras acariciaba a Dante. El gato se había tumbado en la mesa, y estaba tomando el sol y ronroneando suavemente. En un momento dado, se colocó boca arriba dejando a la vista su oronda barriga, el lugar donde más le gustaba que lo acariciasen. Cuando se cansaba, el Omega dejaba de tocarlo, pero el animal reaccionaba bufando de forma amenazadora, aunque a esas alturas él sabía que sólo era una pose falsa.

–Lo que te gusta hacer dramas– le soltó.

Los enormes ojos verdes del animal lo miraron con un brillo exigente. Tras soltar un suspiro impaciente, Jimin dejó la copa en la mesa. Acto seguido, le paso las uñas al animal por la panza, que comenzó a ronronear de nuevo.

–Ya esta contento, ¿eh?

¡Por la Diosa, como odiaba a los gatos!

Por supuesto, era una mentira grande como Dante. Ese felino había logrado meterse en su corazón. Le emocionaba que el gato vagabundo no permitiera que nadie lo tocara salvo él. Aunque pareciera rocambolesco, era como si se pertenecieran el uno al otro. Dos solitarios, vagabundos y con malas pulgas, que no sabían como lidiar con las personas.

¿Qué iba a hacer?, se preguntó.

Yoongi lo quería. Después de que lo admitiera y de que él hiciera su desolada confesión, habían llegado al tácito acuerdo de no tratar más el tema. Jimin deseaba creer en él, ansiaba poder decirle lo mismo, pero algo se lo impedía.

El pasado.

El diamante de dos quilates de su anillo relucio bajo el sol, burlándose de él.

Necesitaba tomar una decisión lo antes posible. Había acordado seguir en Italia unos días más mientras se aseguraban de que mamá Min se encontraba bien y los planes de boda de Jennie seguían adelante.

Nunca le había hablado a nadie del abuso, salvo a su madre. Su traición acabó con su capacidad de confiar en los demás, pero Yoongi se la había devuelto. El recuerdo de sus manos, de su boca y de su lengua acariciandolo por todo el cuerpo mientras él se rendía, incapaz de hacer otra cosa, le puso la piel de gallina. Joder, por fin sabía por qué la dominación y la sumisión tenían tanto éxito entre las lectoras de novela erotica.

Dante lo miró como si le hubiera leído la mente, le apartó la mano y cambió de postura.

–Sí, ya sé que eres un semental que te beneficias a todas las gatas de la ciudad –le dijo– Amigo, deberías ser un poco más responsable. Creo que necesitas ir al veterinario a que te castren.

–¿Le estás hablando al gato?

Jimin volteo y sintió que se ruborizaba. Jihoon lo miraba con los brazos cruzados, riéndose.

–Claro que no –negó con énfasis – Te lo habrás imaginado.

El menor resopló.

‐Sí, claro. Hola, Dante.

Dio unos pasos para acercarse a ellos con la mano extendida, acompañada por su dulce voz.

Dante lo observó mientras se movía lentamente. Ambos contuvieron el aliento.

Al final, el gato bufo, disgustado, salto de la mesa y se escondió entre los arbustos meneando la cola. Jihoon se quedo boquiabierto, Jimin oculto la satisfacción que sentía bebiendo un sorbo de vino.

–¿Por qué no me quiere? –se quejó – Me encantan los animales. Le doy de comer. Tú lo insultas y él te adora.

El mayor se encogió de hombros.

–Los hombres son caprichosos. ¿Qué sucede?

–Vamos a la ciudad a mirar lo de las flores. ¿Quieres venir?

El rubio frunció la nariz.

–Suena aburrido. Pasó.

Jihoon solto una risita.

–Lo sé, a mi tampoco me gustan mucho las flores; pero como eres nuevo en la familia, tu te puedes liberar de estas cosas. –suspiro– Bien. Como quieras. Nos vemos luego. Mamá está descansando, pero se encuentra mejor – su rostro adoptó una expresión confundida– Es raro, la verdad. En cuanto se fueron, recuperó la energía y volvió a ser la de siempre. Parecía recuperada. El médico vino otra vez y dijo que todo debía de haber sido una falsa alarma.

–Sí. Es raro, pero al menos está mejor.

–Cierto, tienes razón. Hasta luego.

Jihoon se marcho y Jimin siguió sentado un rato más, disfrutando del calor y del silencio. Necesitaba encontrar a Yoongi. Puesto que la casa estaba vacía, había llegado el momento de hablar. Apuro el vino para que le infundiera valor y entró.

Miró en algunas estancias, pero escucho su voz en el despacho. Se detuvo en la puerta antes de llamar. Tal vez debería esperar fuera hasta que...

