Capítulo cuatro
Shana escuchaba detrás de la puerta todo lo que sucedía con su hermano, se reprendía varias veces por ser tan torpe, había metido a su hermano en un gran problema.
Escuchó como aquel chico alto llamado Namjoon, dijo que fue un accidente y que no era su culpa, sino que una chica lo había empujado y había caído encima de Shana, provocando que su almuerzo se esparciera por toda su ropa, ella sabía que una parte era así, o eso quería suponer, tampoco sabía lo que había sucedido, fue todo tan rápido. Pero lo que dijo después sí que no se lo esperaba.
"—Yo quise ayudarla, pero llegó este alumno y me golpeó."
Literalmente lo primero que hizo él, fue insultarla y humillarla, pero sabía que si decía eso no le convendría, podría perder la beca con la que estaba estudiando.
Se sumergió tanto en sus pensamientos que lo último que escuchó fue un "Eso sería todo señor Kim, puede retirarse", por parte del subdirector.
Shana entró en desesperación y buscó un escondite, pero fue muy tarde para pensar. La puerta había sido abierta.
Contuvo su respiración para no ser notada, pero Namjoon no era ningún tonto. Cerró la puerta y la vio, una mocosa muy impertinente.
No dijo nada, pues tampoco quería hablar con ella, la miró de abajo para arriba y riéndose agriamente la dejó allí.
Shana estaba muy intimidada, pero tenía que hacer algo por su hermano, después de todo ella era la culpable.
—¡Hey tú! —gritó.
Namjoon sabía perfectamente que se refería a él, pero no le hizo caso.
La rubia se sentía ignorada, pero no podía quedarse con los brazos cruzados. Caminó rápidamente y se posicionó frente a él, encarándolo.
No duró mucho, porque no podía mantener sus ojos frente a los de él, así que bajo la mirada y habló.
—Por favor, ayuda a mi hermano, dile que todo fue un accidente y el no tuvo la culpa de nada, fui yo.
Namjoon miró con compasión a la pequeña mocosa frente a él. Se agachó hasta su tamaño y le tomó del mentón.
—Escúchame, tú no tienes la culpa de que tu hermano es una bestia, él se lo buscó —soltó su mentón delicadamente.
Shana estaba confundida, pero no podía dejar a Hansol sólo. Así que volvió a intentar convencer al más alto.
—Por favor —se arrodilló frente a él. —. Diles que fue un accidente —rogó.
Está situación comenzaba a incomodar a Namjoon, si fuera por el la dejaría allí y que solucione sola sus problemas, pero algo se lo impedía.
Un alumno pasó por ese pasillo.
Namjoon rápidamente levantó a la chica y la observó, estaba llorando. Aquello causó algo muy extraño en su interior, hasta el punto de tocar su frío corazón.
—Está bien —aseguró—. Veré lo que puedo hacer, pero no vuelvas a arrodillarte de esa manera.
Shana asintió animada. Y fue allí donde empezó el plan del moreno.
—Pero, no será gratis —avanzó acercándose a ella.
La rubia por inercia, retrocedió. Causando gracia al mayor, y más aún cuando no tenía escapatoria. La famosa pared.
—Tranquila, no soy ese tipo de chicos —comenzó a limpiar sus lágrimas—. Solo quiero que me ayudes a conocer esta universidad, algo así como un tour.
Shana pudo liberar todo el aire retenido, hacerle un tour no era mala idea, pero su inocencia era tan alta que no se daba cuenta de otras cosas. Solo asintió tímidamente.
—Nos vemos mañana, bonita —le dijo y se retiró, dejando a una ensoñada Shana atrás.
Ella no podía creer que un chico como él la había calificado como bonita, pero fue allí donde recordó las palabras que dijo Namjoon en la mañana, cuando la observó al ingresar a la universidad.
Si en la mañana se expresó de una horrible forma, ¿por qué ahora le decía que era bonita? No tenía mucho sentido.
"Quizá tuvo una mala mañana", pensó, dejándose llevar por lo sucedido hace unos minutos.
Escuchó como la puerta volvía a abrirse y vio a su hermano, quien salía con un semblante serio. Se despidió del subdirector y vio a su hermanita.
—Muchas gracias Shana, el subdirector me dijo que hablaste con la señorita Akami y le explicaste lo que realmente sucedió —hablaba mientras la abrazaba.
Shana no entendía a qué se refería, pero suponía que Namjoon había cumplido lo que le dijo. Así que solo sonrió y abrazó a su hermano.
El día había acabado y todos los alumnos volvían a sus casas.
Namjoon se despedía de Taehyung quién había estado con el todo el tiempo, estaba agradecido de que estuviera con él, así se controlaría un poco. También se despidió del amigo del castaño, Yuta, quien le había caído muy bien.
Salió de la universidad y tal como vino caminando en la mañana, volvería del mismo modo, no estaba tan lejos de su residencia.
Por otro lado, Shana se despedía de su hermano, que al parecer tenía algunas cosas importantes que hacer en otro lugar. Con un beso en la mejilla, la rubia caminó rumbo a su casa.
Mientras que Hansol esperaba que desapareciera por la esquina y al hacerlo, dio inició a su venganza. Juntos a sus amigos, comenzaron a seguir a Namjoon, tenía que asegurarle quien mandaba a quien.
Cruzó la avenida, tal como lo hizo el moreno, y recibió una llamada.
—¿Aló?
"—Vernon, ya tenemos todo listo —dijo uno de sus amigos."
Solo cortó la llamada y siguió el camino del moreno. Sabía muy bien quien era él, Kim Namjoon, el mayor rival de su familia, pero esta vez no iba a dejarse pisotear por él.
Continuó con su seguimiento y tal como lo habían acordado, Mingyu detuvo su andar colocándole una bolsa de tela en la cabeza, y arrastrándolo hacia un callejón.
Hansol corrió hacia ellos y sonrió, lo habían conseguido. Ahora el moreno se encontraba amarrado en una silla, dentro de la camioneta que tenían. Hacía movimientos bruscos para liberarse, pero era inútil.
El peliazul, les dio la orden de la primera fase. Mingyu y Woozi tomaron los baldes que habían preparado y se lo lanzaron hacia Namjoon, mojando todas sus prendas.
—¡Idiotas! —gritó, no podía ver quiénes le estaban haciendo esto, pero estaban muertos para él.
Hansol volvió a dar otra orden y ahora, un nuevo balde de camarones, cayó sobre el cuerpo del moreno, realmente apestaba.
—¡¿Qué carajos quieren?! —gritó enfurecido.
—¿Sabes quién soy? —preguntó sutilmente el peliazul.
—Cómo no reconocer esa patética voz y ese olor a desagüe —habló sin rodeos—. ¡Libérame de una puta vez Vernon!
El peliazul no iba a dejarlo ir tan fácilmente, volvió a dar la orden, y trajeron otro balde lleno de lodo, rápidamente Mingyu se acercó y lo inclinó sobre el cuerpo de Namjoon, bañándolo completamente.
—Solo quiero decirte una cosa —dijo Hansol acercándose a él—. No te metas conmigo Kim, esto no es Seúl, y no tendrás a tu absurda banda de niños para defenderte.
Dejo un artefacto en las manos de Namjoon y se fue. Rápidamente todos sus amigos subieron a la camioneta y desaparecieron del lugar.
Namjoon utilizó el artefacto que dejó Hansol en sus manos para liberarse, pues era una navaja. Pero sabia que algo no iba bien, él jamás haría algo así.
Se sacó la bolsa de su cabeza y desamarró sus pies, esto no iba aquedarse así. Trató de limpiar un poco su ropa, pero era inútil, el lodo empeoraba su estado. Caminó hacia el hotel donde residía, y agradecía que los hombres de seguridad le dejaron pasar sin hacer preguntas.
Llegó a su departamento, y al igual que ayer fue hacia el baño a ducharse y deshacerse de todo lo que tenía encima. Que te suceda dos veces seguidas, si que era de buena suerte.
Mientras preparaba su baño de burbujas, porque si, Kim Namjoon también cuidaba su cuerpo, buscó el contacto de su amigo Hoseok y lo llamó. Ingresó a la bañera y trató de relajarse lo más que pudo.
"—¿Namjoon? —respondió su amigo."
—Hoseok, no sabes a quien me encontré en la universidad —dijo arrogante.
"—¿A quién?"
—Nada más y nada menos que a Choi Hansol, el secuas de Yoongi —Sonrió a más no poder.
"—¿Pero que hace allí? Al parecer te está persiguiendo Nam —dijo un poco preocupado."
—Podría ser, pero ya me encargaré de él —no quitaba su mezquina sonrisa.
"—¿qué estás planeando Kim Namjoon? —preguntó Hoseok sonriendo de la misma manera."
—Ya te contaré.
Se despidió de su amigo y volvió a lo suyo, mientras contaba las horas para que sea mañana.
—Se quien es tu punto débil y no descansaré hasta que te arrodilles ante mí. —habló al vacío—. Es lamentable que tengas un hermano como él —decía refiriéndose a la pequeña mocosa que conoció—. Pero nada de eso importa.
Comenzó a reírse, no había duda de que estaba loco y eso era lo que más amaba de él, no tenía límites.
Luego de media hora de su baño, se encontraba sentado en su sala, viendo una película, no tenía tareas, ni que otra cosa hacer.
Dejó el control en el sofá, debido a que no encontraba una buena película, o al menos una que superara sus expectativas. Se levantó y camino hacia su pequeño balcón, fue en ese momento donde entró en un debate mental.
¿Exactamente a qué había venido a este lugar?
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Espero les guste este capítulo, y le regalen un voto y un comentario bonito UwU.
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