–No, Cheol, no se caso conmigo por dinero. Él gana lo suficiente. Pareces una madre sobreprotectora, amico míoHizo una pausa y después siguió hablando con una frialdad que lo dejó helado– ¿Qué hiciste que? Es inaceptable que hayas contratado un detective privado para indagar en su pasado. Sí, lo sé todo sobre su pasado. No sé parece a sus padres. Merda, no me desafíes en esto. Ahora es mi Omega –otro silencio– No, los niños tardarán en llegar. Jimin necesita tiempo. No es el Omega con el que siempre he supuesto que acabaría casándome, pero las cosas cambian. Puedo esperar.

El omega lo escucho caminar de un lado a otro.

–Es mi decisión – siguió él– y no pienso seguir discutiendo sobre esto. Lograré que mi matrimonio funcione.

La conversación continuo un poco más mientras él se escondía en el pasillo. Se sentía humillado. Seungcheol no lo creía adecuado para su mejor amigo. ¿Qué le habría dicho el detective? ¿Se refería a que sus padres eran un fracaso y que carecía de experiencia para llevar una relación saludable? Seungcheol lo había calado en cuestión de minutos después de que los presentaran y había descubierto la verdad que tanto se había estado esforzando por ocultar.

Solo era un caparazón vacío. Yoongi se merecía mucho más. Necesitaba una pareja con un gran corazón, sin complicaciones. A una pareja al que su familia no tuviera que aleccionar. A una pareja que adoraba los gatos, los niños y la cocina.

No una pareja como él. Alguien con un pasado asqueroso, un corazón herido e incapaz de amar.

Retrocedió lentamente, a sabiendas de que estaba apunto de sufrir un ataque de pánico. Dio vuelta. Pero después lo escucho.

–¡Ah, tigresito mio! ¿Te gustaría salir a pasear? La tarde esta muy bonita.

Esa voz tan melodiosa y ronca le acarició la piel y estuvo apunto de hacerlo olvidar.

Pero la verdad lo golpeó con fuerza.

Ya no podía fingir más. No con él. No podía seguir engañandose.

Miró a su esposo y tomó la única decisión posible.

–Yoongi, vuelvo a casa.

Él parpadeó y extendió una mano, pero Jimin retrocedió. Lo vio fruncir el ceño.

–Mimi, ¿qué sucede? ¿Paso algo?

–Quiero irme a casa solo.

–¿Por lo nuestro? –Tomó su mano y se acercó a él – ¿Huyes asustado porque te confesé mis sentimientos? Se que no seguimos hablando del tema, pero es que preferí darte un poco de tiempo.

Él se zafó con brusquedad y mascullo.

– No me hagas favores, Conde. Digamos que estoy harto de tanta mentira y quiero recuperar mi vida. Ya no quiero esta vida falsa. Ni este matrimonio falso –levantó las manos e hizo un gesto que abarcaba toda la estancia– ¡Todo esto es ridículo! Engañamos a todos fingiendo que estamos casados y después nos vimos obligados a casarnos de verdad cuando sabemos que es imposible que funcione. Somos demasiado distintos. ¡Esto no es lo que yo quiero! –grito– ¡No quiero hermanos despótico, gatos vagabundos ni lecciones forzosas de repostería! No quiero sentirme agobiado a todas horas bajo el peso de la responsabilidad. Me gusta ser libre y tomas mis propias decisiones. Así que ya es hora de que espabilemos y dejemos de actuar como si estuviéramos en una dichosa película.

En el mentón de Yoongi había aparecido un tic nervioso. Sin embargo, él estaba furioso y dolido, y sentirse así lo enfureció todavía mas.

–¿Lo que dije no significa nada para tí? –le preguntó, enojado– Te dije que te quería. ¿Eso no significa nada?. Mi maldito lobo te quiere como su Omega. ¿Eso no significa malditamente nada?

Jimin levantó la barbilla y se enfrento a su mirada sin acobardarse.

–Tus palabras no significan nada – se dio media vuelta para marcharse. El Alfa hizo un ademán de detenerlo, pero él resoplo como Dante y le soltó bruscamente– ¡Déjame tranquilo! ¿No entiendes que no quiero seguir con esto? ¡No quiero seguir a tu lado ni quiero el estilo de vida que tu verdadera pareja tendra que heredar! Comportarte con un poquito más de orgullo como el Alfa que eres, por el amor a la Diosa.

En esa ocasión, Yoongi lo dejo marcharse.

Jimin se apresuró, buscando un refugio donde lamerse las heridas antes de marcharse. Iría a la ciudad andando, dejaría sus pertenencias en algún sitio y las reclamaría en otra ocasión. Salvo la cámara de fotos, todo lo demás podía reemplazarse. Mejor salir antes de tener que enfrentarse a los hermanos de Yoongi. Que se inventara él alguna excusa.

Moviéndose como si llevara plomo en los pies, tomó la cámara, el bolso y el teléfono. Tras hacer algunas llamadas, dejó la casa donde había descubierto su verdadero hogar. La única casa donde se había sentido querido.

Se fue sin mirar atrás.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro